CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
El automĆ³vil de Israel se deslizaba tranquilamente por las calles urbanas de la ciudad. A pesar del dĆa estresante que tuvo en el trabajo, una amplia sonrisa coronaba su guapo rostro. Condujo hasta un conjunto residencial de modernas casas y aparcĆ³ el coche en el garaje de una bella casa.
AtravesĆ³ la puerta de entrada sin el permiso de nadie -ya le habĆan dicho que estarĆa abierta para Ć©l- la grande y espaciosa casa parecĆa desierta.
—Olga, hermosa. Ya lleguĆ©. El hombre que te harĆ” feliz apareciĆ³.
Desde una habitaciĆ³n saliĆ³ una blanca mujer de cabellos rojizos, no era mĆ”s que la nueva aventura del mujeriego dentista. Nada serio aquella fugaz relaciĆ³n.
Israel acariciĆ³ la mejilla de Olga con el dorso de la mano, y Olga besĆ³ sus carnosos labios apasionadamente.
Israel gimiĆ³ de placer cuando la mujer comenzĆ³ a besar y lamer la parte inferior de su cuello.
La juguetona Olga guiĆ³ su mano a la entrepierna de aquel macho, sintiendo el montĆculo dentro del pantalĆ³n.
El pene de Israel estaba firmemente duro.
—Mmm, que rico. Ya deseo probar toda la leche que se guarda aquĆ —murmurĆ³ Olga apretando firmemente el bulto en el pantalĆ³n de ChacĆ³n.
Apenas entraban a la habitaciĆ³n cuando se rasgaban la ropa. La mujer parecĆa desesperada en quitarle el ropaje a ese macho e Israel tampoco tardĆ³ mas de 3 minutos en desnudarla. Cuando estaban frente cuerpo a cuerpo acariciĆ”ndose, el macho apuntĆ³ su tiesa polla en el sexo de Olga. Prontamente el bello rubio hundĆa la verga lo mĆ”s profundo dentro de Olga que gemĆa multiorgasmica.
—¡¡¡Oh, sĆ, semental!!! —gritaba Olga agarrando la espalda del amante sexual.
Israel embestĆa a Olga sin piedad, gruƱendo como un animal.
AsĆ duraron varios minutos hasta que Israel gritĆ³ arqueando su cuerpo de placer, derramando de su pene una copiosa y espesa capa de semen.
Los dos se quedaron inmĆ³vil durante varios minutos, jadeando.
Olga acercĆ³ la cara cerca del rostro de Israel y procediĆ³ a besarlo, sus lenguas se arremolinaron y la mano de la mujer hizo camino hacia la entrepierna del hombre. Olga agarrĆ³ su escroto y apretĆ³ brutalmente el pulgar y los dedos en un testĆculos del macho.
Los ojos de Israel se desorbitaron sus puƱos apretaron la sĆ”bana del colchĆ³n, no harĆa nada por detener a Olga, por primera vez sentĆa que le gustaba que lo dominaran por sus grandes pelotas, ¿por quĆ© nunca se habĆa dado cuenta que le gustaba eso? Siempre habĆa sido abusado por sus bolas, ahora sabĆa que le encantaba aquello.
Olga liberĆ³ el testĆculo de Israel, el dentista empezĆ³ a respirar con normalidad, ella se dedicĆ³ a acariciar su fuerte cuerpo, acariciĆ³ sus pectorales, su estĆ³mago, sus gruesos muslos. Israel gimiĆ³ levemente y su pene comenzĆ³ a moverse cuando Olga usĆ³ su lengua saboreando cada uno de los pezones del hombre antes de bajar por su cuerpo deteniĆ©ndose en su entrepierna. Olga abriĆ³ la boca lo mĆ”s que pudo y metiĆ³ en ella el pito del dentista.
Israel se quedĆ³ sin aliento cuando Olga se balanceaba arriba y abajo por toda la longitud de su pene. GimiĆ³ y sus ojos perdieron el foco cuando se sentĆa consumido por la increĆble mamada que estaba recibiendo. Olga se movĆa arriba y abajo del pito. El hombre podĆa sentir su semen hirviendo dentro de sus pelotas. ExtendiĆ³ la mano para tocar la cara de Olga, acariciĆ”ndola suavemente.
—¡Oh! !Oh! ¡Oh! —gemĆa Israel mirando a la mujer que tragaba su abundante esperma.
Olga estaba sorprendida por el volumen de las eyaculaciones de Israel, teniendo en cuenta las dos acabadas que habĆa tenido en ese momento. Con avidez sorbiĆ³ y se tragĆ³ la leche salada, la leche caliente mojĆ³ su garganta.
SonriĆ³ a Israel mientras un goteo de semen corrĆa por su barbilla, y se arrodillĆ³ para darle un beso. Los dos intercambiaron los labios con gotas de semen, el hombre tuvo que tragarse su propio nectar espeso, tenĆa buen sabor.
Olga mirĆ³ hacia abajo y vio el escroto de Israel apoyado entre sus piernas.
—AaaaaAAAHHhhh! —Israel gritĆ³.
Olga habĆa dado un puƱetazo tan fuerte como pudo en sus testĆculos.
Los ojos del hombre se agrandaron y su pene salpicĆ³ un caƱonazo de esperma.
—Que semental eres —comentĆ³ Olga observando como el chorrete de leche brillaba en el abdomen de su amante mientras este se acariciaba las pelotas—. Eres muy sexy, lastima que seas tan mujeriego —Israel exclamĆ³ un gemido—, que seas tan mujeriego y que yo estĆ© casada... SerĆ” mejor que te vayas antes de que mi marido llegue.
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