La porrista y el desprotegido jugador (1/3) - Las Bolas de Pablo

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23 ene 2016

La porrista y el desprotegido jugador (1/3)

Original: ZATN
Contiene Ballbusting F/M

   En el campus de la universidad estatal, un fornido y depravado jugador de futbol americano le pone el ojo a una bella y novata porrista.


   Es un criminal oculto, a pesar de ser un estudiante universitario, lleva una vida de agresiones sexuales contra las bellas chicas que no acceden a sus pretensiones amorosas.

   Siendo  vil y cobarde, oculta su rostro con una capucha negra; sorprendiĆ©ndolas  a solas, disfrutando todo lo que quiera de sus bellos cuerpos.

   Es amenazante y usa su fuerza bruta para generar temor en las vĆ­ctimas!, el miserable ademĆ”s exacerba el miedo en las chicas con amenazas de represalias y muerte si le llegan a denunciar; Hasta ahora las jĆ³venes abusadas han callado.

   Sumado a las amenazas, la vergĆ¼enza que sienten las chicas de ser seƱaladas por toda la universidad como una vĆ­ctima de violaciĆ³n, ahonda  su silencio.

   La porrista novata, es una linda joven que hace un mes ingresĆ³ a la universidad y por su gusto a ser animadora, no tardĆ³ en unirse al club de porrista de la instituciĆ³n.

   Casi de inmediato la joven es abordada por el Jugador, quien ni siquiera intenta conquistarla, con ella ira directo al placer fĆ­sico, la violarĆ” como ha violado a otras en el campus. 

   La chica  es engaƱada con un retorcido plan para quedarse sola en la alejada Ć”rea deportiva del campus universitario.

   En los vestidores  aledaƱos al estadio, allĆ­ procede a cambiarse de ropa. Es entonces cuando el jugador, quien la estaba espiando, aparece totalmente desnudo ante ella!

   Como siempre la capucha negra oculta su identidad, sĆ³lo la boca y los ojos le son evidenciables.

   La novata es tomada por sorpresa!, ante ella estĆ” un criminal!, un hombre desnudo, muy musculoso y  bien dotado en su entrepierna.

   Ante la vista de un muy gran pene erecto, es obvio que la va a violar!.

   La joven intenta huir del varĆ³n, pero este va tras ella!, al correr mueve su  rĆ­gido falo y el amplio y bamboleante escroto del que es dueƱo.

   No tarda en  atraparla por detrĆ”s, antes de ella poder escapar por una ventana!, la tiene en su poder!.

   El musculoso sujeto disfruta tenerla en sus brazos!, tiene un delicioso cuerpo!.


   La sorprendida joven grita inĆŗtilmente mientras trata de liberarse, con facilidad el hombre la domina, su agarre es demasiado sĆ³lido, pero la chica no es la mansa paloma que Ć©l esperaba. 



   Patalea sin pausa, desesperada intenta liberarse del agarre, de pronto  da un cabezazo hacia atrĆ”s!, al rostro del sujeto, quien se sorprende un poco; pero ante el leve daƱo sufrido, termina riĆ©ndose  ante el inĆŗtil esfuerzo de la joven.

   Le agrada que sea una chica agresiva, asĆ­ disfrutarĆ” mĆ”s el someterla a su gusto.

   A pesar de la adversidad la joven se arma de valor!, defenderĆ” su honor a como dĆ© lugar.

   Ante un hombre  tan grande y fuerte, y con un agarre tan sĆ³lido a su cuerpo, la muchacha sabe que hacer!, conoce la principal vulnerabilidad de los hombres y atacarĆ” allĆ­!.

   Le darĆ” un buen golpe en los testĆ­culos, sabe que las glĆ”ndulas sexuales del hombre son tan delicadas que le causaran a su abusador un dolor terrible.

   Apenas pisar la adolescencia su madre le instruyĆ³ sobre la debilidad genital de los hombres y que ante una agresiĆ³n, sin dudar les golpeara en las pelotas.

   Desde entonces, solo ha lastimado a dos chicos en esa zona!, ambos merecidamente terminaron con lĆ”grimas en los ojos y brincando del dolor.

   El primero era un compaƱero de escuela que le toco la cola durante una salida de campo. 

   En medio de los demĆ”s estudiantes, el chico abusĆ³ de la confianza de la joven cuando esta subĆ­a a una camioneta; allĆ­ quiso mostrase ante sus amigos como aquel que tocĆ³ uno de los mĆ”s deseados traseros de la escuela.

   El adolescente no alcanzĆ³ a regodearse de su acciĆ³n, cuando la ofendida dio la vuelta, y le clavo la rodilla en los testĆ­culos!.

   El atrevido fue el hazmerreĆ­r de la escuela al quedar dolido y sollozando frente a la multitud de compaƱeros.

   El segundo fue durante una fiesta!, un chico bastante bebido y a quien ella le habĆ­a rechazado, se sobrepasĆ³  tomĆ”ndola a la fuerza con intenciones de besarla!.


   Ante la cercanĆ­a del ebrio, la joven le tomĆ³ de los hombros, y con sĆ³lo levantar su linda rodilla… le devastĆ³ las Huevas!.

   Un gran “O”, quedĆ³ fijo en la boca del ebrio, que  tuvo que sentarse para no caer al suelo.
Pero hoy hay diferencias!, ahora su integridad estĆ” en verdadero peligro!, hoy la quieren violar!, y a diferencia de los otros 2, este es un hombre muy superior en fuerza, un sujeto alto y muy  musculoso.

   Sabe bien que los huevos no tienen mĆŗsculos que los protejan,  pero no deja de ser intimidante un sujeto con tal masa muscular.

   Otro aspecto en su contra, es el hecho de que en el pasado siempre ha dado rodillazos frontales, pero en esta ocasiĆ³n estĆ” siendo agarrada por la retaguardia, es algo nuevo para ella.

   Pero no le es difĆ­cil hallar una forma de proceder!, debe patearlo hacia atrĆ”s, con el talĆ³n le darĆ” en los cojones al degenerado!.

   CĆ³mo porrista, el movimiento de llevar su pierna hacia atrĆ”s es fĆ”cil y rutinario. SĆ³lo debe aplicar mĆ”s fuerza para una perfecta patada trasera; El punto estĆ” en acertar el blanco!.

   Cuando lo vio desnudo, pudo observarle los testĆ­culos!, los tiene grandes y le cuelgan bastante!, es un blanco de mayor tamaƱo que otros hombres!, pero eso no significa que logre acertarle.

   Con el forcejeo las grandes pelotas del sujeto estĆ”n en constante balanceo, y  su mayor cuelgue las hace aĆŗn mĆ”s difĆ­ciles de golpear; AdemĆ”s, sus fornidos muslos tambiĆ©n se encargan de cubrir sus dotadas fĆ”bricas de esperma.

   De repente la joven siente como la enorme y punzante verga del abusador que inicialmente oprimĆ­a contra su espalda, ahora se mete entre  sus lindas nalgas.

   El feliz abusador acomoda su pene como salchicha dentro de un pan, un inmejorable hotdog.

   La mujer tambiĆ©n se alegra!, sentir su grueso miembro entre las nalgas significa que el alto sujeto se ha abierto de piernas y flexionado las rodillas, asĆ­ reduce su estatura para encajar y  gozar mejor del cuerpo de la chica. 

   Lo que significa que sus pelotas estarĆ”n mĆ”s abajo, mĆ”s cerca de las piernas de la joven!, ademĆ”s, el miserable tiene ahora los muslos mĆ”s que abiertos!, sus grandes genitales estĆ”n sin protecciĆ³n alguna.

   Es su oportunidad, estĆ” segura de acertarle!.

   AdemĆ”s, tiene otra cosa a su favor!, esta desnuda pero conserva sus zapatos deportivos!, serĆ”n muy  Ćŗtiles,  le darĆ”n mayor fortaleza a sus pequeƱos pies… Lo  podrĆ” patear mĆ”s duro!

   La porrista finalmente actĆŗa!

   Con todo su ser lanza una fuerte patada hacia atrĆ”s, su calzado talĆ³n  asciende entre los musculosos y  excesivamente  abiertos muslos del semental.

   Sin obstĆ”culo alguno, golpea firmemente los colosales, bamboleantes y  expuestos testĆ­culos del rudo agresor. 

   Es certero el golpe!, impactando el amplio escroto en todo su centro; ambos testĆ­culos son llevados contra el hueso pĆŗbico, donde se achataron entre las dos superficies duras: el hueso y el zapato.

   Fue un precioso talonazo!, la energĆ­a del golpe llena por completo las grandes gĆ³nadas masculinas.

   Hasta el Ćŗltimo centĆ­metro de tejido testicular, siente el daƱo!. GenerĆ”ndose en la zona lastimada, punzantes estĆ­mulos de dolor que se irradian a todas partes.

   El hombre se ve sorprendido por el golpe, aprieta los ojos y lanza un alarido a todo pulmĆ³n:

AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!”

   El dolor de sus pelotas lo deja dĆ©bil y con las piernas flojas, en otras palabras: quedĆ³ mal parado.

   Por instinto se aferra con fuerza al abdomen de la chica, mientras traga saliva y arruga el rostro.

   Seguidamente apoya su pecho y barbilla sobre la espalda y nuca de la joven... desesperados esfuerzo por sostenerse en pie tras el impacto a sus sensibles gĆ³nadas.

   La chica sabe que su golpe le doliĆ³ al sujeto… pero aĆŗn no la suelta, es un hombre fuerte!, no le importa, ella estĆ” decidida a quitĆ”rselo de encima!, retoma fuerzas y le lanza una nueva patada.
 
   El talĆ³n del calzado una vez mĆ”s se eleva… 

 …e impacta las muy colgantes, y aĆŗn desprotegidas pelotas del abusador.


   Un segundo impacto en sus lastimados huevos,  es demasiado para el fortachĆ³n, quien ruge como fiera herida: “AAARRRRGGGGGGGGGGG!”.

   Aturdido, el canalla  libera a la joven, y retrocede un paso!; Enseguida se agarra las huevas. 

   No puede creer lo sucedido, sus bolas acaban de ser aporreadas a gusto por una frĆ”gil fĆ©mina. La mujer lo tomĆ³ totalmente desprevenido.

   Donde estaba su protecciĆ³n?, usaba un protector genital todo el tiempo tanto al practicar el  deporte de contacto cĆ³mo  en su vida diaria.

   Era su seguro!, si tenĆ­a alguna pelea, con la protecciĆ³n gonadal mantenĆ­a un 100% a salvo su hombrĆ­a.

   Pero el mismo se retirĆ³ el protector, para tener sexo era un obstĆ”culo.

   Tomaba un riesgo al quedar expuesto durante el sexo forzado, donde la victima tratarĆ­a de defenderse; pero no tenĆ­a en cuenta esto, a la fuerza o no, para Ć©l era sexo!, y confiadamente en el sexo sĆ³lo veĆ­a sus genitales como aquello que le darĆ­a mucho placer y no como un blanco donde le podrĆ­an atacar.

   Es cierto!, esperaba  algo de lucha de su presa, pero se enfrentaba a una persona  pequeƱa, dĆ©bil y asustadiza… a una mujer!, ella era solo una mujer, y Ć©l era hombre!, nunca pensĆ³ en tener problemas con alguien tan dĆ©bil.

   Nunca espero que lo golpearĆ­a en su Ćŗnica debilidad. 

   Se confiĆ³ demasiado!, dejĆ³ expuesta sus sensibles huevas y la maldita lo aprovecho!.

   Estaba tan acostumbrado a usar protector, que ya casi no se cuidaba las pelotas.
Craso error!.

   Ahora pateado en los testĆ­culos, el gigante varĆ³n retrocede mĆ”s y mĆ”s, estĆ” a la defensiva, en problemas… y un rostro arrugado y sudoroso lo evidencian aĆŗn mĆ”s.

   Mantiene la boca abierta, gimiendo sin cesar a la vez que busca algo de aire;  sin pausa soba sus golpeadas partes vitales!, sus piernas  firmes y potentes, se han vuelto de gelatina!. El golpe en la zona sexual lo debilitĆ³ al mĆ”ximo.

   Esa mujercita le ha dado los golpes mĆ”s fuertes que jamĆ”s haya recibido en los testĆ­culos.

   La joven lo observa de arriba a abajo, adolorido el enorme sujeto esta inmĆ³vil frente a ella simplemente agarrĆ”ndose las huevas; La chica comprueba que su doble golpe lo lastimĆ³ bastante!

   Paso de ser una amenazante masa muscular de fuerza bruta y testosterona, a transformarse en un incapacitado!. La chica sintiĆ³ orgullo y sonriĆ³ un poco. Le dejĆ³ mal parado como hombre al ser vencido por una mujer, y como presumido semental al no poder cogerla, ni siquiera a la fuerza.

   La joven se armĆ³ de valor y le gritĆ³: “eso es para que aprendas a respetar a una mujer, maldito violador!, serĆ”s grande y musculoso pero eso no te sirve si te doy en las pelotas!, esas si te duelen bastante, verdad?”.

   El agresor le lanza una mirada de odio; sus ojos inyectados en sangre, son la seƱal para que la chica decida irse del sitio.

   Apenas a medio vestir saliĆ³ la joven de lugar, cuando el grandulĆ³n no pudo mantener  mĆ”s la verticalidad!; venido al suelo, el hombre se dedica a sobarse las pelotas y maldecir a la chica sin parar.

   Su depravado plan fracasĆ³!, un par de golpes en las bolas de parte de ella, fueron mĆ”s que suficiente para detenerle!. Hoy sufriĆ³ la mayor humillaciĆ³n de su vida.

   El hombre desesperado del dolor, debe levantarse e irse cuanto antes!, la chica sin duda pedirĆ” auxilio y las autoridades vendrĆ”n a buscarle.

   Con lentitud y usando una pared como soporte, el desnudo y atlĆ©tico hombre, logra incorporar su enorme cuerpo.

   SĆ³lo por ese instante, uso sus manos para algo mĆ”s que sobarse las pelotas.

   Siente aĆŗn mĆ”s odio hacia ella!, La porrista lo hizo salir cojeando a toda prisa del sitio; La fiesta que esperaba disfrutar con ella, se cancelĆ³!.

   Pero se vengarĆ” de la maldita!, buscarĆ” una nueva oportunidad para violarla!, no sĆ³lo serĆ” por deseo, serĆ” para desquitarse por lastimarle la hombrĆ­a y a la vez humillarlo!, jura que esa chica se las pagarĆ”!


Fin por ahora.

Gracias 
Comentarios a   zatniktiel@hotmail.com

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