CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Carlos Ferrer ChacĆ³n era de profesiĆ³n abogado pero durante una temporada estuvo ejerciendo como streeper, seguidamente se enamorĆ³ de la sobrina de la dueƱa del local y se casĆ³ con ella. Quedando de una u otra manera como casi dueƱo del Nautilus el bar que se clausurĆ³ por un tiempo con la idea de hacer renovaciones en el.
Kevin Navarro fue el hombre encargado de generar aquellas renovaciones en el bar donde se realizaba el Solid Show, un baile erĆ³tico de hombres que se desnudaban entre mujeres u hombres y que sĆ³lo a veces eran contratados para bailes en fiestas particulares.
Kevin rondaba los cuarenta y tantos aƱos era corpulento y con los cabellos de tonalidad gris. HabĆa propuesto un gran cambio en el bar que a Carlos le habĆan gustado y que se valiĆ³ para contratarlo como mano derecha mientras Isabella Totti la dueƱa del bar continuaba de viaje por el mundo.
Antes de la apertura del bar con la nueva temporada y servicios publicaron por los diferentes medios la bĆŗsqueda de nuevo personal para el trabajo con estrictos requisitos que cumplir.
Esa maƱana de noviembre se efectuarĆa en una sala privada y alquilada por Kevin el casting con los futuros hombres que laborarĆan en el Solid Show.
—¿Preparado para la entrevista? —preguntĆ³ Carlos.
—SĆ —respondiĆ³ Kevin sosteniendo varias carpetas—. Que pase el primer candidato, su nombre es Alan.
Alan |
—Alan de 28 aƱos —leĆa Kevin su hoja de vida—. Trabajaste como streeper para otro local. ¿Por quĆ© quieres irte de tu otro empleo y trabajar con nosotros?
—Bueno seƱor —hablĆ³ Alan pensando muy bien sus palabras—. Supe que aquĆ pagaban mejor y leĆ que habĆa nueva administraciĆ³n y con ello decidĆ postularme.
—¿LeĆste los requisitos, cierto? —interrogĆ³ Kevin—. ProstituciĆ³n, bailes erĆ³ticos, y colaborar al recibir o dar golpes en los testĆculos —Kevin sentĆa atracciĆ³n por el fetiche del ballbusting por eso en la nueva etapa del Solid Show traerĆa a muchos de sus amigos fans de esta actividad.
—SĆ —confirmĆ³ Alan—, y en una oportunidad trabaje en un prostĆbulo. Fueron tres aƱos. En ese tiempo conocĆ a una clienta que me llevo al bar donde sĆ³lo trabaje como bailarĆn.
Kevin afirmĆ³ con la cabeza. PreguntĆ³:
—En tu hoja de vida no dice tu orientaciĆ³n sexual. ¿Cual es la tuya?
—Soy heterosexual.
—¿Dispuesto a ser un puto heterosexual Ćŗnicamente?
—SĆ —afirmĆ³ Alan.
—¿Supongo que no has tenido experiencia sexual con otro hombre? —quiso saber Kevin.
Alan demorĆ³ mucho en responder.
—Una vez……… cuando trabajaba en el LeĆ³nidas un matrimonio me alquilĆ³, la mujer me dijo que besara a su esposo y lo masturbara.
—¿Te gustĆ³? —pregunto Kevin.
Alan volviĆ³ a vacilar antes de responder.
—Estoy dispuesto a cumplir con lo que se me pida.
—Vamos a la otra etapa —pidiĆ³ Kevin—, quitate la ropa y quĆ©date en calzoncillo. Carlos que tiene experiencia en los golpes bajos procederĆ”.
Carlos riĆ³ por ser un imĆ”n en el pasado para golpes en sus grandes testĆculos.
Alan |
Kevin levantĆ³ las cejas parecĆa que el pene de Alan estaba levantado a un lado dejando a sus sensibles testĆculos reposar entre sus piernas. Carlos crujiĆ³ los puƱos mientras abandonaba su lugar en la mesa.
—AhĆ voy —anunciĆ³, sin dar tiempo a Alan de prepararse.
Carlos estampĆ³ un pesado y firme puƱetazo en la entrepierna de Alan, el candidato dejĆ³ escapar un gemido y se cubriĆ³ las bolas con las manos. Su pene comenzĆ³ a presionar contra su calzĆ³n.
Kevin riĆ³ con un brillo en los ojos.
Alan arrugĆ³ el rostro con una mueca dolorosa, gimiendo suavemente.
Andy |
—Mi nombre es Andy Bros y tengo 27 aƱos.
—¿Andy por quĆ© quieres trabajar aquĆ? —preguntaba Carlos—. He leĆdo que tu experiencia ha sido muy fructĆfera para empresas importantes. ¿Por quĆ© postularte para esto? Tan distinto.
—Esto serĆa un giro total de acontecimientos —respondiĆ³ Andy—, necesito probar suerte y destacarme en otros aspectos de mi vida. Esto lo estoy tomando como un reto.
Kevin levantĆ³ una ceja sintiĆ©ndose extraƱado.
—¿EstĆ”s dispuesto a cumplir con todos los requisitos que se estĆ”n exigiendo?
—SĆ. Por eso estoy aquĆ me siento capaz de cumplir con esta y todas las exigencias que me pidan.
—¿Eres gay? —quiso saber Carlos.
—No.
—¿TendrĆas sexo con otro hombre?
—Definitivamente no —una respuesta con toda seguridad.
Kevin lanzĆ³ un suspiro antes de levantarse de la silla y pedirle que se desnudase.
Andy tardĆ³ en quitarse toda la ropa pero cuando hubo quedado semidesnudo mostrĆ³ su cuerpo, no era increĆblemente dotado de mĆŗsculos pero el Ć”rea de sus genitales era muy grandes, sus testĆculos debĆan tener tanta leche para alimentar a una poblaciĆ³n entera penso Kevin.
Kevin sujetĆ³ fuertemente de los hombros a Andy, el muchacho tragĆ³ saliva preparĆ”ndose para lo que venĆa. Con fuerza Kevin estampĆ³ la rodilla contra los testĆculos de Andy aplastĆ”ndolos dentro de su cuerpo.
Andy retrocediĆ³ agarrĆ”ndose los huevos con ambas manos, sus ojos estaban hĆŗmedos y su boca abierta con un grito contenido. CayĆ³ de rodillas aĆŗn sujetando sus cojones.
Carlos y Kevin se miraron y rieron.
Ruben |
—Mi nombre es RubĆ©n Angarita tengo 27 aƱos, soy estudiante de leyes y estoy dispuesto a desempeƱarme en esta nueva oferta de trabajo.
—¿Por quĆ©, RubĆ©n? —preguntĆ³ Carlos.
—Una amiga vio el anuncio por internet y me animĆ³ a participar —mintiĆ³ el hombre, verdaderamente necesitaba el empleo y detallĆ³ que allĆ podĆa destacarse, le gustaba el sexo.
—Nunca has tenido experiencia en este tipo de trabajo. ¿Por quĆ© deberĆamos de contratarte, RubĆ©n?
—Estuve en la escuela de baile Casino Latino, donde enseƱan a bailar salsa. De una u otra manera los latinos tenemos fuego en la sangre y se nos hace sexual el baile. TambiĆ©n participĆ© en el concurso de mister modelo nacional y obtuve el tercer lugar.
—Pudiste tener fama. Hay muchos que la aprovecha. ¿QuĆ© paso contigo? Ya recuerdo que tu cara se me hacia conocida de algĆŗn lado.
—Cambie la fama por mis estudios —mintiĆ³ RubĆ©n con una sonrisa pĆcara aunque mentĆa, en aquella oportunidad engaƱo al hombre que lo apadrinaba para la fama con una hermosa modelo.
—¿Eres heterosexual, RubĆ©n? —quiso saber Kevin.
—Soy bisexual. Todos lo saben.
—Buena respuesta —dijo Kevin anotĆ”ndolo en una hoja—. ¿Puedes quitarte la ropa y quedarte en calzoncillo? Necesitamos verte sin ropa y golpearte las bolas. ¿Tu amiga te hablo de ello?
—SĆ. Compartimos varias sesiones de ballbusting juntos —reconociĆ³ una verdad RubĆ©n quitĆ”ndose la chaqueta—, me ha ayudado a fortalecer mi resistencia.
RubĆ©n se tomĆ³ su tiempo para quitarse la ropa parecĆa que estaba dando un micros streeptease. Se sacĆ³ el zapato, seguido del pantalĆ³n, tenĆa robustas piernas morenas y luego se sacĆ³ la camisa negra del pecho. TenĆa un torso lleno de grandes mĆŗsculos rocosos que formaba una exuberante relieve de piel por todo su cuerpo. TenĆa puesto una ropa interior Calvin Klein de color blanco que se apegaba a una jugosa y excitante Ć”rea genital.
Carlos se acercĆ³ a Ć©l.
—¿Preparado para el golpe?
—Desde que lleguĆ© —afirmĆ³ RubĆ©n muy seguro de sĆ mismo.
Carlos apretĆ³ el puƱo y aplastĆ³ con fuerza los testĆculos de RubĆ©n, haciendo sonar el impacto en toda la habitaciĆ³n. El golpe tuvo que haber sido suficiente para dejar a un hombre tirado en el piso lloriqueando. Pero RubĆ©n sĆ³lo respirĆ³ profundamente y abriĆ³ mucho los ojos pero no se quejĆ³ ni doblĆ³.
—¿EstĆ”s bien? —preguntĆ³ con interĆ©s Kevin—. ¿No te duele nada?
—Oh, no.
—Wow, dejame probar a mi. Separa las piernas.
RubĆ©n obedientemente abriĆ³ las piernas y colocĆ³ las manos tras su espalda. Kevin lo miro con un brillo especial en la mirada.
El hombre riĆ³ y estampĆ³ una violenta patada en las gĆ³nadas de RubĆ©n haciendole despegar los pies del suelos. Finalmente RubĆ©n gritĆ³ desaforadamente y cayĆ³ al piso acurrucĆ”ndose en posiciĆ³n fetal mientras temblaba y derramaba algunas lĆ”grimas. Su cara se habĆa puesto pĆ”lida mientras sostenia sus palpitantes bolas.
—Papanatas —se burlĆ³ Kevin dando media vuelta para devolverse a su asiento.
—¿Quieres agua? —preguntĆ³ Carlos inclinandose ante el moribundo muchacho que no podĆa hablar del dolor de huevos que sufrĆa.
Alfred |
—Alfred, aquĆ dice que has sido bailarĆn.
—Efectivamente por aƱos me he dedicado al baile desde los 13 aƱos. Mi Ćŗltimo trabajo fue como gogo dancer. AsĆ que esta no serĆa la primera vez.
—¿Por quĆ© trabajar en un prostĆbulo?
—Para explotar mi cuerpo.
—¿Entonces estĆ”s dispuesto a soportar terribles golpes a los testĆculos?
—EfectĆvamente. TambiĆ©n pienso que serĆ” divertido.
—¿Cual ha sido el golpe en las bolas mĆ”s doloroso que has recibido?
—Un amigo una vez me golpeĆ³ con un tubo, quede como una hora tirado en el suelo.
—¡Vaya! ¿Eres heterosexual, Alfred?
Alfred los mirĆ³ a los ojos, sus nariz grande se abriĆ³ fuertemente.
—Les hubiera contestado que soy heterosexual pero no, considero los requisitos del trabajo y soy bisexual la verdad.
—Muy bien, Alfred. Gracias por tu sinceridad, por favor quitate la ropa.
Alfred obedeciĆ³ y se quitĆ³ la franela, la parte superior de su cuerpo estaba marcada pero no habĆa desarrollado mĆŗsculos del todo. Sus piernas negras eran muy fibradas y robustas. Usaba un calzoncillo azul que denotaba una verga muy gruesa y grande, su cintura parecia de avispa.
Carlos envolviĆ³ los testĆculos sus manos y los apretĆ³ con fuerza.
Alfred hizo una mueca cĆ³mica mostrando en su cara el autentico dolor sintiĆ©ndo sus grandes bolas ser aplastadas.
Kevin emitiĆ³ una fuerte carcajada cuando Carlos retorciĆ³ las bolas de Alfred, haciendo que el joven perdiera el foco mientras dejaba escapar un grito de angustia.
—¡Ooooohhhh! MaldiciĆ³n —gimiĆ³ Alfred con desespero.
Carlos soltĆ³ al bailarĆn y este retrocediĆ³ con el rostro arrugado.
Alfred metiĆ³ la mano dentro de su calzoncillo y se arreglĆ³ el pene que comenzaba a ponerse duro. El zambo separĆ³ las piernas y asegurĆ³:
—Estoy preparado para un mejor golpe.
Carlos y Kevin se miraron y rieron.
Carlos lanzĆ³ una patada con toda la fuerza que pudo reunir. Su empeine chocĆ³ con el gran bulto de Alfred, apisonando sus huevos jugosos en su cuerpo y sacĆ”ndole el aire de los pulmones.
Alfred tosiĆ³ y se llevĆ³ las manos a las rodillas:
—Mis bolas son indestructibles —asegurĆ³.
Gustavo |
—Hola, Gustavo. ¿QuĆ© edad tienes?
—35 aƱos, seƱor.
—Estoy leyendo que no eres nativo de este paĆs —decĆa Carlos—, ¿por quĆ© te mudaste para acĆ”?
—La situaciĆ³n econĆ³mica de mi paĆs estĆ” insostenible por eso decidĆ emigrar y tener mejor oportunidad de vida.
—¿EstĆ”s graduado de algo en tu paĆs?
—SĆ —confirmĆ³ Gustavo, parecĆa un ratoncillo nervioso—, soy profesor de matemĆ”tica pura.
Kevin y Carlos se miraron sorprendidos.
—Espera, Gustavo. ¿Por quĆ© tu crees que deberĆamos contratarte? Supongo que eres muy bueno con los nĆŗmeros.
—SĆ lo soy. Pues, …… sĆ³lo quiero probar suerte. Necesito recaudar dinero y ayudar a mi familia en mi paĆs. Es todo lo que necesito explicar. Parece que aaqui no le dan mucha importancia a los de afuera.
—¿EstĆ”s dispuesto a todo? —interrogĆ³ Kevin.
—SĆ. Me sĆ© de memoria los requisitos.
—EstĆ” bien. Si estĆ”s dispuesto a todo comienza por quitarte la ropa. Evaluaremos que tan acto estĆ”s para sesiones privadas de ballbusting en el nuevo Solid Show
—Gustavo, ¿cuanto es 1252 por 39? —preguntĆ³ Carlos con su celular en mano.
Gustavo miro al techo mientras procedia a efectuar la cuenta mental, no demorĆ³ mucho tiempo al responder:
—48828.
—Es correcto. Ahora haz lo que te dijo Kevin. ¿Te gustan los hombres o las mujeres?
—Los hombres, seƱor —respondiĆ³ Gustavo abriendo su pantalĆ³n—, ¿hay algun problema por eso?
Los entrevistadores negaron con la cabeza.
Gustavo se quito la camisa revelando un cuerpo fibrado pero no marcado de mĆŗsculos, era nalgĆ³n y obstentaba un buen paquete, sus lentes nerd quedaron sobre la mesa haciendole ver atractivo. Estaba cruzado de brazos mientras esperaba la decisiĆ³n de los seƱores allĆ presentes.
Carlos abandonĆ³ el asiento y se acercĆ³ a Ć©l mirĆ”ndolo a los ojos, el ex streeper sonriĆ³ antes de abrir la palma de la mano y empujarla a los testĆculos de Gustavo. empezĆ³ a apretarlos.
—Son muy blandos, ¿sabes? —comentĆ³ Carlos con una risita mordaz—, no creo que puedas resistir mĆ”s de dos minutos.
Gustavo escapĆ³ un gemido de dolor.
—EstallarĆan muy rĆ”pido —sonriĆ³ Carlos aplicando mĆ”s presiĆ³n.
Pero el pene de Gustavo se contrajo por la excitaciĆ³n que sentĆa de tener sus bolas aplastadas por otro macho.
DespuĆ©s de varios minutos tras una inesperada eyaculaciĆ³n de Gustavo, El siguiente en ingresar en la sala era Giorgio Pirillo un muchacho de 26 aƱos que se encontraba buscando un empleo alterno al que ya tenĆa.
—Te he visto en varias producciones de internet, Pirillo —comentĆ³ Kevin—, siempre has hecho trĆos y orgĆas sexuales. Nunca te he visto en pareja.
—SĆ —afirmĆ³ Giorgio. Era alto, delgado y usaba aretes, su cara era alargada aunque de rasgos simpĆ”ticos—. Deseaba guardar un momento Ćntimo para mis clientes.
—¿No entiendo? —dijo Carlos arrugando el ceƱo.
Giorgio se rascĆ³ el marcado pecho liso.
Giorgio |
—¿Y crees que tĆŗ estĆ”s encima del nivel del resto de hombres que contratemos?
—La verdad es que sĆ —afirmĆ³ con arrogancia Giorgio.
Carlos y Kevin intercambiaron miradas, hubo mĆ”s emociĆ³n en uno que en el otro.
—Giorgio, despĆ³jate de la ropa y quedate en calzoncillos.
Giorgio se quitĆ³ la franela blanca y el pantalĆ³n, su cuerpo no era excesivamente mĆŗsculoso pero cumplĆa con todos los requisitos para pasar un rato cumplidor. Lo que parecĆa mĆ”s inmenso que cualquier otra cosa era su paquete dentro de la ropa interior azul que estaba usando.
—MĆ”s de un millĆ³n de veces he sido golpeado a bajo y eso es lugar de disminuir aumenta mi morbo.
Giorgio se enderezĆ³ y se colocĆ³ las manos detrĆ”s de la espalda.
Carlos guiĆ±Ć³ un ojo a Kevin antes de golpear con el pie entre los muslos de Giorgio, crujiendole los huevos como una plana tortilla.
Giorgio se quejĆ³ de dolor. Sus rodillas se encontraron y se doblĆ³, agarrĆ”ndose los huevos con los ojos cerrados.
Carlos sonriĆ³ con orgullo.
-Hemos terminado por hoy -concluyo.
-Hemos terminado por hoy -concluyo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario