No habĆa que negar que el seƱor Rafael usando un ajustado traje parecia como un exquisito magnate de los negocios. Su pantalĆ³n formaba un gran bulto que reafirmaba el trozo de carne que tenĆa entre sus piernas.
Las cĆ”maras filmaban el momento y mostraban al apetecible seƱor usando la computadora mientras su joven y alto secretario estaba de pie ante Ć©l con carpetas en manos. Ćl echĆ³ una mirada a la entrepierna del jefe y la cĆ”mara se dedicĆ³ a memorar el momento de la pelicula que se filmaba en una tipica oficina.
—¿Sabes de quĆ© tengo ganas? —interrumpiĆ³ el trabajo el guapo secretario. Cuando el personaje del jefe levantĆ³ la cabeza y respondiĆ³ con otra interrogante. Ćl respondiĆ³—, pues con esa pose que tienes ocupando la silla me dan ganas de hacerle muchos cariƱos a tu miembro. Necesitas relajarte, tanto trabajo acumula tu estrĆ©s.
—¿EstĆ”s seguro? —sonriĆ³ el jefe sin preocuparse en cerrar las piernas—. ¿Eso te inspiro? AtrĆ©vete.
El secretario riĆ³ con esmero. Se arrodillĆ³ ante su jefe, comenzando a masajear el Ć”rea de su entrepierna, el jefe echĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s jadeando de placer mientras la cĆ”mara fijaba la mira en el contorno de su verga volviĆ©ndose grande dentro del pantalĆ³n. Cuando estaba relajado por el tacto del empleado, Aaron apretĆ³ su moreno puƱo y lo estrellĆ³ en la entrepierna de Rafael, sus bolas absorbieron la fuerza mortal del puƱetazo.
Rafael estando desprevenido saltĆ³ hacia delante gimiendo en voz baja:
El pobre jefe expulsĆ³ todo el aire de sus pulmones. Se encogiĆ³ y agarrĆ³ su entrepierna.
AarĆ³n se echĆ³ a reĆr.
Rafael se levantĆ³ del asiento mientras caminaba por el estudio disfrazado de oficina. TenĆa las manos acariciando sus bolas.
—¡Ohhh! —gemĆa. DeteniĆ©ndose para inclinarse, tratando de recuperar el aliento.
El director lanzĆ³ la voz de corte durante la grabaciĆ³n.
—¿QuĆ© te pasa AarĆ³n? Ese golpe no estĆ” incluido en el diĆ”logo —reclamĆ³.
—¿Y ustedes creyeron que yo alimentarĆa el morbo de los productores? —reclamĆ³ AarĆ³n—. De veras creyeron que me dejarĆa cojer por el tipo que me quitĆ³ el novio, jamĆ”s lo harĆ©. Lo que hice fue pura venganza. Y yo deberĆa amputarle los genitales a este desgraciado.
—AarĆ³n tu firmaste un contrato con esta empresa. Esta pelĆcula tiene que rodarse.
—No la harĆ© con este traidor.
El pene de AarĆ³n se veĆa grande dentro de su pantalĆ³n por mĆ”s que intentara no mirar a Rafael y su manera de agarrar su entrepierna.
—No tengo la culpa de que Marcial se haya aburrido de ti y te haya dejado —indicĆ³ Rafael volviĆ©ndose a sentar pero con sus manos agarrĆ”ndose las pelotas.
—¡¿Aburrirse de mi?! ¡TĆŗ te metiste en el medio!
Y antes de que se lanzara sobre Rafael, AarĆ³n fue detenido por el equipo de producciĆ³n, por ello la grabaciĆ³n de la pelĆcula se vio interrumpida y el trato entre los actores se afectĆ³ aĆŗn mĆ”s.
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