Navidad con Trump - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

25 dic 2017

Navidad con Trump

   Con esta entrega cerramos el ciclo de relatos 2017 por lo que queda de esta semana de diciembre y parte de la otra en enero el blog estara inactivo por vacaciones. La nueva temporada de relatos inicia el 4 de enero como de costumbre dia que el sitio cumple 7 aƱos de relatos ininterrumpidos de ballbusting. FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AƑO 2018, sigan pateando bolas. 

Escrito por: ZATN

Contiene Ballbusting M/M. y  SEXO ORAL M/M


   Ya me conocen, soy Daniel Roberto un universitario de 23 aƱos, hace unos 3 meses tuve una experiencia bastante extraƱa con un “criminal”, Al que llamĆ© “Trump”.

   Por circunstancias diversas, me hallaba en un oscuro parque a altas horas de la noche y disfrazado de mujer, cuando fui atacado por el delincuente sexual… Muchas cosas pasaron y terminamos en un hotel cercano teniendo una prĆ”ctica sadomasoquista; A “Trump”  le gustaba ser golpeado en los testĆ­culos, y esta ”chica” le complaciĆ³. TambiĆ©n le hice sexo oral, pero al final cada quien tomo su camino y no lo volvĆ­ a ver, ni siquiera le pregunte su nombre, pero su bello rostro y cuerpo, me dejaron tramado con este sujeto… Tanto que pase 15 dĆ­as regresando al mismo parque a altas horas de la noche para poder reencontrarme con Ć©l, pero luego de no hallarlo me rendĆ­.
   Hoy es vĆ­spera de navidad y hay una gran fiesta en la zona, pero curiosamente se debe ir disfrazado, pero se preguntarĆ”n ¿por que?, es simple: En Halloween siempre se ha organizado una gran fiesta de disfraces, un hombre con dinero y muy querido en esta zona paga todo los gastos de esa fiesta. Pero este aƱo para el 31 de octubre, su madre se hallaba hospitalizada, por eso no organizĆ³ nada, su madre dejarĆ­a la clĆ­nica unos 15 dĆ­as despuĆ©s; Ahora el sujeto decidiĆ³ celebrar la fiesta de disfraces el dĆ­a de navidad, una celebraciĆ³n aĆŗn mĆ”s imponente y por su tamaƱo se realizĆ³ en una amplia plaza cercana a mi casa, en donde mĆ”s de 500 personas disfrazadas estaban invitadas.

   Por allĆ­ veo bailar a la anciana madre del fiestero, ya estĆ” mĆ”s que recuperada.

   Como mi disfraz favorito es el de chica… aquel con el que conocĆ­ a “Trump”, vine asĆ­ como una llamativa rubia, en blue jeans y botines.

   AsistĆ­ con una amiga que conozco desde el colegio, y ahora estudia conmigo en la universidad, ella y yo nunca hemos tenido nada, mĆ”s bien nos tratamos como casi hermanos; Peculiarmente vino disfrazada de hombre.

   Me asegurĆ© de ponerle un calcetĆ­n enrollado dentro de los pantalones:

   “Ahora si pareces hombre… un hombre debe tener algo de bulto entre las piernas”.

   Ah y por supuesto, todos debĆ­an llevar un gorro de Santa Claus, no serĆ­a una fiesta de navidad sin esto, asĆ­ que podĆ­as ver renos, duendes, soldaditos de plomo, todos personajes de la Ć©poca navideƱa, junto a brujas, vampiros, policĆ­as, sĆŗper hĆ©roes, todos con gorro navideƱo, y el organizador se disfrazĆ³… Oh sorpresa!…de Santa Claus!… Que original disfraz en mi opiniĆ³n.
La fiesta era un Ć©xito, y mĆ”s de una vez mi corazĆ³n se paralizĆ³ al ver a algunos invitados con mascara de Donald Trump, como anhelaba volver a ver a ese hombre.

   En cierto momento alguien me llama por detrĆ”s, volteo y casi me quedo de piedra.

   “Vaya jovencita, veo que vino a esta fiesta, ¿no sabĆ­as que habĆ­a que traer disfraz?”.

   Quien hablaba era el administrador del hotel, donde vestida de chica ingrese para pegarle en los huevos a “Trump”. Al parecer tambiĆ©n vivĆ­a en esta Ć”rea y por ello apareciĆ³ en la fiesta…
…llevaba un disfraz de gorila, y se habĆ­a quitado la capucha para que le reconociera. Obviamente aun pensaba que era una mujer, vaya que estaba confundido este sujeto… SĆ© que tenĆ­a un buen disfraz puesto, pero no notar que soy hombre, ya era el colmo; En fin, me creĆ­a una chica  que vino a la fiesta sin disfraz.

   “CĆ³mo le va seƱor” le respondĆ­, no podĆ­a decirle mi real gĆ©nero, de hacerlo sabrĆ­a que fui a su hotel con otro hombre, y no querĆ­a se supiese en pĆŗblico mi gusto homosexual.

   “Estas solita?, no te acompaƱa tu novio esta vez?”.

   “Oh, estĆ” usted equivocado”. ComencĆ© a voltear de un lado a otro buscando a mi amiga en papel de hombre, este sujeto ya me habĆ­a hecho un guiƱo con el ojo, casi en frente de quien me creĆ­a era mi pareja, si en esta fiesta me hallaba sola, no se me despegarĆ­a; Al ubicarla se la seƱalĆ© de lejos.

   “Mire,  allĆ” estĆ” mi pareja!, el tampoco vino disfrazado, no sabĆ­amos eso, perdĆ³n”.

   Viendo la cercanĆ­a de mi falsa pareja, el hombre decidiĆ³ seguir su camino, sĆ³lo Dios sabe que hubiera pasado de ese sujeto hubiese comenzado a coquetearme.

   PasĆ³ el tiempo y todos cantĆ”bamos felices alrededor de un enorme Ć”rbol de navidad, con cientos de regalos; En ese momento, alguien me toma del brazo y me aleja de la multitud… Estoy confundido de lo que sucede, pero en el ambiente festivo y con algunos tragos encima, me dejĆ© llevar…
… Cuando me veo cada vez mĆ”s lejos de la multitud, le pregunto a quiĆ©n me hala que quiere, volteo y una vez mĆ”s mi corazĆ³n se acelera, pues el que me arrastra tiene mascara de Trump, con el complemento del gorro navideƱo.

   Por fin me canso del jueguito y con un solo movimiento, freno en seco y libero mi brazo cautivo.

   “QuiĆ©n eres?, que quieres?”.

   Sin respuesta, el encapuchado con mucha fuerza me toma de la mano, intentĆ³ no dejarme llevar, pero el sujeto da tanto impulso que se la cae el gorro navideƱo, finalmente me mete a un prĆ³ximo callejĆ³n el cual era al parecer nuestro destino final… Mientras me jalonaba de nuevo le detallo mejor la mĆ”scara, demasiado igual a la del sujeto que conocĆ­ en el parque.

   Ya en el sitio me suelta y queda frente a mĆ­, por fin habla:

   “Veo que sigues vistiĆ©ndote de mujer… Sabes ahora quiĆ©n soy?”.

   ReconocĆ­ la voz de inmediato.

   “Trump!...eh, eres tĆŗ?”.

   “Quien mĆ”s?”. ExpresĆ³ retirĆ”ndose la mĆ”scara y mostrĆ”ndome su bello y varonil rostro.
   Quede boquiabierto un instante, aĆŗn no creĆ­a que lo tuviera en frente mĆ­o.

   “Di algo “chica”, no te quedes ahĆ­”.
   ReaccionĆ© y  me lancĆ© hacia Ć©l, con fuerza le enterrĆ© un rodillazo en los testĆ­culos.

   “AAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!”. GritĆ³ sorprendido y callĆ³ de inmediato al suelo, acurrucĆ”ndose del dolor.

   SonriĆ³ levemente, pero su expresiĆ³n de adolorido se imponĆ­a.

   “DĆ³nde estabas?!!”. Le reclamĆ©.

   “Auch!...Veo que te da gusto verme”. Dijo, tomando aire y tratando de sentarse en el sucio suelo.

   “No es cierto!”. MentĆ­a tercamente.

   IncorporĆ”ndose torpemente, me debatiĆ³  “Entonces porque me das lo que sabes que mĆ”s me gusta”.

   TenĆ­a toda la razĆ³n, nunca quise lastimarlo, estaba feliz de verle.

   “Pero que haces aquĆ­?, y porque vienes hasta ahora?”.

   Me pidiĆ³ ayuda para mantenerse bien en pie, y pidiĆ³ tiempo para retomar mĆ”s aire y poder hablar; le ayude con gusto, y terminĆ³ apoyado contra una pared de ladrillos, se inclinĆ³ colocando sus manos en las rodillas, recuperando fuerzas.

   “En realidad yo vivo en otra ciudad, solo venĆ­a aquĆ­ por periodos de tiempo, una semana y me marchaba, y volvĆ­a a regresar otra semana”.

   “Lo hacĆ­as por tus actos criminales verdad?”.

   “AsĆ­ es, pero cuando pasaron las cosas contigo, no sabĆ­a quĆ© hacer, ya no iba a volver a atacar a mujeres, asĆ­ que regresĆ© a mi ciudad… Luego de pensarlo muy bien decidĆ­ por fin verte otra vez, pero eso fue como hace 1 mes, y no sabĆ­a ni donde vivĆ­as”.

   El escuchar que habĆ­a dejado sus ataques a mujeres me alegrĆ³, pero retomĆ© el tema y le preguntĆ©: “Fuiste al parque a buscarme?”.

   “Claro!, pasaba por el parque a cada rato en las noches, pero no te vi”.

   “Fui al parque con este disfraz cada noche, por 15 dĆ­as, querĆ­a verte!”.

   “PerdĆ³n por hacerte esperar, debĆ­ volver antes… pero estaba muy confundido”.

   “Bueno era obvio estos problemas, cuando nos separamos ninguno sabĆ­a mucho del otro, pero como me hallaste hoy?”.

   “Supe de la fiesta, y como es muy concurrida, creĆ­ que te podrĆ­a encontrar aquĆ­… Veo que sigues vistiendo de chica, asĆ­ fue mĆ”s fĆ”cil verte”.

   “Me gusta este disfraz, ademĆ”s es Navidad, o Halloween, bueno eso depende del organizador de la fiesta”.

   “Si ya me enterĆ© de eso, pero dime, viniste solo?, o estas con alguien?”.

   Ahora que era obvio el interĆ©s de Trump por mĆ­, todo podrĆ­a arruinarse si yo  tenĆ­a una pareja con quien estuviera saliendo por el momento.

   “Bueno vine con una amiga, solo es amiga de la universidad, pero no somos pareja ni nada”.

   “Bueno estoy de suerte entonces”.

   SonreĆ­ por como se daban las cosas, le abracĆ© con determinaciĆ³n y real aprecio: “Oh “Trump”… te querĆ­a ver desde hace tanto… me gustaste mucho, no sabes cĆ³mo anhelaba verte, pero porque tardaste tanto, temĆ­ nunca verte otra vez”.

   “Yo tambiĆ©n te querĆ­a ver, pero debo decirte que nunca he tenido cosas con otro hombre, asĆ­ que esto para mi es terreno inexplorado, asĆ­ que tal vez no sea lo que esperas de mi”.

   “No digas eso, te dije esa vez que yo tampoco tengo mucha experiencia en intimar con los de mi mismo sexo”.

   “Pero aquella vez me la hiciste con la boca y fue maravilloso”.

   Sus palabras me sonrojaron, y me alejĆ© de Ć©l; Entusiasmado le propuse: “Quieres otra mamada?, si me lo pides podrĆ­a complacerte”.

   El solo bajo la mirada a su entrepierna y dijo: “Me gustarĆ­a me la chuparas, pero aquĆ­ hay otra parte mĆ­a que ya quiere otras atenciones de tu parte… Ya estoy repuesto del primero…”.

   EntendĆ­ perfectamente a lo que se referĆ­a, “Gran pervertido!”. 

   Pero antes de golpearle, le desabrochĆ© el pantalĆ³n, yo mismo me habĆ­a bajado los blue jeans, quedando ambos con los pantalones a los tobillos; contento pude ver su pene a media erecciĆ³n, y sus bolas colgando totalmente incautas de lo que les venĆ­a.

   AsĆ­ que ya mĆ”s cĆ³modos, le tomĆ© de los hombros y le di dos rĆ”pidos y firmes rodillazos en la entrepierna.

   Mi rodilla hacia mella en Ć©l, levantando y aplastando sus bolas.

   “Ooohhh!!!,  Ughhhhh!!!”.

   ExclamĆ³ sacando el aire de sus pulmones, se doblĆ³ en dos, pero le sostuve para evitar que cayera al suelo.

   “Espera!, no caigas, no me gustarĆ­a que…”. Se quedĆ³ viĆ©ndome con cara de dolor, esperando que terminase mi frase.

   “AAAAAAahhhhhhhhhh!!!!!”, mi rodilla una vez mĆ”s invadiĆ³ su espacio genital.

   “…decĆ­a que no me gustarĆ­a que te perdieras este nuevo rodillazo”.

   ComencĆ© a reĆ­r y lo soltĆ©, rodo por el suelo adoptando la posiciĆ³n fetal. Era un momento mĆ”gico, me divertĆ­a con alguien apreciado para mĆ­, no tenĆ­a miedo de que alguien llegase y nos sorprendiese haciendo tales y pervertidas acciones… La fiesta estaba ya algo alejada, pero ensordecedora, asĆ­ que los alaridos de “Trump” no serĆ­an escuchados por nadie.

   No podĆ­a mantener la risa, me gusto engaƱarlo, darle cuando no esperaba un golpe; Pero todo esto que hacĆ­a, a pesar de parecer enfermizo me era muy divertido, sobre todo porque sabĆ­a que a Ć©l le gustaba.

   Me le acerquĆ© para molestarlo un poco “CreĆ­ que eras mĆ”s fuerte… pero resulta que eres mĆ”s dĆ©bil que un niƱo, unos golpecitos y mira como quedas, Jajaja!”.

   Le di tiempo para recuperarse, esperaba algo mĆ”s Ć­ntimo con Ć©l, pues golpearlo me habĆ­a excitado, y el mucho mĆ”s pues le veĆ­a el pene parado.

   Luego de regresarle el color al rostro, se arrodillĆ³ en el suelo, sin dejar un segundo de sobarse los cojones, me arrodillĆ© frente a Ć©l, y le puse mi gorro navideƱo… que lindo le quedaba.

   ComencĆ© a besarle en las mejillas, Ć©l sonreĆ­a y me dio sus labios, donde ambos nos besamos apasionadamente, “Trump” acaricio mi entrepierna, desatĆ”ndome una erecciĆ³n ahora incontrolable, aĆŗn no tenĆ­a acceso a su entrepierna, pues con una mano aĆŗn se la sobaba.

   Se incorporĆ³ y recostĆ³ en la pared de ladrillo, ahora ya sin ayuda, estaba mucho mĆ”s repuesto;  Enseguida me acerquĆ© a su verga; Aun estando de rodillas, mi boca quedaba a centĆ­metros de su glande… estaba goteando lĆ­quido seminal…
…Y le comencĆ© a chupar la verga, tras un par de saboreadas, el ya gemĆ­a con intensidad.

   Pero repentinamente con una mano en mi frente me alejĆ³ de su vara de carne.

   “No es justo, tĆŗ tambiĆ©n mereces algo de disfrute, pero…”.

   “Pero quĆ©?”.

   “Nunca se la he chupado a un hombre, no me hallo haciendo eso, perdĆ³n”.

   Ahora sabĆ­a un poco mĆ”s sobre Ć©l, parece que su experiencia conmigo, era la primera homosexual en su vida, Y aunque yo no era muy experto, parecĆ­a que aportaba la poca experiencia en este dĆŗo.

   “Entiendo, no te pido que lo hagas, no me sentirĆ­a bien sabiendo que no te gusta”.

   CompartĆ­a su incomodidad, ya le habĆ­a dejado claro que nunca habĆ­a tenido sexo con otro hombre mĆ”s allĆ” de caricias y lo oral, y aĆŗn  temĆ­a dar un paso mĆ”s allĆ” de eso.

   “No estoy listo para eso, pero si te la puedo jalar… ¿me dejas?, quiero que disfrutes”.

   Mi cara se congestionĆ³ de la emociĆ³n, una paja de parte de “Trump”, pues bienvenida era.

   AsĆ­ que en medio de la noche, acordamos un intercambio de placeres, nos acostamos en el sucio callejĆ³n, ambos desnudos completamente. Mi cabello largo rubio y falso, termino por algĆŗn lado, y adoptamos la posiciĆ³n 69, yo pedĆ­ abajo, y Ć©l se arrodillaba sobre mĆ­, con una mano mantuve firme su garrote apuntando a mi boca, mientras degustĆ© con mi golosa lengua su rojo glande, arrancĆ”ndole gemido tras gemido.

   Por su lado, “Trump” tenĆ­a problemas con mis caricias, no paraba de temblar del gusto, pero lograba hacer bien su parte… Era hĆ”bil con la mano y apretaba con fuerza mi miembro, casi arrancĆ”ndome un grito, luego con un dedo masajeaba circularmente la punta de mi glande, para finalmente pajear el tronco de mi verga… Vaya que era bueno haciendo una paja!

   MĆ”s de una ocasiĆ³n debĆ­ parar de chupĆ”rsela para exclamar gemidos de gusto, mi pene estaba por llegar al clĆ­max, Y le pedĆ­ lo hiciera mĆ”s rĆ”pido.

   Al final era dĆ©bil de carne y no pude soportar mĆ”s… Me corrĆ­ pletĆ³rico! Ć©l alcanzĆ³ a esquivar los chorros de leche que apuntaban a su rostro, y por un rato quede estĆ”tico, jadeante y complacido.

   “Trump” estaba feliz de darme el gusto, pero yo estaba retrasado y me disculpĆ© con el… mi labor  aĆŗn estaba pendiente, y la retomĆ© apenas tuve aliento.

   Ahora el aullaba de gusto sobre mi pene flĆ”cido y untado de semen, mientras devoraba su palo como un bombĆ³n, su resistencia tampoco fue mucha cuando me dedique con esmero a chupĆ”rsela; TerminĆ³ eyaculando, teniendo la decencia de avisarme.

   “Eggg egchala”. Apenas articulĆ© con la boca llena de pene, pidiendo que se corriera en mi boca.

   Me trague su leche como un oso degustando un panal de miel.

   Y como siempre, le di su propina, un puƱo en forma de gancho ascendente, desde mi posiciĆ³n a sus expuestas bolas, gritĆ³ agudamente “AAyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!”, y se me quitĆ³ de encima… quedando como una oruga recogida.

   Con la voz aguda me reclamĆ³ “Otra vez en ese momentoooo”. No respondĆ­ nada.

   TardĆ³ unos 5 minutos en posiciĆ³n fetal, le esperĆ© sentado en el piso a su lado, mientras me recolocaba la cabellera rubia. Y cuando pudo hablar fluidamente me recalcĆ³ el haberlo atacado durante su eyaculaciĆ³n, su mejor momento.

   Simplemente respondĆ­: “Veo que aĆŗn no aprendes a cuidarte en tu momento mĆ”s vulnerable”.

   “Eso me gusta de ti… eres una “chica” tramposa”.

   Le sonreĆ­, pero cuando se comenzĆ³ a vestir, decidĆ­ imitarle. Casi al finalizar un pensamiento me invadiĆ³… le preguntĆ©: “Te volverĆ© a ver?”.

   “Si… el otro aƱo, ahora volverĆ© a mi ciudad y regresarĆ© en algunas semanas”.

   Se me acercĆ³ y me besĆ³. “Me esperarĆ”s, verdad chica rubia”.

   “Claro que sĆ­, “Trump” ”.

   Estaba tan obnubilado con su belleza, que casi se me pasaba de nuevo preguntar lo mĆ”s obvio:

   “Espera “Trump”… ¿CĆ³mo te llamas?”

   “Adriano”.

   “Adriano, Como el emperador”.

   Ć‰l tambiĆ©n tenĆ­a una pregunta y era muy necesaria para volver a vernos.

   “?Me das tu nĆŗmero de telĆ©fono?, asĆ­ podre contactarte cuando vuelva, oh casi se me olvida… ¿cĆ³mo te llamas?”

   “Finalmente preguntas tonto, me llamo Daniel”.

   Le di mi nĆŗmero, pero en su misterio no me quiso dar el suyo, Aunque estaba conforme con saber que nuestro encuentro navideƱo se repetirĆ­a.

   Se comenzĆ³ a alejar, pero corrĆ­ hacĆ­a Ć©l: “Espera!”. Al darse vuelta, le abrace y bese por Ćŗltima vez.

   “Feliz navidad tonto”.

   “Feliz navidad Daniel”.

   Le di una leve palmada en el bulto de sus huevos, haciendo que se inclinara levemente, mĆ”s que un golpe era una caricia.

   “AdiĆ³s!, cuida a esos dos mientras regresas el nuevo aƱo… y no tardes mucho por favor”.

   “TambiĆ©n cuĆ­date Daniel, adiĆ³s!”.

   Y asĆ­ una vez mĆ”s me despido de “Trump”, a quien anhelo volver a ver; No se lo dije, pero me he decidido a estar con Ć©l, esperarĆ© el nuevo aƱo para hacer el amor con Adriano, quiero tenerlo en mi interior… serĆ” mi primera vez con un hombre.


Fin.

Gracias
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

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