CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
—Damas y caballeros —hablaba Kevin el nuevo administrador del Nautilus Bar a travĆ©s del micrófono. Esa noche inaugural el bar estaba abarrotado de clientes aguardando al nuevo grupo de bailarines que alegrarĆan la noche entre coreografĆas, fetiches y sexo—. Para mi es muy grato haber creado tanta expectativa con la nueva temporada del Solid Show, espero que disfruten a los bailarines y los alquilen para sus mĆ”s oscuras perversiones rĆ”pidamente porque ustedes son muchos y ellos sólo seis. Con ustedes los guapos del Solid Show.
Los aplausos reinaron en el bar y seis machos semidesnudos salieron para la coreografĆa inicial.
El pĆŗblico vitoreó con entusiasmo a Luis que caminaba sacando el pecho con el cuerpo medio desnudo. Su ancho torso brillaba con los reflectores nuevos del bar. Sus piernas eran musculosas y sus muslos llenos de carne. Calzaba un ajustado y pequeƱo bóxer negro que retenĆa a su miembro y sostenĆa firmemente su trasero, sea como fuera aquella prenda resultaba sexy para muchos. Luis se detuvo como sus compaƱeros e inició el baile haciendo un lento pero sugerente movimiento de cintura escuchando los aplausos de emoción en el pĆŗblico.
Luis era un bisexual de 29 aƱos, le gustaba el contacto cuerpo a cuerpo y hacer rozar su pene. TenĆa expectativa con su trabajo en el bar y deseaba tener sexo con cualquiera de los pulcros clientes del Nautilus, no le importaba si era hombre o mujer.
Siguiendo la coreografĆa se echó al piso como sus compaƱeros e hizo unas deportivas flexiones excitando a todos los clientes. Su corazón latĆa a prisa mientras su cuerpo empezaba a sudar la adrenalina generada.
En mĆ”s de una ocasión en su vida Luis habĆa recibido un golpe en sus testĆculos, la mĆ”s dolorosa que recordaba fue cuando lo robaron que terminaron pegĆ”ndole con un palo en los cocos que lo dejó llorando en el piso por mĆ”s de treinta minutos y con las bolas hinchadas por dĆas.
A su lado estaba Alan calzando una ropa interior morada su rostro era atractivo pero no guapo y su cuerpo era un poco extraƱo segĆŗn la opinión de varias persona, sus piernas eran largas su cintura pequeƱa y su torso ancho pero de fuerte abdomen que provocaba acariciarlo sin embargo movĆa su cuerpo muy bien a travĆ©s del baile.
Alan era un heterosexual de 28 aƱos con anterioridad ya habĆa trabajado como bailarĆn y como prostituto, dejando satisfecha sexualmente a mujeres hermosas y feas, delgadas y obesas. Tal parecĆa que su herramienta sexual regalaba placer.
Alan estaba dispuesto a regalar sexo y a dejarse golpear los testĆculos con los nuevos fetichistas que visitaban el bar.
MĆ”s allĆ” bailando estaba Jorge un hombre corpulento que era homosexual y se movĆa con el cuerpo todo sudado y ropa interior azul que marcaba un bulto muy grande y que a todos les gustaba como cedĆa bajo sus sensuales movimientos.
Jorge siempre habĆa trabajado en instituciones que se relacionaran con el sexo. HabĆa laborado para una empresa donde luchaba con otro hombres pegĆ”ndole en los testĆculos y ahora trabajarĆa en el Solid Show haciendo lo que mĆ”s le gustaba. Actualmente estaba soltero ya que su Ćŗltima pareja un atractivo y fuerte rubio no soportó la idea de que se divirtiera teniendo sexo con otros hombres a cambio de dinero.
El mĆ”s joven de los seis contratados era Felipe un guapo universitario de 25 aƱos, era sumamente atractivo con el cuerpo trabajado por el gimnasio, estaba calzando una ropa interior blanca que sabĆa rellenar muy bien. Era dueƱo de una verga grande y de testĆculos pesados y muy vulnerables, asĆ que habĆa en donde agarrar y doblegarlo.
Felipe era heterosexual pero querĆa tambiĆ©n experimentar con personas de su mismo sexo. Ćnicamente que no se querĆa dejar penetrar.
El batĆa su rico cuerpo a ritmo de la mĆŗsica y ya tenĆa a varios clientes haciendo apuestas por tener una noche con Ć©l a dispuestos a darle golpes en las bolas y hacerlo eyacular.
Felipe siempre habĆa sido adicto al ballbusting y ello toda su vida amorosa le trajo problemas con sus novias porque en la intimidad se excitaba mĆ”s con golpes a sus huevos que por verlas desnudas.
RubĆ©n, un fuerte y sensual moreno bailaban siguiendo la coreografĆa, en aquel momento se sujetaba la cabeza mientras movĆa la cadera. Sus piernas eran tan robustas que parecĆan troncos de arboles.
Su morbo vital era el ballbusting, y el atractivo hombre siempre organizaba sesiones con sus amigos o desconocidos ubicados por internet para que lo dominaran por sus ovalados huevos.
Entre el pĆŗblico habĆan acudido varios de sus amigos que apostaban por Ć©l para tener una divertida reunión privada y poder patearle las bolas que tantas veces lo habĆan dejado en el piso retorciĆ©ndose como culebra.
El show ya casi terminaba y sus hombres permitieron segĆŗn la coreografĆa que Gustavo, un profesor que venĆa del extranjero cerrara con broche de oro.
Gustavo era de cuerpo atlético y alto. Cuando todos lo conocieron creyeron que era un nerd por sus lentes y su gusto por las matemÔticas pero el hombre resultó extravagante.
Siguiendo el orden de la canción electrónica que ya culminaba, Gustavo bailaba sujetandose la costura de la ropa interior, sus compaƱeros le aplaudĆan alentĆ”ndolo. Gustavo separó las piernas, sonrió pĆcaramente al pĆŗblico y estiró su prenda, la tela cedió rompiĆ©ndose dejandolo desnudo ante el pĆŗblico que estalló en aplausos y silbidos viendo su semidura verga y las colgantes pelotas, el show habĆa terminado y las apuestas por el reventaron.
…
HabĆan dos maneras de trabajar en el bar Nautilus, una era siendo alquilado por algĆŗn cliente y ser llevado a una de las habitaciones del prostĆbulo o sentĆ”ndose con alguno de ellos y esperar que lo llevara a un nuevo hotel o los cuartos de ahĆ. Pero dada la condicion de los muchachos la primera opcion estaba a la orden de la noche.
RubĆ©n, Alan y Gustavo habĆan tenido la suerte de ser contratados, CĆ©sar y Jorge estaban cada quien por su cuenta sentados con clientes y Felipe -aunque habĆa sido el que mĆ”s pujas habĆa recibido de los bailarines antes del cierre de Gustavo-, Carlos el administrador le ordenó que no aceptara ningĆŗn tipo de invitación hasta nueva orden. El lindo universitario estaba parado en una columna del local rechazando propuestas, continuaba semidesnudo mostrando a todos el bulto en su ropa interior.
Carlos finalmente se acercó a Ć©l, habĆa sido uno de los bailarines favoritos de la primera temporada, por ello todavĆa transitaba por el bar usando ropa ajustada o semidesnudo como caminaba ahora, portando un bóxer negro. Todo era con el fin de mantener con el morbo a clientes aunque ya no se ofreciese como puto.
—Recibe esto —le dijo a Felipe entregando en sus manos la llave de una habitación y una ropa interior azul.
—¿QuĆ© es eso? —preguntó Felipe.
—Ya te estĆ” esperando un cliente, tambiĆ©n quiere que te pongas eso.
—Ah, estĆ” bien.
—Mucho Ć©xito, galĆ”n.
Felipe sonrió y se preparó para irse a su trabajo, cuando se iba recibió una nalgada de Carlos que la catalogó como de «suerte».
Felipe antes de pasar a la habitación fue al baƱo dónde se cambió. La nueva prenda que le habĆan ordenado colocarse mostraba su cabezón pene a travĆ©s de una tela con mallas. Sus bolas grandes quedaron compactas entre sus muslos abrió la puerta y se quedó sorprendido al saber que Kevin el administrador lo habĆa alquilado.
—SĆ yo —confirmó Kevin con una sonrisa—, te alquilĆ© desde antes de que se abriera el show. Quiero que sepas que tengo unas ganas de ti desde que te conocĆ en la entrevista.
—Vaya —comentó Felipe intentado calmar sus nervios—, me siento afortunado —sólo dijo.
—Afortunado soy yo, de poder patear y aplastarte las pelotas.
Felipe sonrió y separó las piernas dejando sus testĆculos a merced de Kevin.
—Bueno, bueno, bueno, bueno, bueno —murmuró Kevin mientras sus ojos bebĆan el cuerpo casi desnudo de Felipe.
Kevin agarró con firmeza las bolas de Felipe. El muchacho jadeó y dobló sus rodillas.
—Ohhhhhh… —gruñó inĆŗtilmente.
Kevin retorció el par de naranjas que tenĆa entre sus dedos mirando firmemente a la bella cara de Felipe que tosĆa desesperado.
—Que excitante —comentó Kevin aflojando su agarre, pero todavĆa sosteniendo la entrepierna del hermoso muchacho—. Cuando te vi la primera vez supe que tenĆas talento para esto. Y mira que no me decepcionas.
Colocó los testĆculos hasta la base del escroto dejandolos fuera de su mano y con el otro brazo les dió una dura palmada.
Felipe sintió como si su mundo se derrumbara. Sus rodillas se unieron y perdió el equilibrio.
—¡Enderezate, carajo! —ordenó Kevin ahora agarrando de forma firme las grandes huevas.
Felipe gimió.
—Demuestrame que eres un tipo fuerte.
Felipe afirmó con la cabeza sintiendose mareado. Sus bolas eran muy frÔgiles pese al tamaño pero su pene ya estaba tieso y duro ante el contacto cruel de Kevin torturandolas.
—Ahora, esto tiene que ser mejor —sonrió Kevin inspeccionando el pĆ”lido rostro del puto—, tu pito se ve muy rico. Voy a lamerlo, hasta esta noche fuiste heterosexual, desde ahora eres mi perra, mejor aun mi cachorrito. Y me voy a comer a tu cabezón —declaró mirando el denso falo.
Por primera vez Felipe sonrió, aquellas palabras provocaron que se calentara mucho mas.
Kevin bajo la ropa anterior y se adueñó del pedazo de carne de Felipe.
La polla del puto se estremeció expectante dentro de la mano de Kevin, que terminó agarrando otra vez sus gónadas gordas.
—Esto debe estar full de leche juzgando su tamaƱo —dijo mientras manipulaba las adoloridas pelotas.
Felipe no pudo evitar sonreĆr al elogio, a pesar del dolor de bolas.
Kevin dio al par de cojones un fuerte jalón.
Felipe se sobresaltó y su boca formó una "o". Sin previo aviso y devastĆ”ndolo Kevin subió la rodilla contra su entrepierna. Estrellando los testĆculos entre la pĆ©lvis y la rótula.
Felipe gritó, pero eso no frenó a Kevin que se aferró al hombro del muchacho y levantaba la rodilla otra vez.
Felipe se derribó en el suelo, agarrando frenéticamente su hinchado escroto.
—Que sexy —sonrió Kevin amasando su mano el paqueton que se le marcaba en el pantalon, su verga habia crecido groseramente—, creo que mi verga va a estallar… Es mĆ”s, quiero que me la chupes y es una orden.
Parado fuera de la habitación Luis escuchaba la escena, habĆa terminado de tener una sesión privada de ballbusting dónde fue Ć©l quien golpeó al cliente. Ahora allĆ excitado oyendo la escena de indudablemente las voces de Felipe y Kevin sonrió al oĆr el ruido de una cremayera, seguido del resonante eco de las chupadas acompaƱado de un gutural gemido.
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