Desafio de reyes (1.1/10): entre propuestas, alianzas y demas - Las Bolas de Pablo

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17 jun 2016

Desafio de reyes (1.1/10): entre propuestas, alianzas y demas


CONTIENE:
-BALLBUTING HOMBRE/HOMBRE


I

   El rey Aqua estaba sentado en la fuente del jardĆ­n del rey de reyes, con su mano manipulaba el agua y esta se movia como si se tratara de un objeto dĆ³cil, bailando con los variados movimientos que Ć©l hacĆ­a con sus manos, subĆ­a, hundĆ­a o diseƱaba variados objetos.


   ā€”ĀæFastidiado, guerrero? ā€”preguntĆ³ una voz tras Ć©l, era Olimpo.



   ā€”Oh, no, gran Olimpo ā€”negĆ³ Aquaā€”, es que tĆŗ teniendo esta fuente aquĆ­ se me hace necesario estar un rato con ella manipularla y saber como estĆ”.



   ā€”ĀæEstĆ”s preparado para la primera prueba? ā€”preguntĆ³ Olimpo ocupando un asiento a un lado de la fuente.



   ā€”Por supuesto que sĆ­ ā€”afirmĆ³ Aqua alzando el brazo provocando que el agua se levantase de forma impetuosa.



   ā€”ĀæY si pierdes? ā€”quiso saber Olimpo.



   ā€”JamĆ”s perderĆ© ā€”asegurĆ³ Aqua borrando la faz afable de su rostroā€”, no estoy hecho para perder. TomarĆ­a represalia ā€”moviĆ³ la mano y el agua tomĆ³ la altura de un torre en forma de puƱo.



   ā€”A mi no me puedes amenazar con eso ā€”riĆ³ Olimpo chasqueando un dedo y haciendo que el agua volviera inerte a la fuente.



   Aqua lo miro con reproche.



   ā€”Y yo que querĆ­a hacerte una propuesta ā€”asegurĆ³ Olimpo.



   ā€”ĀæQuĆ© serĆ­a?



   ā€”Que te quedaras conmigo en el castillo.



   ā€”No entiendo ā€”negĆ³ Aqua.



   Olimpo le sujetĆ³ de la cara y acariciĆ³ su mentĆ³n a tiempo que le sonreĆ­a.



   ā€”ĀæQuieres que sea tu segundo GanĆ­medes? ā€”preguntĆ³ Aqua sin apartar la mano del rey de su rostro, refiriĆ©ndose a un hombre amante de otro hombre, en aquel caso el rey que ya contaba con un amante que vivĆ­a en el templo y servĆ­a como su empleado.



   ā€”SerĆ­as mejor que Ć©l ā€”respondiĆ³ Olimpo, se acercĆ³ a Aqua y lo besĆ³ en los labios fue un beso corto pero ambos se llenaron de vida. Olimpo apartĆ³ sus labios de Ć©l y sonriĆ³ā€”, tĆŗ serĆ­as el mejor GanĆ­medes, tienes privilegios, Ć©l no es mĆ”s que el hijo de un granjero.



   ā€”Soy rey ā€”asegurĆ³ Aqua.



   Olimpo riendo se apartĆ³ de la fuente y se transformĆ³ en una inmensa aguila, volĆ³ hasta lo mĆ”s alto de la torre, su morada. Aqua bajĆ³ la mirada a su entrepierna, tenĆ­a el pene erecto.



II



   Los reyes compartĆ­an habitaciĆ³n, lo que incrementaba sus diferencias y rivalidades, la primera habitaciĆ³n era compartida entre los reyes del hielo, el fuego, agua y de la electricidad, en aquel momento Piro discutĆ­a acaloradamente con Ɓrtico y Electro, era un hombre problematico y tenĆ­a viejas rencillas con Electro y Aqua por alianzas en una guerra.



   En aquel momento de la noche Ɓrtico y Electro dormĆ­an cuando sus sueƱos fueron interrumpidos por la llegada ruidosa de Piro que entrĆ³ a la habitaciĆ³n tirando la puerta y encendiendo las luces. Iba semidesnudo y un ajustado calzĆ³n le apretaba la entrepierna.



   ā€”Hey... ya ā€”pidiĆ³ Electro tapĆ”ndose la cara con la amohadaā€”, apaga la luz, imbĆ©cil.



   ā€”SĆ­, queremos dormir ā€”pidiĆ³ Ɓrticoā€”, no haz hecho mĆ”s que fastidiar.



   ā€”Ā”Yo hago lo que se me dĆ© la gana! ā€”subiĆ³ la voz Piroā€”, Ā”y si a ustedes les aturde afuera hay un amplio jardĆ­n!



   ā€”Desde que llegaste no haces mĆ”s que joder ā€”rugiĆ³ Electro sentĆ”ndose en la cama, el manto descubriĆ³ su pecho lampiƱo y musculoso.



   ā€”ĀæY quĆ© pasa? ā€”reclamĆ³ Piroā€”. Ustedes aquĆ­ son un grupete de traidores que se alĆ­an para tumbar imperios.



   ā€”SabĆ­as que las montaƱas del monte Funghi pertenecĆ­an al reino del agua ā€”dijo Electroā€”, no debĆ­as husmear en esos asuntos.



   ā€”Es que sĆ³lo asĆ­ reaccionan los fracasados que no aceptan la derrota ni los juegos de reinos ā€”asumiĆ³ Artico, se dio media vuelta y metiĆ³ la cabeza bajo la almohada.



   Piro apretĆ³ los labios estaba muy enojado, abriĆ³ la palma de la mano seƱalando hacia Ɓrtico, una bola de fuego surgiĆ³ de su palma, esta cruzĆ³ el aire y cayĆ³ en la espalda del rey del hielo, este gritĆ³ con un quejido y cayĆ³ al suelo gimiendo y gruƱendo de dolor.



   Electro se incorporĆ³ de la cama en seƱal alerta.



   ā€”Todos ustedes me tienen fastidiado ā€”asegurĆ³ Piro llevando la palma de la mano en direcciĆ³n al seƱor del trueno.



   Electro fue mĆ”s rĆ”pido y potente uniĆ³ ambas manos: una rĆ”faga elĆ©ctrica se estampĆ³ en el pecho de Piro, este aullĆ³ de dolor y saliĆ³ volando por el aire chocando contra la pared donde se dejo caer.



   Electro saliĆ³ de la cama, tenĆ­a puesto una truza pequeƱa y negra.



   ā€”ĀæEstĆ”s bien, Ɓrtico?



   ā€”S... s... sĆ­ ā€”asegurĆ³ Ɓrtico, tambiĆ©n tenĆ­a una ropa interior negra pequeƱa y ajustada, su espalda estaba rojiza y tenĆ­a un trasero redondo.



   ā€”Eres un animal, Piro ā€”asegurĆ³ Electroā€”, estaremos alerta y nos encargaremos de que seas el primero en salir.



   Piro se puso de pie su pecho se agitaba rĆ”pidamente despuĆ©s de la descarga elĆ©ctrica. Electro ayudĆ³ a levantar a Ɓrtico, Piro se quedo de pie y se dedicaban miradas de odio.



   ā€”Los odio a todos ā€”catalogĆ³ā€”, ustedes son mis enemigos, desde aquella batalla, yo serĆ© el encargado de eliminar...



   El rey del fuego se vio interrumpido cuando recibiĆ³ una dura patada en los testĆ­culos de parte de Ɓrtico, que estrello la punta del pie directamente entre las piernas del rey, aplastando las bolas dentro de su ropa interior.



   Piro abriĆ³ la boca  quedĆ”ndose sin aliento, pensĆ³ que iba a desmayarse. Sintio que sus cojones se habĆ­an roto con aquella dura patada. CayĆ³ de rodillas al piso sin aire y con la boca abierta casi sollozando del insoportable dolor.



   ā€”ĀæQuĆ© haces? ā€”quiso saber Electro cuando Artico abrĆ­a la mano y formaba un bloque de hielo en el torso de piroā€”, lo podrĆ” derretir.



   ā€”No en mucho tiempo despues de devastadora patada en las bolas ā€”asegurĆ³ Ɓrtico dio mediavuelta y se metiĆ³ en la cama.



   Electro apagĆ³ la luz con un movimiento de manos, pronto el rey Aqua entrĆ³ en el cuarto y no se ocupĆ³ en atender a Piro que seguĆ­a sufriendo en el suelo, Ɓrtico no podrĆ­a dormir bien esa noche por temor a un ataque, aunque no lo hubo.


III



   En otra habitaciĆ³n estaba el rey de la vida y fertilidad en compaƱia del rey de la protecciĆ³n y del bosque cada uno estaba acostado en su respectiva cama y charlaban sobre la reina del amor, o de sus batallas o simplemente de los desafios que tendrĆ­an en la competencia.



   ā€”PodrĆ­a orientarme muy bien a traves del laberinto de espinas ā€”decĆ­a SamĆ”n, rey del bosqueā€”, las plantas del jardĆ­n me orientarian.



   ā€”Hasta los insectos te ayudarĆ­an ā€”corroborĆ³ Diamante, rey de la protecciĆ³nā€”, eso es trampa.



   ā€”Lo que necesitamos es fuerza y destreza... escuchen... ā€”pidiĆ³ James, rey de la vida. Abandono la cama, agarro unas mancuernas mientras ejercitaba sus fuertes brazos. TenĆ­a un diminuto y ajustado boxer negro que resaltaba su prominente Ć”rea genital, para ser rey de la fertilidad resaltaba mucho sus atributos. Sus piernas eran robustas y morenas, su torso fuerte y sus pechos tan grandes como piedrasā€”, somos un grupo de cuatro, todos poderosos, si nos aliamos podemos hacer todo lo posible por llegar a los Ćŗltimos puestos e ir eliminando a los otros 12 reyes. Unidos llegaremos a la final.



   ā€”ĀæY ya en la final? ā€”quiso saber SamĆ”n.



   ā€”En la final nosotros cuatro ā€”afirmĆ³ Jamesā€”, dejariamos de lado la alianza, lo importante es sacar del juego a los demas.



   ā€”Me parece bien ā€”afirmĆ³ Diamante, se sentĆ³ en la cama, un bĆ³xers rojo resaltaba la tonalidad clara de su fuerte y rubio cuerpo.



   La puerta de la habitaciĆ³n fue abierta dando paso al rey de los asuntos del suelo, Terra, usaba una ajustada franelilla que afirmaba sus pectorales, una bandana negra cubrĆ­a sus cabellos y un oscuro pantalĆ³n. Regresaba de hacer ejercicios en el salĆ³n.



   ā€”AĆŗn despiertos ā€”murmurĆ³.



   ā€”SĆ­, estaba proponiendo una idea que debemos usar.



   ā€”La escuchĆ© cuando iba llegando ā€”afirmĆ³ Terraā€”, y creo que esto sĆ³lo te conviene a ti.



   ā€”ĀæPor quĆ©? ā€”reclamĆ³ James.



   ā€”Explica, quiero saber ā€”pidiĆ³ Diamanteā€”, hasta donde Ć©l hablĆ³ parecĆ­a buena propuesta.



   ā€”Porque el Ćŗnico rey venido a menos en esta habitaciĆ³n es Ć©l ā€”hablĆ³ Terra.



   ā€”Hey, claro que no. Protesto, soy tan importante como todos, soy creador de la vida y la fertilidad.



   ā€”No eres un rey importante ni de guerra ā€”negĆ³ Terraā€”, no eres estratega, sĆ³lo quieres usarnos para llegar al final. SamĆ”n es fuerte con el boaque, plantas y animales, Diamante es un gran estratega, conoce las potencias y debilidades de los reyes y sus tropas, el forjador de sus armas y protecciones, yo controlo la tierra y sismos, podemos barrerlos a todos... tĆŗ, ĀæquĆ© haces? ĀæFornicar con las novias? Āæbendecir a los matrimonios y dar hijos a las familias? Oh no, no me hagas reĆ­r... eres un rey menor.



   ā€”Soy tan importante como cualquiera ā€”reprochĆ³ James.



   ā€”ĀæAh, sĆ­? ā€”se burlaba Terraā€”, Āæy con quĆ© se supone que demostrarĆ”s tu fuerza? Con tu sĆŗper pene. Ā”Jajaja! Eres un rey menor, rey venido a menos.



   ā€”ĀæĀ”QuĆ© no me ves!? Tengo fuerza y resistencia.



   Terra reprimiĆ³ una risa, miro el bulto que se hacia en la entrepierna del rey de la virilidad, de veras se veĆ­a enorme, procediĆ³ a agarrar los testĆ­culos de James antes de que Ć©l se diera cuenta, hubo un fuerte apretĆ³n y James gritĆ³ de dolor sintiendo los dedos comprimir sus pelotas tan grandes como naranjas.



   ā€”Por... favor. Por favor, Ā”basta! ā€”rogĆ³ James.



   ā€”ĀæSe supone que esto es tu potencial? ā€”se reĆ­a Terra torturando los cojones del rey de la vida.



   ā€”Hombre, sueltalo ā€”pidiĆ³ Diamanteā€”, no es legal, menos para Ć©l.



   ā€”Ā”Por favor! Por favor, para! ā€”James sollozĆ³.



   ā€”Suelta ā€”pidiĆ³ el rey SamĆ”s daliendo de su cama, tenĆ­a un ajustado bĆ³xer que lucĆ­a su abultado pene, quizas era una erecciĆ³n o mero grande en estado flĆ”cido.



   James fue soltado de las pelotas y se enconrvĆ³ apoyandose en una mesa mientras acariciaba sus adoloridos testĆ­culos, Ā”cĆ³mo dolĆ­an! TenĆ­a la cara congestionada de dolor.



   ā€”Lo que Ć©l pide, no es descabellado ā€”opinĆ³ SamĆ”nā€”, con una alianza estarĆ­amos seguros en el final eliminando a los otros.



   ā€”No estoy seguro de compartir mis poderes ā€”decĆ­a Terra tomando una toalla para irse a ducharā€”... con un rey menor. Mi alianza serĆ­a con los poderosos, no con Ć©l ā€”miro a James que seguĆ­a encorvado acariciando sus testĆ­culos.



   ā€”Yo respaldo a James ā€”dijo Diamante.



   ā€”Yo tambien, solo entre nosotros nos podemos ayudar ā€”asegurĆ³ SamĆ”n.



   Terra torciĆ³ los labios e ignorĆ³ a James.



   ā€”Lo pensarĆ© ā€”concluyĆ³ antes de irse a baƱar.


III



   En la parte baja del jardĆ­n habĆ­a un gimnasio donde los reyes podĆ­a ejercitarse y desarrollar sus fuerzas y mĆŗsculos. AllĆ­ estaba el rey de la guerra Mark.



   Su cuerpo estaba brillante y cubierto de sudor, sus robustas piernas, gruesas como troncos de arboles lo hicieron sentarse a terminar de reposar sus ejercicios en la mĆ”quina de hacer pesas, las venas de los biceps se notaban prensadas en respuesta a la ejercitaciĆ³n, un chorro de sudor de deslizaba por su superpoderoso pecho. TomĆ³ un trago de agua y se preparĆ³ para salir sin duda alguna preferĆ­a ejercitarse en ese momento de la noche porque era el momento en el que las energĆ­as del planeta se movĆ­an de forma errante buscando quien las dominase y era lo que Ć©l le gustaba hacer.



   Cuando iba saliendo un aire frĆ­o chocĆ³ contra su chocĆ³ contra su cuerpo. De la nada y sin que se diera cuenta una pesa lo golpeĆ³ en la cabeza.



   ā€”Ā”Puta! ā€”exclamĆ³ colocĆ”ndose en cuclillas sosteniendo su cabeza, al ser rey de guerra habĆ­a desarrollado la habilidad de soportar grandes golpes, aquel no habĆ­a hecho gran daƱo en Ć©l, seguido otra pesada mancuerna impactĆ³ contra Ć©l.



   Mark rugiĆ³ resistiendo el peso del hierro.



   Pronto una rĆ”faga de aire y lo elevĆ³, y otra pesa le golpeĆ³ la cara sin sacarle sangre o provocar hinchamiento alguno.



   PartĆ­culas de tierra entraron en los ojos de Mark, obligando a que los cerrara y no viera venir un tubo contra su entrepierna que sĆ­ le doliĆ³.



   Los ojos de Mark se abrieron de par en par y su boca se separĆ³ en forma de  "O". El aire dejĆ³ de soplar en la sala, y Mark cayĆ³ desde una altura considerable impactando en el suelo como un costal de toneladas haciendo vibrar todo, se acurrucĆ“ en el piso en posiciĆ³n fetal sobando sus testĆ­culos. Oculto tras unas telas estaba Sixto, rey del aire manipulando con sus manos el viento originado en el gimnasio, saliĆ³ corriendo de allĆ­ cuando prontamente Mark se ponĆ­a de pie.

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