Despues de tantas publicaciones al fin llegamos a la ultima historia de esta serie.
CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Pablo se sentĆa especialmente contento desde que Esteban le habĆa dicho que terminarĆa su contrato en Guerreros de la Arena, como condición debĆa tener con Ć©l una Ćŗltima lucha pĆŗblica. En aquel momento de la noche lo estaba esperando en la zona de batalla. Pablo miro entre el pĆŗblico y sus ojos se encontraron con Ramón que le devolvió una sonrisa.
āĀæTe da celos que tenga relaciones sexuales con otros tipos en plena lucha? āle habĆa preguntado horas antes.
āLa verdad sĆ ārespondió categórico RomĆ”nā, me molesta, pero asĆ te conocĆ y nuestro amigo argentino me aseguro que eras tonto de fiel, jajaja, asĆ que me conformo con que me quieras... ademĆ”s ya sĆ© que hoy tendrĆ”s tu Ćŗltima lucha lo que tanto querĆas que te dieran la liberación de tu contrato.
Ahora frente a la arena de combate Pablo se sentĆa nervioso de lo que pasara, tenĆa una ropa interior color blanca tan ajustada que se ceƱĆa a su pene y bolas grandes. Los aplausos retumbaron en el estudio cuando Esteban, el dueƱo de la empresa era presentado, tenĆa el torso desnudo y un pantalón de malla que vislumbraba un jugoso paquete, se plantó cara a cara ante Pablo.
El moderador daba las reglas del Ćŗltimo encuentro del gato en la empresa.
āEl perdedor serĆ” mojado por el semen del ganador.
Pablo inició con la delantera clavando una tremenda patada a los testĆculos de Estebanl, las piernas del seƱor saltaron con el empeine desnudo de Pablo chocando contra sus pelotas.
Esteban tosió agarrando sus bolas y doblÔndose.
El pene de Pablo dentro de su ropa interior se contrajo visiblemente mientras Esteban continuaba frotando sus testĆculos haciendo una mueca de dolor.
Esteban miro directamente a la entrepierna de Pablo, tenĆa el pene duro y su bóxers estaba provocativo, se sintió mĆ”s fuerte y se abalanzó sobre Ć©l, subiendo la rodilla con fuerza en la entrepierna del muchacho.
Pablo gritó de sorpresa y dolor en el momento en que sus huevos se aplastaban contra su pelvis.
Esteban se agarró del hombros de Pablo y volvió a estrellar la rodilla contra su ingle, haciendo que el chico rubio gritara de dolor.
Esteban lo soltó y Pablo se derrumbó en el suelo y acurrucÔndose en posición fetal sin dejar de gemir.
Esteban se arrodilló, haciendo fuerza sobre el muchacho para apartar sus brazos de la ingle, y lo logró.
Pablo se quejaba de dolor. Su pene estaba erecto apuntando a un lado en su calzón.
Esteban sonrió. Levantó la rodilla y aplastó las bolas de Pablo, los ojos del muchacho se ensancharon sintiendo sus testĆculos aplastados debajo de la rótula del empresario. Gimió con voz ronca, con la boca abierta.
Esteban torció la rodilla, provocando a Pablo gritar adolorido mientras explosiones de dolor brotaban de sus bolas.
Trató de defenderse, pero fue detenido por un gancho que chocó contra sus testĆculos.
Esteban agarró las pelotas de Pablo través de su ropa interior.
Pablo se quejó.
Esteban sonrió y tiró con fuerza, haciendo que Pablo gritara desaforadamente, torció la mano, apretando el cuello del escroto.
Esteban levantó la mano y apretó el puño.
Pablo pidió clemencia:
āPor favor, no lo hagas...
Con un ruido sordo, el puño de Esteban aplastó las bolas de Pablo, arrancÔndole un aullido de dolor.
Una vez mĆ”s, Esteban dio un puƱetazo contra los testĆculos de Pablo.
LĆ”grimas corrĆan por el rostro de Pablo. Su pene estaba duro como una roca, retorciĆ©ndose violentamente con cada golpe.
Cristobal se rió, tĆ”mbien se sentĆa la mar de excitado.
Pablo fue liberado de las pelotas y se acurrucó en el piso quedando sin aliento.
Esteban se frotó el pene, tenĆa un paquete enorme en su licra.
Pablo sentĆa arcadas y nĆ”useas.
Esteban no tuvo vergüenza alguna y se sacó el pene en pleno estudio, hubo mezclas de Ć”nimos allĆ, sin mucha masturbacion en poco tiempo su pene disparó un chorro caliente de esperma, salpico el pecho de Pablo marcando un charco grueso.
El cuerpo de Pablo convulsionó cuando creyendo que la pelea habĆa terminado, Esteban aplastó sus huevos con el pie.
Pablo gimió cuando le dejaron de pisar los testĆculos, se enroscó en el piso, acarició sus gonadas.
Esteban subió los brazos en señal de victoria mientras Pablo se quedaba en el suelo sollozando cubierto de semen.
La felicidad lo invadió cuando minutos mÔs tarde entraba a su camerino ayudado por Ramon y encontró su contrato, al fin era libre de esa empresa.
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