Incidente en el club nocturno - Las Bolas de Pablo

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7 sept 2015

Incidente en el club nocturno

ORIGINAL DE ZATN

CONTIENE BALLBUSTING  M/M.


   Hola me llamo MarĆ­a Echeverry, tengo 19 aƱos y les contarĆ© los hechos  que me sucedieron  en un sitio llamado NOCHES EN CATALUƑA, el Club nocturno donde trabajaba hasta hace unos meses.

   Soy de un paĆ­s Sudamericano pero emigrĆ© a EspaƱa para buscar una mejor vida, dadas las penurias de dinero de mi familia; Lamentablemente la situaciĆ³n espaƱola no resultĆ³ muy diferente a mi paĆ­s natal dada la recesiĆ³n econĆ³mica que actualmente azota a Europa.
Me las tuve que ingeniar para subsistir, ademƔs para enviar algo de dinero a mi familia, asƭ es como terminƩ trabajando como bailarina de un Club nocturno.

   Hace unos 6 meses vivĆ­a en Barcelona y  laboraba en el Club NOCHES EN CATALUƑA, un sitio bastante comĆŗn para la vida nocturna, realizaba bailes erĆ³ticos al pĆŗblico y el privado, terminando siempre en topless.

CLUB NOCTURNO NOCHES EN CATALUƑA.

   El que una mujer  le muestre  las tetas a los hombres, es algo que siempre les gusta, y como soy  de pechos grandes, enseguida conseguĆ­ empleo y bien remunerado.

   No me gustaba desvestirme ante el pĆŗblico, pero era un trabajo y por lo menos mantenĆ­a los pantis puestos.

Mis atributos Mamarios.

   Ahora deben saber que ese club tenĆ­a fama de ser centro de trĆ”fico de drogas; No me gustan las drogas, y jamĆ”s presenciĆ© venta de ellas en el club, pero las otras chicas hablaban que el dueƱo del lugar… Don Xavier, era alguien bastante temido en el mundo de las drogas.

   Hasta decĆ­an que lideraba un grupo poderoso de criminales, lo que convertirĆ­a al club en una fachada o que se yo… ese lugar donde se reĆŗnen los mafiosos… como en el padrino…aunque es una tonterĆ­a, ademĆ”s no vi la pelĆ­cula; pero lo cierto es que me aterraba la fama del jefe… y esperaba pronto partir de ese sitio.

   En fin, una noche habĆ­a poco pĆŗblico por ser miĆ©rcoles y haber partido internacional del  Barcelona, asĆ­ que las cosas iban mal esa noche para el negocio.

   De repente se escuchĆ³ un estruendo en la sala contigua, mucha gente dejĆ³ de prestar atenciĆ³n a mi “profesional baile” que ya casi terminaba, para ir a curiosear.

   Como en masa iban hacia el origen de los ruidos; Dada la falta de atenciĆ³n cesĆ© de bailar y esperĆ© en la tarima a ver que sucedĆ­a.

   CuĆ”l fue mi sorpresa cuando todo el personal masculino en rol de curiosos, sale en estampida del club como si hubieran visto el diablo.

   SentĆ­ temor y pensĆ© en unirme a la estampida, asĆ­ que como pude baje de la tarima. Me encontraba ya en pantaletas, asĆ­ que me cubrĆ­ con la bata que uso siempre tras finalizar el show, y con la que regreso  al vestidor.

Asustada en bata.



   Aun  no lograba atar la bata, cuando los sucesos me alcanzaron,… tres hombres aparecieron, dos eran de la seguridad del club, Paco y Tito, ambos estaban enfrascados en una pelea con el tercer y desconocido hombre.

Paco y Tito.
   El desconocido golpeĆ³ a Tito, con rapidez, vi como un golpe en la mandĆ­bula y otro en el oĆ­do, dejaban al pobre hombre de seguridad en el suelo. 

   Acto seguido, aplico una especie de movimiento de Karate o Kung fu, algo de esas cosas al pobre  Paco, quien saliĆ³ disparado…  y hablando de disparado, Paco estaba armado, pero no pudo usar la pistola  pues el tipo le habĆ­a bloqueado el arma.

   Ahora con Paco en el suelo, le toma Ć©l arma y avanza hacia la puerta.

   Por desgracia para mĆ­ me encontraba  paralizada en la puerta,  me vio y  grito que me quitara.

   Estaba petrificada  del  miedo.

   Sin quererlo le bloqueaba el escape, me quede viĆ©ndolo a los ojos, suplicante, con los brazos caĆ­dos, tomaba mis manos casi rezando; Era imponente ese fuerte hombre, y debo confesar que a la vez era muy atractivo.


El atractivo desconocido.

   Sin darme cuenta la bata se abriĆ³ sola, exponiendo por completo mis grandes senos, mientras mantenĆ­a la mirada fija en su arma…  casi me orine encima del terror.

   Ć‰l se detuvo con el arma en su mano y me mirĆ³ un instante, luego el instante se alargĆ³.

   EstĆ”bamos frente a frente, una mujer de 1.62 cm, frente a un sujeto armado que sobrepasaba los 1,95 metros.

   Reaccione de mi letargo dada su falta de acciĆ³n, esperaba que me disparara o me hiciera a un lado de un manotazo, pero lo vi!… estaba con los ojos como platos, con la mirada baja… viendo mis pechos!, mis pezones estaban en sintonĆ­a con sus pupilas.

Con las tetas desnudas frente a Ć©l.

   El tonto se quedĆ³ viĆ©ndome, me sentĆ­ apenada por su mirada, el miedo se calmĆ³ un poco, pero no suficiente para reaccionar y simplemente quitarme de su camino.

   Entonces sucediĆ³ algo!, el tipo reaccionĆ³ , levanto la mirada y su cuerpo se elevĆ³  del suelo unos centĆ­metros.

   No sabĆ­a que sucedĆ­a, su rostro reflejaba angustia y dolor, entonces mirĆ© abajo… hacia su bragueta, AllĆ­ estaba  la punta de un grueso zapato negro clavado entre sus piernas.

   Un segundo despuĆ©s ya no estaba.

   Le habĆ­an pateado por detrĆ”s en los huevos!.

   El tipo grito como loco

   Un AAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!! Se escuchĆ³ en todo el club nocturno.

   El arma cayĆ³ de su mano y de inmediato se cubriĆ³ la entrepierna; Acto seguido el enorme hombre se derrumbĆ³ frente a mĆ­.

   La caĆ­da del hombre  mostrĆ³ a RamĆ³n, el jefe de los escoltas del seƱor Xavier, un sujeto atemorizante,  siempre  evitaba verle a los ojos pues su mirada era frĆ­a e insensible.

   Aparte de eso me atemorizaba con su enorme tamaƱo, tan grande como el que acababa de caer pero mucho mĆ”s grueso… encajaba en el tĆ©rmino GORILA.

El gorila de RamĆ³n.

   El desconocido estaba en posiciĆ³n fetal quejĆ”ndose sin parar… no podĆ­a dejar de mirarlo, imagine lo que debĆ­a estar sufriendo… los testĆ­culos son demasiado sensibles para un hombre, sin importar que fuera grande y fuerte… lleguĆ© a  sentir verdadera  pena por Ć©l.

   RamĆ³n me hizo una seƱa para que me alejara, mientras tomaba el arma y se acercaban mĆ”s al adolorido sujeto.

   Otros dos guardias se acercaron al sujeto tirado y comenzaron a patearlo en la espalda y abdomen.  El hombre no podĆ­a hacer nada, solo protegĆ­a sus partes nobles tan lastimadas.
Mientras tanto Paco y Tito, empezaban a reincorporarse.

   Me sentĆ­a mal al ver sufrir a ese guapo caballero. Nunca he golpeado a un hombre en sus testĆ­culos, pero he visto a algunos recibir golpes allĆ­ en algunas peleas callejeras… y sus reacciones siempre son  terribles.

   RamĆ³n lo habĆ­a pateado tan fuerte!, y sobre todo tan de improviso, lo cogiĆ³ completamente con la guardia baja.

   No aguantĆ© mĆ”s y les dije: “ya basta!, le patearon duros los huevos… no puede hacer nada mĆ”s. Por favor ya dĆ©jenlo!”.

   RamĆ³n les hizo seƱas y los dos guardias pararon. Entonces se quedĆ³ viendo al tipo tirado en el suelo, RamĆ³n le veĆ­a con mirada de desprecio, y su cotidiana frialdad que me asustaba.

RamĆ³n se queda viendo al golpeado sujeto.

   De pronto, RamĆ³n  tomĆ³ impulso y pateĆ³ con fuerza al derrumbado hombre…. en las bolas!, el tipo estaba abierto de piernas exhausto de tantas patadas recibidas, se cubrĆ­a la entrepierna con sus cansados dedos….aun asĆ­,  el fortĆ­simo puntapiĆ© de RamĆ³n impactĆ³ en los protectores dedos y los comprimiĆ³ de tal forma que fue como si no estuvieran allĆ­… casi toda la fuerza de la patada se transmitiĆ³ hasta sus sĆŗper adoloridas huevas.

   El nuevo golpe en sus partes Ć­ntimas, le generĆ³ un agudĆ­simo alarido desde lo mĆ”s profundo de su garganta.

   Ante semejante golpe brutal y cobarde, sĆ³lo atinĆ© a cubrirme la boca para no gritar del  horror… mientras el lastimadĆ­simo sujeto no paraba de retorcerse en el piso del dolor.

   RamĆ³n me mirĆ³ seriamente e insistiĆ³ en que me alejarĆ”,… aterrada obedecĆ­, sentĆ”ndome  en una mesa lo mĆ”s lejos posible… sĆ³lo entonces me percatĆ© de mi bata todavĆ­a abierta y cubrĆ­ mis  pechos.

   Segundos despuĆ©s apareciĆ³ en escena Don Xavier, con otro dos hombre custodiĆ”ndole.

Don Xavier.

   Mientras el patrĆ³n era informado por RamĆ³n de lo ocurrido, PensĆ© que tal vez ese hombre habĆ­a intentado algĆŗn atentado contra Don Xavier, o tal vez era algĆŗn problema con los sucios negocios de mi jefe.

   RamĆ³n hablĆ³ al oĆ­do a su PatrĆ³n y repentinamente me seƱalĆ³… al ver esto se me erizo la piel.

   Que estaba diciendo de mĆ­?… yo no habĆ­a hecho nada.

   Don Xavier se me acerco sonriente, y me levante ante Ć©l, casi haciĆ©ndole reverencia.

   Don Xavier: “me cuenta RamĆ³n que detuviste de alguna forma a ese sujeto, dime que pasĆ³ MarĆ­a”.

   - “verĆ”  seƱor, yo no hice nada, ese tipo...Ć©l, Ć©l, Ć©l…”.

   Don Xavier: “cĆ”lmate muchachita, sĆ³lo dime”.

   - “Ć©l, bueno yo creĆ­ que me harĆ­a algo, estaba armado!, yo, yo no hice nada!, Ć©l se quedĆ³ viĆ©ndome… las tetas, y ya!”.

   Don Xavier: “Jajajajjajajajaja! …en serio?”.

   - “Si!, sĆ³lo me veĆ­a las tetas… y RamĆ³n le dio esa patada, le pateo los huevos!...que horror!, Pobre hombre!”.

   Don Xavier: “Entiendo…Jajajaja, muĆ©strame esos grandes nenes querida niƱa”.

   ObedecĆ­ retirando la bata, dejando mis tetas frente a ese anciano.

   Con ojos como bolas de billar, Don Xavier contemplĆ³ mi zona pectoral.

   Toco mi pezĆ³n derecho y comenzĆ³ a sobarlo; Me sentĆ­ incomoda siendo tocada por ese seƱor de edad.

EnseƱando mis pechos al PatrĆ³n.

   Don Xavier: “Eres muy tetona, y son muy  hermosos los melones que tienes”.

   -“Gracias seƱor”.

   Don Xavier: “ese tipo no pudo hacer nada mĆ”s… tus tetas lo distrajeron… y bastante!”.

   - “Parece que sĆ­”.

   Don Xavier: “Es normal!, ese imbĆ©cil siempre  se embobaba con las mujeres, y sobre todo con las  bien dotadas”.

   -“Lo conoce?”.

   Don Xavier  guardĆ³ silencio. Parece ser  que no debĆ­ hablar de mĆ”s.

   Entonces dejo mi pezĆ³n, saco su cartera y me mostrĆ³ unos billetes.

   Don Xavier: “toma, te mereces un premio por ayudar a atraparlo”.

   -“Pero seƱor no fue mi intenciĆ³n, solo creĆ­ que me matarĆ­a, yo no hice nada!”.

   Don Xavier: “si lo sĆ©, parece que tus tetas te salvaron por su propia cuenta y fueron de utilidad al Club... Ten toma esto!”.

   Me entregĆ³ unos billetes de alta denominaciĆ³n en Euros... era mĆ”s del triple de lo que ganaba en una noche.

   - “Gracias Don Xavier”.

   VolviĆ³ a tocar mi pezĆ³n con delicadeza.

   Don Xavier: “puedes irte ya, cerraremos  por hoy el club, maƱana vuelve a tu hora normal”.

   -“Si seƱor, Eh… oiga, ese tipo quiĆ©n era?, porque estaba peleando con todos?, sabe pelear ese tipo… era un ladrĆ³n?”.

   Don Xavier apretĆ³ mi pezĆ³n haciendo que mordiera mi labio para no lanzar un grito.

ApretĆ³ mi PezĆ³n.

   Don Xavier: “eso no te incumbe cariƱo… mejor que seas sĆ³lo una buena niƱa y no curiosa”. RecalcĆ³ su apretĆ³n. 

   -“Aayyyyyy, perdĆ³neme Don Xavier…Suel…suĆ©lteme por favor!”.

   Don Xavier: “no hay problema, sĆ³lo no menciones mĆ”s este asunto!”. SoltĆ³ mi pezĆ³n.

   Don Xavier: “ya vete!”.

   -“Si, si seƱor!, perdĆ³neme…adiĆ³s seƱor!”.

   Don Xavier: “Paco, acompƔƱala  afuera  y ciĆ©rrame el negocio, pero ya!”.

   Me asuste como no tienen  idea, pensĆ© que Paco me harĆ­a algo afuera, pero gracias a Dios su expresiĆ³n me calmĆ³: su cara reflejaba tranquilidad.

   Me vestĆ­ en la entrada y me marchĆ©… deje mis cosas en los vestidores, esta noche no iba a regresar a molestar, no querĆ­a que me mandaran a “Dormir con los peces”.

   Mis llaves estaban en mi casillero, pero no era problema pues vivĆ­a en un apartamento compartido con 2 amigas y alguna de ellas siempre estaba a esta hora de la noche.

   Camino a casa no dejaba de pensar en ese sujeto atractivo, lo valeroso que fue al pelear con varios tipos a la vez y golpearles…para luego ser reducido por ese bruto de RamĆ³n con ese patadĆ³n que le  propinĆ³.

   ComencĆ©  a hablar en voz baja en la calle:

   “Pobre hombre, ese hampĆ³n de RamĆ³n lo lastimĆ³ en serio… pobre de sus huevos… pero yo tengo algo de culpa, yo lo distraje!;  Lo siento seƱor pero no fue mi intenciĆ³n…para que se distrajo viĆ©ndome las tetas?… usted cavo su propia tumba!”.

“Oh que digo...ese tipo, que le habrĆ” pasado?… lo irĆ”n a matar?”.

   Al final  pensĆ©:  -Donde vine a meterme-

   DecidĆ­ esa noche que me irĆ­a de ese lugar… pero no soy tonta, si no aparecĆ­a al dĆ­a siguiente sospecharĆ­an que me fui de boquifloja. AsĆ­ que planee seguir trabajando uno o dos meses y despuĆ©s ya retirarme, asĆ­ no asociarĆ­an mi partida con algĆŗn intento de hablar de lo sucedido esa noche.

   AdemĆ”s no podĆ­a quedar sin empleo de un dĆ­a para otro, necesitaba el dinero.

   A los pocos meses cumplĆ­ mi plan y deje el club, me cambie de ciudad por si acaso.

   Ahora vivo en Madrid y tengo un empleo como asistente de contabilidad, no estoy capacitada en ello, pero aprendo cada dĆ­a y espero no tener que volver a quitarme la ropa para salir adelante.

   Se puede decir que he tenido suerte, pero en realidad mis atributos me dan la suerte, me han servido de nuevo pues con estos grandes pechos que Dios me dio, logrĆ© conseguir a un hombre que me otorgĆ³  el empleo y con el cual tengo una relaciĆ³n estable.

   No es difĆ­cil que usando un poco mĆ”s mis dotes, logre en poco tiempo llevarlo al altar… y asĆ­  asegurarme un buen futuro.

   No es  justo con Ć©l, pero tratarĆ© de darle felicidad.

   SĆ© que no hago las cosas correctamente, pero no quiero volver a mi paĆ­s fracasando, ademĆ”s mi familia necesita econĆ³micamente de mĆ­ y como sea les ayudare en lo que pueda.

FIN.

Gracias.
Comentarios a  zatniktiel@hotmail.com

2 comentarios:

  1. Que tetas tan grandes tiene la mujer de las fotos, alguien sabe como se llama?.

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  2. se llama EWA SONNET. y es una diosa del TOPPLES.

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