El acostumbrado presentador de la competencia Hermes rey mensajero de reyes estaba en la concurrida sala con los participantes que se disputaban el amor de la hermosa reina RubĆ, el alto rey vestĆa con una chaqueta que tapaba sus fuertes mĆŗsculos y un ceƱido jeans. Sosteniendo una carta y se dirigĆa a los reyes.
āCada vez somos pocos en este concurso y hoy cambia la modalidad de pruebas. A partir de este momento el rey que fue seleccionado por el pĆŗblico para compartir una cita con la reina del amor establecerĆ” el desafĆo que eliminara a uno o mĆ”s de sus compaƱeros. ĀæDe acuerdo?
āĀæPor ello fue que hace tres dĆas nos avisaste que de manera individual diseƱƔramos un desafĆo de acuerdo a nuestros poderes? āpreguntaba el rey Aqua con el cuerpo semidesnudo ocultando sus prominentes genitales con un bóxer de color azul.
āAsĆ es. ĀæTodos diseƱaron su prueba?
Hubo diferentes respuestas afirmativas de los siete hombres que todavĆa quedaban en la competencia.
āPues bien āaceptó Hermesā. El rey que fue escogido por la audiencia para tener la cita Ćntima con RubĆ y que ademĆ”s establecerĆ” su desafĆo es...
Los siete reyes se quedaron deseosos de que su nombre saliera de los labios de Hermes. El hombre mantuvo la expectativa hasta que habló:
āXiam, prepĆ”rate para subir por primera vez a la habitación de RubĆ.
El guapo y joven rey de la luz se levantó del asiento. Su musculoso y esbelto cuerpo estaba puesto ante los ojos de todos. La joya mÔs obvia de su reinado era su entrepierna que rellenaba muy bien una ropa interior de color rojo.
āAsĆ tenĆa que ser āaseguró Xiam.
Hermes sonrió ampliamente sintiendo que su polla se ponĆa dura.
āAntes de irte, Xiam, debes explicar a tus compaƱeros en quĆ© consiste la prueba a superar.
Xiam afirmó con la cabeza y se inclinó en el asiento cogiendo una pequeña caja de madera.
āDentro de esta caja hay 50 esferas lumĆnicas āexplicabaā, las mismas tienen el objetivo de seguirlos a cada uno de ustedes y eliminarlos con su ataque. Ustedes deben conseguir la manera de derrotarlas antes de que ellas los ataquen a ustedes, podrĆ”n hacer uso de sus poderes cuestión que puede ser usada a su favor o en contra.
James que era el único de los reyes sobreviviente con un poder no elemental afirmó con la cabeza tragando saliva, su duro abdomen rebelaba fuerza y un prominente bulto en su bóxer negro demostraba unos grandes y débiles genitales que lo coronaban rey de la fertilidad y la vida.
Xiam se inclinó ante sus compaƱeros y antes de retirarse entregó a Hermes el cofre de madera. Se puso en dirección al ascensor que lo conducirĆa a la habitación donde por primera vez compartirĆa una cita privada con la reina del amor. El sólo hecho de pensar que estarĆa con ella hacĆa que su polla se endureciera y no le importó para nada ingresar a la rosada habitación portando una notable erección.
āĀ”Mi rey! āsaludó con admiración RubĆ devorĆ”ndose con la mirada de pies a cabeza al fornido hombreā. Te estaba esperando y con mucha emoción.
Xiam rió mirando a RubĆ, la rubia y bella reina estaba vestida seductoramente de blanco, ella lo saludó con un beso en los labios y despuĆ©s lo abrazó sujetĆ”ndolo de la ancha espalda. Ambos cayeron en el sofĆ” Ć©l encima de ella donde comenzó a mover la cadera, RubĆ hizo gemidos deliciosos mientras aferraba sus uƱas a la espalda del rey seguido bajaba la mano a sus glĆŗteos para despojarlo de la ropa interior.
En un gimnasio del castillo ya se efectuaba el desafĆo y 50 luces esfĆ©ricas atravesaban el aire acosando a los reyes del juego.
Por un lado una pesada esfera se dirigĆa al rey Aqual por lo que Ć©l estableciendo una distancia oportuna unió sus manos y de ellas brotó un potente chorro de agua que la hizo repeler en el aire y hacer que cogiera una nueva dirección en bĆŗsqueda de otro rey.
ParĆs el rey de la suerte aunque contaba con todo el poder necesario para salir airoso de ese desafĆo su suerte le traicionó debido a su nerviosismo y una esfera lumĆnica atravesó con mĆ”xima velocidad el aire y rebotó contra su entrepierna. Su ajustado bóxer negro no resistió el terrible golpe contra sus huevas.
ParĆs se dobló, agarrĆ”ndose los testĆculos golpeados con ambas manos.
James el rey de la fertilidad se sintió temeroso de resultar gravemente herido en aquella prueba ya que era el Ćŗnico de los participantes en no hacer brotar de sus manos un majestuoso rayo de poder. Pero al divisar que a Ć©l se acercaba una esfera de energĆa temió por su vida, intentó hacer uso de su fuerza potencial y apretando los puƱos y marcando de mĆŗsculos sus brazos golpeó aquella esfera luminosa la cual se hizo aƱicos con el sonido de vidrio que se rompe y se desvaneció en el aire.
El rey James sonrió de satisfacción.
El rey Electro apena saltaba para evitar el golpe de una esfera cuando vio venir una, unió sus manos y un rayo de electricidad la fue a tocar y ésta en vez de desvanecerse para la desventura del eléctrico rey se hizo mÔs grande e impactó contra su cara, seguidamente otra esfera lo golpeó en la espalda y una tercera rebotó contra sus genitales.
Electro gimió de sentir como sus bolas fueron aplastadas por la dura pelota de luz. Cayó al piso sosteniendo sus gónadas con ambas manos mientras se lamentaba del dolor.
SamĆ”n el rey de la naturaleza y la fauna estaba ocupado envolviendo una esfera en un espeso manto de hierbas y su distracción le hizo olvidar el resto de voladoras esferas. Una lo golpeó en la cabeza, sus ojos se encerraron con el golpe haciendo que soltara la otra esfera que cayó al piso muerta por las hierbas que la apresaban. En el contorno de su bóxer negro se marcaban sus enormes huevos. Sin demoras una pelota de luz puso dirección contra SamĆ”n que gritó con anticipación, cuando un fuerte choque provocó un crujido de sus pobres testĆculos.
El rey de la oscuridad tampoco escapó del desafio y cuando vio que dos esferas se acercaron a él con movimiento de manos hizo que a las luces la rodearan una nube de penumbra pero ésta fue consumida por un rayo de luz que provocó que ambas esferas se fusionaran haciéndose mÔs grandes, ellas a mÔxima velocidad chocaron contra su escroto.
Las gónadas de Salazar fueron golpeadas dos veces (con las esferas que se fusionaron y con la irrupción de una nueva). Las bolas del rey se volvieron de color rojo purpĆŗreo. Salazar cayó al piso sentado preso del estado de shock que emergĆa de sus cojones, gimió, a pesar de que sus manos agarraban el par de huevos tenĆa la boca lo mĆ”s abierta que podĆa intentando sacar algĆŗn grito que nunca retumbo.
Aqua esperó contra una pared que una de las esferas lo golpearan. Se llenó de miedo al divisar en el aire a nueve de ellas.
āOh, mierda āexclamó
Antes del golpe el rey del agua hizo aparecer un gigante brazo de agua y aplastó a las nueve esferas que se apagaron en el piso.
ParĆs estando atento del ataque hizo uso de su buena suerte cerrando los ojos cuando dos iban contra Ć©l pudo poner fin a la vida de aquellas esferas que inexplicablemente cayeron al suelo apagadas.
Los ojos de James se desvanecieron cuando lo golpeó una dura esferas contra sus posesiones mĆ”s preciadas, el hombre se dobló sosteniendo sus testĆculos con una mano mientras cinco esferas le pegaron seguido contra la robusta espalda.
Electro supo defenderse de nuevos ataques de la esferas haciendo uso de sus mĆŗsculos por lo que utilizaba sus brazos y piernas para quebrar a las esferas que se le acercaban. El rey subió los brazos en victoria cuando detalló que nada podĆa derrotarlo.
Con los ojos muy abiertos SamĆ”n se protegĆa y envolvĆa a las esferas que se le acercaban en espesas hierbas venenosas.
Salazar se pudo defender del ataque de una esfera luminosa y haciendo uso de su fuerza a travĆ©s de sus grandes, robustas y hermosas piernas pudo patear, aplastar y reventar una que lo atacarĆa con sorprendente fuerza. La esfera se hizo aƱicos en el aire.
El rey del agua ya tenĆa la tĆ©cnica para fulminar a todas las esferas que se interpusieran en su camino ya que con el peso de un maremoto de agua las aplastaba por decenas.
Electro sujetó una esfera con ambas manos y estirando los brazos la lanzó contra uno de sus compaƱeros que sin esperar el ataque repentino y con la buena suerte que lo rodeaba la esfera se chocó contra la nuca de ParĆs, haciendo que el pesado rey de la suerte cayera desmayado en el suelo, con brazos y piernas extendidas quedando a merced de las restantes esferas luminosas que comenzaron a golpearlo mientras los demĆ”s miembros del concurso se quedaban tranquilos contemplando la escena.
Era obvio que el eliminado en aquel desafĆo era ParĆs que no contó con toda la buena suerte que lo rodeaba.
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