CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
El muchacho abandonando su labor, rió y meneó la cabeza dudando
āNo sĆ©, me pesó mucho cuando Alfredo presentó su carta de renuncia en la empresa. Ahora, ĀæquĆ© estarĆ” haciendo?
āTirando como un boludo con el otro pibe que te engaƱaba. ChĆ©, Alfredo era pĆ©simo como gerente, Francisco me contó que tu padre lo ascendió para que Otto no le despidiera en caso de ser presidente de la empresa... ĀæSabĆ©s por quĆ© Otto lo odiaba tanto?
Pablo lo miro a los ojos y tragó saliva.
āEso te lo contarĆ© despuĆ©s.
āSĆ, estĆ” bien. Al fin y al cabo Alfredo ya no es importante, que se quede gris... ContĆ”me cómo te ha ido con tus pretendientes.
āJa, ja, ja. NicolĆ”s ya no digas asĆ.
āPibe ya sĆ© que has salido con el cara de villero, David, y el hermoso de Ramón.
āSĆ te parece hermoso quĆ©date con Ć©l.
āNo ānegó NicolĆ”sā. Ya lo intentamos y no funcionó.
Pablo le miro apretando los labios y NicolÔs rió con la reacción.
āPibe, contĆ”me como te ha ido con los dos.
āNada, sólo nos hemos conocido.
āAy, que aburridos. Salir a conocerse como quinceaƱeras... Yo pensĆ© que ya les habĆas agarrado el pito a los dos.
āEres un puerco que sólo piensas en sexo.
āY vos sólo pensĆ”s en niƱadas, tenĆ©s una cara de sĆ”dico y mente de niƱo bueno.
āYa lĆ”rgate, me estorbas el trabajo.
āYa lĆ”rgate me estorbas el trabajo āle imitó NicolĆ”s abandonando su asientoā. Si yo tuviese tu cara, tu pito y tus huevos serĆa actor porno y no contarĆa nĆŗmeros aburridos.
Pablo rió y le ordenó que saliera. Ya cuando NicolĆ”s abandonó la oficina, Pablo recordó que ya habĆa tenido experiencias con NicolĆ”s y Ramón, y el hecho de recordarlo le ponĆa el pene duro.
HacĆa semana y media atrĆ”s habĆa almorzado con David, resultaba un tipo simpatico, dedicado a tener una plĆ”tica amena y romĆ”ntico. La conversación giró en la buena ampliación que habĆan hecho a su gimnasio y que en pocos dĆas harĆa la reapertura.
āVen a conocerlo. El otro lunes volverĆ© a abrir al pĆŗblico.
āNo puedo, debo volver al trabajo, hay una reunión importante esta tarde.
āInsisto āpidió David mostrando los dientes con una sonrisaā, entonces vayamos hoy en la noche, quiero que lo veas.
āBueno, si no surge una actividad imprevista en la reunión irĆ©.
āTe pasarĆ© buscando.
āEsta bien.
āQuiero que veas el gimnasio y las nuevas maquinas que compre āafirmó David..
Y esa noche David busco a Pablo y lo llevo a conocer su gimnasio, habĆa quedado completamente remodernizado tenĆa amplias ventanas que mostraban la luz de la ciudad y sus altos edificios, las paredes de verde y blanco daban aspecto armónico. Las mĆ”quinas invitaban al ejercicio.
āPĆ©game en las bolas āpidió David acercĆ”ndose a Ć©l y casi pidiĆ©ndolo en susurro.
āĀæCómo? āpreguntó Pablo.
āPĆ©game en las bolas ārepitió Davidā. SerĆa un honor que tu lo hagas te admiro desde la primera vez que te vi luchar, ahĆ me volvĆ tu fan, nunca creĆ que te conocerĆa. Vamos, pĆ©game en las bolas.
Pablo le sonrió y se mordió los labios, estaba parado ante David, casi intercambiaban la respiracion, se miraban a los ojos y el pene se le habĆa puesto duro con la mera invitación.
Pablo retrocedió sólo para admirar la exuberante belleza de David, de estatura media y tez morena, usaba una camisa muy ajustada y un pegado pantalón que se ceƱĆa a sus muslos musculosos. Claramente definida era la protuberancia de lo que parecĆan ser sus testĆculos y un pene gordo que serpenteaba en su ropa, quizĆ”s y de veras su verga no era gorda, sino era la engaƱoza forma del pantalón.
Los dos se miraron por varios segundos hasta que Pablo cedió y se acercó colocando la mano sobre el perineo del hombre fortachón. La ma mano palpó lo que se posó en su palma, se sentĆa un par de testĆculos suaves, David sonrió de nervios, se sentĆa caliente. Pablo subió la mano hasta los pectorales y en su recorrido rosó el pene verdaderamente grueso, frotó su pecho y los abdominales de David al tiempo que extendĆa su otra mano y comenzó a masajear el muslo derecho tonificado a base de mĆ”quinas.
āVas a hacer que reviente ārió David completamente excitado.
Pablo se carcajeó juzgando la entrepierna empalmada del dueño de aquel gimnasio. Pablo trasladó la mano en aquel lugar y empezó a frotar, excitandose también con lo que palpaba.
Luego de casi dos minutos de estar frotando y sintiendo la no grande pero si gorda polla de David, Pablo lo agarró de las bolas, apretando mientras su otra mano acariciaba el contorno de la verga.
La respiración de David se hizo pesada. Mientras Pablo lo apretaba suavemente de las gónadas le hizo retroceder sobre sus pasos, hasta que cayó en una maquina para hacer abdominales.
āOh... Oh, Pablo.
David gimió cuando la presión en sus huevos aumentó ligeramente.
Pablo lo soltó de las pelotas sólo por breves segundos, cuando le abrió el pantalón y lo hizo bajar por los fuertes muslos de aquel muchacho le sacó la oscura polla, netamente no era grande pero descomunalmente gruesa y cabezona acompaƱada de dos testĆculos en perfecta forma ovalada y carnosos. Pablo lo tomó del pene y lo masturbó a ritmo constante, David gimió echando atrĆ”s la cabeza por casi cuatro minutos mientras el Ć©xtasis sensual se adueƱaba de su cuerpo.
David gritó de placer y un chorrete pesado de semen salió de su pene y empegostó la mano de Chacón. Pablo le sonrió sin dejar de soltar la furiosa verga ni el apretón ligero a las huevas.
Como si fuera de manera espiritual, David abrió la boca y asĆ su pene vomitó un nuevo lote de su leche masculina, la crema estaba tan voluminosa como la primera. El lĆquido se acumulaba en la mano de Pablo humedeciendo su piel.
Aquello a David le provocaba un excite total al ser ballbusteado por alguien como Pablo a quien admiraba en sus eróticas luchas, mĆ”s que malestar en sus bolas era una rica sensación lo que sentĆa, ademĆ”s de que aquello lo hacĆa eyacular como nunca antes en su vida.
āAaaaahhhhh, ahhhhh, Ā”Pablo!
David pudo exclamar antes de soltar una tercera lluvia de semen tan fuerte que al momento de disparar su semen emitió un mojado sonido como prrrtistt. Esta vez el cañonazo de leche cayó divinamente sobre su ondulado abdomen, manchando su camisa.
Pablo sobrepasó los lĆmites y apretó las bolas de David como dos limones a exprimir.
āĀ”Oooooh! āgimió David sin poder paralizar la enorme carga de semen que mojó los dedos de Pablo y sus muslosā. Pablo... estoy... ājadeaba intentando explicar su orgasmo.
Su pene brotó otra erupción de lava blanca. El moreno torso del muchacho estaba lleno de sudor mientras sus músculos se tensanban con efectos del orgasmo.
Pablo le retorcĆa las bolas mientras David cruzaba los ojos y abrĆa la boca con una mueca dolorosa, su espalda se tensaba y empezaba a hacer presión en la mano de Pablo.
āĀ”AAAAAAAAHHHHH!
Fue el Ćŗltimo grito agónico de David hasta que Pablo dejó de retorcerle los cojones. Cuando le soltó los testĆculos en el ambiente habĆa un fuerte olor a semen... cloro, el musculoso moreno reposaba acariciando sus genitales, su apretada camisa y muslos estaban cubiertos de blanco semen.
Olvidando aquella experiencia Pablo sonrió excitado al recordar, seguido de aquella sesión David se limpió e intercambiaron algunos besos, no ocurrió nada mÔs.
Por otro lado tambien habĆa tenido una experiencia ballbusting con Ramón, el amigo de NicolĆ”s, un hombre moreno y de cuerpo atlĆ©tico, era ambientalista y trabajaba en una empresa de estudios de impacto a la naturaleza, ademas de ser protecto de la fauna y odiar las actividades taurinas.
āPor eso no se deberĆa decir medioambiente āexplicaba Ramónā, por la mala traducción del inglĆ©s y tambien porque no estamos en la mitad de algo para decir medio.
āEntendido āaseguró Pabloā, ya no lo olvidarĆ©.
āĀæTe contĆ© la vez que le patiĆ© las bolas a un torero?
Pablo se echó a reĆr negando.
āPues varios amigos mios de Galicia me habĆan llamado para un festival taurino que se harĆa allĆ”, entonces llegamos los activistas profauna al sitio protestando, cuando vi al torero, el tĆo se acercó a nosotros y con su arrogancia dijo que estabamos locos, que ese era su medio de vida y aquello era cultura, yo le dije que la cultura no era muerte, que los toros sufrĆan, el muy cretino dijo que esos animales eran tan corpulentos que no sentĆan dolor. Y como el imbĆ©cil era fuerte y su ajustado traje mostraba todo, me alcĆ©, creo que por indignación. Le gritĆ©: "Si tu eres fuerte, resiste este". Y le di tremendo patadón, que el idiota saltó en el aire, jajaja, se enrroscó en el suelo sin fuerzas, jajaja, Ā”cretino! Mis amigos me felicitaron por mi hazaƱa, yo estaba muy contento de verlo llorar en la tierra.
āĀæPero lo hiciste en realidad por indignación o porque el torero estaba guapo? āpreguntó Pablo con picardĆa.
Ramón rió y sus morenas mejillas se coloraron.
āCreo que por las dos, pero mĆ”s en venganza por los toros... esa fue la excusa. Ā”Jajaja!... ĀæY tĆŗ? ĀæMe pegarĆas en los huevos por lindo o por hablar mucho tiempo? āabandonó su asiento y se plantó frente a Pablo con las piernas abiertas.
Pablo lo miró de pies a cabeza, Ramón era de cuerpo atletico, alto y agradable. Usaba ceñido jeans que se ajustaba en sus largas piernas, una chaqueta tapaba su marcado cuerpo.
Pablo tambien abandonó su asiento y mirandolo a los ojos colocó la mano en la entrepierna del ambientalista, sentĆa un pene largo y erecto, Pablo llevó la mano a los cojones, estaban cargados de semen y de veras colgaban entre sus piernas pese a estar guardados por la pequeƱa ropa interior. Chacón acarició el Ć”rea sensible. Ramón inclinó la cabeza hacia atrĆ”s su pene levantaba con fuerza una protuberancia en el jeans y aquello a Pablo le parecĆa sexy y le hacĆa agua la boca.
De repente, de pasar a acariciar la zona, Pablo con gran sorpresa apretó los testĆculos sensibles llenos de semen. Ramón abrió los ojos y contuvo el aliento sintiendo espasmos de agonĆa nauseabunda explotando desde su ingle hasta su estómago.
Pablo apretó con mĆ”s fuerza esperando un chillido agónico de Ramón, pero insistĆa en hacerse el fuerte.
Apretaba los huevos a tiempo que tambien jalaba el escroto en dirección a las rodillas. Y es que el largo y pendular saco escrotal permitĆa que los órganos fueran estirados. Los ojos de Ramón se llenaron de lĆ”grimas pero seguĆan sin quejarse.
Pablo teniendo una dura erección continuó torturando las bolas del ambientalista.
Pronto soltó las huevas de Ramón, y Ć©l empezó a jadear recuperando la respiración, Pablo frotó su pecho y se pegó a Ć©l estaban muy unidos y sentĆan sus erecciones, Pablo se acercó a su cara y rozó sus labios Ramón cerró los ojos esperando un beso pero no recibió mĆ”s que una dura rodilla que aplasto sus testĆculos.
āĀ”Ay!
Ramón cayó de rodillas al piso, con las manos cubriendo sus bolas. Pablo rió quedando inmóvil ante Ć©l, en poco tiempo Ramón se apoyó contra sus muslos, Pablo quedó en silencio creyendo que serĆa vengado con un golpe en los cojones, y de hecho Ramón miraba sus genitales.
Ramón llevó la mano a la cremallera del jeans de Pablo, el cual abrió y acarició su bulto erecto. Se miraban a los ojos y con sutileza Ramón sacó la polla de Pablo de su encierre, era una extraordinaria visión, el ambientalista estaba de rodillas ante él sobando sus palpitantes bolas con una mano y con la otra acariciaba un pene.
Acto seguido Ramón introdujo el miembro dentro de su boca y lo apretó con sus labios.
āAaahhh āgimió Pablo.
Ramón comenzó a moverse de atrÔs para delante. Pablo abrió la boca. Luego, Ramón se detuvo y guardó el pene dentro del jeans.
āĀæQuĆ©, quĆ© haces?
āEra sólo una probadita ācontestó Ramón, colocandose de pie lentamente y sentandose encorvado en un sillón acariciando sus huevos.
āEres un perro āsonrió Pablo teniendo la polla full caliente.
...
Los recuerdos de aquella sufrida noche se vieron interrumpidos cuando el teléfono de la oficina de Pablo sonó obligandole a contestar.
āChĆ©, a que no adivinĆ”s quien me llamó.
āĀæRamón?
āNo, gil. Me acaba de llamar Esteban, estaba furioso por haber daƱado la puerta de la empresa, quiere que la pague.
āTe lo dije āaseguró Pablo.
āSĆ, ya lo se, asĆ me reunirĆ© un rato con Ć©l, intentare hacer cosas sucias con el, hare que me quiera. Y vos... Āæestabas pensando en Ramón?
āObviamente que no.
āDecime, pibe. ĀæTe gusta el defensor de la naturaleza o el come hierro? No me digĆ”s que te encanta aquel cara de villero.
āYa pareces una vieja chismosa.
āDecĆme...
Pero Pablo cortó la comunicacion colgando abruptamente el teléfono.
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