El come hierros y el ambientalista - Las Bolas de Pablo

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22 mar 2016

El come hierros y el ambientalista

CONTIENE:

-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

     ā€”ĀæY a vos ya se te quitĆ³ la depresiĆ³n? ā€”preguntĆ³ NicolĆ”s cuando entrĆ³ a la oficina de Pablo.


   El muchacho abandonando su labor, riĆ³ y meneĆ³ la cabeza dudando


   ā€”No sĆ©, me pesĆ³ mucho cuando Alfredo presentĆ³ su carta de renuncia en la empresa. Ahora, ĀæquĆ© estarĆ” haciendo?



   ā€”Tirando como un boludo con el otro pibe que te engaƱaba. ChĆ©, Alfredo era pĆ©simo como gerente, Francisco me contĆ³ que tu padre lo ascendiĆ³ para que Otto no le despidiera en caso de ser presidente de la empresa... ĀæSabĆ©s por quĆ© Otto lo odiaba tanto?



   Pablo lo miro a los ojos y tragĆ³ saliva.



   ā€”Eso te lo contarĆ© despuĆ©s.



   ā€”SĆ­, estĆ” bien. Al fin y al cabo Alfredo ya no es importante, que se quede gris... ContĆ”me cĆ³mo te ha ido con tus pretendientes.



   ā€”Ja, ja, ja. NicolĆ”s ya no digas asĆ­.



   ā€”Pibe ya sĆ© que has salido con el cara de villero, David, y el hermoso de RamĆ³n.



   ā€”SĆ­ te parece hermoso quĆ©date con Ć©l.



   ā€”No ā€”negĆ³ NicolĆ”sā€”. Ya lo intentamos y no funcionĆ³.



   Pablo le miro apretando los labios y NicolĆ”s riĆ³ con la reacciĆ³n.



   ā€”Pibe, contĆ”me como te ha ido con los dos.



   ā€”Nada, sĆ³lo nos hemos conocido.



   ā€”Ay, que aburridos. Salir a conocerse como quinceaƱeras... Yo pensĆ© que ya les habĆ­as agarrado el pito a los dos.



   ā€”Eres un puerco que sĆ³lo piensas en sexo.



   ā€”Y vos sĆ³lo pensĆ”s en niƱadas, tenĆ©s una cara de sĆ”dico y mente de niƱo bueno.



   ā€”Ya lĆ”rgate, me estorbas el trabajo.



   ā€”Ya lĆ”rgate me estorbas el trabajo ā€”le imitĆ³ NicolĆ”s abandonando su asientoā€”. Si yo tuviese tu cara, tu pito y tus huevos serĆ­a actor porno y no contarĆ­a nĆŗmeros aburridos.



   Pablo riĆ³ y le ordenĆ³ que saliera. Ya cuando NicolĆ”s abandonĆ³ la oficina, Pablo recordĆ³ que ya habĆ­a tenido experiencias con NicolĆ”s y RamĆ³n, y el hecho de recordarlo le ponĆ­a el pene duro.





   HacĆ­a semana y media atrĆ”s habĆ­a almorzado con David, resultaba un tipo simpatico, dedicado a tener una plĆ”tica amena y romĆ”ntico. La conversaciĆ³n girĆ³ en la buena ampliaciĆ³n que habĆ­an hecho a su gimnasio y que en pocos dĆ­as harĆ­a la reapertura.



   ā€”Ven a conocerlo. El otro lunes volverĆ© a abrir al pĆŗblico.



   ā€”No puedo, debo volver al trabajo, hay una reuniĆ³n importante esta tarde.



   ā€”Insisto ā€”pidiĆ³ David mostrando los dientes con una sonrisaā€”, entonces vayamos hoy en la noche, quiero que lo veas.



   ā€”Bueno, si no surge una actividad imprevista en la reuniĆ³n irĆ©.



   ā€”Te pasarĆ© buscando.



   ā€”Esta bien.



   ā€”Quiero que veas el gimnasio y las nuevas maquinas que compre ā€”afirmĆ³ David..



   Y esa noche David busco a Pablo y lo llevo a conocer su gimnasio, habĆ­a quedado completamente remodernizado tenĆ­a amplias ventanas que mostraban la luz de la ciudad y sus altos edificios, las paredes de verde y blanco daban aspecto armĆ³nico. Las mĆ”quinas invitaban al ejercicio.



   ā€”PĆ©game en las bolas ā€”pidiĆ³ David acercĆ”ndose a Ć©l y casi pidiĆ©ndolo en susurro.



   ā€”ĀæCĆ³mo? ā€”preguntĆ³ Pablo.



   ā€”PĆ©game en las bolas ā€”repitiĆ³ Davidā€”. SerĆ­a un honor que tu lo hagas te admiro desde la primera vez que te vi luchar, ahĆ­ me volvĆ­ tu fan, nunca creĆ­ que te conocerĆ­a. Vamos, pĆ©game en las bolas.



   Pablo le sonriĆ³ y se mordiĆ³ los labios, estaba parado ante David, casi intercambiaban la respiracion, se miraban a los ojos y el pene se le habĆ­a puesto duro con la mera invitaciĆ³n.



   Pablo retrocediĆ³ sĆ³lo para admirar la exuberante belleza de David, de estatura media y tez morena, usaba una camisa muy ajustada y un pegado pantalĆ³n que se ceƱƭa a sus muslos musculosos. Claramente definida era la protuberancia de lo que parecĆ­an ser sus testĆ­culos y un pene gordo que serpenteaba en su ropa, quizĆ”s y de veras su verga no era gorda, sino era la engaƱoza forma del pantalĆ³n.



   Los dos se miraron por varios segundos hasta que Pablo cediĆ³ y se acercĆ³ colocando la mano sobre el perineo del hombre fortachĆ³n. La ma mano palpĆ³ lo que se posĆ³ en su palma, se sentĆ­a un par de testĆ­culos suaves, David sonriĆ³ de nervios, se sentĆ­a caliente. Pablo subiĆ³ la mano hasta los pectorales y en su recorrido rosĆ³ el pene verdaderamente grueso, frotĆ³ su pecho y los abdominales de David al tiempo que extendĆ­a su otra mano y comenzĆ³ a masajear el muslo derecho tonificado a base de mĆ”quinas.



   ā€”Vas a hacer que reviente ā€”riĆ³ David completamente excitado.



   Pablo se carcajeĆ³ juzgando la entrepierna empalmada del dueƱo de aquel gimnasio. Pablo trasladĆ³ la mano en aquel lugar y empezĆ³ a frotar, excitandose tambiĆ©n con lo que palpaba.



   Luego de casi dos minutos de estar frotando y sintiendo la no grande pero si gorda polla de David, Pablo lo agarrĆ³ de las bolas, apretando mientras su otra mano acariciaba el contorno de la verga.



   La respiraciĆ³n de David se hizo pesada. Mientras Pablo lo apretaba suavemente de las gĆ³nadas le hizo retroceder sobre sus pasos, hasta que cayĆ³ en una maquina para hacer abdominales.



   ā€”Oh... Oh, Pablo.



   David gimiĆ³ cuando la presiĆ³n en sus huevos aumentĆ³ ligeramente.



   Pablo lo soltĆ³ de las pelotas sĆ³lo por breves segundos, cuando le abriĆ³ el pantalĆ³n y lo hizo bajar por los fuertes muslos de aquel muchacho le sacĆ³ la oscura polla, netamente no era grande pero descomunalmente gruesa y cabezona acompaƱada de dos testĆ­culos en perfecta forma ovalada y carnosos. Pablo lo tomĆ³ del pene y lo masturbĆ³ a ritmo constante, David gimiĆ³ echando atrĆ”s la cabeza por casi cuatro minutos mientras el Ć©xtasis sensual se adueƱaba de su cuerpo.



   David gritĆ³ de placer y un chorrete pesado de semen saliĆ³ de su pene y empegostĆ³ la mano de ChacĆ³n. Pablo le sonriĆ³ sin dejar de soltar la furiosa verga ni el apretĆ³n ligero a las huevas.



   Como si fuera de manera espiritual, David abriĆ³ la boca y asĆ­ su pene vomitĆ³ un nuevo lote de su leche masculina, la crema estaba tan voluminosa como la primera. El lĆ­quido se acumulaba en la mano de Pablo humedeciendo su piel.



   Aquello a David le provocaba un excite total al ser ballbusteado por alguien como Pablo a quien admiraba en sus erĆ³ticas luchas, mĆ”s que malestar en sus bolas era una rica sensaciĆ³n lo que sentĆ­a, ademĆ”s de que aquello lo hacĆ­a eyacular como nunca antes en su vida.



   ā€”Aaaaahhhhh, ahhhhh, Ā”Pablo!



   David pudo exclamar antes de soltar una tercera lluvia de semen tan fuerte que al momento de disparar su semen emitiĆ³ un mojado sonido como prrrtistt. Esta vez el caƱonazo de leche cayĆ³ divinamente sobre su ondulado abdomen, manchando su camisa.



   Pablo sobrepasĆ³ los lĆ­mites y apretĆ³ las bolas de David como dos limones a exprimir.



   ā€”Ā”Oooooh! ā€”gimiĆ³ David sin poder paralizar la enorme carga de semen que mojĆ³ los dedos de Pablo y sus muslosā€”. Pablo... estoy... ā€”jadeaba intentando explicar su orgasmo.



   Su pene brotĆ³ otra erupciĆ³n de lava blanca. El moreno torso del muchacho estaba lleno de sudor mientras sus mĆŗsculos se tensanban con efectos del orgasmo.



   Pablo le retorcĆ­a las bolas mientras David cruzaba los ojos y abrĆ­a la boca con una mueca dolorosa, su espalda se tensaba y empezaba a hacer presiĆ³n en la mano de Pablo.



   ā€”Ā”AAAAAAAAHHHHH!



   Fue el Ćŗltimo grito agĆ³nico de David hasta que Pablo dejĆ³ de retorcerle los cojones. Cuando le soltĆ³ los testĆ­culos en el ambiente habĆ­a un fuerte olor a semen... cloro, el musculoso moreno reposaba acariciando sus genitales, su apretada camisa y muslos estaban cubiertos de blanco semen.



   Olvidando aquella experiencia Pablo sonriĆ³ excitado al recordar, seguido de aquella sesiĆ³n David se limpiĆ³ e intercambiaron algunos besos, no ocurriĆ³ nada mĆ”s.



   Por otro lado tambien habĆ­a tenido una experiencia ballbusting con RamĆ³n, el amigo de NicolĆ”s, un hombre moreno y de cuerpo atlĆ©tico, era ambientalista y trabajaba en una empresa de estudios de impacto a la naturaleza, ademas de ser protecto de la fauna y odiar las actividades taurinas.



   ā€”Por eso no se deberĆ­a decir medioambiente ā€”explicaba RamĆ³nā€”, por la mala traducciĆ³n del inglĆ©s y tambien porque no estamos en la mitad de algo para decir medio.



   ā€”Entendido ā€”asegurĆ³ Pabloā€”, ya no lo olvidarĆ©.



   ā€”ĀæTe contĆ© la vez que le patiĆ© las bolas a un torero?



   Pablo se echĆ³ a reĆ­r negando.



   ā€”Pues varios amigos mios de Galicia me habĆ­an llamado para un festival taurino que se harĆ­a allĆ”, entonces llegamos los activistas profauna al sitio protestando, cuando vi al torero, el tĆ­o se acercĆ³ a nosotros y con su arrogancia dijo que estabamos locos, que ese era su medio de vida y aquello era cultura, yo le dije que la cultura no era muerte, que los toros sufrĆ­an, el muy cretino dijo que esos animales eran tan corpulentos que no sentĆ­an dolor. Y como el imbĆ©cil era fuerte y su ajustado traje mostraba todo, me alcĆ©, creo que por indignaciĆ³n. Le gritĆ©: "Si tu eres fuerte, resiste este". Y le di tremendo patadĆ³n, que el idiota saltĆ³ en el aire, jajaja, se enrroscĆ³ en el suelo sin fuerzas, jajaja, Ā”cretino! Mis amigos me felicitaron por mi hazaƱa, yo estaba muy contento de verlo llorar en la tierra.



   ā€”ĀæPero lo hiciste en realidad por indignaciĆ³n o porque el torero estaba guapo? ā€”preguntĆ³ Pablo con picardĆ­a.



   RamĆ³n riĆ³ y sus morenas mejillas se coloraron.



   ā€”Creo que por las dos, pero mĆ”s en venganza por los toros... esa fue la excusa. Ā”Jajaja!... ĀæY tĆŗ? ĀæMe pegarĆ­as en los huevos por lindo o por hablar mucho tiempo? ā€”abandonĆ³ su asiento y se plantĆ³ frente a Pablo con las piernas abiertas.



   Pablo lo mirĆ³ de pies a cabeza, RamĆ³n era de cuerpo atletico, alto y agradable. Usaba ceƱido jeans que se ajustaba en sus largas piernas, una chaqueta tapaba su marcado cuerpo.



   Pablo tambien abandonĆ³ su asiento y mirandolo a los ojos colocĆ³ la mano en la entrepierna del ambientalista, sentĆ­a un pene largo y erecto, Pablo llevĆ³ la mano a los cojones, estaban cargados de semen y de veras colgaban entre sus piernas pese a estar guardados por la pequeƱa ropa interior. ChacĆ³n acariciĆ³ el Ć”rea sensible. RamĆ³n inclinĆ³ la cabeza hacia atrĆ”s su pene levantaba con fuerza una protuberancia en el jeans y aquello a Pablo le parecĆ­a sexy y le hacĆ­a agua la boca.



   De repente, de pasar a acariciar la zona, Pablo con gran sorpresa apretĆ³ los testĆ­culos sensibles llenos de semen. RamĆ³n abriĆ³ los ojos y contuvo el aliento sintiendo espasmos de agonĆ­a nauseabunda explotando desde su ingle hasta su estĆ³mago.



   Pablo apretĆ³ con mĆ”s fuerza esperando un chillido agĆ³nico de RamĆ³n, pero insistĆ­a en hacerse el fuerte.



   Apretaba los huevos a tiempo que tambien jalaba el escroto en direcciĆ³n a las rodillas. Y es que el largo y pendular saco escrotal permitĆ­a que los Ć³rganos fueran estirados. Los ojos de RamĆ³n se llenaron de lĆ”grimas pero seguĆ­an sin quejarse.



   Pablo teniendo una dura erecciĆ³n continuĆ³ torturando las bolas del ambientalista.



   Pronto soltĆ³ las huevas de RamĆ³n, y Ć©l empezĆ³ a jadear recuperando la respiraciĆ³n, Pablo frotĆ³ su pecho y se pegĆ³ a Ć©l estaban muy unidos y sentĆ­an sus erecciones, Pablo se acercĆ³ a su cara y rozĆ³ sus labios RamĆ³n cerrĆ³ los ojos esperando un beso pero no recibiĆ³ mĆ”s que una dura rodilla que aplasto sus testĆ­culos.



   ā€”Ā”Ay!



   RamĆ³n cayĆ³ de rodillas al piso, con las manos cubriendo sus bolas. Pablo riĆ³ quedando inmĆ³vil ante Ć©l, en poco tiempo RamĆ³n se apoyĆ³ contra sus muslos, Pablo quedĆ³ en silencio creyendo que serĆ­a vengado con un golpe en los cojones, y de hecho RamĆ³n miraba sus genitales.



   RamĆ³n llevĆ³ la mano a la cremallera del jeans de Pablo, el cual abriĆ³ y acariciĆ³ su bulto erecto. Se miraban a los ojos y con sutileza RamĆ³n sacĆ³ la polla de Pablo de su encierre, era una extraordinaria visiĆ³n, el ambientalista estaba de rodillas ante Ć©l sobando sus palpitantes bolas con una mano y con la otra acariciaba un pene.



   Acto seguido RamĆ³n introdujo el miembro dentro de su boca y lo apretĆ³ con sus labios.



   ā€”Aaahhh ā€”gimiĆ³ Pablo.



   RamĆ³n comenzĆ³ a moverse de atrĆ”s para delante. Pablo abriĆ³ la boca. Luego, RamĆ³n se detuvo y guardĆ³ el pene dentro del jeans.



   ā€”ĀæQuĆ©, quĆ© haces?



   ā€”Era sĆ³lo una probadita ā€”contestĆ³ RamĆ³n, colocandose de pie lentamente y sentandose encorvado en un sillĆ³n acariciando sus huevos.



   ā€”Eres un perro ā€”sonriĆ³ Pablo teniendo la polla full caliente.



 ...



   Los recuerdos de aquella sufrida noche se vieron interrumpidos cuando el telĆ©fono de la oficina de Pablo sonĆ³ obligandole a contestar.



   ā€”ChĆ©, a que no adivinĆ”s quien me llamĆ³.



   ā€”ĀæRamĆ³n?



   ā€”No, gil. Me acaba de llamar Esteban, estaba furioso por haber daƱado la puerta de la empresa, quiere que la pague.



   ā€”Te lo dije ā€”asegurĆ³ Pablo.



   ā€”SĆ­, ya lo se, asĆ­ me reunirĆ© un rato con Ć©l, intentare hacer cosas sucias con el, hare que me quiera. Y vos... Āæestabas pensando en RamĆ³n?



   ā€”Obviamente que no.



   ā€”Decime, pibe. ĀæTe gusta el defensor de la naturaleza o el come hierro? No me digĆ”s que te encanta aquel cara de villero.



   ā€”Ya pareces una vieja chismosa.



   ā€”DecĆ­me...



   Pero Pablo cortĆ³ la comunicacion colgando abruptamente el telĆ©fono.

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