CONTIENE:
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
Mi
nombre es Katherine, tengo 18 aƱos y hace unos meses sufrĆ una de las
experiencias mĆ”s difĆciles de mi vida; el marido de mi prima Claudia, me
intentĆ³ violar durante su fiesta de
bodas, en la mismĆsima cama nupcial.
Katherine.
Les
contarĆ© como sucediĆ³ todo.
Era
la celebraciĆ³n por la boda de mi prima
Claudia de 23 aƱos, se casaba con Mauricio, un hombre de 25 aƱos, a quien
conociĆ³ en la universidad y del cual estaba embarazada de 4 meses.
Mauricio.
Eran
novios desde hacĆa 2 aƱos y por fin
logrĆ³ llevarlo al altar, aunque era obvio que su embarazo fue el empujĆ³n que
prƔcticamente obligo a Mauricio a comprometerse
Como
vivo en otra ciudad, reciĆ©n conocĆ a Mauricio hacĆa unos meses, cuando por diversos
asuntos, me hospeden en el apartamento de mi prima unas semanas; y Ć©l, como su
novio siempre la visitaba.
Me
sentĆa incomoda con Ć©l, su mirada para conmigo era muy penetrante, como si
quisiera ver mi interior; ademĆ”s en mĆ”s de una ocasiĆ³n sentĆ intentos de coqueteos
de su parte, aunque nunca tuve seguridad de sĆ era en serio o bromeaba conmigo.
En fin siempre trataba de evitarle.
Luego
de la boda, la casa de Mauricio fue el lugar de la celebraciĆ³n, ahora era la
casa del nuevo matrimonio, asĆ que ese dĆa era imposible evitar al nuevo esposo.
La charla con Mauricio comenzĆ³ sin sobresaltos, pero pronto me sentĆ incomoda, no
solo por sus ahora mƔs indiscretas miradas, sino que no dejaba de alabarme por
todo, pasaba mĆ”s tiempo hablando conmigo que con Claudia, la cual atendĆa sus muchas amistades y familia.
LlegĆ³
a la incĆ³moda pregunta de con quien estaba actualmente, quise mentir diciendo
que tenĆa pareja en la actualidad, pero era imposible que me creyera viendo que
asistĆa sola a la fiesta.
Soy
una mujer atractiva y los hombres siempre me han pretendido, pero mis noviazgos
terminan fracasando por algo muy simple, los chicos sĆ³lo buscan mi cuerpo; supongo que aĆŗn no aparece ese hombre
especial en mi vida.
La
noche avanzaba y Mauricio insistĆa demasiado en saber todo de mĆ, su interĆ©s ya
rayaba en lo extraƱo, asĆ que decidĆ poner distancia y me excusĆ© para charlar
con personas diferentes.
En
cierto momento una seƱora algo pasada de copas, terminĆ³ derramando
accidentalmente vino tinto en mi traje de noche; por lo que pedĆ a
Claudia me prestase un baƱo para tratar de salvar mi vestido.
Traje manchado de vino.
La
ocupada novia me guiĆ³ por la enorme casa, hasta el baƱo de su habitaciĆ³n; quede
admirada de su nuevo hogar, segĆŗn sabĆa Mauricio tenĆa dinero y comprĆ³ una
amplia casa para su nueva vida familiar.
Tras
el tour Claudia se reintegrĆ³ a la fiesta.
El
cuarto matrimonial, era enorme y hasta tenĆan una nevera miniatura a un lado de
la cama nupcial; la cual seguidamente observĆ©, era hermosa! y tenĆa pĆ©talos de
rosas por encima…muy romĆ”ntico; pero
supuse que sĆ³lo era algo de tradiciĆ³n pues no serĆa usada esta noche por el
embarazo de la novia.
La Cama nupcial.
Mientras
remojaba el vestido manchado en el baƱo, escuchĆ© la puerta de la habitaciĆ³n
abrirse, salĆ a ver, pensando que era Claudia que volvĆa.
En ropa interior.
CuƔl
fue mi sorpresa cuando veo a Mauricio en la habitaciĆ³n con la puerta tras de
sĆ.
Katherine:
“que haces aquĆ?”.
Era su casa y su habitaciĆ³n, pero le reclamĆ© su presencia allĆ dada mi precauciĆ³n para con Ć©l.
NotƩ
que estaba atĆ³nito viĆ©ndome, no tardĆ© en darme cuenta que su expresiĆ³n se debĆa
a que estaba en ropa interior frente a Ć©l.
En ropa interior frente a Ć©l.
Apenada
me tratĆ© de cubrir, pero mis manos no hacĆan una buena labor.
Me
devoraba con la mirada de arriba abajo.
Katherine:
“VoltĆ©ate!, Idiota!”.
Mauricio
reaccionĆ³ un poco, y se expresĆ³:“querĆa seguir hablando contigo y como te
viniste para acĆ”, vi la oportunidad para charlar de una forma mĆ”s privada”.
Su
justificaciĆ³n no dejaba de ser sospechosa y me asustaba como escudriƱaba cada
centĆmetro de mi cuerpo.
Mauricio:
“que linda estĆ”s!”.
Le exigĆ que saliera del cuarto, pero me ignorĆ³,
entonces notĆ© que su mirada habĆa quedado fija en un sitio… mis pantis!.
Mis pantis.
Me
molestĆ©, me puse de lado para obstruirle la vista a esa zona y le insultĆ©: “eres
un pervertido!”.
Me puse de lado.
Entonces
quede en shock con lo que dijo: “bueno, no esperaba esto,pero me gusta que sea
mĆ”s pronto que tarde, solo querĆa charlar un poco mĆ”s, pero ante lo que veo, no
dejarĆ© pasar la oportunidad”.
Que acababa de decir?...se referĆa a lo que creo?.
ComenzĆ³ a desabrocharse el pantalĆ³n…Ese
sonido aĆŗn lo recuerdo.
Desabrocharse el pantalĆ³n.
Fue como un antes y un despuƩs
Sus pantalones y ropa interior cayeron
rƔpidamente a sus pies, mostrando un ya erecto pene, abriƩndose paso por entre
el final de su fina camisa.
Su amigo eraacompaƱado de un par de testĆculos,que
se escondĆan mĆ”s atrĆ”s.
Me escandalicƩ. Le dije que estaba loco; que
pretendĆa?, era esto una broma?.En verdad Ć©l estaba por hacer eso?.
El descarado lo confirmĆ³.
Mauricio: “esta noche vas a ser mĆa Katherine!”.
Katherine: “estas demente!, te acabas de casar
con mi prima, y estĆ” esperando un hijo tuyo!”.
Mauricio: “Claudia serĆ” una buena esposa y me
darĆ” hijos, pero me casĆ© porque mi familia me pidiĆ³ sentar cabeza; Pero
entĆ©rate que te deseo desde que te conocĆ, eres mĆ”s linda que ella”.
No podĆa creer lo que estaba pasando, Mauricio
resultĆ³ ser una porquerĆa de hombre, Claudia no se merecĆa tal sujeto.
Le gritĆ© que era un maldito por lo que le hacĆa
a mi prima.
El parecĆa no importarle nada mĆ”s que
satisfacerse fĆsicamente conmigo.
TratĆ© de hacerle entrar en razĆ³n: “Mauricio no
hagas esto, vete!... mira que es un delito lo que pretendes hacer, yo no quiero
esto, si me fuerzas, iras a la cĆ”rcel”.
No entendĆa razones y respondiĆ³ con un sucio
lenguaje dejando claro lo que harĆa:
Mostraba su verga el condenado.
Mauricio: “te la voy a meter...MĆrala bien, es
muy grande. DisfrutarĆ”s tenerla adentro…
con esta gran verga voy a gozar de tu lindo cuerpo”.
OĆrlo era repugnante, pero tenĆa razĆ³n en
algo…su pene era grande, era el mĆ”s grande que habĆa visto y sentĆ temor si me
llegaba a meter esa cosa.
Katherine: “iras a la cĆ”rcel si me haces algo!”.
Mauricio:“no irĆ©, tu estarĆ”s de acuerdo…te
gustarĆ” tanto mi verga, que vendrĆ”s aquĆ mĆ”s seguido…para seguir gozĆ”ndola; te
volverĆ”s mi amante!”.
Katherine: “cĆ”llate animal…como puedes ser asĆ,
respeta a mi prima que estĆ” embarazada de ti, canalla!”.
Mauricio: “es por ella que estoy asĆ, desde hace
mĆ”s de dos meses que no se la meto… mira estos!”.
Ahora el desvergonzado se agarrĆ³ los huevos y
comenzĆ³ a sacudĆrselos, querĆa que se los viera….voltee la cara evitando
complacerlo.
Mauricio: “mĆralos!, los tengo llenos de leche,
por el embarazo de Claudia, me tengo que hacer la paja cada cierto tiempo,
sino, voy a explotar…Oh Katherine sĆ³lo mira que buen ejemplar…y te informo…hace
mĆ”s de una semana no los descargo…y hoy les llegĆ³ el dĆa!”.
SonreĆa malĆ©volamente.
Katherine:“pues vete al baƱo a meneĆ”rtela!,
salido!, porque yo no quiero nada contigo!”.
Mauricio: “Katherine, quieras o no, voy a pasar
la noche entera viniĆ©ndome dentro de ti…no me detendrĆ© hasta que me queden las
bolas vacĆas…sĆ³lo asĆ estarĆ© satisfecho, dulzura!”.
Katherine: “eres un hombre repugnante!”.
Mauricio: “y todo serĆ” en esa linda cama
nupcial…que afortunado que terminaras aquĆ. Y esta noche…”.
MirĆ© de reojo la cama, mientras continuĆ³.
Mauricio:“no puedo usar la cama con mi
esposa….pero la usarĆ© contigo!”.
Dio un paso hacia mĆ. SincrĆ³nicamente di un paso
atrĆ”s y le gritĆ© que no viniera, o gritarĆa.
Se detuvo y me invitĆ³ a hacerlo, dejĆ”ndome claro
que por lo lejano de la habitaciĆ³n y la alta mĆŗsica nadie me escucharĆa.
Mauricio dio un nuevo paso, ¿quĆ© harĆa?... El obstruĆa la puerta de la habitaciĆ³n, asĆ que mi esperanza
era correr al baƱo, detrĆ”s de mĆ.
Katherine temerosa: “Que harĆa?”.
AllĆ podrĆa
encerrarme y la puerta era de madera sĆ³lida, asĆ que una vez adentro
serĆa difĆcil para Mauricio derribarla.
Por fin decidiĆ³ venir
por su premio y corriĆ³ hacia mĆ!.
“me di la vuelta”.
…ya alcanzaba la puerta cuando Mauricio me alcanzĆ³!, pasĆ³ sus fuertes brazos desde
atrĆ”s y rodeĆ³ mi cintura, levantĆ”ndome como si pesara nada; me alejĆ³ del baƱo
mientras yo gritaba y pataleaba en el aire tratando de liberarme.
Katherine: “DEJAME!,….PORFAVOR DEJAME IR, NO HAGAS ESTO!”.
Era inĆŗtil, estaba a mĆ”s de un metro del suelo, atrapada,
entre el fƩrreo agarre de sus brazos y su amplio pecho.
El maldito solo gozaba: “no te soltarĆ©, es rico tenerte en
mis brazos…que cuerpecito tan delicado tienes!”.
Y allĆ estaba, en ropa interior y totalmente en su poder.
Me llevĆ³ hacia la cama, depositĆ”ndome en ella con fuerza…
trate de bajarme, pero Ć©l ya me tenĆa sujeta y se colocĆ³ sobre mĆ.
Katherine depositada sobre la cama.
EstƔbamos sobre la
amplia y cĆ³moda cama nupcial, el condenado pensaba estrenarla conmigo.
SabrĆ”n ustedes que soy una mujer de fĆsico dĆ©bil, y para
nada agresiva… tanto asĆ que ni siquiera sĆ© dar un puƱo correctamente, la Ćŗnica vez que lancĆ© uno, me lastimĆ© el
pulgar.
Y ahora me enfrentaba a un hombre,y peor aĆŗn, a un hombre atlĆ©tico.
Estaba muerta de miedo, lo Ćŗnico que hice por instinto fue
usar mis uƱas.
LlevƩ mis manos contra su rostro para rasguƱarle, pero
Ć©l tomĆ³ mis muƱecas y las separĆ³
fƔcilmente.
Mauricio: “eres una gatita mala".
TenĆa mis manos dominadas y con sĆ³lo un esfuerzo clavĆ³ mis
brazos contra la cama, a la vez que se
montaba encima de mĆ.
TenĆa mis manos dominadas.
Todo mi cuerpo sintiĆ³ la superioridad fĆsica de Mauricio y
la resistencia que le oponĆa bajĆ³ ostensiblemente…simplemente no podĆa hacer
nada ante la fuerza de mi atacante.
TratĆ³ de besarme, pero voltee mi rostro, no le darĆa el
placer.
Mauricio: “Oh que mala niƱa, acĆ©ptame uno siquiera”.
Katherine: “nunca!”.
Mauricio: “no seas asĆ, debes ser romĆ”ntica en la cama
nupcial jajaja”.
Katherine: “muĆ©rete canalla!”.
Mauricio: “como quieras, pero te
adelanto que todo tu cuerpo me sentirĆ”, y empezarĆ© por aquĆ…mmmmmmmmmmmm”.
Me lamiĆ³ el cuello, con su asquerosa
lengua.
Me encontraba desesperada al ser tocada por ese miserable…estaba a punto de llorar.Pero en mi interior me neguĆ© a rendirme.
Trate de calmarme y ordenar mis ideas… ¿quĆ© hacer?, entonces surgiĆ³ una posible soluciĆ³n, el miedo no me dejĆ³ ver lo mĆ”s obvio, la debilidad que tienen todos los hombres, sus testĆculos.
Una como mujer sabe que es lo Ćŗnico que a ellos les duele;
nunca habĆa golpeado a alguien allĆ, ni siquiera habĆa pensado en hacerlo…pero
estaba desesperada y sĆ³lo eso tenĆa para salir de ese cuarto.
Ćlestaba de rodillas, y apoyaba su trasero sobre mis muslos,
mientras sus pelotas descansaban sobre mi Ć”rea pĆŗbica. Las detallĆ©…el muy
maldito no solo tenĆa la polla grande, tambiĆ©n las bolas.
Las grandes bolas de Mauricio.
Mauricio tiene las pelotas grandes!, recuerdo haber pensado
que eso era algo bueno en mi situaciĆ³n; si las tiene grandes le deberĆa de doler
mƔs, si se las golpeo.
Ahora el asunto era como llegar a ellas; tenĆa mis manos
inmovilizadas y sentado sobre mĆ no podĆa usar para nada las piernas… Estaba
sin opciones.
Pero no me darĆa por vencida…ahora el miserable se encargaba
de mis tetas, haciendo volar mi sostĆ©n; decidida…pensĆ© y pensĆ©, y la opciĆ³n
lĆ³gica apareciĆ³.
DebĆa engaƱarle, hacer que confiara en mĆ, si lograba
ganarme su confianza me liberarĆa…lo que obtuviera seria ganancia.
En algĆŗn momento bajarĆa su guardia…se distraerĆa y a ver cĆ³mo podrĆa aprovechar su descuido
para darle duro en las bolas y escapar.
Puse mi plan en acciĆ³n, dejĆ© de resistirme y le dije: “Ok, Ok,
me rindo!, no puedo seguir con esto, tu ganas Mauricio, me dejarĆ©! …pero que
sea rƔpido y promƩteme que no me
buscarĆ”s de nuevo”.
FuncionĆ³!, de inmediato su reacciĆ³n fue de alegrĆa: “Oh! Que
bueno que reconsideraste bebĆ©, te prometo que serĆ” solo en esta ocasiĆ³n…a menos
que tĆŗ seas la que me busque por mĆ”s”.
Katherine: “hazlo rĆ”pido!. MĆ©temela de una vez...no hagas
esto mĆ”s difĆcil para mĆ”.
Mauricio: “como quieras… amor; pero te lo dije antes…no serĆ”
sĆ³lo una vez...serĆ” toda la noche”.
LiberĆ³ mis manos y me plantĆ³ un gran beso en los labios…me
sentĆ asqueada de aceptĆ”rselo, pero debĆa aparentar sumisiĆ³n.
Su beso.
Se levantĆ³ de encima, y colocĆ”ndose a un lado, procediĆ³ a quitarme
las pantis.
Casi di un grito cuando introdujo dos de sus dedos en mi vagina para estimularme.
EstimulaciĆ³n.
Era repulsivo, pero debĆa seguir actuando…gemĆ falsamente y
le suplique me penetrara.
El caliente Mauricio no sospechĆ³ nada y sin perder el tiempo me abriĆ³ las piernas colocĆ”ndose entre ella en la tĆpica posiciĆ³n de misionero.
En dicha posiciĆ³n no tenĆa control de mis piernas, asĆ que
debĆan ser mis manos, ahora libres, las que lastimaran sus pelotas.
SeguĆa jadeando para mantenerlo contento y distraĆdo; No veĆa
sus testĆculos, pero dada su posiciĆ³n y movimientos de pelvis acomodando su
verga…sabĆa dĆ³nde se encontraban.
Jadeaba para mantenerlo contento y distraĆdo.
Mauricio comenzĆ³ a besar mis tetas, sin notar como llevaba
disimuladamente una mano cada vez mƔs cerca de su entrepierna.
Mano prĆ³xima a la debilidad de Mauricio.
Cuando puso el glande en la entrada de mi
vagina, supe que ya no habĆa espera,
Era ahora o nunca.
RetrocediĆ³ la pelvis tomando impulso para
penetrarme con fuerza…en ese instante ataquĆ©!
Mi pequeƱa mano hurgĆ³ entre sus piernas y me apoderĆ© de sus testĆculos; le habĆa
cogido totalmente desprevenido!.
Katherine le agarra las bolas.
Recuerdo que el tomƔrselos produjo un sonido que
nunca habĆa escuchado.
Se los apretĆ© con todo la rabia que habĆa
acumulado. QuerĆa que sufriera!
El condenado se retorciĆ³ bruscamente y soltĆ³ un
espantoso grito: “AAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!”.
Su reacciĆ³n y el salvaje grito me causaron un
gran impacto…el miedo volviĆ³ y me llenĆ³ por completo.
La reacciĆ³n de Mauricio.
Temblaba de oĆrlo gritar….estaba desesperada,
querĆa irme de esa habitaciĆ³n, de esa casa.
Le soltĆ© los huevos y no sĆ© cĆ³mo, pero me lo
quitƩ de encima.
BajƩ de la cama con rapidez y le vi
retorciƩndose entre las sabanas, se tomaba sus partes, mientras continuaba quejƔndose
de esa forma aterradora:
“AAarrgghhhhhhhhhhhhhh!”.
Mauricio Adolorido.
PerdiĆ³ el equilibrio y cayĆ³ de la cama, rodando
por el suelo, hasta detenerse con la pared, justo al lado de la pequeƱa nevera.
La Neverita.
De inmediato corrĆ hacĆa la puerta, pero me di cuenta
que estaba desnuda, no podĆa salir si nada puesto… asĆ que prevenida regrese a
la cama y tomƩ mis pantis y sostƩn.
TomƩ mis pantis y sostƩn.
No le perdĆa la mirada un segundo…Ć©l se quejaba
en posiciĆ³n fetal.
“UUUuuuhhhiiiiiiiiiii!!!!”.
ExtraƱamente el pudor pudo mĆ”s que el miedo y decidĆ entrar al
baƱo por mi vestido…casi temblaba cuando necesariamente tuve que pasar junto a
Ć©l.
Fui y regrese, pero ahora al pasar a su lado,
Mauricio notĆ³ mi presencia y tratĆ³ de balbucear algo que no entendĆ; velozmente
me ubique junto a la puerta y comencƩ a vestirme.
ComencƩ a Vestirme.
El adolorido hizo un esfuerzo y logrĆ³ sentarse,
mientras se recostaba contra la pared. Quedando la neverita a un lado suyo.
El adolorido Mauricio sentado.
Por fin pudo hablar: “es..espe…auch!…espera!...
no digas nada”.
Al mismo tiempo terminaba de vestirme y por
alguna razĆ³n el miedo disminuyĆ³…era sencillo el motivo… estaba vestida, sĆ³lo
debĆa girar el picaporte para escapar de allĆ y Mauricio, a tres metros de
distancia por lo menos, ni siquiera se podĆa incorporar…de que me asustaba?.
Envalentonada le respondĆ: “que no diga nada?, te
vas a ir a la cĆ”rcel maldito!, le contarĆ© a Claudia y a la policĆa!...iras
preso!”.
Mauricio: “no digas nada…o le puede pasar algo a
Claudia…Aauggg”.
Su respuesta
me intrigĆ³…y reclamĆ©: “que le vas a hacer?”.
Mauricio: “nada…aaiiii,no, no, nada, ella es mi
esposa y tendrĆ” a mi hijo…Aauugg ,no es lo que quise decir”.
Katherine: “habla claro canalla, dime!”.
Mauricio: “veras…Aauch!, si le di… si le dices
esto…ella se pondrĆ” mal…Aaiiiii, tĆŗ no sabes, pero no estĆ” bien de salud”.
Katherine: “a que te refieres…de que hablas?”.
Mauricio pidiĆ³ tiempo para hablar mejor…y se lo
di.
Estaba preocupada por lo que hablaba sobre
Claudia, no me parecĆa una treta de Ć©l, lo habĆa dicho con mucha seguridad…no
me irĆa de ese cuarto hasta saber que sucedĆa en realidad.
En ningĆŗn momento me alejĆ© de la puerta…mientrasĆ©l
tomaba aire y trataba de sentarse mejor.
El dolor de sus huevos lo torturaba y entonces
pensĆ© en lo que habĆa logrado.
Lastimar los testĆculos de un hombre era mĆ”s
doloroso de lo que creĆa; habĆa apretado los huevos de Mauricio cuando mucho
unos cinco segundos y con eso le dejĆ© en el suelo...no podĆa levantarse y hacia
esfuerzos hasta para hablar.
Yo… lo
habĆa vencido!, una dĆ©bil mujer habĆa vencido a un hombre fuerte.
Me sentĆ por un momento la mujer mĆ”s fuerte del
mundo; pero de inmediato me di cuenta lo ridĆculo que era eso.
Que acaso ya me creĆa la mujer maravilla?, no se
necesita de fuerza extraordinaria para lastimar a un hombre apretƔndole los
testĆculos…Los huevos duelen por que duelen.
Katherine “La Mujer Maravilla”.
Mauricio: “Aaugghh!”.
Un leve grito de Mauricio devolviĆ³ mi atenciĆ³n a
Ć©l; el sinvergĆ¼enza se enfadĆ³ por su condiciĆ³n y me reclamĆ³.
Mauricio: “Maldita!,me engaƱaste…me confiĆ©!...eres
maƱosa!”.
Katherine: “hice lo necesario para salvarme,
cobarde”.
Mauricio: “Auch!, me lastimaste las bolas perra!”.
Katherine: “pues ojalĆ” que no te vuelvan a
funcionar”.
Mauricio: “Puta!”.
Le repliquĆ© que hablara o me irĆa, Ć©l pidiĆ³ un
momento mĆ”s y a duras penas pudo abrir la neverita junto a Ć©l,…sacĆ³ una lata de
cerveza, la cual colocĆ³ en sus pelotas a
modo de hielo.
Cerveza como Hielo.
Le trajo algo de alivio.
Mauricio: “Uuuuuffffffffff”.
Por fin soltĆ³ la lengua.
Mauricio: “lo que tĆŗ y tu familia desconocen
putica, es que Claudia sufriĆ³ hace dos meses una amenaza de aborto, y estuvo
hospitalizada 2 dĆas”.
Cuando dijo eso, supe que no mentĆa…Para esa
Ć©poca, cumplĆa aƱos mi madre y Claudia no asistiĆ³…a todos nos preocupĆ³, pues
ella jamĆ”s habĆa fallado a esa fiesta, siempre iba…incluso desde la infancia.
Cuando le preguntamos, respondiĆ³ que estuvo en
urgencias por severas nauseas…le creĆmos, pero siempre quede con dudas…era como
si ocultara algo.
Mauricio: “sabes lo que eso significa? Puta!, si
cuentas todo y voy a la cƔrcel, este matrimonio se va al diablo!, y sin duda
afectarĆ” su salud…hasta podrĆa perder el bebĆ© con todo ese estrĆ©s por el escĆ”ndalo”.
Katherine: “Maldito!, me chantajeas con la salud
de mi prima?, son tu esposa y tu hijo, como puedes usarlos asĆ?”.
Mauricio: “yo no deseo que le pase nada a mi
esposa y quiero que nazca mi hijo, serĆa
tu culpa y solo tuya si Claudia se enferma”.
Era obvio que no tenĆa opciĆ³n sabiendo de la
amenaza de aborto, Claudia no podĆa tener sobresaltos…y eso sucederĆa si
denunciaba a ese miserable.
El
desgraciado tomĆ³ un sorbo de cerveza mientras se sobaba sus enormes huevos.
Mauricio:
“entonces que harĆ”s?HablarĆ”s?”.
Katherine:
“obviamente guardarĆ© silencio, no arriesgarĆ© la salud de mi prima, ni la vida
de esa criatura, asĆ no recibas el castigo que justamente mereces”.
El miserable sonriĆ³ levemente, su chantaje le funcionĆ³, pero al mismo tiempo su plan denotaba su frialdad.
Katherine:“planeaste esto desde antes de entrar aquĆ verdad?, me hubieras violado ahora o mĆ”s adelante, igual me ibas a hacer callar con la salud de mi prima…eres un cobarde!”.
Mauricio:“era mi plan, es cierto, surgiĆ³ lacondiciĆ³n de Claudia y decidĆ aprovecharla”.
Estaba sĆŗper enfadada…era el hombre mĆ”s repugnante que hubiera conocido.
Katherine: “me callarĆ©, pero no soporto verte, me das asco!, mientras seas marido de Claudia, nunca volverĆ© a dejarme ver por aquĆ”.
Mauricio: “bueno, puedo vivir con eso”.
Katherine: “pero recuerda algo…mi silencio es por ahora…un dĆa pagarĆ”s por lo que hiciste”.
Mauricio: “ya veremos ese dĆa, pero te aseguro que te irĆ” mal si me denuncias”.
Katherine: “no me importan tus amenazas, canalla!”.
ProcedĆ a girar el picaporte para marcharme, y el sonriente Mauricio agregĆ³.
Mauricio: “bueno, no te despides?, Ah!, como lamento no haber disfrutado de tu cuerpo… y en la cama nupcial!, eso hubiera sido perfecto…como hubiera gozado”.
Le respondĆ con sarcasmo.
Katherine: “AĆŗn puedes gozar!, sube a la cama nupcial y sĆ³bate la verga tĆŗ mismo!…si se te puede parar despuĆ©s de la caricia que te di; dime Mauricio… ¿te gustĆ³ como acariciĆ© tus pelotas?”.
Su sonrisa desapareciĆ³ de inmediato y me insultĆ³, mientras me marchaba.
Enseguida me fui de la fiesta y lleguƩ a casa, pasƩ el resto de la noche con la cabeza llena de pensamientos sobre todo lo ocurrido.
Por mi prima supe luego que Mauricio no volviĆ³ a la fiesta, se metiĆ³ en la cama y cuando ella tras buscarle le encontrĆ³ allĆ, el fingiĆ³ un dolor estomacal, y se excusĆ³ quedĆ”ndose en cama el resto de la noche, Claudia no sospecho nada…y a peticiĆ³n de Mauricio regreso a la fiesta.
El adolorido Mauricio se quedĆ³ en cama toda la noche.
Dolor
estomacal?Ja! obviamente el dolor lo sentĆa mĆ”s abajo;
pero eso sĆ, parece que Mauricio si usĆ³ la cama nupcial, por lo menos para
algo.
RoguƩ
a Dios que los huevos le dolieran por dĆas al maldito, pero injustamente
tambiƩn me enterƩ que ya por lamaƱana el canalla estaba bien, pues se fue de
compras con mi prima
Hoy
dĆa han pasado 5 meses, y recibĆ la noticia de que esta maƱana mi prima Claudia
dio a luz a una linda bebita.
Claudia e hija.
Este
hecho pone fin al chantaje que ejercĆa Mauricio sobre mĆ; pero no estoy segura quĆ©
debo hacer…contar lo que pasĆ³ esa noche tiene muchas implicaciones, incluyendo
el futuro del matrimonio de mi prima Claudia.
Entonces
te hablo a ti!, si tĆŗ!,la persona que estĆ” leyendo este relato, Que me aconsejas hacer?.
QUE ME ACONSEJAS HACER?
Fin.
Gracias
Comentarios
a zatniktiel@hotmail.com
hermoso trasero Katerine.
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