CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
Tras la publicaciĆ³n del vĆdeo Ćntimo entre SimĆ³n y su ex esposa Lorena o prĆ”cticamente la violaciĆ³n que ella le hizo la vida de cada uno cambiĆ³. Desde un principio, Claudia, la actual esposa del hombre se distanciĆ³ y se sintiĆ³ asqueada. Aquel choque de sentimientos fueron cambiando cuando observĆ³ como las cĆ”maras de seguridad captaban a un hombre encapuchado llevĆ”ndose en un vehĆculo secuestrado a su esposo.
A SimĆ³n tambiĆ©n le dio un giro la vida, el vĆdeo sexual empezĆ³ a circular por toda la web mostrando en todo su esplendor su grande y gruesa verga acompaƱada de un par de testĆculos exageradamente grandes. Sus dotes masculinos fueron comentados en todos los programas de chismes que existiesen. Aunque toda esa tragedia le sirviĆ³ para multiplicar en grandes nĆŗmeros la sintonĆa de su programa de radio y televisiĆ³n. Inclusive varias empresas dedicadas al porno se comunicaron con el interesadas en explotar sus dotes viriles, todas fueron rechazadas por Ć©l. Por un tiempo SimĆ³n se harĆa conocido como el animador de televisiĆ³n de herramientas sexuales grandes y Claudia como la gran afortunada que se las disfrutaba. Por fortuna tras el secuestro SimĆ³n no desarrollo algĆŗn tipo de trauma.
Lorena durante algĆŗn tiempo quiso esconderse, no sabĆa que la publicaciĆ³n del vĆdeo iba a alzar la polĆ©mica colocĆ”ndola en el ojo del huracĆ”n parecĆa estar arrepentida y nadie sabĆa de su paradero.
Pero la gran protagonista y antagonista en todo esto fue Claudia. Ella logrĆ³ convencer a su esposo para que abriera una denuncia contra las autoridades. AsĆ la polĆ©mica sexual cogiĆ³ mĆ”s ardor. La periodista en sus aƱos de trabajo tenĆa amigos en la policĆa cientĆfica, y moviendo contactos logrĆ³ que dieran con el escondite de la modelo Lorena. Iniciando por fin la denuncia ante la ley por delitos sexuales.
Claudia logrĆ³ gracias a su astucia influir que el juez dictaminara dos aƱos de prisiĆ³n sobre Lorena y no tener que pagar una finza como ella habĆa propuesto con sus abogados.
La prensa cogiĆ³ vuelo durante el proceso de encarcelamiento de la bella modelo pero ahĆ no se detuvo la venganza de Claudia, quien una maƱana se reuniĆ³ en un local con una de las custodias de la prisiĆ³n, y entregĆ”ndole un sobre le indicĆ³:
—Quiero que en estos dos aƱos le hagan pasar la peor de las torturas, golpeenla, humillenla. Pueden empezar por cortarle el cabello quiero que la graben y suban ese video a la web. SerĆ” hermoso ver a la modelo calva, sĆ³lo asĆ aprenderĆ” que de mi familia nadie se burla.
La policĆa guardĆ³ el dinero tras echarle una rapida mirada parecĆa quedar satisfecha.
—En dos meses volvemos a vernos para otro encargo con la modelo —sonriĆ³ Claudia. ParecĆa angelical y terrible como nunca antes.
En pocas semanas la mujer convenciĆ³ a SimĆ³n de mudarse a un nuevo domicilio porque decĆa no sentirse segura despuĆ©s de todo lo acontecido. Cambiaron de residencia a una urbanizaciĆ³n cerrada y con vigilancia privada. AdemĆ”s de que la nueva casa tambiĆ©n tenĆa cĆ”maras de seguridad.
Una noche volvĆan a estar Ćntimamente juntos despuĆ©s de todo el ajetreo que habĆan vivido:
En la habitaciĆ³n matrimonial, grande y bonita, sĆ³lo se escuchaban los gemidos de SimĆ³n a medida que los besos de Claudia se acercaban de su pecho a la entrepierna.
El pene del hombre estaba erecto en su mĆ”xima expresiĆ³n, grande con venas y grueso. El miembro parecĆa una gruesa barra de carne dispuesta a complacer el interior de su esposa.
Claudia agarrĆ³ con su mano aquel pene y empezĆ³ a mostrar la cabeza roja a travĆ©s de la piel. El prepucio ya rezumaba lĆquido preseminal. SimĆ³n exclamĆ³ suave y relajado:
—Aaaaaahhhh.
Claudia se adueĆ±Ć³ del tronco e iniciĆ³ a masturbarlo, el macho semental gimiĆ³ profundamente mientras su pecho se movĆa. En poco tiempo su verga explotĆ³ impresionantemente con una vomitada babosa de semen que saliĆ³ disparada como un misĆl surcando el aire y aterrizando en el suelo con un sonido hĆŗmedo. AĆŗn mĆ”s sorprendente fue la segunda chorrada de leche mĆ”s abundante que la primera y asĆ salieron tres mĆ”s. SimĆ³n estaba deleitado eyaculando una tras otra carga de semen cremoso y abundante.
Claudia estaba contenta ante la titĆ”nica acabada de su marido, su macho. Ella paso la mano por el pecho musculoso de SimĆ³n y lo mojĆ³ de su semen, acercĆ³ sus labios a los de Ć©l y se dejaron caer en la cama donde la penetrarĆa.
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