Solicito Empleo (5/5): Envidia - Las Bolas de Pablo

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20 nov 2016

Solicito Empleo (5/5): Envidia


CONTIENE:
-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTNG HOMBRE/HOMBRE

   Douglas tan guapo como siempre, un hombre de piel canela de ojos marrones habĆ­a conseguido finalmente un empleo como actor porno.  La nueva labor le cayĆ³ como anillo al dedo, gracias a su virilidad masculina al nacer bendecido con una polla grande y dos bolas enormes imposibles de ocultar en el pantalĆ³n que se colocase.

   Su desempeƱo en el nuevo trabajo habĆ­a sido excelente brindĆ”ndole una rĆ”pida fama y mucho dinero, pero ello despertĆ³ la envidia entre sus demĆ”s colegas, aquellos los hombres trabajadores del porno. Por ello aquella noche mientras esperaba el trailer para "Zombies Lujuriosas" el hombre promesa del porno recibirĆ­a una reprimenda de dos de sus compaƱeros de labor para que abandonara aquel tipo de empleo.

   Cuando tocaban la puerta donde estaba su pequeƱo pero cĆ³modo camerino Douglas atendiĆ³ a abrir la puerta, al hacerlo sus ojos se encontraron con Luis y Julio dos de los famosos modelos de esa empresa que habĆ­an visto su fama amenazada con Douglas abriĆ©ndose paso ante ellos.

   —Hola muchachos —saludĆ³ Douglas, tenĆ­a puesto una ajustada ropa interior blanca que resaltaba a mĆ”s no poder sus herramientas sexuales—. ¿Ya es mi turno de grabar?

   En lugar de recibir una respuesta, recibiĆ³ una patada en las bolas que lo elevĆ³ en el aire. Al emergente actor porno se le humedecieron los ojos y abriĆ³ la boca, se dejĆ³ caer lentamente de rodillas agarrandose la entrepierna, seguido fue agarrado de los brazos y arrastrado dentro de la habitaciĆ³n.


   Luis lo depositĆ³ en una silla mientras Julio cerraba con seguridad la puerta. Douglas estaba doblado del dolor testĆ­cular con imposibilidad de defenderse, inclusive cuando Julio comenzĆ³ a echar unas sogas sobre Ć©l amarrandolo a la silla. 

   —¿QuĆ© hacen, muchachos? —casi podia hablar Douglas.

   —Queremos tu despido —dijo Julio—, para eso vamos a imposibilitarte.

   —¿¡QuĆ©!?

   Luis como gran conocedor de la anatomĆ­a masculina empezĆ³ a masajear el pene de Douglas por encima de la ropa interior. Douglas se mordiĆ³ el labio. En casi un instante, su miembro se endureciĆ³ por completo.

   —No, por favor —susurrĆ³ Douglas.

   Pero Luis continuaba manoseando su exquisito pene.

   Julio fastidiado de aquella introducciĆ³n que hacia Luis metiĆ³ la mano dentro del boxer de Douglas donde alcanzĆ³ su pesado escroto y lo agarrĆ³ dentro de su palma.

   Un gemido sutil saliĆ³ de la boca de Douglas en el momento en el que Julio aplastaba uno de sus cojones entre el dedo pulgar e Ć­ndice.

   El dolor fue punzante hasta la liberaciĆ³n de su testĆ­culo.

   —Te vamos a joder las bolas para que no puedas actuar nunca mĆ”s —anunciĆ³ Luis.

   Julio apretĆ³ las bolas de nuevo. Douglas gritĆ³, resistiendose en la silla deseando liberarse para acurrucarse en el piso acariciando sus testĆ­culos.

   Sus labios temblaban y los ojos se mantenĆ­an cruzaron. Su virilidad le dolĆ­a y latĆ­a en respuesta al apretĆ³n.

   Luis continuaba masturbĆ”ndolo, la sensaciĆ³n se sentĆ­a increĆ­ble, pero el dolor infligido a sus pelotas lo hizo sentir como si estuviera inmovilizado por un par de globos de plomo.

   —Sueltenme, muchachos —rogĆ³ Douglas sintiendo el puro dolor que se irradia desde la ingle al estĆ³mago—. Yo no le he hecho nada.

   —¡CĆ”llate! Te lo mereces por robar nuetros puestos. A nosotros nos costĆ³ mucho tiempo.

   Con un fĆ©rreo apretĆ³n una nueva ola de dolor nauseabundo se apoderĆ³ de Douglas. Sus bolas latĆ­an furiosamente.

   La sensaciĆ³n de tener una mano deslizandose sobre su pene creaba ondas de placer en el cuerpo de Douglas pero el dolor de huevos contrastaba el extasis.

   —Ohhhhhh —susurrĆ³ Douglas suavemente comenzando a empujar sus caderas contra el agarre de Julio. Su polla escupiĆ³ un riachuelo de lĆ­quido transparente.

   Con un gruƱido lujurioso, Luis masturbĆ³ rĆ”pido al pene de cabeza grande y bulbosa. El actor porno se inclinĆ³ sobre Douglas y le aplicĆ³ sexo oral.

   El apuesto Douglas se quejĆ³.

   Pocos minutos tuvieron que pasar para que Douglas sintiera que ya no aguantaria mas e iba a estallar de placer.

   —Tan pronto como acabes te cortaremos las bolas —destacĆ³ Julio con voz gruesa.

   Douglas se llenĆ³ de miedo y echĆ³ atrĆ”s la cabeza mientras Luis subĆ­a y bajaba en su regazo.

   Douglas gimiĆ³ suavemente una vez mĆ”s, la boca de Luis se sentĆ­a muy bien alrededor de su pene. Estaba tan perdido en sus pensamientos, que no parecĆ­a darse cuenta de que los mĆŗsculos de sus piernas estaban apretados y que su pene se endurecĆ­a como una barra de acero. Todo lo que podĆ­a pensar era en lo bien que se sentĆ­a.

   Entonces, casi antes de saber lo que estaba ocurriendo, su pene mojĆ³ la boca de Luis.

   Luis se echĆ³ atrĆ”s cuando el primer chorro de jugo de Douglas salpicĆ³ toda su lengua. Se atragantĆ³ con la sustancia salada, a continuaciĆ³n Julio retorciĆ³ las bolas intentando aniquilarlas.

   Douglas gimiĆ³ de dolor, Julio apretaba muy duro sus bolas, una contra la otra.

   El pecho de Douglas se quedĆ³ tenso y su espalda se arqueĆ³, en respuesta un pequeƱo pegote de semen saliĆ³ de su pene.

   Julio doblĆ³ aĆŗn mĆ”s los testĆ­culos y observĆ³ el pene de Douglas estremeciendose escapando otra gruesa capa de crema masculina.

   Douglas tosiĆ³ desesperado.

   Julio echĆ³ hacia atrĆ”s el brazo y le dio un puƱetazo en las bolas.

   Douglas hizo una mueca y gruĆ±Ć³ de dolor, pero eso no impidiĆ³ que Julio repitiera el golpe.

   Douglas parecĆ­a a punto de llorar y su cuerpo sufriĆ³ un espasmo.

   En el mismo momento que el dolor  en los testĆ­culos se hizo irresistible el pene de Douglas soltĆ³ una rĆ”faga abundante de semen botando todo lo que tenia acumulado en sus pelotas.

   Luego, con un golpe devastador, el puƱo de Julio aplastĆ³ los cojones con fuerza, enterrandolos contra la pelvis.

   Douglas gritĆ³ y un lote leche saliĆ³ disparada de su pene rociando el aire como una escopeta.

   Luis se riĆ³ y se adueĆ±Ć³ del pene de Douglas mientras Julio agarrĆ³ sus dos bolas entre los dedos y las apretĆ³ con fuerza.

   Douglas gritĆ³ y su cabeza cayĆ³ hacia atrĆ”s, recompensado a Luis con otro gran pegote de semen.

   Julio se echĆ³ a reĆ­r cuando la cara de su compaƱero estaba cubierta de leche, el hombre soltĆ³ los testĆ­culos de Douglas y se limpiĆ³ las mejillas con una mano.

   Douglas procesĆ³ el dolor en su cuerpo cerrando los ojos con fuerza.

   De pronto la puerta se abriĆ³ apareciendo la dueƱa de la empresa en el umbral escoltada por dos hombres.

   —¿EstĆ”s bien? —le preguntĆ³ a Douglas, Ć©l gimiĆ³. Ella se dirigiĆ³ a los modelos pornos—. Ustedes dos vayan a mi oficina —esperĆ³ que los hombres salieron de la oficina cabizbajos para ir hasta el pobre Douglas, le agarrĆ³ el pene que aun chorreaba semen y se lo guardĆ³ dentro del calzĆ³n. Ella luego se chupĆ³ los dedos probando la salada salsa—. EstarĆ”s bien, mientras estĆ©s en esta empresa serĆ”s de los modelos mĆ”s destacados.

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