Los hermanos ballbustng (5/6): Atrapados en la cancha

Durante esa tarde tan deliciosa el viento soplaba por las calles de la ciudad, los jóvenes disfrutaban reuniéndose y despejando su mente de todo stress acumulado en la semana, los vecinos amigos de Julio y Jesús los invitaron a jugar futbol en la cancha que estaba 3 calles mas arriba de su casa y los hermanos asistieron al juego, corrían a contra viento empujando el balón de futbol, Jesús miraba a su hermano y le lanzaba el balón, la pelota aterrizaba en su pie y Julio con precisión la llevaba contra la portería y acumulaban los goles, vitoreaban como si estuvieran en un partido de la copa mundial y celebraban victoriosos. Los amigos de los hermanos también eran oponentes duros pero el juego acabo siendo gratificante para todos los jóvenes en general.

Cuando hubo terminado Julio fue a sentarse en un banco tomaba agua y también dejaba caer el liquido sobre su pecho sudoroso, Jesús exhausto se tiro sobre la grama, tenia los ojos cerrados y respiraba a bocanadas, tenia las extremidades abiertas, reposando. Su delgada salchicha se le contorneaba a su lado marcándole paquete.



"¿agotados muchachos?" preguntaba sonriendo Damián con su espalda llena de pecas, el simpático muchacho que estuvo en la segunda entrega de estos hermanos. Y a su lado estaba Paul tomando una lata de pepsi

"mucho" respondió Jesús colocando una mano sobre su pecho y sintiendo el latir de su corazón

"¿podríamos hacer algo esta noche?" pregunto Julio quitándose la franela y revelado su pecho lampiño y musculoso "vamos a salir. Tenemos tiempo sin ir a una fiesta. Aprovechemos que estamos juntos y salgamos en esta época del año"

"tienes razón" dijo Paul

"si... ¿y vas a llamar a tu zorrita?" se burlo Jesús

"si..."

"¿y la llevaras a un hotel hermano? ¿O a tu cuarto? jajajaja"

"no te importa Jesús" negó Julio

"¿desde cuando no vacías tu semen sobre ella?" reía Jesús

"eso no es tu problema"

"debes tener tus huevos repletos de leche ah hermano jajaja"

A Julio se le arrugo la cara de molestia y su hermano sonrió mirando como el sol pegaba contra el cuerpo del hermano mayor



"hey Julio, no te enfades, solo juego contigo"

"no es tu problema si yo tengo relaciones sexuales con ella o no, no es interés tuyo, ni de nadie mas"

"ay Julio, chúpame las bolas" sonrió Jesús agarrándose el paquete

"una soberana patada es lo que te puedo clavar" amenazo Julio

"no hay que hacerlo esperar, yo te ayudo amigo" hablo Paul que estaba de pie junto a Jesús que estaba sentado en el suelo. El lindo muchacho levanto el pie y lo afinco en la entrepierna del hermano menor, Jesús enseguida gritó de dolor, se acurruco en el suelo con las manos metidas entre las piernas. Su hermano mayor, Julio sonreía al verlo

"oye, yo hablaba en broma" sonrió

"yo no" negó Paul "sabes que es todo un juego ¿verdad Damián?"

"si" respondió el otro amigo

Julio que estaba a su lado sonreía por gracia, pero no se percato de la mirada de complicidad entre ambos amigos, Damián a su lado abrió la palma de la mano y con un rápido movimiento le pego un manotazo en las bolas a Julio, el muchacho doblo la cara del dolor y se acurruco en el suelo muy lejos de su hermano menor

"ay estos hermanos" reía Damián "como se divierten golpeando y siendo golpeados"

Al rededor del grupo los pocos amigos que habían quedado en la cancha los miraban burlándose

"hijos de putas" replicaba desde el suelo Julio con la mano sobre su prominente bulto que se mostraba erecto apuntando a un lado del short.

"ya verán cuando nos recuperemos" aseguro Jesús tratando de levantarse en vano del suelo

Paul después de mirar a Damián asintió y sonrió y ataco de nuevo a Jesús, con un puntapié directo en los cojones, que con un golpe violento aterrizaron contra su pelvis, a Jesús los ojos se le dilataron y abrió la boca, cayendo con un suave chillido en el piso.

"jajaja" se burlo Paul acercando su cuerpo al convaleciente Jesús " tus huevos siempre han sido dignos de admirar, tu lo eres. ¡Eres grande!"

Jesús ni siquiera escuchaba solo tenia las manos sobre sus huevos mientras gemía de dolor.

"y este está mas empalmado que una carpa de circo" comunicó Damián observando como el falo de Julio se marcaba sin vergüenza por bajo su short.

A Julio se le ruborizo la cara intentando cubrir con su mano la potente erección.

"¿Crees que los podamos ordeñar?" preguntó Damián al resto de sus amigos, ellos lo miraron sorprendidos "vamos, es solo por diversión"

Los hermanos se quejaron, casi sin poder moverse, escapar o ayudarse mutuamente, pero muchos de esos hombres se acercaron a ambos.

Uno de los tantos amigos se agachó entre Julio y le abrió las piernas, mirando directamente la entrepierna del joven le era imposible cubrir por completo sus propias bolas que comenzaban a hincharse. El pie del muchacho se levanto en el aire, para caer sin piedad entre las 2 vulnerables bolas de Julio, el muchacho se movio con fuerza sobre el suelo, casi convulsionante por el dolor.

Jesús era manoseado por un montón de manos y bajo sus gustos homosexuales al sentirse tocado por muchos hombres hizo que su pene se despertara y también se hinchara de la excitación, gesto que le costo un puñetazo en las bolas por alguno de sus amigos, Jesús escapó un grito fuerte y la mano de Paul impidió que se protegiera las bolas.

Con las piernas de Julio abiertas a la fuerza por alguien, Damián se situó frente a ellas, echó su pierna hacia atrás. Y pateó las bolas de Julio, entonces el joven aulló de dolor al sentir sus blandas bolas ser golpeadas por tal magnitud de la patada comenzando a sollozar.

"si Damián no lo hace con tu hermano, yo si me atreveré" hablo Paul "muchachos, juran no decir nada... lo ordeñare" Jesús pudo escuchar algunos juramentos de algunos de sus amigos.

Jesús dentro de su profundo dolor quiso pedir que no se lo hicieran. Pero fue como si su propia boca le impidiera hablar, todo paso rápido, pues la mano de Paul pasó por su paquete, agarro su punta del short y lo jalo hacia abajo. Su pene fue mostrado a la luz, moreno y erecto, la mano de Paul se apodero de él y con mucha fuerza empezó a masturbarlo, muchos de los amigos se reían mientras tenían agarrado a Jesús de piernas y brazos, el joven empezaba a gemir hasta que la otra mano libre de Paul apretó sus bolas y las torció como si escurriera una trapo mojado.



Jesús gritó.

La mano seguía bajando y subiendo con rapidez sobre su polla mientras sus bolas también eran apretadas firmemente, a Jesús los ojos se le agrandaron, llegando al clímax por el dolor, la excitación, un orgasmo único e inolvidable, casi una fantasía. Apretó los dientes a medida que la mano de Paul temblaba apretándole las pelotas, su otra mano calentaba y sudaba masturbando al preso Jesús.

Lejos, Julio hacia muecas graciosas de dolor, sus bolas eran estranguladas por el pie de Damián, el torturador estaba sentado en el suelo, jalando a Julio por las piernas hacia él, mientras su pie se interponía contra los huevos del lindo muchacho.

Jesús sudaba del orgasmo, sus bolas seguían siendo apretadas y su pene masturbado, hasta que empezó a eyacular sin detenerse, brotando de su pene una fila gruesa de esperma que cayó como castigo o recompensa en la cara de Paul. Paul soltó de inmediato la polla de Jesús y se sentó en el suelo asqueado limpiándose la cara bajo las burlas de sus amigos. Jesús finalmente respiraba tranquilo sin la presión sobre sus bolas y mientras fluía la leche de su pene. Pero a alguien no le dio asco el pene de Jesús cubierto de esperma y se apodero de sus bolas y apretándolas hizo que disparara más semen hasta exprimirlo completamente...

Jesús se retorcía y gritaba desde el suelo, mientras sus bolas estaban siendo apretadas por Damian. Apretaba su mano con fuerza haciendo crujir las bolas de Jesús, el brazo de Damián no dejaba de subir y bajar como un martillo golpeando con los nudillos en sus bolas. Llorando como una niña, Jesus encontró paz cuando el muchacho dejo de golpearlo, pero aun tenía el brazo en alto, hasta que lo bajo con potencia. Y le regalo un fuerte puñetazo en la entrepierna. Jesus lanzó un grito de dolor, mientras Damián reía como todos sus amigos, finalmente lo soltaron y este rodó de un lado a otro.

Julio gritó de dolor cuando sus bolas recibieron una fuerte patada de un chico nuevo en el barrio y se dobló en posición fetal acariciando sus huevos.

"me las van a pagar" hablo Jesús, su tono de voz era de un ser humillado y golpeado

"por favor Jesús" decía irónico Paul "ustedes son conocidos por aquí como los hermanos ballbusting, no veo el por que quejarse"

"nos la pagaran" repitió desde el suelo Jesús acariciando aun sus huevos, Julio estaba muy adolorido para siquiera poder hablar