CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
-SEXO HOMOSEXUAL
—Hoy tengo ganas de romper bolas —fue lo que comentĆ³ Pablo al estar frente a su rival.
Ronald su rival tenĆa una mirada asesina sobre Pablo, su definido pecho y abdominales estaban preparados para estocar rudos golpes. Pero fue Pablo el primero en atacar: lanzĆ³ un puƱetazo duro en las bolas de Roland.
Los ojos de Roland se abrieron y mirĆ³ a Pablo con una expresiĆ³n de sorpresa en el rostro. DejĆ³ escapar un pequeƱo gemido y se doblĆ³.
Pablo sonriĆ³ malevolamente y retrocediĆ³ pavoneandose por el escenario moviendo su pene de lado a lado con el caminar.
Roland gimiĆ³ como un niƱo herido, estaba encorvado agarrando sus delicadas gĆ³nadas.
—¡¿QuĆ©?! —gritĆ³ de sorpresa abriendo los ojos como globos.
Pablo iba corriendo hacia Ć©l y se lanzĆ³ contra su humanidad. Roland cayĆ³ de espalda al piso y sobre sus testĆculos la rodilla de Pablo. Roland se estremeciĆ³ y dejĆ³ escapar un grito ronco.
Pablo se acomodĆ³ y volviĆ³ a afincar con impetu la rodilla contra la ingle.
Roland gimiĆ³ apretando los dientes. LogrĆ³ pasar una mano por el pecho del joven, penetrando la mano dentro del slip y le agarrĆ³ los grandes huevos de semen, apretĆ³ con fuerza.
Pablo hizo una mueca y respirĆ³ hondo. "No", suplicĆ³ y hundiĆ³ por tercera vez la rodilla aplastando los ovalados organos contra el suelo.
Roland tosiĆ³ y soltĆ³ las pelotas de Pablo, que arqueĆ³ la espalda tomando con fuerza sus huevos, ChacĆ³n tenĆa cara de extremo dolor mientras su pene parecĆa reaccionar de placer.
—¡Eres un puto! —asegurĆ³ Pablo con las manos enlazadas a su entrepierna.
Roland intentĆ³ retroceder echado en el suelo.
Jadeando, Pablo se arrastrĆ³ hacia Roland y agarrĆ³ su pie derecho, seguido alzĆ³ el izquierdo.
Roland se quejĆ³.
Pablo hizo una gran fuerza por separar las piernas del otro guerrero que luchando se defendia, en su boxer se delineaba la polla dura.
Pablo apretĆ³ el puƱo y golpeĆ³ en las vulnerables gĆ³nadas de su oponente, las bolas crujieron fatalmente aplanandose contra su cuerpo.
Roland gritĆ³ con toda la fuerza de sus pulmones. Su cuerpo convulsionĆ³. Intentando agarrar con la mirada perdida sus genitales desnudos.
Encima de todo su dolor, Roland estaba sosteniendo sus bolas con las manos, su polla sobresalĆa por encima de la ropa interior, seƱalaba a Pablo.
Pablo se humedeciĆ³ los labios y sonriĆ³. AĆŗn sostenĆa al hombre con las piernas abiertas. Su polla temblĆ³ y brotĆ³ una gota de lĆquido preseminal a sabiendas de lo que iba a ocurrir.
Pablo saltĆ³ en el aire y con la rodilla aplastĆ³ las bolas de Roland.
El hombre gritĆ³ serpenteando violentamente en el suelo donde Pablo tuvo quesoltarlo, Roland se acurrucĆ³ por completo con las mano metidas entre sus piernas su cabeza se inclinĆ³ a un lado quedando inerte. Pablo levantĆ³ las cejas. Un grupo de personas se acercaron a Roland.
—El ganador absoluto por knockout es Pablo —declarĆ³ el anfitriĆ³n del combate.
Pablo sonriĆ³ y se alzĆ³ victorioso ante el pĆŗblico, aquella no eran las reglas finales del encuentro pero por estar el rival desmayado el ganador resultaba el.
"Sus bolas son nada" pensĆ³ mientras se dirigia al camerino.
Al entrar se mirĆ³ al espejo y se vio el cuerpo sudoroso, ¿hasta cuando estarĆa ahĆ? Su mirada se dirigiĆ³ a una silla y el rostro se tornĆ³ serio.
—¿QuĆ© haces aquĆ? —preguntĆ³.
—QuerĆa darte mis felicitaciones —asegurĆ³ Esteban parandose del asiento y caminando hacia Pablo. Se paro tras Ć©l muy cerca, casi posando su erecciĆ³n al trasero—. Eres bueno, Pablo ChacĆ³n, como desmayaste al otro retador yo personalmente deseaba cumplir con lo que el no pudo.
—No me interesa —negĆ³ Pablo sintiendo la erecciĆ³n del hombre dentro del jeans.
—Por favor, sĆ³lo esta vez —susurrĆ³ Esteban casi en sĆŗplica—. Por favor te lo pido, Pablo.
Con su mano tanteĆ³ el pecho del muchacho, duro y fuerte, estaba para chuparselo. PegĆ³ la nariz al cuello del joven que lo miraba en el espejo, ¿por quĆ© le gustaba tanto? Esteban tragĆ³ saliva y metiĆ³ la mano dentro de la ropa interior de Pablo.
—Tienes hermosas bolas, chico —asegurĆ³ acariciando con los dedos los pesados melones del muchacho.
A pablo no le costĆ³ mucho tiempo tener el miembro duro. Tras Ć©l Esteban parecĆa embelesado de lograr su objetivo. Su polla dura apuntaba a los gluteos del joven. Esteban mirĆ³ la entrepierna de Pablo y sonriĆ³.
Acariciaba con sus dedos aquellos grandes testĆculos tan vulnerables en medio de esos gruesos muslos.
Esteban colocĆ³ ambas manos en la cadera de Pablo, el joven lo miraba a traves del espejo, sabĆa que el corazĆ³n le latĆa tan fuerte como un tambor. Su calzĆ³n bajĆ³ y la gruesa verga vio la luz. Esteban la tomĆ³ con la mano y Pablo detuvo el aliento, el hombre le dio un tierno beso en el cuello y le comenzĆ³ a manipular el miembro.
—Mmmmhhh —Pablo arrullĆ³ cerrando los ojos.
Sus reacciones sexuales se activaron aumentando su lĆbido.
Esteban tambien le pegaba su erecciĆ³n su pene estaba tan duro que facilmente podĆa confundirse con un palo. La polla de Pablo era masturbada con fuerza y su respiraciĆ³n se entrecortaba.
La verga temblĆ³ violentamente en la mano de Esteban.
Pablo se sentĆa tan caliente.
—Gracias —susurrĆ³ Esteban acariciando las bolas de Pablo con una mano y con la otra lo masturbaba.
Pablo jadeaba.
Un disparo de jugo color blanco cremoso surgiĆ³ de la cabeza de su polla dura. Aquellos chorros de esperma volaron por el aire y aterrizaron contra el espejo.
PRRRRSTTT, PRRRSSSTT, PRRRRSSTT, sonaba la eyaculaciĆ³n.
Esteban respiraba pesadamente al borde del orgasmo tambiĆ©n. EchĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s y eyaculĆ³ dentro del pantalĆ³n. Donde su verga mojĆ³ el jeans.
Pablo mirĆ³ como su pene escupiĆ³ chorro tras chorro de esperma caliente, chocaban contra el espejo y rezumaba lentamente.
Todo habĆa acabado, literalmente.
Con la mano llena de nƩctar, Esteban hizo dar la vuelta a Pablo. Se miraron directamente a los ojos.
Esteban le dio un beso en los labios.
Al separarse Pablo tragĆ³ saliba, seguĆan mirandose, Esteban parecĆa enamorado o agradecido. Pablo se sintiĆ³ incomodo. De manera brusca subiĆ³ la rodilla en el jeans manchado de semen de Esteban, machacando sus bolas contra la pelvis.
El hombre brincĆ³ en el aire sorprendido, gritando y luego tociendo. CayĆ³ directo al piso sin dejar de tocer, con las manos entre las bolas y hundiendo la cabeza en el suelo. Pablo cogiĆ³ su ropa y se fue.
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