Sementales (2/5): Los hermanos

CONTIENE:

-SEXO HOMOSEXUAL

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   El estudio de grabación ya se encontraba preparado para la escena a ser grabada por los dos actores hermanos y el resto del equipo. Daniel, el robusto hermano mayor estaba con la pose acordada, tres muchachos que serían parte importante de la película se amontonaron en el medio de la escena. Lenín el hermano menor estaba mirándolos a todos ellos, era un joven musculoso y grueso, con un bulto obscenamente grande ubicado en su entrepierna bajo un calzón ajustado de color blanco. De la cabeza a los pies, su cuerpo estaba cubierto de espesos músculos mientras su cara era rectangular y atractiva.

   Con un movimiento del director los camarógrafos se movieron dando inicio a la película.

   Los tres hombres desnudos se unieron en forma de triangulo pareciendo intimidados ante los robustos hermanos que los miraban.

   Daniel dio unos pasos hacia ellos lanzando una risa maliciosa.

   —¿A cual vas a escoger hermano? Antes de iniciar tienes que poner en práctica todo lo que te he enseñado —dijo.

   Daniel y Lenín eran hermanos tanto en su vida familiar como en las películas porno que hacían.

   Lenín afirmó y se acercó a la tríada de jóvenes escogiendo a un muchacho de tez aceitunada. Los ojos de Daniel contemplaban la buena apariencia del hombre seleccionado que derrochaba virilidad.

   Lenín se colocó de rodillas ante el muchacho y empezó a manipular su miembro con las manos, el joven que era masturbado gimió levemente mientras su pene se hinchaba y crecía a gloriosos centímetros. Lenín miró con delicadeza y lo metió otra vez en su boca donde se escuchó que lo empezaba a sorber.

   Daniel lo miró con reproche y negó con la cabeza. Cada vez los sonidos de Lenín eran más ruidosos en la habitación. Sin embargo el dueño de la polla emitía pequeños gemidos sintiéndose cómodo con los suaves labios deslizándose por su pito.

   Daniel se situó estrategicamente tras su hermano menor Lenín, continuó negando con la cabeza, se inclinó y se apoderó con sus manos de las grandes huevas de Lenín.

   —regla número uno —dijo—: no hacer ruidos con la boca.

   —Ughhhh —Lenín se estremeció sintiendo el dolor explotar desde sus bolas.

   Daniel dobló el puño retorciendo el par de bolas con el.

   El rostro de Lenín se tensó todavía con el pito en su boca al que tuvo que sacar al instante.

   —Su… sueltame, hermano —rogó mientras sus huevos llenos de esperma eran retorcidos por la mano grande.

   —Quitate de ahí y observa como lo hace un profesional.

   Daniel dio un último templón de bolas a su hermano que lanzó un grito intenso, se apartó del hombre desnudo y dándole paso al hermano mayor que saboreó el pene entre sus labios haciendo el menor ruido posible. Lenín lo miró con reproche.

   El beneficiado colocó cara de placer y sujetó a Daniel de los cabellos para ayudarlo a mover la cabeza. Daba gemidos exquisitos.

   Daniel sacó la polla de su boca y la frotó en su mano hasta que su potente pecho fue mojado por un gran chorro de semen.

   Daniel sonrió burlonamente.

   —¿Aprendes hermano? Ahora iré por la otra polla. Vamos, chico, ven aquí.

   El otro muchacho se acercó al actor que frotó con sus manos los duros abdominales del mayor de los hermanos.

   El muchacho gimió de sorpresa al sentir la cálida humedad en la boca de Daniel sintiéndose increíble. Su polla se endureció al instante, y después de unos minutos estaba gimiendo y listo para ser liberado de su semen.

   —¿apregdes hegmano? —se oyó a Daniel con su boca practicando un fabuloso sexo oral.

   Lenín observó con envidia como las bolas del actor extra ascendían a la base de su vástago.

   La leche del hombre empezó a brotar de su pene y resbaló por los labios de Daniel.

   —¿Ves, hermano? —habló Daniel incorporándose después de tragar el tajo de jugo viríl—. Todavía te falta mucho para aprender. Da las gracias que tienes un hermano mayor dispuesto a enseñarte. Algún día serás tan bueno como yo pero te falta mucho —flexionó sus grandes bíceps con arrogancia.

   Lenín que estaba furioso se abalanzó sobre Daniel agarrándolo del hombro y subiendo su rodilla contra su entrepierna. La rótula chocó contra las bolas de su hermano haciendo un fuerte crujido.

   Daniel gritó. Su cuerpo se elevó en el aire tatando de liberarse del rudo agarre de su hermano menor. Otra vez sus grandes y orgullosos huevos fueron golpeados por la rodilla de Lenín. Al rodillazo le siguió otro y otro que martillaron su escroto provocando que sus lamentos llenaran el estudio.

   Cuando Lenín soltó a su hermano este cayó al suelo sin ningún tipo de fuerza lloriqueando al sostener sus pelotas con ambas manos. Lenín lo miró y sonrió de satisfacción.

   —¡Corte! —era la voz de mando del director. La escena había finalizado con éxito.

   —Eso no estaba en el guión —se quejó desde el suelo Daniel. Guardó silencio y se acurrucó en el piso en posición fetal.

   —Y tampoco estaba en guión que me apartaras del muchacho, ¡grandisimo metiche!