Angelos Karasalidis llegĆ³ al cuadrilĆ”tero bajo la tenue luz del escenario. Era la hora del combate mĆ”s esperado de la noche. VestĆa con pantalĆ³n de cuero ajustado que le acentuaba un prominente bulto y guantes negros. Su larga cabellera lo hacĆa resaltar como todo un apuesto y poderoso griego como la estirpe de su padre. SaludĆ³ al pĆŗblico y exclamĆ³: —¡Salve al griego! —rebotĆ³ sobre sus pies y lanzĆ³ puƱetazos al aire, hizo una pose de lucha y rugiĆ³ a la audiencia que lo aclamaba. —¿DĆ³nde estĆ” el perdedor que serĆ” acabado por el griego esta noche?
Su rival apareciĆ³ ante la gente, subiĆ³ al cuadrilĆ”tero con sus ajustados calzoncillos negros. Lo miro fijamente mientras flexionaba los mĆŗsculos para la multitud. —QuerĆa un oponente real, no un niƱo mimado —los espectadores se rieron del chiste.
—¡Pronto conocerĆ”s el poder de los mimados! —replicĆ³ Angelos sin sentirse abochornado por las risas de la audiencia—. ¿Preparado para que te eche toda la leche al suelo? —lo escupiĆ³ con fuerza y frotĆ³ su bulto.
Romeo Zerpa se acercĆ³ a Angelos y le dio una fuerte bofetada en toda la cara. Luego lo escupiĆ³ en el pecho. Sonriendo se fue a su esquina esperando el sonido de la campana, saltando sobre sus pies.
Cuando el combate dio inicio oficialmente, Angelos Karasalidis se abalanzĆ³ hacia Romeo, mirando su musculoso cuerpo, hizo como si le fuera a dar un puƱetazo en la cara, pero de repente cambiĆ³ el movimiento a un rodillazo en su abdomen.
Romeo Zerpa gruĆ±Ć³ sintiendo la fuerza bruta del impacto, contraatacĆ³ con un gancho de izquierda a derecha a la mandĆbula que Angelos pudo esquivar. Sintiendo la adrenalina a mil, el descendiente de griego quiso llevar la delantera del combate, subiendo la pierna para acertar una patada en el abdomen.
Romeo gruĆ±Ć³ atrapando su pie. Se echĆ³ reĆr haciendo saltar a Angelos sobre un pie, cuando el griego reclamaba por la jugarreta, finalmente fue silenciado de una rotunda patada en las bolas.
—¡Te voy a destrozar, griego!
—¡AAAAAAAAAY! —gritĆ³ Angelos tan pronto el pie azotĆ³ sus bolas con fuerza. Se le saliĆ³ la saliva y el dolor se extendiĆ³ a la parte inferior de su cuerpo. CayĆ³ sobre la lona y luchĆ³ por levantarse, sujetĆ”ndose los testĆculos, luego saltĆ³ varias veces para liberar el dolor.
Romeo Zerpa continuĆ³ con un puƱo en los abdominales del hombre.
—Si sobrevives te invito a pasar mĆ”s tiempo en el gimnasio —dijo—, y serĆ”s un luchador mejor, ja, ja, ja.
—Esto no ha terminado —negĆ³ Angelos. SaltĆ³ en el aire con un poderoso uppercut ascendente golpeando a Romeo en la mandĆbula. Luego se agachĆ³ y le propinĆ³ una lluvia de golpes en el estĆ³mago y rematĆ³ con un certero rodillazo en los huevos—. ¡Toma esto, cabrĆ³n!
—Uuuugh —chillĆ³ Romeo, su saliva volĆ³ de su boca. CayĆ³ de rodillas sosteniendo sus grandes gĆ³nadas—. ¡EstĆ”s... muerto! —jurĆ³ con voz forzada.
Angelos Karasalidis saltĆ³ en el aire y entregĆ³ varios sĆ³lidos puƱetazos a Romeo en la cabeza, su rival gruĆ±Ć³ sintiendo el dolor y la desesperaciĆ³n de los impactos, se aferrĆ³ a los grandes muslos de Angelos y lanzĆ³ su peso hacia delante.
Angelos Karasalidis se agarrĆ³ del hombro de Romeo y saltĆ³ hacia el otro lado para que su movimiento fallara. Al mismo tiempo, cambiĆ³ su posiciĆ³n detrĆ”s de Ć©l y le dio una patada en la nuca. Romeo cayĆ³ sobre la lona viendo el mundo girar a su alrededor. Su culo quedĆ³ expuesto ante Angelos.
El atractivo guerrero con pantalĆ³n de cuero, uniĆ³ sus dos dedos Ćndices y formĆ³ una espada, clavĆ”ndola en el trasero de Romeo.
—¿De quiĆ©n es este culo? ¡Ja, ja, ja!
—Aaaaaaargh —gritĆ³ Romeo Zerpa mientras Angelos le metĆa el dedo en el trasero. GruĆ±Ć³ mientras pateaba hacia atrĆ”s golpeando su talĆ³n en la rodilla derecha del rival y el otro en sus abdominales.
Angelos perdiĆ³ el equilibrio. Se inclinĆ³ hacia un lado para esquivar una nueva patada en los abdominales. Romeo se levantĆ³, pero antes de ejecutar un ataque, Angelos alzĆ³ la pierna y lanzĆ³ una fuerte patada contra sus grandes bolas.
—¡Vete al infierno, Zerpa!
—Aaaaaarghhh —Romeo se fue trastabillando a la esquina—. ¡Pelea conmigo como un hombre!
—LucharĆ© y sacarĆ© a patadas todo tu jugo de hombre —se burlĆ³ Angelos abalanzĆ”ndose sobre Romeo a toda velocidad. ApuntĆ³ un rodillazo en alto contra las bolas de Romeo.
Zerpa moviĆ³ la pierna para bloquear sus bolas de la rodilla. GruĆ±Ć³, entonces, mientras recibĆa golpes en los abdominales, se agachĆ³ y golpeĆ³ los testĆculos de Angelos.
—¡Grrr¡ —Angelos tuvo que retroceder con una mano sobre su pantalĆ³n de cuero. VolviĆ³ a rugir cuando recibiĆ³ un rodillazo en el abdomen.
Romeo Zerpa lo rodeĆ³ y le entregĆ³ un golpe en la cara. ContinuĆ³ con un nuevo rodillazo en las bolas, moliendo la rodilla mientras enganchaba la parte posterior del cuello de Angelos en sus manos.
—¡AAAAAAAAAAAAH! —gritĆ³ fuertemente Angelos. Era como si sus bolas se hubieran hecho aƱicos. SentĆa como le palpitaban en su escroto y su pantalĆ³n de cuero tan ceƱido en poco lo protegĆa. RetrocediĆ³ hasta las cuerdas donde se apoyĆ³ acunando sus testĆculos con las manos. Romeo se acercaba a Ć©l para atacarlo.
Zerpa le dio un cabezazo. —¡EstĆ”s muerto, griego!
Angelos percibiĆ³ que le iba a dar un rodillazo en los huevos, y levantĆ³ la rodilla para bloquear el golpe, pero ambas rĆ³tulas chocaron y con potencia. LevantĆ³ los brazos y atrapĆ³ la pierna de Romeo, luego la girĆ³ hacia un lado bruscamente y le entregĆ³ un puƱetazo con el codo en el muslo. Oyendo un crujido.
Romeo rugiĆ³ de dolor mientras saltaba y entregaba una patada giratoria a la nuca de Angelos, oyĆ³ como sonaba por el impacto, pero al mismo tiempo Angelos Karasalidis dio un paso adelante y descargo un gancho en las bolas de Romeo.
Romeo gimiĆ³ aterrizando en la lona. Quiso dar una patada lateral en los huevos de Angelos, pero este le sostuvo el pie y lo hizo caer.
En un Ćŗltimo intento, Romeo apretĆ³ el puƱo para golpear en los cojones a Angelos y antes de que el puƱetazo aterrizara en las pelotas, Angelos se hizo a un lado y entregĆ³ una patada giratoria en la cara a Romeo.
—¡¡¡Se acabĆ³!!! —gritĆ³ Angelos.
Romeo cayĆ³ de espalda en la lona completamente aturdido. Angelos estaba de pie, su polla estaba erecta marcando un prominente y delicioso bulto en su ajustado pantalĆ³n. Se abriĆ³ de pierna sobre Romeo, posicionĆ”ndose en su abdomen. AperturĆ³ la cremallera del pantalĆ³n extrayendo una hermosa polla morena. ComenzĆ³ a masturbarse encima de Ć©l y en pocos minutos su presemen chorreaba.
—Aaaaah, aaaaah, aaaaah.
Con un sonido de salpicadura el semen caliente y viscoso de Angelos saliĆ³ disparado de su pene largo.
TirĆ³ cinco cuerdas en el aire que cayeron sobre Romeo. Los ojos del griego estaban blanco.
Angelos impulsĆ³ un pisotĆ³n en los huevos a Romeo y saliĆ³ del cuadrilĆ”tero siendo proclamado el vencedor del combate de la noche.
Gracias! Muy buena historia! Aunque esperaba que le dieran su merecido a Angelos por ser un niƱo mimado de papĆ” y un prepotente... Espero que vuelva a aparecer en alguna historia prĆ³xima y lo pongan en su sitio š
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