Cotinene:
-Sexo Heterosexual
-ballbusting mujer/hombre
Diana iba en el trasporte pĆŗblico recapacitando sobre la decisión que iba a tomar, era trascendental pero Ćŗtil para su vida acadĆ©mica en la escuela. Era una hermosa rubia de estatura alta. Sus finos labios estaban cerrados mientras su mente ideaba la decisión que estaba tomando si es que la duda no le ganarĆa la partida... y es que estaba nerviosa.
Su rubio cabello como el sol primaveral la hacia hermosa, ademĆ”s de su rostro que denotaba inteligencia. Por su talento era la lĆder de las porristas de la escuela. Su cuerpo denotaba la figura de una deliciosa mujer, altiva con brazos largos pero bien torneados y suaves.
āEn la próxima parada āpidió con voz suave.
El trasporte se detuvo poco a poco y su corazón latĆa como loco dentro de su pecho. Revisó un papel que tenĆa en su mano y se ubicó en la dirección que ahĆ estaba escrita, debĆa caminar seis calles mĆ”s para llegar al edificio.
El profesor Patrick horas antes la habĆa citado en su oficina para entregarle una muy mala noticia: habĆa reprobado su materia. Ella desde un principio rechazó tal noticia dada su condición de jefe de porristas, pero el profesor mostrando las calificaciones alegó que por dedicarse de lleno a las porras habĆa dejado de lado las obligaciones en la materia de Deportes que eran paralelas a sus otras obligaciones.Su rubio cabello como el sol primaveral la hacia hermosa, ademĆ”s de su rostro que denotaba inteligencia. Por su talento era la lĆder de las porristas de la escuela. Su cuerpo denotaba la figura de una deliciosa mujer, altiva con brazos largos pero bien torneados y suaves.
āEn la próxima parada āpidió con voz suave.
El trasporte se detuvo poco a poco y su corazón latĆa como loco dentro de su pecho. Revisó un papel que tenĆa en su mano y se ubicó en la dirección que ahĆ estaba escrita, debĆa caminar seis calles mĆ”s para llegar al edificio.
āPero yo estoy segura que esto es un error āhabĆa dichoā, puedo decir que he tenido buenas calificaciones, usted ya me lo habĆa dicho...
āDiana, has tenido muchos altibajos con tus notas āaseguró el profesor Patrick, un hombre afortunadamente guapo dueƱo de un fĆsico de impresionantes musculos donde cada uno de ellos se destacaba en relieve por su cuerpo. Sus hombros eran con deltoides del tamaƱo de balas de cañón, y el trapecio increĆblemente grueso que conducĆa a un cuello grueso. El fuerte pecho marcaba un par de suculentos pezones cada vez que sudaba su franela con los entrenamientosā. HabĆan oportunidades que tenĆas notas altas y otras donde... ni te presentaste.
āEso no puede ser... estoy segura que he hecho todas mis evaluaciones, profesor.
āHagamos algo, Diana... ven a mi casa luego de las clases y allĆ hablaremos āpidió Patrick abriendo sus gruesas piernas llenas de poder.
āĀæA su casa, profesor?... puedo... puedo ir a que el director y acusarlo... o... o ir con mi novio...
āQuerida, Diana āsonrió el profesor Patrickā, si lo deseas no asistas a casa y pierde la materia, creo que tus padres no estarĆan contentos con tu calificación.
Diana se habĆa mordido los labios, ya que sus padres la presionaban para que tuviera excelentes notas escolares para su furuto en la carrera de medicina como ellos.
Ahora la joven se encontraba ante la puerta del departamento de profesor Patrick, tocó con duda.
āĀæQuien...? āpreguntó una gruesa voz desde adentro.
āY... y...yo, Diana Keneddy āafirmó la chica nerviosa de dirigirse al matadero.
La puerta se entreabrió y el rostro moreno con espesa cabellera negra del profesor Patrick se asomó:
āOh, hola, preciosa. EstĆ”s aquĆ āabrió mĆ”s la puerta sin mostrar su cuerpoā. Ven, adelante.
Diana entró nerviosa al oscuro departamento, era lĆŗgubre y pequeƱo con algunos sillones y objetos aglomerados, se desconocĆa si era asĆ por la solterĆa del profesor, la puerta fue cerrada con seguro y cuando Diana se dio la vuelta lanzó una exclamación de asombro.
El profesor Patrick tenĆa la camisa abierta y mostraba su duro mĆŗsculoso torso, su polla estaba dura y se asomaba por un lado de la ropa interior, era un miembro de tono negro y monstruoso, abajo colgaban un par de testĆculos repletos de semen. El deportista sostenĆa entre su mano una cerveza.
āMe estaba cansando de esperarte, preciosa.Crei que ya no venias y que no te importaba.
āProfesor... yo... yo mejor me voy...
āĀ”No! Piensa en tus calificaciones y la molestia de tus padres... Hermosa, por quĆ© no entras al baƱo y te colocas esa ropa de porrista que tanto me gusta verte.
āYo... eh...
āTus notas, preciosa.
Con un nudo en la garganta Diana preguntó donde estaba el baƱo y caminó a paso lento. Se encerró en el sitio, tan asqueroso como su dueƱo, olĆa a orine y tenĆa restos del mismo en el inodoro, Diana cambió su ropa de estudiante por la ceƱida ropa de porrista. Esa que dejaba sus largas piernas al aire y resaltaba sus grandes tetas, aquellas que tanto le pesaban y que a inicios de la pubertad la encorvaban. Salió del baƱo y en la sala de estar consiguió al profesor Patrick mĆ”s excitado que a su llegada
.
āEstoy seguro que despuĆ©s de este momento te irĆ”s con la calificación mĆ”s alta del deporte 100 sobre 100, ya arreglaremos ese 49 que acumulaste.
āEstoy segura que acumule 94 profesor.
āYa lo modificaremos, hermosa.
āProfesor, yo...
Diana gimió sin contenerse cuando Patrick la atrajo con violencia hasta Ć©l, sintiendo las tetas comprimidas contra el robusto y moreno pecho, el profesor le frotaba la blanca y delgada espalda, la besaba y apretaba contra Ć©l fuertemente, mientras sus lenguas se acariciaban, Ć©l tenĆa aliento a cerveza, paladeaba la joven, frotando la lengua Ć”spera de Patrick. Ćl la tumbó contra el sofĆ” y ella no hizo resistencia. Se dejó deslizar de lado en el asiento donde se sentĆan los resortes.
"Esto es una locura" pensó Diana.
Patrick la llenaba de besos, su ansiosa erección presionaba contra ella. El profesor intentó abrirse camino en el cuerpo de la joven, y ella estaba mansa ante su cruel destino. La gruesa verga comenzó a atravesarla y ella colocó los ojos en blanco.
Diana lanzó un leve gemido de placer al sentir el miembro dentro de ella, y Patrick gruñia para no gemir, le acariciaba la gigantescas tetas a la alumna.
Diana no resistió y comenzó a gemir. El profesor seguĆa estrujandole fuertemente los pechos.
Patrick embestĆa con rudeza a la rubia, no podĆa controlar su placer. La vagina de la chica se abrazaba cĆ”lidamente a su grueso pene. El profesor bombeaba como loco, desde hacĆa tiempo deseaba penetrar a aquella alta rubia
.
Diana tenĆa el rostro colorado de placer, seguĆa rebotando sobre aquel hombre, sus hermosas tetas subĆan y bajaban, aquel hombre era mĆ”s fascinante que su novio, a decir verdad.
Diana sintió una oleada de orgasmos, y luego tranquilidad por todo su cuerpo, exhaló aire y se dejó caer sobre el pecho de Patrick, desmadejada de placer. Pero apenas un segundo después, lo miró y empezó de nuevo a moverse, para hacerle terminar. El profesor aprovechó su cansancio y la hizo rodar para quedar encima y satisfacerse el deseo de empujar.
La estudiante le colgó los brazos en la nuca y le atrajo hacia sĆ mientras Ć©l le daba besos con sabor a cerveza. Patrick emitió un rico gruƱido al sentir como toda su potencia sexual se salĆa de su entrepierna y mojaba a la rubia. Se dejó caer por completo sobre su compaƱera y Ć©sta lo abrazó, casi meciĆ©ndole, apresĆ”ndole con brazos y piernas, apretĆ”ndole contra ella y lamiĆ©ndole quedamente el cuelloā¦
Patrick se apartó de ella sacando su pene de la cavidad. Continuó masturbÔndose y una explosión de semen blanco voló por el aire cayendo en tetas y abdomen de la chica.
.
āIrĆ© a limpiarme... buscarĆ© una cerveza y...ya... ya hablaremos de tu calificación.
Patrick abandonó la sala mientras Diana se quedaba descansando en el sofĆ”, se limpió el resto del semen con un cojĆn y se incorporó, sus ojos se posaron en una carpeta sobre la mesa, era el registro de notas de deportes. En ese momento Patrick salĆa del baƱo e iba a la cocina. Ella tomó la carpeta y la hojeó hasta encontrar los certificados de su escuela, habĆan dos, dos exactamente iguales a excepción de su nombre, en una sus notas estaban tan intactas como ella sabĆa que tenĆa 94 puntos de 100. Y en la otra, 49 puntos, sus demas compaƱeros de clases tenĆan igual nota, sólo el error lo tenĆa ella. Se sintió asqueada y engaƱada. Depositó la carpeta en la mesa sintiĆ©ndose confusa.
āHermosa, hablemos de tus notas āllegó Patrick probando un sorbo de cervezaā, tienes 49 puntos que pudiĆ©ramos llevarlo a 65. Te dedicaste mĆ”s a tu labor como porrista que alumna de deportes.
La joven intespectivamente se lanzó contra las bolas del profesor, las apretó con sus manos arrancando un terrible grito en aquel hombre. Enseguida sus piernas se doblaron pero su descomunal fuerza impidió que cayera al suelo, el hombre arrugó el ceƱo mientras que su pene se ponĆa duro con la reacción.
āĀ”AAAAaaggghh!
āĀ”Me has engaƱado, idiota!
La alumna aplastaba entre sus manos el montĆculo oculto en la ropa interior roja.
De repente, sin previo aviso y cuando la chica menos menos se lo esperaba... una eyaculación espontÔnea erupcionó desde el gran pene empapando gran parte de la ropa interior. Diana dejó escapar un jadeo audible soltando de miedo las bolas, Patrick cayó de culo en el asiento masajeando sus pelotas.
āMe... engaƱaste... ādijo Diana soportando las ganas de llorarā, descubrĆ tus notas ahĆ.
Patrick estaba fuertemente excitado, la chica se veĆa fragil y seductoramente sexy con aquella ceƱida ropa deportiva y su angelical rostro a punto de llorar. TodavĆa tenĆa tiempo de cabalgarla una vez mĆ”s y llenarla de nueva leche. Patrick abandonó su asiento, mirĆ”ndola con aberración.
El tiempo pareció congelarse, y Diana tembló al ver la lasciva mirada de Patrick sobre ella, se supone que era Ć©l quien le debĆa temer por engaƱarla y abusarla.
Patrick iba decididó a penetrarla y cuando estuvo sobre ella, la muchacha apretó fuertemente sus bolas, como nunca antes lo habĆa hecho a un hombre, no le importo empegostarse la mano.
Patrick gritó tan duro que parecĆa que sus pulmones iban a estallar. Sus bolas se comprimieron con el aplastamiento, un dolor impresionante explotaba desde sus testĆculos, y sus mĆŗsculos gigantescos se tensaban fuertemente.
āMe engaƱaste... āreclamaba Diana con lĆ”grimas en los ojos.
Patrick tambien sollozaba pero por el dolor de bolas, ella las estrujaba fuertemente. Por Ćŗltimo movió sus testĆculos como dos limones colgantes y Patrick gritó de desespero desenfocando la mirada, la alumna lo soltó de los huevos y Patrick se fue al suelo en un dolor convulso y agónico. Diana tomó la carpeta.
āMe llevarĆ© esto, en algun lugar debes tener un respaldo de las calificaciones, si maƱana no presentas mis notas como son, el director se enterarĆ” de esto
.
āDiana... ah... espera... Diana.
La rubia abandonó el departamento mientras el profesor se acariciaba los testĆculos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario