CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
āY es asĆ como nuestras vacaciones casi culminan y mis padres no se han ido de casa āopinaba Alfredo mientras iba en el automovil de Pabloā. En este tiempo no nos dejaron pasar ni un rato juntos.
āĀæY tu padre como actua? āpreguntó Pablo conduciendo hasta la sede de Guerreros de la arena.
āEl primero de enero se le ocurrió la brillante idea de arruinarme el aƱo y decir que esperaba que me casara este aƱo y le diera un nieto para que no me quedara solterón.
āTĆŗ te vas a casar pero conmigo. Ja ja ja ja.
Alfredo suspiró.
āEstuvo rico tu pastel de cumpleaƱos ācomentó el forzudoā. Creo que a tu familia no le hizo gracia tener que acabar la celebración tan pronto.
āYa estaba pautada esta batalla. Ni modo que les explicara que debĆa salir a romper testĆculos. Creo que Esteban lo hizo a drede eso de programar una lucha para mi cumpleaƱos. Ya falta poco para acabar con ese desgraciado contrato.
āUn muy felĆz cumpleaƱos āsonrió Alfredo.
āA lo menos estoy contigo.
Pablo continuó manejando hasta llegar al acostumbrado edificio donde se efectuaban batallas entre hombres con corte erótico. Dejó el vehìculo hasta el parqueadero. Pablo subió hasta su camerino donde encontró una hoja de papel sobre la mesa con letras impresas.
āĀæQuĆ© dice? āquiso saber Alfredo.
Pablo releyó tragando saliva.
āMe desea feliz cumpleaƱos y que su regalo para mi hoy es una batalla donde tĆŗ y yo estemos juntos.
āĀæQuĆ©? Yo no tengo contrato aquĆ.
āNo, una batalla en pareja. TĆŗ cooperaras conmigo.
Alfredo abrió los ojos.
āĀæQuienes seran nuestros contrincantes? Si es ese apestoso viejo estoy seguro que lo jodere.
āĀæTe sientes seguro de participar, Alfredo?
āPorsupuesto. Recuerda que soy tu HĆ©rcules. Tengo superfuerza.
āMe gusta tu seguridad.
Alfredo rió y se acercó a Pablo para plantarle un beso y un abrazo.
āĀæPreparado?
āProcederĆ© a cambiarme antes que tĆŗ.
Alfredo se empezó a quitar la franela mostrando el robusto cuerpo que lucĆa fantĆ”stico. Super musculoso lleno de marcados pectorales y abdominales. Se quitó el zapato y luego dijo adĆos a su pantalón sus piernas tambien eran musculosas y fuertes. Los genitales marcaban un precioso bulto grande que ocultaba un gran pene con dos bolas gordas en un escroto pequeƱo.
āCambiate, Pablo. Y vamos a patear culos. Ese serĆ” tu regalo de cumpleaƱos.
Pablo no parecĆa animado con la propuesta para que Alfredo participara en aquel combate. De manera lenta empezó a quitarse la ropa. Su cuerpo no parecĆa tan musculoso como el de Alfredo pero obviamente tenĆa grandes dotes genitales, con testĆculos hermosos y un saco escrotal colgante.
āVamos, Pablo, juntos ganaremos.
Salieron caminando por el iluminado pasillo en calzoncillos, uno caminaba al lado del otro.
āTengo miedo por ti.
āRelajate, Pablo. Soy fuerte.
Al llegar a la arena fueron recibidos con grandes elogios.
āĀæQuienes serĆ”n nuestros contrincantes? āpreguntaba Pablo.
āFalta poco. Igualmente ganaremos.
La puerta al otro extremo se abrió y Pablo casi retrocedió. Alfredo apretó los labios y los puños lanzo una risa de triunfo.
āLe sacarĆ© la cresta āconfirmo.
Al escenario se acercaban Jorge y Esteban. ParecĆan llenos de victoria y arrogantes. Se pararon al frente de la primera pareja y no acostumbraron a apretarse las manos como ordenaba la regla. El anfitrión detalló que serĆa un combate justo pues los ganadores tendrĆan la satisfacción de haber derrotado al perdedor.
AsĆ daba inicio el combate Alfredo vs Esteban, Pablo vs Jorge .
āĀæQuĆ© harĆ”s despues de esta batalla? āpreguntó irónico Esteban a Alfredoā. Ya no tendras esas pelotas y no produciras testosterona, quedaras como una fisiculturista o te haras gorda.
āCierra la boca. Es tiempo de que te vayas al jeriatrico.
Esteban unió los labios, sus ojos se entrecerraron.
Sin desperdiciar el tiempo Alfredo lanzó el pie en la entrepierna de Esteban. Su empeine chocó con los testĆculos del dueƱo de aquella empresa. Sus bolas se estrellaron contra la pelvis.
Esteban saltó y su mandĆbula se abrió sin emitir ningĆŗn grito, se encorvó y agarró sus bolas.
Alfredo no desperdició la oportunidad, apretó el puño y los músculos del brazo se tensaron, estrelló un golpe en el abdomen de Esteban, este retrocedió y cayó al piso hecho un ovillo.
Por otro lado Pablo y Jorge rodaban por el suelo repartiendose golpes era mutuo el odio que se tenĆan, los golpes resonaban con fuerza contra su humanidad.
Alfredo estaba arrodillado ante el convaleciente Esteban. El forzudo rubio abrĆa la mano como garras y enseguida la llevó a la entrepierna del maduro dueƱo de esa empresa. Esteban se quejaba retorciendose en el piso. Sus ojos estaban abiertos y sus cejas arqueadas. Su boca escupĆa blasfemias y parecĆa que estaba a punto de desmayarse.
Alfredo sintió compasión y soltó las desdichadas bolas de Esteban que enseguida se acurrucó en el suelo agarrando sus testĆculos palpitantes. Cuando Alfredo se enderezaba sintió un golpe sorprendente en la entrepierna que le hizo despegar los pies del suelo. Inesperadamente Jorge le habĆa pateado con todas sus fuerzas los huevos desde atrĆ”s.
Al fondo Pablo yacĆa llorando acurrucado en el piso sosteniendo sus desnudos genitales.
Alfredo gritó de dolor y cayó sobre Esteban.
Jorge sonrió y envió otra patada en las bolas de Alfredo, que continuaba sobre Esteban.
Alfredo se quejaba con voz ronca, tratando de cubrir sus testĆculos doloridos.
āHijo de la grandĆsima perra āinsultó Pabloā, tu lucha es conmigo. DĆ©jalo a Ć©l āse levantó del suelo y se tiró contra Jorge cayendo ambos al suelo reanudando nuevamente los golpes rudos contra el abdonen y parte de la cara -sitio prohibido para pegar-.
Pablo dio un puƱetazo a Jorge en los riƱones, haciƩndole gritar de dolor.
āTraidor, Ā”loca! āgritó Pablo pudiendo conducir la rodilla contra la ingle de Jorge.
Jorge gritó de sorpresa agarrandose los huevos.
Pablo apretó el puño y golpeó en la cara a Jorge .
Jorge gimió y gruñó cayendo a un lado de Pablo. Cuando Chacón se levantaba, Jorge condujo la planta del pie contra su entrepierna, clavando las frÔgiles bolas contra la pelvis, arrancandole a Pablo un gemido de dolor.
Esteban empezaba a desnudar a Alfredo, el publico aplaudió agradecido al admirar sus redondos glĆŗteos. Haciendo un grave esfuerzo por reunir fuerzas, Esteban tomó ventaja al apretar los gordos testĆculos del rubio.
Alfredo grito torturado, y Pablo lo miró alerta.
La distracción del muchacho hizo que Jorge enganchara un uppercut en su estómago.
Pablo gruƱo.
Otro gancho golpeó sus costillas.
Al mismo tiempo, Esteban estaba apretando las pelotas de Alfredo con toda la fuerza que reunĆa.
Las gónadas de Alfredo estaban capturadas en un férreo control de la mano de Esteban.
Alfredo volteaba los ojos y rogaba clemencia. Trató de liberarse, pero eso sólo hizo que Esteban le estirara los huevos, sacandole un grito gutural.
Por otro lado, Jorge tenĆa la ventaja, estaba sentado sobre la espalda de Pablo, el hombre abrió la palma de la mano y la trasladó al perineo de Chacón. Pablo luchó por defenderse, pero su fuerza no fue suficiente.
Sonriendo, Jorge se apoderó de los inmensos testĆculos de Pablo. Sus dedos estaban clavados en aquellos blandos cojones. Pablo gritó desesperado, sintiendo que se le congestionaba el estómago.
Jorge se rió y apretó con mĆ”s fuerza los frĆ”giles testĆculos. Pablo gritaba desaforado y se creĆa que quedarĆa mudo.
Al mismo momento, Esteban dominaba a Alfredo al torturarle las bolas. Sus testĆculos gordos seguĆan aplastados en las manos de Esteban, que se ruborizaba de tanto aplicar la mĆ”xima presión. Los ojos de Alfredo estaban llenos de lĆ”grimas mientras gemĆa como animal.
Jorge soltó las bolas de Pablo y se levantó.
El guerrero de la arena se masajeó las gónadas por un largo momento, hacĆa muecas.
Esteban hundió la punta de los dedos en el pequeño escroto de Alfredo.
Alfredo gritó.
Al otro lado de la sala Pablo intentaba pararse del piso pero rodó por el suelo al ser pateado en los cojones por Jorge.
Pablo aulló.
Jorge sonrió y se quedó firme de pie miando como Pablo se movĆa de un lado a otro con las manos incrustadas en la entrepierna.
Esteban soltó las huevas de Alfredo pero enseguida lo hizo retorcerse al propinarle una fortĆsima patada, Alfredo tambien quedo hundido en el piso sollozando.
āHemos ganado āanunció Esteban.
En la arena no se oĆa mĆ”s que los gruesos muchachos quejandose.
Jorge se acercó a Esteban, el hombre lo tomó de la muñeca y alzó su brazo en señal de victoria, hubo decenas de aplausos.
āTe invito a mi oficina āse escuchó que dijo Esteban.
AsĆ ambos ganadores salieron agarrados de las manos.
Pablo seguĆa en el piso masajeando sus testĆculos, miró a Alfredo que continuaba derrotado con las manos incrustadas en la entrepierna.
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