Adrián Moreno se presentó en el cuadrilátero, estaba sin camiseta, en calzoncillos ajustados negros y botas de cuero negro. Observó a su rival y le dirigió unas palabras:
—Pareces de los que están ansiosos por empezar, pero no tardan en terminar —sonrió y levantó los brazos flexionándolos, haciendo una pose.
Michael McLaren no pudo evitar admirar en secreto su atractivo cuerpo. Con confianza acarició su abultada polla guardada en el calzoncillo blanco.
—Bonitos músculos, hombre, seguro que se verán muy bien cuando termines noqueado —dijo y flexionó los bíceps. Su fanaticada comenzó a vitorear.
Adrián Moreno se lamió los labios al ver sus bíceps y levantó los brazos, invitando a Michael. —Tendrán mejor aspecto cuando fuerces los tuyos hasta las rodillas —sonrío y lo retó a una prueba de fuerza. Sus ojos se clavaron en los de Michael mientras se lamía los labios una vez más.
—Puedes dejar de lamer y comenzar a babear. Te facilitará las cosas —sonrió Michael.
La campana sonó y ambos comenzaron a medir su fuerza. Michael clavó los talones en la lona y rápidamente empezó a sudar.
Adrián Moreno gruñó.
—¿Quieres ver mi saliva? —sonrió. Entonces lo escupió en la cara. Se echó a reír al ver su saliva deslizarse por el rostro desde la ceja y las pestañas hasta la mejilla. Volvió a escupir. Un nuevo chorro de saliva salpicó la cara de Michael al instante sus fans enloquecieron.
—Grrr —gruñó Michael cuando las perlas de saliva gotearon por su hermoso rostro. Furiosamente embistió una patada en las bolas de Adrián.
—AAAAAAAAAAAY —gritó de dolor el luchador, rompiendo el agarre con Mclaren y cayendo de rodillas agarrándose la entrepierna mientras su polla hacía los primeros palpitos.
Michael McLaren con rabia se limpió la saliva. Agarró los pies de Adrián y los separó de un tirón dejando su bulto expuesto. —Grita para mi, puta —pisoteó tres veces su entrepierna. La última vez simplemente colocó su peso sobre la polla y se inclinó sobre Adrián. Abrió la boca y dejó que un gran chorro de saliva cayera sobre su cara.
Adrián Moreno gritó muy fuerte con cada pisotón. Sintió bastante asco cuando el líquido caliente de McLaren chocó contra su rostro y en su boca. Gimió de dolor y agarró la bota sobre su polla. Sacudiéndola para distraerlo, en lo que Michael perdía un poco el equilirio, saltó en el aire al recibir una patada en los huevos. Gimoteó y retrocedió unos pasos, con las dos manos en los testículos, antes de caer de rodillas. Sintió con mucho dolor su semen agitarse en sus delicadas pelotas.
Adrián Moreno se puso de pie, se agarró las bolas y gimió. Caminó hasta Michael portando una erección, lo agarró de los cabellos y lo hizo poner de pie. Le clavó un rodillazo en los abdominales para doblarlo. Seguido lo tomó de la cabeza con un brazo y metió la mano para agarrarlo de los calzoncillos con el fin de levantarlo y arrojarlo con fuerza sobre la lona.
Adrían se acercó hasta Michael y levantó su gruesa pierna apuntando un pisotón muy rudo directo a su garganta, con todo el peso de su cuerpo respaldándolo.
Michael ni siquiera pudo gritar, sólo tosió agarrándose el cuello. Tenía lagrimas en los ojos, como recurso intentó aterrizar una patada en las bolas de Adrián, pero él estaba atento y agarró su pie justo antes de que aterrizara en sus pelotas. Mirándolo se lamió los labios
—¡Ah, te vas a arrepentir de intentar eso! —giró el pie bruscamente para hacer que el cuerpo de Michael se torciera sobre su espalda, posteriormente dejó caer su pierna hacia abajo y saltó en el aire aterrizando en el omóplatos de Michael McLaren.
—¡Aaaaaaaah!
—Y pensar que sólo estoy empezando contigo —afirmó Adrián, se inclinó hacia atrás y dejó caer el culo en la espalda baja con fuerza. Agarro los brazos de Michael y tiró de ellos con fuerza, pasándolos por encima de sus rodillas. Lo sujetó de la barbilla y se inclinó hacia atrás para doblar su columna vertebral de forma agónica.
—¡NOOOOOOOO, NOOOOOO! —gritó McLaren sintiendo bastante dolor en la espalda—. ¡ME RINDO, ME RINDO, ME RINDO!
—Ja, ja, ja, eres una puta débil —se burló Adrián liberando a su rival del agarre.
Michael McLaren quedó tendido en la lona gimoteando, mientras Adrián se ponía de pie parándose frente a él.
—Vamos, mamita —dijo—, es tu momento de cooperar —se bajó el calzoncillo dejando ver su enorme polla, sostuvo a Michael de la nuca y con fuerza metió su miembro en la boca hasta golpear su garganta.
Los ojos de Micharel se abrieron de par en par y su cuerpo tembló al ahogarse.
—¡No, no, no! —negó Adrián con una sonrisa—. No te ahogues, mi reina —lo agarró de la cabeza con fuerza metiendo hasta el fondo su enorme polla en la garganta. Se lamió los labios y se burló.
Michael McLaren sintió como el pene se hacía más grande dentro de su cálida boca. Con los ojos llorosos miró a Adrián Moreno, rogándole que se detuviera. La enorme cabeza de la polla se deslizaba en su garganta haciéndole toser y derramar saliva. Estaba a punto de vomitar.
Adrián gruñía metiendo y sacando su polla de la boca, golpeando su garganta.
Rápidamente Michael empezó a gotear abundante presemen por la boca. El sabor salado le llenó los labios Cada vez que se atragantaba y tosía masas de saliva y presemen entraban a su cuerpo. Su cara estaba roja.
Adrián Moreno gruñó y disparó un masivo cañonazo de semen. Llenando su garganta, haciéndolo gemir. Con el néctar viril de las bolas de Adrián en la garganta Michael empezó a tener arcadas. No tuvo más opción que tragárselo. Gotas de leche corrían por sus labios y barbilla.
Adrián Moreno sonrió, empujó a Michael hacia atrás y este cayó sobre su espalda con los ojos fijos en el techo y su boca húmeda de semen. Tras eso lanzó violentamente una patada contra los huevos de Michael.
—¡AAAAAAAAAAH, AAAAAAAAH, AAAAAAAH, AAAAAH, AAAAH!
Michael McLaren se revolcó de una lado al otro en el suelo con las manos metidas en sus bolas. Adrián se burló y corrió subiendo a las cuerdas, moviendo los brazos en señal de saludo al público que lo aclamaba.
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