Sementales (9/9): Despedida fraternal - Las Bolas de Pablo

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12 dic 2017

Sementales (9/9): Despedida fraternal

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Fuera del hogar materno estaba LenĆ­n aparentemente descansando y fumando un cigarrillo. TenĆ­a el torso musculoso al aire y un desgastado jeans. La calle estaba bastante tranquila a pesar de la violencia o revancha que amenazaba la oscura noche.


   LenĆ­n levantĆ³ su erecciĆ³n para que formara un elegante arco en el pantalĆ³n. AspirĆ³ la ultima bocanada del cigarrillo y lo aventĆ³ al cĆ©sped e ingresĆ³ al interior de la casa.



   Al centro de una habitaciĆ³n sus ojos se encontraron con los de su cruel hermano mayor, esta vez Daniel habĆ­a sido atado a una silla y tenĆ­a la boca amordazada, se encontraba sacudiendo la cabeza.



   LenĆ­n le transmitiĆ³ una sonrisa maligna.



   LenĆ­n levantĆ³ el brazo y lo enviĆ³ entre las piernas abiertas de par en par de Daniel. El belicoso hermano apenas habĆ­a inhalado aire para gritar.



   El pene y los huevos de Daniel sĆ³lo estaban protegidos por la tela de su ropa interior negra. El contorno de cada una de las gĆ³nadas del macho estaban exquisitamente detalladas siendo bastante grandes. MĆ”s grande que huevos.



   Los ojos de Daniel se llenaron de terror cuando LenĆ­n se arrodillĆ³ ante Ć©l con aspecto de rencor en la cara, por su culpa habĆ­a perdido el trabajo y ahora se las tenĆ­a que pagar. La reluciente musculatura de LenĆ­n hizo obvia su fuerza. Daniel suplicĆ³ en vano.



   Los nudillos de LenĆ­n se estrellaron contra la ropa interior de Daniel sin piedad, su cara se contorsionĆ³ con cada golpe. Su atractivo rostro lucĆ­a una mĆ”scara dolorosa mientras el dolor de pelotas explotaba en sus entraƱas.



   El sonido de los golpes resonĆ³ en la habitaciĆ³n y las gĆ³nadas de Daniel estaban tan hinchadas que estaban comenzando a sobresalir de su ropa interior.



   AllĆ­ fue cuando LenĆ­n se percatĆ³ del ropaje de su hermano asĆ­ que le agarrĆ³ la ropa interior con ambas manos y la arrancĆ³ como si fuera de papel de seda.



   Las pelotas liberadas de Daniel cayeron hacia adelante con una coloraciĆ³n roja, hinchadas al tamaƱo de dos pequeƱas naranjas. Eran oblongas y bellas, por encima de ellas habĆ­a un pedazo de polla. Con un grosor decente que habĆ­a utilizado en varios videos porno.



   Daniel hizo una mueca cuando LenĆ­n reanudĆ³ los puƱetazos contra sus bolas.



   LenĆ­n agarrĆ³ con fuerza la polla de Daniel y la apretĆ³ haciendo que sus ojos se cruzaran y soltara un incontenible grito volviendo al mundo del dolor puro.



   Los ojos de Daniel se agrandaron y arqueĆ³ la espalda en un intento desesperado de llevar su pelvis hacia adelante, el dolor se estaba volviendo insoportable. Su hermano finalmente soltĆ³ su pene el cual quedĆ³ rĆ­gido y tieso con una erecciĆ³n.



   AsĆ­ trasladĆ³ sus manos a las gĆ³nadas de Daniel y procediĆ³ a apretarlas. Daniel podĆ­a sentir sus grandes testĆ­culos presionĆ”ndose uno a otro.



   Daniel humillado rogaba que su hermano se detuviera al causarle dolor. GritĆ³. Sus bolas seguĆ­an siendo aplastadas. Su polla se crispĆ³…



   La mano de LenĆ­n temblaba de furia.



   Daniel gritĆ³ y la eyaculaciĆ³n no pudo evitar asĆ­ como LenĆ­n tampoco impidio que uno de los testĆ­culos de su hermano se agrietase.



   Daniel bajĆ³ la mirada hacia lo que quedaba de sus bolas. Sus ojos se cruzaron, su rostro se puso pĆ”lido, eran demasiados datos sensoriales para procesarlos, pero antes de desmayarse, dirigiĆ³ una mirada a su hermano y jadeĆ³.



   LenĆ­n se enderezĆ³ y lo mirĆ³ sin un Ć”pice de piedad. Se dirigiĆ³ a la mesa y apartĆ³ la camisa del espaldar de la silla, cuando se la colocĆ³ revisĆ³ que en el bolsillo estuviera su boleto de aviĆ³n.


   —Es hora de irme —murmurĆ³ antes de salir.

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