Pablo en Guerreros de la arena (15/15): La batalla final - Las Bolas de Pablo

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11 jun 2016

Pablo en Guerreros de la arena (15/15): La batalla final


Despues de tantas publicaciones al fin llegamos a la ultima historia de esta serie.

CONTIENE:

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Pablo se sentĆ­a especialmente contento desde que Esteban le habĆ­a dicho que terminarĆ­a su contrato en Guerreros de la Arena, como condiciĆ³n debĆ­a tener con Ć©l una Ćŗltima lucha pĆŗblica. En aquel momento de la noche lo estaba esperando en la zona de batalla. Pablo miro entre el pĆŗblico y sus ojos se encontraron con RamĆ³n que le devolviĆ³ una sonrisa.


   —¿Te da celos que tenga relaciones sexuales con otros tipos en plena lucha? —le habĆ­a preguntado horas antes.


   —La verdad sĆ­ —respondiĆ³ categĆ³rico RomĆ”n—, me molesta, pero asĆ­ te conocĆ­ y nuestro amigo argentino me aseguro que eras tonto de fiel, jajaja, asĆ­ que me conformo con que me quieras... ademĆ”s ya sĆ© que hoy tendrĆ”s tu Ćŗltima lucha lo que tanto querĆ­as que te dieran la liberaciĆ³n de tu contrato.


   Ahora frente a la arena de combate Pablo se sentĆ­a nervioso de lo que pasara, tenĆ­a una ropa interior color blanca tan ajustada que se ceƱƭa a su pene y bolas grandes. Los aplausos retumbaron en el estudio cuando Esteban, el dueƱo de la empresa era presentado, tenĆ­a el torso desnudo y un pantalĆ³n de malla que vislumbraba un jugoso paquete, se plantĆ³ cara a cara ante Pablo.



   El moderador daba las reglas del Ćŗltimo encuentro del gato en la empresa.


   —El perdedor serĆ” mojado por el semen del ganador.


   Pablo iniciĆ³ con la delantera clavando una tremenda patada a los testĆ­culos de Estebanl, las piernas del seƱor saltaron con el empeine desnudo de Pablo chocando contra sus pelotas.


   Esteban tosiĆ³ agarrando sus bolas y doblĆ”ndose.


   El pene de Pablo dentro de su ropa interior se contrajo visiblemente mientras Esteban continuaba frotando sus testĆ­culos haciendo una mueca de dolor.


   Esteban miro directamente a la entrepierna de Pablo, tenĆ­a el pene duro y su bĆ³xers estaba provocativo, se sintiĆ³ mĆ”s fuerte y se abalanzĆ³ sobre Ć©l, subiendo la rodilla con fuerza en la entrepierna del muchacho.


   Pablo gritĆ³ de sorpresa y dolor en el momento en que sus huevos se aplastaban contra su pelvis.


   Esteban se agarrĆ³ del hombros de Pablo y volviĆ³ a estrellar la rodilla contra su ingle, haciendo que el chico rubio gritara de dolor.


   Esteban lo soltĆ³ y Pablo se derrumbĆ³ en el suelo y acurrucĆ”ndose en posiciĆ³n fetal sin dejar de gemir.


   Esteban se arrodillĆ³, haciendo fuerza sobre el muchacho para apartar sus brazos de la ingle, y lo logrĆ³.


   Pablo se quejaba de dolor. Su pene estaba erecto apuntando a un lado en su calzĆ³n.


   Esteban sonriĆ³. LevantĆ³ la rodilla y aplastĆ³ las bolas de Pablo, los ojos del muchacho se ensancharon sintiendo sus testĆ­culos aplastados debajo de la rĆ³tula del empresario. GimiĆ³ con voz ronca, con la boca abierta.



   Esteban torciĆ³ la rodilla, provocando a Pablo gritar adolorido mientras explosiones de dolor brotaban de sus bolas.


   TratĆ³ de defenderse, pero fue detenido por un gancho que chocĆ³ contra sus testĆ­culos.


   Esteban agarrĆ³ las pelotas de Pablo travĆ©s de su ropa interior.


   Pablo se quejĆ³.


   Esteban sonriĆ³ y tirĆ³ con fuerza, haciendo que Pablo gritara desaforadamente, torciĆ³ la mano, apretando el cuello del escroto.


   Esteban levantĆ³ la mano y apretĆ³ el puƱo.


   Pablo pidiĆ³ clemencia:


   —Por favor, no lo hagas...


   Con un ruido sordo, el puƱo de Esteban aplastĆ³ las bolas de Pablo, arrancĆ”ndole un aullido de dolor.


   Una vez mĆ”s, Esteban dio un puƱetazo contra los testĆ­culos de Pablo.


   El hombre continuĆ³ con otro puƱetazo contra las bolas.


LƔgrimas corrƭan por el rostro de Pablo. Su pene estaba duro como una roca, retorciƩndose violentamente con cada golpe.


Cristobal se riĆ³, tĆ”mbien se sentĆ­a la mar de excitado.


   Pablo fue liberado de las pelotas y se acurrucĆ³ en el piso quedando sin aliento.


   Esteban se frotĆ³ el pene, tenĆ­a un paquete enorme en su licra.


   Pablo sentĆ­a arcadas y nĆ”useas.


   Esteban no tuvo vergĆ¼enza alguna y se sacĆ³ el pene en pleno estudio, hubo mezclas de Ć”nimos allĆ­, sin mucha masturbacion en poco tiempo su pene disparĆ³ un chorro caliente de esperma, salpico el pecho de Pablo marcando un charco grueso.


   El cuerpo de Pablo convulsionĆ³ cuando creyendo que la pelea habĆ­a terminado, Esteban aplastĆ³ sus huevos con el pie.


   Pablo gimiĆ³ cuando le dejaron de pisar los testĆ­culos, se enroscĆ³ en el piso, acariciĆ³ sus gonadas.


   Esteban subiĆ³ los brazos en seƱal de victoria mientras Pablo se quedaba en el suelo sollozando cubierto de semen.


   La felicidad lo invadiĆ³ cuando minutos mĆ”s tarde entraba a su camerino ayudado por Ramon y encontrĆ³ su contrato, al fin era libre de esa empresa.

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