Todo sobre mi padre (1/3) - Las Bolas de Pablo

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19 sept 2016

Todo sobre mi padre (1/3)


CONTIENE      Ballbusting Accidental.
                        Ballbusting MUJER/HOMBRE.


   Hola me llamo Alicia, tengo 16 aƱos y desde hace 3 dĆ­as (sin contar hoy), he escuchado cosas acerca de mi padre, cosas que las hijas no deberĆ­an saber… Simplemente por ser temas Ć­ntimos, pero sabrĆ”n que siempre he sido una persona curiosa!.

   Como estoy de vacaciones, y por mala fortuna se me arruinaron unos planes de irme de viaje, me tocĆ³ quedarme en casa!…todas mis amigas y hasta mi novio se fueron en algĆŗn viaje, fui la Ćŗnica suertuda que se quedĆ³ en la ciudad.

   Sin mĆ”s opciones me tocĆ³ pasar el tiempo por separado con mi madre y padre, esto, sumado a mi  incontrolable curiosidad, abriĆ³ la oportunidad para interrogarles y saber cosas privadas acerca de la anterior relaciĆ³n entre ellos.

   Les informo que soy hija de un matrimonio divorciado hace 8 aƱos, mi Madre, Helena y mi Padre, Francisco, ambos de 37 aƱos, fueron felices un tiempo, pero luego mi papĆ” comenzĆ³ a ser infiel y cuando mamĆ” se enterĆ³, la separaciĆ³n no tuvo vuelta atrĆ”s.

   Ahora cada uno hace su vida, mamĆ” ha permanecido sola conmigo, mientras que papĆ” volviĆ³ a hacer familia hace unos 4 aƱos.

   Todo lo sucedido estos dĆ­as, se los contarĆ© poco a poco, mencionando los hechos ocurridos desde hace 3 dĆ­as hasta hoy…aunque no serĆ” en orden, les advierto eso…claro que hay un motivo para ello.

HACE 3 DƍAS…

   Mi Padre, tiene una nueva familia, dos niƱos de 4 y 2 aƱos, es feliz con ellos y con su mujer, no estĆ”n casados, pero convive con ella desde hace unos aƱos; Para mi madre fue un mal esposo…bueno, desde que descubriĆ³ sus infidelidades, pero hasta eso, era el marido perfecto.

   Yo tenĆ­a 8 aƱos cuando se separaron, pero hasta ese momento nunca los vi discutir ni llevarse mal, eran felices… al parecer.

   Pero para mĆ­, ha sido un buen padre, a pesar del rechazo de mi mamĆ” (pues aĆŗn no se llevan bien) siempre ha prevalecido mi bienestar; Y Ć©l, sin problemas me visita cada vez que puede,  A veces es una vez al mes, otras veces mĆ”s seguido, pero ahora en vacaciones podemos pasar jornadas mĆ”s largas. A veces visito su casa y familia, pero no me divierto tanto como cuando pasamos un rato padre e hija solos.

   Y asĆ­ fue hace 3 dĆ­as, PapĆ” es muy deportista, visita mucho el gimnasio, lo que ha moldeado su cuerpo de una forma muy saludable, es dueƱo de un fĆ­sico musculado que impresiona a los cercanos; TambiĆ©n  es gran aficionado del fĆŗtbol, y por ello la tarde de ese dĆ­a jugaba un partido donde es titular de su equipo, obviamente es un torneo aficionado.

   Yo me encontraba en las graderĆ­as viendo el juego, luego del cual tenĆ­amos pensado ir a un parque de atracciones mecĆ”nicas italiano, que anda en gira nacional y hace poco llegĆ³ a la ciudad….Pero los planes cambiaron debido  a un infortunado accidente.

   En cierto momento antes del juego lloviĆ³, lo que transformĆ³ el campo en una Ć”rea de caĆ­das y resbalones, asĆ­ las cosas, papĆ” y otros dos jugadores del equipo contrario fueron por el balĆ³n y todos terminaron deslizĆ”ndose y chocando entre si…los tres quedaron en el cĆ©sped hechos prĆ”cticamente un nudo.

   Todo parecĆ­a normal cuando se escuchĆ³ la voz de papĆ”, quien dio un claro grito de dolor, me alarmĆ© al oĆ­rlo, y mĆ”s cuando los otros dos se incorporaron, mientras mi padre continuĆ³ en el suelo; Pude ver como papĆ” se quedaba de rodillas en el campo con las manos tomando su entrepierna….sentĆ­a mucho dolor!


   Y es que al parecer, en la caĆ­da, y sin intenciĆ³n, uno de los  rivales moviĆ³ su burdo zapato, para terminar golpeando a mi papĆ” en sus partes nobles. IntentĆ© ir con Ć©l, pero una reja le impedĆ­a el acceso al pĆŗblico, pero si pude observar como sacaban  a mi padre en camilla y lo atendĆ­an en el Ć”rea tĆ©cnica.

   Ya antes habĆ­a visto a chicos recibir golpes bajos, y precisamente en deportes…es muy comĆŗn que con caĆ­das o pelotazos se lastimen en esa Ć”rea. 

   Cuando los he visto inicialmente me asombro, y pienso “pobre chico”, pero los demĆ”s a mi alrededor comienzan con risas y burlas, tal Jokers algunos…

   …la verdad no comparto eso, pero es contagioso y termino riendo tambiĆ©n; Pero hoy quien recibiĆ³ en golpe en sus partes bajas, fue mi padre, y para nada era gracioso.

   Escuchaba a algunos lanzar comentarios jocosos sobre la ubicaciĆ³n actual de los testĆ­culos de mi papĆ”, me molestaba oĆ­r como se reĆ­an en un momento tan doloroso para un hombre igual que ellos.

   Tras unos 15 minutos de angustia, mi padre pudo caminar por sĆ­ mismo y decidiĆ³ venir hacia mĆ­…al poco rato, estĆ”bamos una junto al otro en las graderĆ­as, mi persona preguntĆ”ndole por su salud, mientras Ć©l se colocaba una bolsa con hielo sobre la pantaloneta, justo en el Ć”rea lastimada. 

   IntentĆ© que papĆ” fuera a emergencias pero Ć©l se mostraba reticente y cabeza dura:

   “PapĆ” no seas terco!, mira que esos golpes son peligrosos!”.

   “Hija no pasa nada, no me duele tanto, estarĆ© bien!”.

   “Como vas a estar bien?, te pegaron en un Ć”rea delicada, por algo es el punto dĆ©bil de los hombres!, asĆ­ que no digas que no duele tanto”.

   “Duele pero ya se me pasarĆ” hija, dame un rato”.

   PapĆ” movĆ­a el hielo sin parar, se notaba que el dolor en las pelotas lo atormentaba, cuando oĆ­ un quejido de su parte, volvĆ­ a insistir.

   “PapaaaaĆ”, se nota que te duele!… y mucho!,  hazme caso!”.

   “Hija estoy bien, te repito, estoy bien, ya no te preocupes”.

   “Papi, cĆ³mo que no me preocupe!, he visto a chicos ser golpeados ahĆ­…y les duele demasiado…algunos hasta lloran del dolor”.

   “Pero yo soy un hombre fuerte hija, tĆŗ lo sabes”.

   “Si pero ninguno soporta que le den ahĆ­”.

   PapĆ” insistĆ­a en tranquilizar las cosas:

   “A algunos les duele menos, y yo siempre he tenido mĆŗsculo, y bastante”.

   “No papĆ”!, buen intento pero a mĆ­ no me engaƱas!, si!, es cierto que eres un hombre musculoso, pero yo ya he dado anatomĆ­a papĆ”, y se bien que ahĆ­ en donde te pegaron, ni tĆŗ, ni ningĆŗn hombre tienen mĆŗsculos”.

   Le mentĆ­ con eso de la anatomĆ­a, simplemente no podĆ­a decirle a mi padre que he visto y tocado algunos pares de testĆ­culos…ya he perdido la virginidad y tengo un novio con quien tengo relaciones con cierta regularidad…y obvio que los que le cuelgan a mi chico, se los veo cada vez que lo hacemos!; Pero papĆ” no puede saber esas cosas aun…No!, si para mamĆ” saberlo fue escandaloso, para papĆ” serĆ­a un pecado de mi parte…el aĆŗn me ve como su niƱita, definitivamente no sabrĆ” esas cosas por ahora. 

   InsistĆ­ con otra estrategia:

   “PapĆ” o es que quieres esto como vasectomĆ­a?...no seas tacaƱo y hĆ”ztela pagando…y en unos aƱos!”.


   “Que dices Alicia, yo jamĆ”s me harĆ© esa cosa!, no…eso me parece horrible”.

   “Entonces vamos a urgencias. No seas testarudo!. Mira que esos golpes pueden causar cĆ”ncer”.

   PapĆ” abriĆ³ los ojos y se notĆ³ algo de susto en su rostro…por fin le habĆ­a dado al clavo!.

   “En serio? deja de bromear mi vida”.

   Ahora seguirĆ­a martillando el clavo:

   “PapĆ”, no quiero que en 6 meses, en el lugar del golpe, te salga un cĆ”ncer testicular!”.

   “CĆ”ncer?, no digas mĆ”s esa palabra!”.

   “Pues asĆ­ se llama, y tĆŗ sabes que la cura para eso es cortar el asunto…DE RAIZ!”.

   “Cortar!”.  PapĆ” sudaba ahora a montones.

   “Si, cortar!…y si te cortan los que te cuelgan, di adiĆ³s a mĆ”s hijos, y a tu vida marital”.

   “YA, YA!,  no digas mĆ”s!, vamos…vamos al hospital”.

   Por fin entrĆ³ en razĆ³n y dejamos el partido; Ahora papĆ” tenĆ­a prisa por ir al hospital!, solo se colocĆ³ los pantalones, y partimos… aunque estos se empaparon al colocĆ”rselos sobre la previamente hĆŗmeda pantaloneta, hĆŗmeda del hielo aliviador y del sudor ante el susto por el tema del cĆ”ncer.

   Ć‰l no estaba en condiciones de conducir y yo no sĆ© cĆ³mo hacerlo, asĆ­ que dejamos el auto y tomamos un taxi…ya luego papĆ” regresarĆ­a por su preciada y lujosa camioneta.

   Apenas llegamos al hospital y como tiene un buen seguro mĆ©dico, lo atendieron de inmediato.

   Tuve que esperar un buen tiempo mientras el doctor le interrogaba y demĆ”s papeleos…como cosa curiosa lo hicieron colocarse una de esas batas para pacientes…esas donde se cubre adelante y la abertura de la prenda esta por detrĆ”s…debĆ­ desviar la mirada para no ver el trasero de mi padre…finalmente salĆ­ del cuarto de exĆ”menes, papĆ” se quedĆ³ con el doctor y una enfermera.

   PasĆ³ el tiempo y no regresĆ© al consultorio donde atendĆ­an a papĆ”, al rato vi a una enfermera de mediana edad, pasĆ³ junto a mĆ­ y  llevaba una enorme jeringa preparada con algĆŗn medicamento…pronto entrĆ³ a la habitaciĆ³n donde estaba mi padre.

   Mientras tanto vi pasar al mĆ©dico que atendiĆ³ a PapĆ” y ante falta de respuestas, decidĆ­ abordarle:

   “Doctor, soy la hija del paciente, Francisco….el del consultorio #5, el del golpe en sus partes…”.

   “Ah sĆ­, en que te ayudo?”.

   “DĆ­game cĆ³mo estĆ”?”.

   “No te preocupes no hay nada serio con Ć©l. El trauma no fue tan severo, ya le enviĆ© a poner un analgĆ©sico…con eso tu papĆ” mejorarĆ””.

   “Seguro que no es grave…le dolĆ­a muchĆ­simo”.

   “Eso es natural, es un Ć”rea de mucho dolor…cualquier trauma ahĆ­ causarĆ” mucho sufrimiento”.

   “Y no le hicieron una de esas radiografĆ­as para verle las pelotas”.

   “Hablas de una ecografĆ­a, pero no, no fue necesario, como te dije solo es el golpe…tu papĆ” estarĆ” bien en unas horas”.

   “Gracias doctor, creĆ­ que podĆ­a ser algo peor”.

   En ese instante escuchĆ© gritar a PapĆ”…exclamĆ³ un “Auchh!”. Obviamente ya lo habĆ­an inyectado.

   Al salir la enfermera, pude entrar, PapĆ” no se veĆ­a con buen rostro, estaba molesto, sin duda por la aguja que le habĆ­a perforado el trasero….Pero por mi lado ahora estaba aliviada por su salud, asĆ­ que continuĆ© con mi humor negro.

   “PapĆ”, dice el doctor que ya estĆ”n afilando la cuchilla…lo lamentan mucho, pero es necesario operar!, te los van a  tener que cortar”.

   “Ja-ja-ja…muy graciosa!, que graciosa niƱa!, ya el mĆ©dico me dijo que no era para tanto, ni siquiera debimos haber venido, se me iba a pasar solo”.

   “No digas eso, los golpes en esa Ć”rea no son para bromear papĆ”…a veces pueden traer consecuencias…fue lo mejor venir aquĆ­”.

   “Pues yo no lo creo!. Esa enfermera me acaba de taladrar el trasero con esa jeringa para ganado!”.

   PasĆ³ un tiempo para que le dieran de alta, y aburrida en ese sitio decidir explorar los pasillos del hospital; En cierto momento llegue a un lugar y allĆ­ pude escuchar los comentarios de unas enfermeras que se habĆ­an reunido en un espacio al parecer solitario, las mujeres no se percataron que estaba tras una puerta, y podĆ­a escucharlas.


   Nurse1: “Ese tipo estĆ” bien bueno, tremendas nalgas que tiene!”.

   Nurse3: “Si, tambiĆ©n se las vi, se ven divinas”.

   Nurse1: “Y lo son!, las tiene durĆ­simas!, casi no lo puedo inyectar”.

   Nurse2: “Tan duras son?”.

   Nurse1: “De lo musculoso que es, las tiene como piedras”.

   Nurse2: “Ah yo no pude verlo, tu si pudiste amiga, eso no fue justo!”.

   Nurse3: “Mala suerte, yo no lo puyĆ©, pero me tocĆ³ atender el consultorio cuando el doctor lo revisĆ³”.

   Nurse1: “Le viste todo?, y que tal es por delante”.

   Nurse2: “Cuenta, que tal esta?, la tiene grande o pequeƱa?”.

   Nurse3: “Primero que todo no puedo hablar por su pequeƱo amigo, mientras el 
 Doctor  le examinaba las pelotas, el paciente sostenĆ­a su propia cosa, pero aun entre sus dedos y teniĆ©ndola dormida…me parece que…la tiene de un buen tamaƱo”.

   Nurse2: “Vaya! hablo la experta en tamaƱos!, jajajaja!”.

   Nurse1: “Y del resto?”.

   Nurse3: “DĆ©jame hablar!, a los gemelos sĆ­ que pude vĆ©rselos bien….y los tiene enormes!, el hombre estĆ” muy dotado de los que le cuelgan jajaja…”.

   Nurse1: “Wow!, tanta impresiĆ³n te llevaste?”.

   Nurse3: “Y como no, tremendas huevas como esas no las vez todos los dĆ­as”.

   Nurse2: “Ah, pero no que le patearon las pelotas?, las tiene hinchadas por eso se las viste asĆ­!, para eso le mandaron la puya no?”.

   Nurse3: “No querida, no las tiene hinchadas, el Doctor lo examinĆ³ y dijo que estaban sin daƱos, y que no se le iban a hinchar, y la inyecciĆ³n era para el dolor y nada mĆ”s”.

   Nurse1: “Entonces, nalgĆ³n y huevĆ³n!, UUhmmmm, vaya tipo agradable!”.

   Nurse3: “AgradabilĆ­simo!!!”.

   OĆ­rlas hablar me molestaba, pero el enterarme de las proporciones privadas de mi padre, Me dejĆ³ paralizada!, PapĆ” era un hombre de pelotas grandes, era extraƱo saber eso.

   En ese momento  sacudĆ­ mi cabeza…Eso es pecado mortal!, una hija no deberĆ­a escuchar tales datos sobre sus padres. Lo prudente era retirarme de allĆ­ en silencio, pero por mĆ³rbida curiosidad no movĆ­a mi oreja del lugar.

   Nurse1: “Y debe tener dinero, supe que tiene un buen seguro, lo cubre de todo”.

   Nurse3: “Yo  leĆ­ en la historia clĆ­nica que es empresario”.

   Nurse2: “Entonces tiene buen billete…Atractivo y con dinero…que partidazo!!, Y vas a verlo ahora de nuevo?, dĆ©jame a mi ir a verlo, no seas mala!, cambiemos de piso…te cambio hospitalizaciĆ³n por urgencias un ratito”.

   Nurse3: “No, no se puede!, ya cambiĆ© con la nueva, ella como que tambiĆ©n querĆ­a verlo, me pidiĆ³ con ansias cambiar de piso para verlo antes de que se vaya”.

   Nurse2: “Que suerte la mĆ­a!”.

   Nurse1: “Esa tipa es muy rara, me da mala espina”.

   Nurse3: “A ti todo el mundo te da mala espina”.

   Nurse 1: “Aun asĆ­, yo no me acerco mucho a ella”.

   Nurse3: “TambiĆ©n la evito cada vez que puedo, pero hoy insistiĆ³ mucho…es mejor no decirle que no a una persona tan rara”.

   Nurse2: “AhĆ­ no!, yo querĆ­a verle las pelotas, a ver si son tan grandes como dices!”.

   Las enfermeras 1 y 3 comenzaron a reĆ­rse, mientras la molestia ya me habĆ­a llegado a la cabeza.

   Estaba enfadada, querĆ­a decirles: “Dejen de hablar de los huevos de mi papĆ”, malditas chismosas, en donde estĆ” su profesionalismo!”. Pero por alguna razĆ³n me guarde mi enojo, lo que si hice fue aparecer de improviso ante ellas, las tres me vieron y se alejaron en distintas direcciones como si nada hubiera pasado y como si mi persona llevase la peste…..Como odio a las habladoras!.

   RegresĆ© con mi papĆ”, pero la puerta estaba cerrada, me toco esperar unos 5 minutos, cuando por fin se abriĆ³, una enfermera de tez morena y a quien no habĆ­a visto salĆ­a, me mirĆ³, saludĆ³, y continuĆ³ con su camino.

   De seguro era aquella de la que las otras 3 hablaban.

   PapĆ” se veĆ­a radiante, estaba en pie y caminada de un lado a otro del consultorio, era  como si tuviera energĆ­a de sobra, vaya milagro debiĆ³ ser la inyecciĆ³n de hace rato!.

   “Bueno papĆ”, creo que el dĆ­a de hoy pasara a la historia como de los peores de tu vida”.

   “He tenido peores dĆ­as hija”.

   “Peores?, pero hoy te pegaron en donde mĆ”s duele…iguala eso papi!”.

   “Otras veces tambiĆ©n me han golpeado allĆ­”.

   “Otras?, otras asĆ­ como hoy?”.

   “Mucho peores que hoy hija”.

   “Y quien te pegĆ³ papĆ”?”.

   “Eh…..otras personas, mira, mejor dejemos el tema allĆ­”.

   “Eso sĆ­ que no!, cometiste un error  al picarme la curiosidad…quien te ha pegado ahĆ­ papĆ”?, dime!”.

   “Eh, fueron por accidentes…nada interesante para contar”.

   Si algo sabĆ­a yo de mi padre era cuando intentaba ocultar algo, PapĆ” se habĆ­a puesto de boquifloja y ahora tendrĆ­a que contarme con detalles.

   “PapĆ”!, sĆ© que mientes!, quien te golpeĆ³?, mĆ”s te vale decirme!”.

   “No pudo decirte eso hija, un padre no puede contar cosas como esa, y menos a su hija”.

   “Fue… fue mamĆ”?, no lo creo!”.

   PapĆ” desviĆ³ la mirada y eso confirmĆ³ el asunto.

   “Entonces si es cierto!, mamĆ” te pegĆ³ en los…, pero porque?, cĆ³mo fue?”.

   “Mi amor, fue cuando nos divorciamos, ella se enojĆ³ mucho conmigo”.

   “Pues debiĆ³ estar realmente molesta si te golpeĆ³ los que sabemos”.

   “Ya Alicia, no te dirĆ© mĆ”s nada!, he hablado de mĆ”s!”.

   La expresiĆ³n en el rostro de mi padre, cambiĆ³ de incomodidad, a determinaciĆ³n!…no obtendrĆ­a nada mĆ”s de Ć©l. Simplemente era muy conservador,  y  consideraba que esos temas no podĆ­a tratarlos con su hija… para Ć©l eran temas de adultos, y  aun me consideraba su niƱita.

   Media hora mĆ”s tarde dejĆ”bamos el hospital, Papa caminaba ya de forma normal; CĆ³mo ya comenzaba a anochecer, era obvio que nuestro dĆ­a planeado no irĆ­a mĆ”s de aquĆ­.

   “Lo siento hija, dejaremos para otra ocasiĆ³n la ida al parque de atracciones”.

   “No te preocupes, lo importante es pasar tiempo contigo. Y asĆ­ fuera en el hospital, pasamos tiempo juntos…ademĆ”s con lo que te pasĆ³ hoy, pude tener mayor compenetraciĆ³n contigo…no todo deben ser momentos perfectos y dulces,  a veces los  momentos reales no son asĆ­”.

   “En otras palabras  quieres decir  que el que me patearan los huevos hoy, ayudo a reforzar nuestra relaciĆ³n padre-hija?”.

   “No quise decir eso!”.

   “Solo bromeo contigo, tienes razĆ³n, a veces es bueno compartir malas experiencias, en la vida no todo es color de rosa”. 

   Tuvimos una despedida corta, se notaba que papĆ” tenĆ­a prisa por despedirme, de seguro debĆ­a estar en otro lado en poco tiempo; PapĆ” llamĆ³ un taxi, cuando llegĆ³ y antes de subir, nos tomamos una foto para recordar esta peculiar salida.

   …Y me fui!; Ć©l abordĆ³ otro taxi, el cual  lo llevarĆ­a al estadio de futbol donde dejĆ³ su camioneta.

   En Ć©l taxi, mi mente estaba en actividad; Ahora me habĆ­a picado la curiosidad, y por un tema desde siempre olvidado para mĆ­: El divorcio de mis padres…el tema estaba en la primera lista de mis obligaciones para las vacaciones…y no se moverĆ­a de ese primer lugar.

   DebĆ­a que enterarme de todo!, como fueron esos Ćŗltimos dĆ­as de matrimonio hace 8  aƱos, y como mamĆ” terminĆ³ golpeado a papĆ” en sus partes mĆ”s delicadas.

   De repente vino a mi mente lo escuchado de las enfermeras: “los tiene enormes!”…Ya  Alicia!, sĆ”cate eso de la cabeza!…vas a necesitar terapia!.

ContinuarĆ”….

Gracias 
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

   El siguiente relato tiene relaciĆ³n con TODO SOBRE MI PADRE, pero  lleva su trama aparte.

UNA LARGA NOCHE.

Parte 1.
CONTIENE    Ballbusting F/M.

   Los siguientes sucesos ocurrieron luego del dĆ­a de padre e hija, de Francisco y Alicia, sucesos de los que la hija no tuvo conocimiento.

   Mientras Alicia escuchaba a las 3 enfermeras hablar sobre su padre, la enfermera morena ingresĆ³ a ver a Francisco, segĆŗn ella venĆ­a  tomar sus signos vitales, pero en realidad venĆ­a a coquetearle, El hombre estaba en la cama boca abajo, pues aun se dolĆ­a de la inyecciĆ³n aplicada. 

   “Que duras nalgas….felicidades!…eres un hombre con un buen fĆ­sico”.

   “Gracias!, me cuido lo mejor que puedo”.

   La mujer le toco las fĆ©rreas nalgas al varĆ³n.

   “Se nota!, y dime… cĆ³mo fue que te lastimaron cariƱo?”.

   “Me dieron una patada en las…en las pelotas, fue jugando futbol”.

   “Oh que feo, y quien fue el bĆ”rbaro que te pegĆ³”.

   “Un idiota, pero no le guardo rencor”.

   “Bien por ti que lo perdonas luego de tal agresiĆ³n, pero Hazme, y hazte un favor!…la prĆ³xima, protĆ©gete mejor las pelotas!”.

   “Es harĆ©”.

   “Ahora por favor siĆ©ntate que el doctor me enviĆ³ a hacer algo”.

   La mujer guante en mano, observa cuando Francisco se sienta y de improviso le mete la mano bajo la bata, sorprendiendo un poco al lastimado hombre.

   Seguidamente la enfermera palpa con gran habilidad los testĆ­culos del paciente.

   “Vaya, felicidades!, debo admitir que los tiene usted… bastante grandes!”. 

   Luego del agradecimiento de Francisco por el halago, la mujer ordena:

   “Tosa por favor!”.

   “Cof!, cof!, cof!”.

   Tras soltĆ”rselas, Francisco le pregunta: “Para quĆ© es eso?, siempre cuando a uno le cogen las bolas, lo ponen a toser”.

   “Es sencillo, para ver si no te saliĆ³ una hernia o algo asĆ­”.

   “En serio?, y cĆ³mo estoy?”.

   “Pues me temo que vivirĆ”…sus genitales parecen estar mucho mejor”.

   “QuĆ© bueno es oĆ­r eso…y es mejor si viene de usted”.

   “Sabe algo, siempre me ha causado curiosidad la particularidad de los hombres…Sus genitales son la imagen de la fuerza… pero todos ustedes se debilitan si les golpean allĆ­, incluso a un hombre tan fuerte como tĆŗ”.

   “Todo el mundo debe tener un punto dĆ©bil, incluso los mĆ”s fuertes”.

   “Es cierto, pero ademĆ”s no deja de ser curioso lo expuesto que estĆ” su punto dĆ©bil”.

   “TĆŗ lo has dicho lindura”.

   “Lindura?, te parezco que soy linda?”.

   “Eres una mujer muy hermosa”.

   “Gracias caballero, pero volviendo al tema de que te lastimaron tu punto dĆ©bil…”. 
   
   La enfermera volviĆ³ a tomar los testĆ­culos de Francisco, los sopeso en su mano.

   “….te gustarĆ­a un masaje”.

   “Masaje?...das masajes?”.

   “AsĆ­ es primor…y sirven para aliviar males y dolores, en todo lugar”.

   “Sabes bien en donde estoy lastimado…vaya que me urge un masaje allĆ­”.

   La mujer  comenzĆ³ a  mover sus delicados dedos alrededor de esas grandes gĆ³nadas.

   “Entonces te va a encantar…un masaje te aliviarĆ” las pelotas bastante. Esto es una muestra gratis de lo que puedo hacer con mis manos”

   El caliente varĆ³n abriĆ³ la boca para gemir, como gozaba con el masaje!; La mujer degustaba con las reacciones de hombre al que atendĆ­a.

   “Vaya!, son tan grandes que es difĆ­cil acariciar tanta masa de huevos…pero harĆ© mi mejor esfuerzo….lo disfrutas verdad?”.

   “Ooooohhhhhh, que rico!, eres buena en esto, ya siento mejorĆ­a”.

   “No sabes lo que me alegra escuchar eso”.

   La enfermera estimulĆ³ un par de minutos las golpeadas gĆ³nadas de Francisco, con una delicadeza, dĆ”ndole real alivio al hombre.

   “Jajaja, cĆ³mo tu bien dijiste, tu punto dĆ©bil…y en todo sentido!…hace rato para mal… y ahora… para bien!”.

   “Oh si cariƱo, un golpe ahĆ­ nos deja adoloridos, pero si nos los consienten…”

   “Si se los consienten…Disfrutan demasiado!…cĆ³mo ahora!; Que hombre tan picarĆ³n!, como  gozas esto!”.

   El estĆ­mulo testicular habĆ­a despertado el pene de Francisco que hacĆ­a intentos en vano  por bajar su erecciĆ³n.

    “Vaya sorpresa!, tu muchacho tambiĆ©n es grande!”.

   “Y bastante duro”.

   “CariƱo, sin duda!, y sin duda eres un hombre maravilloso, pero controla ese muchachote, el masaje solo es para las pelotas”.

   “Es que tiene envidia, tambiĆ©n quiere que lo consientas”.

   “Eso no se va  a poder, por lo menos no en este hospital”.

   “Se puede en otro lado?”.

   “Tal vez…”:

   En ese instante la mujer terminĆ³ el masaje. 

   “Tienes unas pelotas asombrosas, me gustarĆ­a sobarlas otro rato; AdemĆ”s eres un hombre demasiado atractivo. CariƱo, salgo en unas dos horas de turno, para entonces ya habrĆ” anochecido…si gustas puedo masajearte mĆ”s….dedicada mente!...y eso incluye a tu muchacho!”.

   “Eso me gustarĆ­a…mucho!”.

   “SĆ³lo una pregunta…Seguro que podrĆ”s responder para esta noche, luego de ese golpe?”.

   “Por supuesto!, ya me dejaste bastante repuesto con el masaje inicial”.

   Francisco se tocĆ³ las pelotas, y se las mostraba a la mujer… en el fondo esperaba que la vista de sus huevos la tentara a reanudar el masaje.

   La mujer se los observĆ³, se mordiĆ³ el labio, pero no cayĆ³ en la tentaciĆ³n.

   “Pues me alegro que te sientas bien…toma, este es mi numero…tienes auto?”.

   “Claro, una Ford Explorer”.

   “Wow, que buen auto, felicidades, entonces es perfecto!, cuando estĆ© por salir te llamĆ³ y te digo en donde me puedes recoger”.

   A continuaciĆ³n la enfermera saliĆ³ del consultorio, y Alicia ingreso para ver a su ya mĆ”s repuesto progenitor.

   Luego de despedirse de su hija, Francisco se contactĆ³ con la enfermera y quedaron  de verse  a algunas cuadras del hospital, lo mejor era encontrarse en un Ć”rea no tan concurrida por el personal del centro mĆ©dico.

   Con entusiasmo, Francisco llegĆ³ al lugar acordado, ParqueĆ³ cerca el auto y se dedicĆ³ a esperar a la morena y bella enfermera; Con Ć”nimos y sonriente, se imaginaba lo rico que pasarĆ­a es noche…seguidamente se tocĆ³ el pene y las pelotas, percatĆ”ndose de que estas Ćŗltimas, si bien se encontraban mucho mejor, aun le dolĆ­an un poco; Aun asĆ­ cumplirĆ­an bien su funciĆ³n esa noche.

   Todo era perfecto en ese momento!, solo les recuerdo que Francisco es un hombre con familia, y si bien no es casado, si convive con la madre de sus dos Ćŗltimos hijos!...tal parece que esa noche, al calenturiento varĆ³n no le importĆ³ mucho eso.

   Mientras planeaba donde llevar a la enfermera esa noche, dos sujetos se le acercaron, le parecieron sospechosos, y cuando se dio cuenta, se hallaba en un sitio mĆ”s que solitario…no era muy conveniente el estar a esa hora, en ese desolado lugar.

   Uno de los individuos se apresurĆ³ a sacar una navaja, mientras el otro se llevaba una mano al bolsillo, a empuƱar de seguro una idĆ©ntica arma blanca.

   Pero Francisco los sorprendiĆ³!, con Ć­mpetu se lanzĆ³ sobre el sujeto armado y de un veloz manotazo le hizo soltar la navaja que cayĆ³ lejos, el segundo tipo saco las manos de su bolsillo sin nada en ellas…Francisco dedujo eso…este otro no estaba armado!, sĆ³lo fingĆ­a estarlo.

   Ante rivales sin armas, Francisco  mucho mĆ”s fornido, tomo la ventaja!, les propino una serie de golpes que los puso en problemas!; Los tipos dieron pelea pero cada golpe de Francisco hacia bastante mella en ellos.

   De repente….Francisco dio un fuerte grito:

   “AAAAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!!”.

   Un zapato deportivo femenino impactaba la entrepierna de Francisco; Desde atrĆ”s y totalmente por sorpresa, una mujer le habĆ­a pateado los testĆ­culos!.

   El golpe fue muy certero!, golpeando de lleno en el bulto, que los dotados genitales de Francisco marcaban en sus pantalones.

   Golpeado a traiciĆ³n, el padre de Alicia quedo con la vista nublada, se agarrĆ³ los testĆ­culos, y se derrumbĆ³ al suelo adoptando la posiciĆ³n fetal.

   Los dos asaltantes se reponen y quedan ante el derribado y fornido hombre; una sombra tras este hace una seƱal a los dos sujetos.

   Enseguida uno de ellos, toma impulso y le patea el rostro al temporalmente incapacitado Francisco!, el golpe lo deja inconsciente!.

   Una  voz femenina tras Francisco expresa molesta:

   “No pueden con Ć©l?, pero si son dos, y armados!”.

   Uno de los sujetos balbucea con los dientes flojos, que su “victima” les desarmĆ³.

   “Y porque no le pegaron en las pelotas!”.

   Ante la falta de respuesta de los dos, la mujer les recrimina aĆŗn mĆ”s:

   “Que tontos son!, los hombres siempre se complican!…todo es a las trompadas, a la cara y al estĆ³mago!...Bah!, idioteces!, si no tienes armas, pues dale donde mĆ”s le duele!”.

   El otro asaltante trata de justificarse en voz baja, sin dejar de generar molestia en la mujer:

   “QuĆ©?... que es fuerte?,  pues yo no tengo la fuerza de ustedes, y no me dejo de un hombre!; Y si!, este tiene mĆŗsculos, pero tambiĆ©n tiene pelotas!, enseguida hay que pegarle ahĆ­!, y asĆ­ como terminĆ³ Ć©l, todos terminan en el suelo!”.

   La sombra de la mujer se mueve hacĆ­a Francisco, y a medida que la luz de la calle empieza a revelar su identidad. Ella con una sonrisa, expresa:

   “DiscĆŗlpame Francisco, pero esta noche no te voy a masajear las huevas!, y con lo mucho que eso te aliviarĆ­a despuĆ©s de pateĆ”rtelas!”.

   La luz de la calle delata el rostro de la misteriosa mujer….Es la enfermera con quien Francisco se citĆ³.


   Una larga noche le espera a Francisco.


ContinuarĆ”….

Gracias 
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