Yugo (1/6): asi es Yugo

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Conocí hace poco a Yugo Sangunji, él tiene 18 años, y lo conocí por medio de una pelea, cuando el defendía a una amiga de un borracho en una fiesta, poco a poco nos hicimos amigos, hasta llegar a algo mas que la simple relación de amistad. Somos novios, vivimos en un pequeño piso, Yugo tuvo que abandonar su casa por problemas por el trato autoritario con su padre, tiene un hermano mayor llamado Akira al que nunca he conocido pero Yugo lo quiere muchísimo, Akira también emigro de su casa. Y ahora Yugo tiene un plan en mente, inscribirse en un campeonato de lucha y demostrar su fuerza física, yo lo apoyo aunque me duele todos los golpes que él tenga que recibir para ser el mejor.

Yugo tiene el cabello negro y tez blanca, le gusta la pesca, vivir libremente, odia las ataduras, es de estatura alta y experto en artes marciales, tiene un excelente humor, y parte de todo su buen trato su físico me gusta mucho mucho, todo su cuerpo, wow. Perfectamente trabajado por su entrenamiento. Su cara de niño bueno me encanta, y si detallamos su desnudez, es dichoso de estar muy bien dotado. Tiene un pene muy largo y poco grueso en condiciones de excitación, y sus bolas grandes y colgantes me deleitan cuando camina frente a mí, al moverse de un lado para el otro de acuerdo al movimiento de sus piernas. Se ve tan lindo cuando también cierra los ojos y un potente chorro de semen sale de su pene al ser fabricado por sus colgantes y grandes testiculos frágiles. Su culo también es muy rico, especialmente cuando estamos abrazados y coloco mi mano sobre esa basta extensión de carne, es un hombre sumamente perfecto. Y lo amo como él a mí.

Ahora estamos en una cascada, su favorita, por aquí casi no llegan muchas personas, es mas, nunca he visto a otra gente que no seamos nosotros dos y ahora lo tengo encima de mi, estamos semidesnudos en una gran roca que es bañada por el agua que surca el rió. Siento entre mis piernas el pene de él que esta erecto y quiere salir como una espada desenvainada, sus bolas grandes también la puedo sentir. Yugo me besa el cuello mientras sus ojos están cerrados. Yo también cierro los míos, y dejo mover mis manos por su ancha espalda llena de músculos. Deslizo mi mano por entre su calzón, y apretó sus grandes nalgas carnosas, él sonríe y me sigue besando, me quita el brassier y me besa los senos. Baja por mi obligo y me quita el calzón también, comienza a hacerme sexo oral y ese hombre que tanto amo me lleva a las nubes. Siento sus labios sobre mi vulva, su lengua, soy victima de su saliva. Lo agarro de los cabellos y lo invito a subir, nos besamos en los labios mientras escucho el sonido del agua relajante, lo acuesto contra la piedra y bajo pasando mi lengua por todo su fuerte pecho el ríe por las cosquillas y el placer. Llego a sus calzones, y como si fuera una larga serpiente, su pene esta ahí, duro, bajo su ropa y su polla brinca ante mis ojos, y bajo ellas sus bolas rasuradas y llenas de leche pide que las meta en mi boca. Y sigo mi instinto.

Comencé a colmarlo de éxtasis saboreando con mis labios su grueso falo, suavemente, luego muy rápido, después quise llevarlo al placer bajando mi ritmo rápido para ser mas suave. Yugo con los ojos cerrados acariciaba cariñosamente mi cabeza.

"te amo Yugo" le dije colocando su pene en la punta de mi lengua, luego metí el suave glande en mi boca.

Yugo estaba muy excitado, ahora hundía mi cabeza sobre su pene para que lo probara todo, el agua seguía bajando por la cascada e invitándonos a la relajación. Pero el placer nos secuestraba, sentía que con mis movimientos el clímax estaba cerca, quería llevar al cielo a Yugo, ser la única mujer para él, a la que mas a amado y a la que amara por siempre, mis labios abrazaban su pene y mi lengua lo ensalivaba.

"más rápido" rogo Yugo sin poder respirar bien, pero feliz

Y así lo hice, cada vez más rápido, para complacer al mejor hombre del mundo, quien me cuida y me hace sentir bien. Hasta que pude oír el suspiro de placer mezclado con orgasmo de Yugo, un suspiro lento, largo y satisfactorio y con la punta de mi lengua me prepare para recibir su preciado néctar masculino. Cuando Yugo hubo terminado de eyacular, tenia toda la boca repleta de su semen, de olor fuerte, y muy blanco, resbalaba por la comisura de mis labios, mire a sus testículos, sus gordos huevos debían seguir llenos de semen, el me sonrió y me dijo

"vamos al agua"

"no... no quiero"

El me limpio la boca, se paro de la gran piedra y caminando se introdujo en las cristalinas aguas, yo le miraba el cuerpo, sus músculos, su pene, sus bolas, su inmenso culo, todavía en mi cara quedaba parte de su semen, eso me excitaba.



El se mojo el cabello y me sonrió desde el agua, empezó a caminar hasta mi, su pene se movía de un lado al otro y sus bolas cual péndulo se balanceaban sin cesar. Se sentó a mi lado y con ternura me quito de las mejillas el semen que todavía me había quedado de él. Con suavidad me coloco contra la piedra y se subió encima de mí, yo dispuesta a que me penetrase.

Yugo con sus dedos acaricio mi vagina, provocándose risotadas, eso le divertía, otra vez volví a sentir su pene grueso cerca de mis piernas, y sus bolas también, me lo quería comer, lo amo, mucho. Yugo se divertía dándome placer, toco mi clítoris y yo me movía como una culebra de la rica sensación. Yugo me toco después los senos con una mano y con la otra la seguía teniendo sobre mi vagina.

"entra dentro de mi" le roge, deseando que me penetrase con su pene, lo quería sentir dentro, ese toqueteo de sus bolas contra mis piernas al momento de penetrarme es único.

Al oír eso me beso en los labios, yo le apreté la espalda y luego toque sus nalgas y las apreté también, Yugo empezó con sus ricos movimientos y sentí como su pene se abría paso entre mi vulva. Su glande rosado ya había entrado yo gemía del dolor y mordía su hombro, el sonreía. Yugo seguía empujando, y el sudor empezaba a reflejarse en su bello rostro. El bailaba sobre mí sacando y metiendo, muy despacio y el dolor se convertía en placer, chupaba mis senos, sentía el contacto de sus bolas con sus movimientos, fue aumentando el ritmo, hasta que ambos tuvimos el orgasmo al mismo tiempo, soltó de nuevo su semen dentro de mí. Nos quedamos quietos un buen rato con su pene dentro de mí chorreando todavía su leche blanca, nos miramos a los ojos, nos besamos y nos dijimos que nos amábamos.

"ven, vamos al agua" dijo Yugo

Le sonreía y nos levantamos de la gran piedra y entramos a la tibia agua, el me abrazo, y nos volvimos a besar. Tengo miedo de perderlo o de peor aun, que le pase algo, muy pronto iniciara sus torneos de batalla y no se que le pueda pasar.