ESCRITA POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING MUJER/HOMBRE.
Ana MarĆa es una mujer de 25 aƱos, de aspecto agraciado y bella piel trigueƱa; Proviene de la región costera del paĆs, pero por necesidades económicas labora actualmente en el interior de la nación, se desempeƱa como criada en una casa de familia.
Vive en la casa de los MartĆnez, donde cocina, lava y realiza demĆ”s servicios a una familia de 4 personas: Don Miguel de 40 aƱos, el seƱor de la casa, y sus 3 hijosā¦GermĆ”n, Carolina y León, de 8, 7 y 4 aƱos respectivamente. La seƱora MartĆnez se divorció hace mĆ”s de 1 aƱo, previo a la llegada de la criada y segĆŗn parece se fue con un hombre al extranjero; Don Miguel ademĆ”s tiene otros dos hijos de un primer matrimonio quienes rondan entre los 16 y 18 aƱos, pero quienes viven con su madre⦠Para finalizar se halla DoƱa Gertrudis de 58 aƱos, quien es la nana de los niƱos y vive en el segundo piso, siempre pendiente de estos.
La criada recibe un sueldo promedio y justo, pero tiene grandes deudas y envĆa dinero a su madre en la región costera por lo que quisiera un trabajo mĆ”s remunerado, pero ante las pocas opciones laborales, debe contentarse con su sueldo.
Por otra parte se aburre en exceso en la casa de los MartĆnez, sus dĆas libres son pocos, y tiene problemas con la seriedad de Don Miguel, quien siempre estĆ” viendo el periódico o los noticieros en la TV⦠Casi no charla con este amargado hombre; AdemĆ”s mĆ”s de un regaƱo se ha llevado por parte de Ć©l, cuando para entretenerse pone mĆŗsica durante sus labores, o sube el volumen al ver la televisión en su cuarto de servicio.
La mujer se muestra curiosa por la falta de compaƱĆa femenina de Don Miguel, no le conoce mujer ni amante, por lo escuchado terminó mal con su esposa, quien se fue con otro⦠Tal vez aun no supera la pĆ©rdida y prefiere la soledad y la amargura⦠o dado que vive con niƱos, tiene sus aventuras fuera de casa, con alguna mujer de la vida alegre.
Dado el tiempo que su trabajo le consume, Ana MarĆa no tiene tiempo para una relación sentimental⦠a veces tiene la pecaminosa idea de intentar algo con su veterano patrón, pero de inmediato se recrimina a si misma⦠Eso serĆa una locura, pues hasta la saciedad Don Miguel ha demostrado su carĆ”cter huraƱo y no aceptarĆa de ninguna manera algo con la criada⦠Si es que no la despide solo por su insinuación⦠AdemĆ”s el trabajo es demasiado importante para Ana MarĆa, no puede darse el lujo de quedar desempleada en este momento de crisis económica.
Pero la joven tenĆa sus necesidades, y usaba el telĆ©fono móvil para chatear y buscar potenciales amantes. Con un hombre llamado SIMON CHACĆN (claramente un falso nombre, pues lo habĆa tomado de un famoso y popular blog), chateaba largo rato en las noches; En la privacidad de su habitación, la criada intercambiaba fotos eróticas con su galĆ”n de la internet, obviamente no fotografiando su rostro para mantener en anonimato, pero sin el menor pudor se abrĆa de piernas, bajaba las pantaletas, y tomaba en la mejor posición fotos de sus partes Ćntimasā¦
ā¦Al otro lado de la web, el sujeto se masturbaba solo de pensar en penetrar el coƱo que observaba en la pantalla de su telĆ©fono.
Por su parte la excitada Ana MarĆa, tambiĆ©n se tocaba sin reservas, obteniendo algo de placer y desahogando sus instintos sexuales.
Varias noches gemidos salĆan de la habitación de la criada, hasta que llegó un fatĆdico dĆa en el que Ana MarĆa salió un instante en plena madrugada a tomar agua, y al regresar olvidó cerrar la puerta adecuadamenteā¦
Era comĆŗn para Don Miguel el despertarse a media noche en busca de agua o un trago de leche, sus visitas al refrigerador lo llevaron ese dĆa a escuchar ruidos extraƱos⦠La curiosidad le hizo buscar el origen de los ruidos, que a medida que avanzaba a su origen, identifico como gemidos!
Que gran sorpresa cuando observa la puerta de la criada entre abierta, y al asomarse puede ver a Ana MarĆa de espaldas a la entrada, sentada sobre la cama y desnuda!; Toda abierta de piernas, la mujer estaba tocĆ”ndose el coƱo con una destreza manual inusitadaā¦
ā¦Los jadeos escapan de su ensalivada boca con un ritmo constanteā¦y lo peor, con la mano libre sostiene el telĆ©fono móvil a centĆmetros de su vulva, para de esta forma enviar vĆa red social el acto en vivo a su pervertido amigo de chat.
Don Miguel se sorprende inicialmente por lo desvergonzada de la criada, no puede ver la acción en primera fila pues solo contempla la espalda de la trigueña mujer, pero la ubicación de sus manos, los gemidos, y los cariñitos enviados en voz alta a quien le observa, dejan conocer sin dudas lo que pasa.
Pero el patrón no se quedarÔ asà nada mÔs, debe tener plena confirmación visual del pervertido acto. Con sutileza se asoma y confirma el espectÔculo, una vulva peluda y algo rosada, húmeda en exceso⦠Asà como una mujer con la vista perdida sin percatarse de que ha sido pillada.
āANA MARIA!!!ā.
La criada viéndose sorprendida casi sufre un infarto, jamÔs en la vida espero que su jefe le descubriese en tremenda situación⦠Como un caracol se revuelve, arroja el teléfono a un lado con la conversación aun en vivo, y se cubre con una almohada⦠En su rostro solo hay vergüenza y temor.
El temor de la empleada se incrementa al pensar mĆ”s detenidamente la situación, y darse total cuenta de las consecuencias de sus actos⦠lo ahora seguro es que perderĆ” el empleo⦠Se desesperaā¦
āPor favor patrón, perdóneme!ā¦por favor, no me despidaā¦mire que necesito mucho el empleo!ā. La criada suplicaba de rodillas sobre la cama, con la desnudez apenas oculta tras la almohada.
La mirada del patrón no tiene otra interpretaciónā¦.y sus palabras confirman lo esperado:
āMaƱana mismo te largas de esta casa, no tolerarĆ© que gente como tĆŗ este cerca de mis hijos!ā.
āPor favor Don Miguel, se lo suplico no me echeā¦le prometo queā¦ā.
-ā¦Que nunca volverĆa a pasar-... Eso era lo que pensaba decir, pero no lo dijoā¦Era algo tan predecible e inĆŗtil, que no tenĆa sentido decirlo; Pero en esa fracción de segundo tuvo un pensamiento desesperado⦠algo con lo que apostarĆa su permanencia en ese necesitado empleoā¦
ā¦repentinamente cambio de postura sobre la cama, dejó la almohada mostrĆ”ndose desnuda, y camino en 4 patas rumbo al borde de la cama, hacĆa su patrón en pie.
āNo me despida Don Miguel⦠harĆ© lo que usted quieraā¦ā. En ese mismo instante le tocaba la entrepierna al seƱor de la casa āHarĆ©...lo que sea!ā. Con suavidad, acariciaba el paquete del hombre, esperaba excitarlo y que el patrón aceptase su indecente e inmoral propuesta.
āEres una vagabunda, suĆ©ltame mujerzuela!ā.
Ana MarĆa no pensó en un NO, por parte de su empleador⦠la respuesta del varón la sumió en la decepción total. Se resignó, dejó de tocarlo, bajó la mirada y lanzó un puƱo a la cama⦠estaba frustrada, no solo habĆa fallado en su desesperado pero para ella infalible plan, sino que habĆa quedado sin empleo, y con la imagen de una cualquiera⦠que podrĆa ser peor?
Totalmente molesta consigo misma, lanzó un segundo puƱo en la cama, y un tercero, sólo que este no fue hacĆa abajo, sino al frente.
āAAAAAHHHHHHHH!!!!!!!ā. Gritaba Don Miguel al recibir el puƱetazo justo en los testĆculos.
La criada se alarmó al escucharlo y levantó la mirada, observando como su patrón se encorvaba con las manos en la entrepierna⦠de inmediato supo en donde le habĆa golpeado.
āPerdóneme Don Miguel!!...fue sin culpa!, lo siento!ā.
La mujer se levantó y fue hacia su patrón, pero no sabĆa quĆ© hacer, ni siquiera se atrevĆa a tocarle.
Viendo la cara de dolor del hombre, Ana MarĆa insistĆa en disculparse:
āPor favor crĆ©ame, no quise pegarle ahĆ!ā.
Pero la criada queda atónita al darse cuenta que Don Miguel ha dejado de tocar su adolorida ingle, y coloca sus manos en las caderas, inicialmente parecĆa estar tomando aire, pero Ana MarĆa puede observar una elevación en el Ć”rea genital de su pijama.
Su patrón tiene una erección!
A la mujer se le sale la pregunta: āLe gustó eso?ā.
Al ver una sonrisa en la boca de su patrón, sabe que la respuesta es sĆ.
āDesde que me dejó mi esposa⦠una mujer no me pegaba en los huevosā¦ā. La criada no cree lo que escucha.
āā¦Un golpe en los huevosā¦cómo lo extraƱaba!ā.
Ana MarĆa no puede creer lo que sucede, pero es demasiado obvio que a su jefe le gustó el golpe bajoā¦ha de ser un masoquistaā¦esas personas a las que el dolor les causa placer.
Y quien lo creerĆa del serio, huraƱo y recto Don Miguel⦠La criada pensó:
- Y el descarado regaƱƔndome por desvergonzadaā¦Ć©l es peor entonces.
āEntonces le gusta que le den golpes ahĆ, verdad?ā.
āLo admito, y no se compara pegarse uno mismo a que sea una mujer quien lo hagaā.
āEntonces no me despedirĆ” verdad?...le puedo dar lo que usted quiereā. La criada sabĆa que tenĆa una oportunidad, no solo de mantener su empleo sino de mejorar su situación económica.
āNoā¦ya no te despedirĆ©ā¦.pero me tienes que hacer un favorā.
Sabiendo lo que pretendĆa el seƱor de la casa, la empleada puso sus tĆ©rminos:
āLe darĆ© lo que me pide, pero me tiene que dar un bono en la quincenaā¦esto es trabajo extraā.
āEs un trato!ā.
Feliz de sacar provecho de una inicial mala hora, a la criada no le fue difĆcil asimilar la nueva situaciónā¦lo del sadomasoquismo no era de sus gustos, pero harĆa lo que fuera por mantener su trabajoā¦

ā¦Desnuda caminó hacia el sujeto abierto de piernas, le tomó de los hombros, proyecto su rodilla y la enterró entre las piernas de su jefe.
Tuvo algo de precaución, pero le dio suficiente fuerza a su rótula para aplastar las huevas de Don Miguel contra el hueso púbico masculino.
El patrón rugió como un león al ser fauleado por la trigueña criada.
āAAARRRGGGGGGGHHHHH!!!!!!!ā. De inmediato cayó al suelo, tomando la posición fetal.
Una peculiar sensación de poder hizo sonreĆr a la criada, Don Miguel estaba tirado en el suelo quejumbroso, pero sin dejar de estar erecto.
El magullado varón se sobrecogió al dolor, y de alguna manera logro bajarse los pantalones de la pijama, Y mientras abrĆa las piernas invitaba a acercase a la mujer.
āAna MarĆaā¦ChĆŗpame la verga!ā.
La criada no lo dudó un instante, despuĆ©s de todo, unos minutos atrĆ”s ofrecĆa tener sexo con su patrón, pero si le recordó el precio establecido.
āDe acuerdo, pero recuerde lo del bonoā.
Don Miguel suplicaba que se la chupara, le darĆa todos los bonos que quisiese.

Pronto la mujer se agachó ante el derribado hombre, y su boca engullĆa el mediano pene de su jefe. No era muy largo, pero si bastante grueso⦠sobre todo la cabeza, el glande de Don Miguel era gordo y tenĆa un tono violĆ”ceo. La mujer lo saboreo y ensalivó por completo.
āLas bolas⦠sóbamelas cariƱoā.
Vaya que le estaba dando un manjar a ese hombre⦠el contacto de sus dedos con el escroto del patrón le arrancaron unos quejidos, el rodillazo le habĆa dejado toda la zona sensible y con una simple caricia, el dolor se agudizaba⦠claro que esto lo excitaba mĆ”s, y Ana MarĆa podrĆa sentir palpitar el grueso miembro en su boca.
La joven no pasó de agache el momento sexual de su patrón, ella tambiĆ©n se excitó ante los jadeos, quejas y demĆ”s de su jefe. Y sentir esa gorda verga en su boca la llevó a masturbarse con los dedos⦠su coƱo pronto se humedeció, y hubiera llegado al orgasmo manualmente si su patrón no la interrumpĆa al decirle:
āYa esto casi ahĆ⦠dame una vez mĆ”sā. Don Miguel le mostraba el puƱo en alto, algo que la criada entendió perfectamente.

SacÔndose la vara de carne de la boca, la criada bruscamente tomo el escroto de su patrón con una mano, estrangulando las huevas, para con la mano dominante propinarles un puño pleno en los cojones.
āOOHHā!!!...OHHH!!!...ā. Se quejaba el patrón ante el impacto.
Un segundo puƱo en las esfĆ©ricas Ć”reas, y un fuerte chorro de esperma era escupido por la uretra del varón, salpicones de lĆquido viscoso y blanco se esparcieron por el suelo, llegando tambiĆ©n a manchar el rostro y cuello de la empleada.
āUUUUFFFFFFFFF!!!!!ā. Todo fue alivio para el hombre⦠sus huevas le ardĆan.
Ana MarĆa se levantó con destino al baƱo a asearse, pero antes la mataba la curiosidad, viendo las muestras simultĆ”neas de dolor y placer en la cara de su patrón... Pero siempre imponiĆ©ndose la expresión de goce:
āLe he pegado bastante duro⦠¿no le duele Don Miguel?ā.
āMe duele como no tienes idea⦠pero se siente rico⦠muy ricoā¦ā. Abundante saliva escurrĆa de sus labios, impidiĆ©ndole hablar mĆ”s.
La criada se metió al baño, allà tardó unos 10 minutos; Al salir su patrón se encontraba de pie, sus pantalones estaban arriba y se masajeaba la dolorida entrepierna.
āBueno me retiro Ana MarĆaā¦dejemos esto hasta aquĆ!ā.
āPatrón cĆŗmplame con lo del bonoā. Le decĆa la mujer, quien se colocaba unas diminutas pantis que llevaba en la mano.
āLo hare⦠porque me interesa que esto de hoy se repita... maƱana hablamos de lo acordadoā.
āGracias patrón, y estoy dispuesta a lo que usted quiera, ya sabeā¦me cumple usted y esto se repetirĆ” bastanteā.
Para Ana MarĆa era un asunto económico⦠habĆa descubierto por accidente el gusto secreto de su jefe⦠y usarĆa eso para obtener el dinero que tanta falta le hacĆa.
Una vez a solas, cerró la puerta y se arrojó en la cama, halló el telĆ©fono en el cual su amigo vĆa web ya habĆa colgado dado la repentina interrupción, otro dĆa le hablarĆa y le contarĆa alguna excusa de que le habĆa sucedido, por ahora en la cabeza rememoraba lo que habĆa pasadoā¦
ā¦A Don Miguel le excitaba que una mujer le pegara en las huevas...al parecer su exesposa le complacĆa con esas prĆ”cticasā¦la curiosidad por saber mĆ”s la matabaā¦ya serĆa el dĆa de maƱana en el que le sacara mĆ”s información a su pervertido jefe.
El patrón era un hipócrita al llamarla desvergonzada por esa pervertida conversación y fotos por telĆ©fonoā¦Ć©l era un pervertido de marca mayorā¦
ā¦Ana MarĆa de pronto se vio con las pantaletas empapadas pues sin darse cuenta se masturbaba sobre las pantys⦠se las quitó y aumentó la dedicación a su clĆtoris⦠aĆŗn estaba excitada y el recordar todo, la calentó mĆ”s⦠todo este asunto era por dinero... pero debĆa admitir que sentĆa delicioso el chuparle la verga a su patrón y el pegarle en las bolas⦠esas expresiones de placer y dolor de Don Miguel, no desaparecerĆan de su cabeza tan prontoā¦
El ritmo de sus dedos frotando el clĆtoris e ingresando a su vagina, era mĆ”s y mĆ”s intenso⦠hasta que estalló en un orgasmo deseado⦠Jadeante en la cama, la criada sabĆa que las cosas en esa casa no volverĆan a ser normales.
ContinuarÔ en <Una noche de acción con el Patrón>.
Gracias.
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