El novio de Jenny (2/4): La amenaza

CONTIENE:

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   El campo de fútbol tenía un aire fresco esa tarde de marzo, los jugadores corrían a través del campo haciendo ejercicios de estiramiento mientras preparaban sus cuerpos.

   Lucas tuvo que distanciarse del equipo para poder tener una conversación con el señor Kevin Smitch, un ex futbolista que había acumulado millones dolares y ahora se desempeñaba como dueño del equipo de fútbol donde el muchacho se desempeñaba con notable éxito.

   —¿Y dime, Lucas? ¿Qué necesitas? —preguntaba Kevin. Tenía una ropa que acentuaba su atlético cuerpo y demostraba juventud a pesar de su edad—. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?

   —Por mi no, señor —negó el muchacho haciendo un gran esfuerzo para no titubear—, pero por Jenny, sí.

   —¿Jenny? —Kevin arrugó la frente intentando parecer extrañado—. No sé de quien me estás hablando.

   —Claro que sí sabes. De Jenny Chacón, mi prima. La hija de su amigo, ¿ahora si ya sabe de quien hablo?

   —¡Ah si! La rubia. ¿Qué sucede con ella?

   —No se haga el tonto, Kevin, que usted sabe lo que pasa entre usted y ella y yo no lo pienso permitir.

   —¿Pero de qué carajo estás hablando? ¡Te puedo echar del equipo de fútbol!

   —Usted sabe a lo que me refiero y yo no puedo tolerar que usted y Jenny tengan una relación secreta. No es justo para ella y usted está traicionando a su amigo, mi tio.

   —¿Pero qué dices Lucas Chacón? Te voy a despedir.

   —Lo he visto. Usted busca a Jenny a pocas calles de la casa, la busca en su vehículo y la lleva a dar vueltas por allí. Usted, Kevin, se está burlando de ella, se está aprovechando y yo no lo voy a tolerar. Le miente, usted le ha dicho que se va a divorciar de su esposa y es totalmente falso.

   —Lucas, cierra la boca o me veré en la obligación de despedirte. Te estás extralimitando.

   —Jenny es mi prima y no te vas a burlar de ella. ¿Quiere saber algo? Le diré a su esposa que usted la está engañando cruelmente. ¡Ella lo sabrá todo!

   A Kevin se le brotaron las venas del cuello por la molestia que estaba experimentando, sumando la gran sarta de tonterías que escuchaba de ese muchacho, jamás iba a permitir que su esposa supiera que lo engañaba. Furioso se abalanzó sobre el futbolista.

   Kevin empujó a Lucas contra la pared y colocó el antebrazo contra su cuello mientras que la otra mano se deslizó por su liso abdomen.

   —¡¡¡¡UNNNNGGGGHH!!!!! —gritó Lucas con un gemido profundo y gutural. Sus grandes testículos estaban siendo apretados fuertemente.

   —Nunca, jamás en tu vida vuelvas a amenazarme —reclamaba Kevin, su rostro cambió drásticamente a una mueca cruel—. Eres nadie para hacerlo. Y tú nunca te acercarás a mi esposa, antes te corto estas bolas de tonto que tienes y te las hago tragar. Si me da la gana puedo hundir la carrera de futbolista que tienes en tu miserable vida. De Jenny me encargo yo y no vendrá el primo adoptado de la familia a amenazarme. ¿Me oyes, cabrón?

   Kevin mantenía un firme agarre muy doloroso sobre Lucas, el muchacho tenía la mirada perdida y la boca abierta. Hubo un silencio pesado mientras Kevin le trituraba los cojones, el único sonido que se escuchó fueron los quejidos dolorosos de Lucas.

   Kevin templó los grandes huevos del deportista como si los fuera a arrancar de su cuerpo, el joven chilló y se fue al piso cuando lo soltaron de su agarre, lo último que escuchó fue:

   —Nunca te atreverás, primero te jodo.

   Tras sus duras palabras Kevin se frotó las manos como si estuviera limpiándolas y salió del pasillo dando una sonrisa de triunfo sobre el pobre Lucas que quedaba pataleando en el suelo sobando sus testículos.