Dulces pesadillas (7/7): Culpable de engendrar - Las Bolas de Pablo

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5 jul 2015

Dulces pesadillas (7/7): Culpable de engendrar

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   DespuĆ©s de estar sentado horas y horas frente a una computadora Gaspar ChacĆ³n abandonĆ³ su largo trabajo, retomando viejos archivos en la internet que le ayudarĆ­an en un caso judicial. SaliĆ³ de la biblioteca y se fumĆ³ un cigarrillo, estaba molesto con su hermano Marcos por tomar la decisiĆ³n de llevar a casa a Lucas, ¿a caso no se daba cuenta que ese muchacho querĆ­a perjudicarlo? No lo querĆ­a como su hijo.

   EntrĆ³ a su habitaciĆ³n y se desnudĆ³ metiĆ©ndose en la cama con un holgado calzoncillo eran las 11:45pm cuando comenzĆ³ a sentir sueƱo, tres horas despuĆ©s su cuerpo se debatĆ­a sudoroso y la mente le iba a jugar una treta en una pesadilla:

   Se encontraba en un juzgado judicial sentado en el banquillo del acusado. La sala estaba solitaria a excepciĆ³n de Lucas que estaba sentado en una banca frente a Ć©l con la toga de juez.

   —¿QuĆ© es todo esto? —le reclamĆ³ Gaspar, era obvio que no sentĆ­a un cariƱo por el joven.

   —¿No te das cuenta que te declaro culpable? —hablĆ³ el muchacho mostrando aquella sonrisa idiota, segĆŗn Gaspar. El joven levantĆ³ la mano y golpeĆ³ la tabla con el mazo—. Condenado a hacerte cargo de todos tus hijos, que son muchos, y ademas, debes perder aquello con lo que has engendrado.

   —Sacame de aquĆ­, idiota.

   —Eres culpable, debes cumplir con tu castigo, papĆ”.

   —¡No me llames asĆ­ yo no tengo hijos!

   —Que hipĆ³crita eres Gaspar ChacĆ³n.

   El joven se aproximĆ³ a Ć©l, donde Gaspar intentĆ³ zafarse de la silla donde las esposas no lo dejaban mover. Lucas le mirĆ³ los testĆ­culos.

   —Son tan grandes como los mĆ­os, ¿sabĆ­as? —declarĆ³.

   —No digas idioteces y suĆ©ltame.

   —No, papĆ”. Debes aprender tu castigo.

   —¿QuĆ© castigo, imbĆ©cil?

   —Traer hijos al mundo y ser un padre irresponsable.

   —¡Irresponsable mis huevos! SĆ”came de aquĆ­.

   —SĆ­, irresponsable tus huevos...

   Dicho esto el joven se arrodillĆ³ ante Gaspar y con suprema fuerza le agarrĆ³ los testĆ­culos grandes tirando de ellos como si los fuera a arrancar del cuerpo. Gaspar lanzĆ³ un grito abominable y desesperado.

   —Y pensar que salĆ­ de estas huevas hace aƱos —dijo tranquilamente Lucas cuando el agarre y los gritos cesaron.

   Gaspar estaba con la respiraciĆ³n entrecortada mirando con terror y asombro.

   Pero con una mirada sĆ”dica Lucas volviĆ³ a estirar las bolas de su padre aparentemente disfrutando los aullidos sopranos del hombre. Con su larga mano aplastĆ³ los espermas acumulados del viejo. La punta de los dedos se afincaban con saƱa sobre la orbes blandas.

   —¡AAAAhhhhhhGGGG! —soltaron los finos labios de Gaspar mientras arqueaba la espalda y abrĆ­a los ojos vidriosos.

   Lucas sentĆ­a aquellas inmensas bolas guardadas en el colgante escroto de Gaspar, comprimiĆ³ un testĆ­culo contra el otro tratando maliciosamente de destruir aquellos Ć³rganos productores de semen.

   —AsĆ­ no traerĆ”s mĆ”s hijos al mundo —sentenciĆ³.

   Aquellos cojones no resistirĆ­an mĆ”s tiempo serĆ­an mutilados por aquella mano invasora. Gaspar se debatĆ­a convulso en el asiento moviendo la cabeza y haciendo ruidos agĆ³nicos.

   PRACK... PRACK

   Los testĆ­culos de Gaspar estaban empezando a perder su firmeza...

   ¡TRRRRRRRR, TRRRRRRRRRR!

   Gaspar estaba tan mareado con aquel dolor de bolas que sudando frĆ­o sintiĆ³ nauseas y a su frente Lucas cual asesino aumentĆ³ la presiĆ³n en las manos arrancĆ”ndole un grito agĆ³nico.

   Gaspar emitiĆ³ uno de sus Ćŗltimos gritos guturales en su vida.

   Lucas continuĆ³ apretando y apretando sobre las frĆ”giles bolas. El testĆ­culo derecho empezaba a deformarse colocĆ”ndose mĆ”s pequeƱo.

   —Ahhhhhhhhhhh —sonĆ³ sin fuerzas Gaspar.

   El grito fue tan inquietante que Lucas lo mirĆ³ a la cara para presenciar su mueca. El viejo tenĆ­a el cuerpo sudoroso, la boca abierta y los ojos llorosos y un "poff" hĆŗmedo sonĆ³ en la sala, el testĆ­culo derecho de  Gaspar no pudo aguantar mĆ”s y se quebrĆ³ violentamente. Un poco de semen saliĆ³ de su pene y comenzĆ³ a rezumar entre los dedos de Lucas. Los ojos de Gaspar se desorbitaron, sintiendo los trozos de su huevo que caĆ­an a su escroto para reposar sobre la madera de la silla. Ahora sĆ³lo le quedaba un teste.

   —Detente —rogĆ³ con voz de niƱa. Pero ahora Lucas le tomĆ³ el cojĆ³n sobreviviente—. Maldito seas.

   Los ojos de Lucas mostraban una visiĆ³n cruel de Ć©l mientras veĆ­a a Gaspar reducirse con la boca abierta y sin emitir sonido alguno fue en ese momento en que Gaspar reconociĆ³ en el un parecido familiar.

   Lucas mirĆ³ hacia sus manos y vio al escroto mĆ”s desinflado, el lado derecho parecĆ­a estar lleno de trozos irregulares de carne.

   Con la mano temblando por la presiĆ³n se escuchĆ³ como si un huevo se quebrara en pedazos. El testĆ­culo sobreviviente habĆ­a muerto. Otro lote de semen saliĆ³ por Ćŗltima vez del pene de Gaspar el liquido estaba pegajoso y caliente. LlegĆ³ a la muƱeca de Lucas. 

   Lo que fue un inmenso escroto ahora era un saco desinflado.

   Gaspar estaba demasiado aturdido para notar la falta de tamaƱo en su escroto. El corazĆ³n le palpitaba y de sus ojos salĆ­an gruesas lagrimas, pobre eunuco...

   Lucas soltĆ³ una risa maligna y lanzĆ³ una patada al pecho de Gaspar. El abogado cayĆ³ de espalda al vacĆ­o.

   Con un salto en la cama Gaspar despertĆ³ empapado de sudor y desesperado. Se palpĆ³ los genitales y ahĆ­ estaban su pija y los huevos.

   —Fuiu, fue sĆ³lo un sueƱo... ese desgraciado muchacho...

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