Pablo en Guerreros de la arena (10/15): Dos para cuatro - Las Bolas de Pablo

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4 ene 2016

Pablo en Guerreros de la arena (10/15): Dos para cuatro

Hola, no me queda mas que desearles feliz y prospero aƱo 2016. Hoy el blog cumple 5 aƱos y los invito a seguir en esta nueva temporada 2016.

 CONTIENE:

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE


   ā€”Y es asĆ­ como nuestras vacaciones casi culminan y mis padres no se han ido de casa ā€”opinaba Alfredo mientras iba en el automovil de Pabloā€”. En este tiempo no nos dejaron pasar ni un rato juntos.


   ā€”ĀæY tu padre como actua? ā€”preguntĆ³ Pablo conduciendo hasta la sede de Guerreros de la arena.



   ā€”El primero de enero se le ocurriĆ³ la brillante idea de arruinarme el aƱo y decir que esperaba que me casara este aƱo y le diera un nieto para que no me quedara solterĆ³n.



   ā€”TĆŗ te vas a casar pero conmigo. Ja ja ja ja.



   Alfredo suspirĆ³.



   ā€”Estuvo rico tu pastel de cumpleaƱos ā€”comentĆ³ el forzudoā€”. Creo que a tu familia no le hizo gracia tener que acabar la celebraciĆ³n tan pronto.



   ā€”Ya estaba pautada esta batalla. Ni modo que les explicara que debĆ­a salir a romper testĆ­culos. Creo que Esteban lo hizo a drede eso de programar una lucha para mi cumpleaƱos. Ya falta poco para acabar con ese desgraciado contrato.



   ā€”Un muy felĆ­z cumpleaƱos ā€”sonriĆ³ Alfredo.



   ā€”A lo menos estoy contigo.



   Pablo continuĆ³ manejando hasta llegar al acostumbrado edificio donde se efectuaban batallas entre hombres con corte erĆ³tico. DejĆ³ el vehƬculo hasta el parqueadero. Pablo subiĆ³ hasta su camerino donde encontrĆ³ una hoja de papel sobre la mesa con letras impresas.



   ā€”ĀæQuĆ© dice? ā€”quiso saber Alfredo.



   Pablo releyĆ³ tragando saliva.



   ā€”Me desea feliz cumpleaƱos y que su regalo para mi hoy es una batalla donde tĆŗ y yo estemos juntos.



   ā€”ĀæQuĆ©? Yo no tengo contrato aquĆ­.



   ā€”No, una batalla en pareja. TĆŗ cooperaras conmigo.



   Alfredo abriĆ³ los ojos.



   ā€”ĀæQuienes seran nuestros contrincantes? Si es ese apestoso viejo estoy seguro que lo jodere.



   ā€”ĀæTe sientes seguro de participar, Alfredo?



   ā€”Porsupuesto. Recuerda que soy tu HĆ©rcules. Tengo superfuerza.



   ā€”Me gusta tu seguridad.



   Alfredo riĆ³ y se acercĆ³ a Pablo para plantarle un beso y un abrazo.



   ā€”ĀæPreparado?



   ā€”ProcederĆ© a cambiarme antes que tĆŗ.



   Alfredo se empezĆ³ a quitar la franela mostrando el robusto cuerpo que lucĆ­a fantĆ”stico. Super musculoso lleno de marcados pectorales y abdominales. Se quitĆ³ el zapato y luego dijo adĆ­os a su pantalĆ³n sus piernas tambien eran musculosas y fuertes. Los genitales marcaban un precioso bulto grande que ocultaba un gran pene con dos bolas gordas en un escroto pequeƱo.



   ā€”Cambiate, Pablo. Y vamos a patear culos. Ese serĆ” tu regalo de cumpleaƱos.



   Pablo no parecĆ­a animado con la propuesta para que Alfredo participara en aquel combate. De manera lenta empezĆ³ a quitarse la ropa. Su cuerpo no parecĆ­a tan musculoso como el de Alfredo pero obviamente tenĆ­a grandes dotes genitales, con testĆ­culos hermosos y un saco escrotal colgante.



   ā€”Vamos, Pablo, juntos ganaremos.



   Salieron caminando por el iluminado pasillo en calzoncillos, uno caminaba al lado del otro.



   ā€”Tengo miedo por ti.



   ā€”Relajate, Pablo. Soy fuerte.




   Al llegar a la arena fueron recibidos con grandes elogios.



   ā€”ĀæQuienes serĆ”n nuestros contrincantes? ā€”preguntaba Pablo.



   ā€”Falta poco. Igualmente ganaremos.



   La puerta al otro extremo se abriĆ³ y Pablo casi retrocediĆ³. Alfredo apretĆ³ los labios y los puƱos lanzo una risa de triunfo.



   ā€”Le sacarĆ© la cresta ā€”confirmo.



   Al escenario se acercaban Jorge y Esteban. ParecĆ­an llenos de victoria y arrogantes. Se pararon al frente de la primera pareja y no acostumbraron a apretarse las manos como ordenaba la regla. El anfitriĆ³n detallĆ³ que serĆ­a un combate justo pues los ganadores tendrĆ­an la satisfacciĆ³n de haber derrotado al perdedor.



   AsĆ­ daba inicio el combate Alfredo vs Esteban, Pablo vs Jorge .



   ā€”ĀæQuĆ© harĆ”s despues de esta batalla? ā€”preguntĆ³ irĆ³nico Esteban a Alfredoā€”. Ya no tendras esas pelotas y no produciras testosterona, quedaras como una fisiculturista o te haras gorda.



    ā€”Cierra la boca. Es tiempo de que te vayas al jeriatrico.



   Esteban uniĆ³ los labios, sus ojos se entrecerraron.



   Sin desperdiciar el tiempo Alfredo  lanzĆ³ el pie en la entrepierna de Esteban. Su empeine chocĆ³ con los testĆ­culos del dueƱo de aquella empresa. Sus bolas se estrellaron contra la pelvis.



   Esteban saltĆ³ y su mandĆ­bula se abriĆ³ sin emitir ningĆŗn grito, se encorvĆ³ y agarrĆ³ sus bolas.



   Alfredo no desperdiciĆ³ la oportunidad, apretĆ³ el puƱo y los mĆŗsculos del brazo se tensaron, estrellĆ³ un golpe en el abdomen de Esteban, este retrocediĆ³ y cayĆ³ al piso hecho un ovillo.



   Por otro lado Pablo y Jorge rodaban por el suelo repartiendose golpes era mutuo el odio que se tenĆ­an, los golpes resonaban con fuerza contra su humanidad.



   Alfredo estaba arrodillado ante el convaleciente Esteban. El forzudo rubio abrĆ­a la mano como garras y enseguida la llevĆ³ a la entrepierna del maduro dueƱo de esa empresa. Esteban se quejaba retorciendose en el piso. Sus ojos estaban abiertos y sus cejas arqueadas. Su boca escupĆ­a blasfemias y parecĆ­a que estaba a punto de desmayarse.



   Alfredo sintiĆ³ compasiĆ³n y soltĆ³ las desdichadas bolas de Esteban que enseguida se acurrucĆ³ en el suelo agarrando sus testĆ­culos palpitantes. Cuando Alfredo se enderezaba sintiĆ³ un golpe sorprendente en la entrepierna que le hizo despegar los pies del suelo. Inesperadamente Jorge le habĆ­a pateado con todas sus fuerzas los huevos desde atrĆ”s.



   Al fondo Pablo yacĆ­a llorando acurrucado en el piso sosteniendo sus desnudos genitales.



   Alfredo  gritĆ³ de dolor y cayĆ³ sobre Esteban.



   Jorge  sonriĆ³ y enviĆ³ otra patada en las bolas de Alfredo, que continuaba sobre Esteban.



   Alfredo  se quejaba con voz ronca, tratando de cubrir sus testĆ­culos doloridos.



   ā€”Hijo de la grandĆ­sima perra ā€”insultĆ³ Pabloā€”, tu lucha es conmigo. DĆ©jalo a Ć©l ā€”se levantĆ³ del suelo y se tirĆ³ contra Jorge cayendo ambos al suelo reanudando nuevamente los golpes rudos contra el abdonen y parte de la cara -sitio prohibido para pegar-.



   Pablo dio un puƱetazo a Jorge  en los riƱones, haciĆ©ndole gritar de dolor.



   ā€”Traidor, Ā”loca! ā€”gritĆ³ Pablo pudiendo conducir la rodilla contra la ingle de Jorge.



   Jorge gritĆ³ de sorpresa agarrandose los huevos.



   Pablo apretĆ³ el puƱo y golpeĆ³ en la cara a Jorge .



   Jorge  gimiĆ³ y gruĆ±Ć³ cayendo a un lado de Pablo. Cuando ChacĆ³n se levantaba, Jorge condujo la planta del pie contra su entrepierna, clavando las frĆ”giles bolas contra la pelvis, arrancandole a Pablo un gemido de dolor.



   Esteban empezaba a desnudar a Alfredo, el publico aplaudiĆ³ agradecido al admirar sus redondos glĆŗteos. Haciendo un grave esfuerzo por reunir fuerzas, Esteban tomĆ³ ventaja al apretar los gordos testĆ­culos del rubio.



   Alfredo  grito torturado, y Pablo lo mirĆ³ alerta.



   La distracciĆ³n del muchacho hizo que Jorge enganchara un uppercut en su estĆ³mago.



   Pablo gruƱo.



   Otro gancho golpeĆ³ sus costillas.



   Al mismo tiempo, Esteban estaba apretando las pelotas de Alfredo con toda la fuerza que reunĆ­a.



   Las gĆ³nadas de Alfredo  estaban capturadas en un fĆ©rreo control de la mano de Esteban.



   Alfredo  volteaba los ojos y rogaba clemencia. TratĆ³ de liberarse, pero eso sĆ³lo hizo que Esteban le estirara los huevos, sacandole un grito gutural.



   Por otro lado, Jorge  tenĆ­a la ventaja, estaba sentado sobre la espalda de Pablo, el hombre abriĆ³ la palma de la mano y la trasladĆ³ al perineo de ChacĆ³n. Pablo luchĆ³ por defenderse, pero su fuerza no fue suficiente.



   Sonriendo, Jorge se apoderĆ³ de los inmensos testĆ­culos de Pablo. Sus dedos estaban clavados en aquellos blandos cojones. Pablo gritĆ³ desesperado, sintiendo que se le congestionaba el estĆ³mago.



   Jorge  se riĆ³ y apretĆ³ con mĆ”s fuerza los frĆ”giles testĆ­culos. Pablo gritaba desaforado y se creĆ­a que quedarĆ­a mudo.



   Al mismo momento, Esteban dominaba a Alfredo al torturarle las bolas. Sus testĆ­culos gordos seguĆ­an aplastados en las manos de Esteban, que se ruborizaba de tanto aplicar la mĆ”xima presiĆ³n. Los ojos de Alfredo estaban llenos  de lĆ”grimas mientras gemĆ­a como animal.



   Jorge  soltĆ³ las bolas de Pablo  y se levantĆ³.



   El guerrero de la arena se masajeĆ³ las gĆ³nadas por un largo momento, hacĆ­a muecas.



   Esteban hundiĆ³ la punta de los dedos en el pequeƱo escroto de Alfredo.



   Alfredo  gritĆ³.



   Al otro lado de la sala Pablo intentaba pararse del piso pero rodĆ³ por el suelo al ser pateado en los cojones por Jorge.



   Pablo aullĆ³.



   Jorge  sonriĆ³ y se quedĆ³ firme de pie miando como Pablo se movĆ­a de un lado a otro con las manos incrustadas en la entrepierna.



   Esteban soltĆ³ las huevas de Alfredo pero enseguida lo hizo retorcerse al propinarle una fortĆ­sima patada, Alfredo tambien quedo hundido en el piso sollozando.



   ā€”Hemos ganado ā€”anunciĆ³ Esteban.



   En la arena no se oĆ­a mĆ”s que los gruesos muchachos quejandose.



   Jorge se acercĆ³ a Esteban, el hombre lo tomĆ³ de la muƱeca y alzĆ³ su brazo en seƱal de victoria, hubo decenas de aplausos.



    ā€”Te invito a mi oficina ā€”se escuchĆ³ que dijo Esteban.



    AsĆ­ ambos ganadores salieron agarrados de las manos.



   Pablo seguĆ­a en el piso masajeando sus testĆ­culos, mirĆ³ a Alfredo que continuaba derrotado con las manos incrustadas en la entrepierna.

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