Peloteros (5/5): Un juego con muchas faltas - Las Bolas de Pablo

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23 nov 2016

Peloteros (5/5): Un juego con muchas faltas


CONTIENE:

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   —¡Continuamos con el partido —gritĆ³ el Ć”rbitro antes de dar un ruido con el silbato y reanudar el juego.

   Eladio y Lucas se dieron una mirada de astucia, el objetivo era marcar un nuevo gol y salir del empate.

   Los jugadores comenzaron a moverse unos tras otros por el preciado balĆ³n.

   Lucas se dio la vuelta para observar a Eladio que maniobrara con la pelota sobre sus musculosas piernas. MarcĆ”ndolo estaban tres jugadores del equipo contrario. Eladio levantĆ³ la cara y dio una patada al balĆ³n.

   Lucas saltĆ³ en el aire recibiendo la pelota sobre su pecho la cual resbalĆ³ por su cuerpo y aterrizĆ³ en el suelo. El jugador se preparĆ³ para adentrarse mĆ”s en la meta.

   —¡Que no marque el gol, que no marque el gol! —gritaba agitado el capitĆ”n del equipo rival corriendo hacia Lucas.

   Cuatro jugadores corrieron hacia Lucas iniciĆ”ndose asĆ­ una pequeƱa batalla por la pelota. El joven intentĆ³ huir pero se tropezĆ³ y sobre Ć©l cayeron otros dos muchachos.

   —¡Uuuugghhh! —Lucas gruĆ±Ć³ por el repentino dolor de unas fuertes manos que se habĆ­an cerrado con un duro agarre en su escroto. Seguido el pobre muchacho gritĆ³ adolorido cuando a sus testĆ­culos le dieron un violento tirĆ³n.


   A medida que la mano estiraba a mĆ”s no poder el escroto, el deportista comenzĆ³ a mover la cabeza de lado a lado, gimiendo de dolor, haciendo un fuerte esfuerzo para bloquear el creciente dolor en sus testĆ­culos.

   El sonido del arbitro con su silbato retumbĆ³ en todo el campo mientras abucheos resonaron desde las gradas.

   Los jugadores se quitaron de encima de Lucas, y el desdichado muchacho se acurrucĆ³ en la grama cerrando los ojos, tratando mentalmente de aliviar aquel punzante dolor que envolvĆ­a su ingle.

   Los compaƱeros de Lucas se colocaron al rededor de Ć©l y comenzaron a discutir acaloradamente con los miembros del otro equipo y el Ć”rbitro.

   —¿Lucas, estĆ”s bien? —le preguntĆ³ Eladio.

   Lucas apretĆ³ los dientes, exaltando los mĆŗsculos de su mandĆ­bula tratando de silenciar los gemidos.

   El Ć”rbitro alzĆ³ el brazo expulsando a los dos tramposos jugadores del equipo visitante. Y declarĆ³ un penal a favor del equipo con su jugador atacado.

   Un grupo de paramedicos ayudaban a Lucas y le hacĆ­an un ejercicio levantĆ”ndole las piernas y recogiĆ©ndolas a la altura del pecho.

   —¡Aaaaaah! —soltĆ³ Lucas el dolor se adueƱo de su cuerpo ganando terreno.

   DespuĆ©s de unos momentos, Lucas se pudo poner de pie y caminĆ³ encorvado agarrĆ”ndose los genitales saliendo de la zona de la meta. Eladio posicionĆ³ el balĆ³n serĆ­a el encargado de marcar el gol. Todo el estadio estaba expectante aguardando la buena suerte y el marcaje del puntaje con la victoria del equipo nacional.

   Eladio apuntĆ³ con sus ojos a la derecha, moviĆ³ el cuerpo en direcciĆ³n a la izquierda y lanzĆ³ una fuerte patada.

 POFFFFF

   El balĆ³n cruzĆ³ el aire y no pudo engaƱar al arquero que se lanzĆ³ a la derecha, sin embargo la pelota se alzĆ³ por escasos centĆ­metro de su cuerpo y penetrĆ³ en la porterĆ­a. El estadio estallĆ³ en alegrĆ­a con el nuevo y victorioso gol.

   Eladio saliĆ³ corriendo por toda el campo, agitando los brazos y saltando en el aire. Se acercĆ³ a Lucas y lo abrazĆ³ fuertemente.

   DespuĆ©s de cortos segundos el juego volviĆ³ a reanudarse con un furioso y desesperado equipo visitante. La tĆ©cnica del local habĆ­a cambiado centrĆ”ndose en la defensa y el pase del balĆ³n provocando la furia del grupo rival.

   Cuando Eladio recibio la pelota y corria con ella por el campo y se preparaba para marear al rival, no vio venir el zapato con los filosos tacos del jugador nĆŗmero 8 contra su entrepierna.

   —¡Aaaaaaah! —gritĆ³ Eladio cayendo al piso y retorciĆ©ndose. En medio del dolor sus enormes mĆŗsculos se destacaban en su cara contraida—. ¡Aaaaah, aaah, aaaaaaah! —continuaba gritando agarrando sus bolas entre las manos. Otra vez se anunciaba el pitido del silbato. Eladio se sentĆ­a mareado en medio de la agonĆ­a. Aquel muchacho no paraba de gritar, cuando el personal de salud corriĆ³ por el campo hasta Ć©l y le aplicaron un ejericio de piernas descubrieron en su short una abundante macha de su jugo masculino.

   Eladio habĆ­a tenido una erecciĆ³n con el ataque a Lucas la cual se mantuvo hasta que fue Ć©l el atacado y colapsĆ³ con un breve orgasmo que le manchĆ³ la pantaloneta.

   —Eladio, ya no puedes jugar con tu short mojados de leche —le reclamĆ³ Guillermo cerca de Ć©l.

   Eladio estaba aturdido del dolor, sus demas compaƱeros de equipo no permitĆ­an que las camaras de televisiĆ³n le enfocasen o descubrirĆ­an la traviesa mancha humeda. Una camilla ingresĆ³ al estadio donde subieron a Eladio, quien cubriĆ³ por completa su entrepierna.

   El partido volviĆ³ a iniciarse con la victoria del equipo local 3 goles contra 2.

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