La escala del alcalde (4/4): Viejo zorro - Las Bolas de Pablo

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3 may 2016

La escala del alcalde (4/4): Viejo zorro

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   Oliver simplemente tenĆ­a la mirada fija en la mesa su mente divagaba sin saber quĆ© hacer, habĆ­a emprendido una misiĆ³n y la estaba logrando, ¿a beneficio de quĆ© o quien? Lo que sabĆ­a era que lo estaba haciendo y ya no habĆ­a marcha atrĆ”s, ... no, ya no habĆ­a.

   De la puerta de la habitaciĆ³n saliĆ³ un hombre alto, cabellos canos, nariz como de tucĆ”n y ojos color verde... su mirada  para algunos creaba desconfianza y repulsiĆ³n pero su calor humano lo habĆ­a llevado al Ć©xito polĆ­tico en el pasado, aquel hombre o seƱor se sentĆ³ en una silla prĆ³xima a Oliver,  se acomodĆ³ la camisa, puesto que se vestĆ­a en la habitaciĆ³n.

   —¿QuĆ© piensas? —quiso saber aquel hombre hijo de rusos.

   Oliver lanzĆ³ un suspiro pesado y declarĆ³:

   —TobĆ­as se casarĆ” en algunos dĆ­as.

   —¿Y?... ahĆ­ es cuando saldrĆ” tu estocada final, tus pruebas de la relaciĆ³n de amantes que tienen o tenĆ­an.

   —Me expondrĆ©...

   —SerĆ” por algunos meses, pero como ya te dije, serĆ” un gran escandalo. La gente se volverĆ” loca con la noticia. TobĆ­as perderĆ” popularidad, nadie lo querrĆ” y perderĆ” la alcaldĆ­a. AsĆ­ es como yo, su oposiciĆ³n subirĆ© como la espuma. Seremos gobiernos y tĆŗ tendrĆ”s un buen cargo, TobĆ­as sĆ³lo es una moda.

   Oliver doblĆ³ la boca su mirada era triste.

   —¿Cual es la diferencia entre TobĆ­as y tĆŗ?

   El seƱor sonriĆ³ acrecentando su mirada de desconfianza y zorro viejo. Se acercĆ³ a Oliver y le dio un beso en la boca.

   —Que he sido sincero y no te he mentido.

   —No hay ninguna diferencia. EstĆ”s casado, tus hijos estĆ”n mayores...

   —SerĆ”s jefe de prensa de la alcaldĆ­a.

   —Sigo esperando una respuesta. Lo que tengo mĆ”s claro es tu empeƱo en hundir a TobĆ­as como sea, para tu beneficio.

   —Para el beneficio de todos. Hasta para ti.

   El celular del experto polĆ­tico sonĆ³ con una llamada, Ć©l acudiĆ³ a atender, era su hijo. Oliver lo miraba, a veces dudaba de aquel viejo, era cierto que nunca habĆ­a tenido pareja de su mismo sexo, incluso a veces sentĆ­a que sĆ³lo lo utilizaba para su firme objetivo de tener el poder.

   —Lo siento, Oliver. Debo irme. Mi hijo me necesita.

   —TĆŗ y yo tenemos una conversaciĆ³n.

   —Ya lo haremos.

   —¿VendrĆ”s ahora?

   —SĆ­.

   Aquel viejo zorro abandonĆ³ el departamento, Oliver enseguida utilizĆ³ el celular y procediĆ³ a borrar unos archivos compremetedores, se acercĆ³ a la computadora y borrĆ³ los datos que en ella estaban almacenados, ya no habrĆ­a mĆ”s pruebas, mĆ”s respaldos, serĆ­a el final de todo.

   ... Estaba cansado ya...

   TomĆ³ el celular y realizĆ³ una llamada:

   —TobĆ­as... ho... hola. SĆ­, mucho tiempo sin hablarte... desde... desde aquel dĆ­a. Bueno tendrĆ­a que estar furioso contigo y con mucha razĆ³n......... no sĆ©, vemos la vida desde perspectivas diferentes............ pero, tengo que hablar contigo, y es sobre un asunto muy serio.

   
—¿En relaciĆ³n a quĆ©? —preguntĆ³ la voz de TobĆ­as en alza.

   Oliver dio un suspiro y se encerrĆ³ en la habitaciĆ³n donde procediĆ³ con la conversaciĆ³n.

...

   Hubo de transcurrir nueve horas hasta caer la noche, cuando el cielo estaba oscuro y la puerta del departamento se abriĆ³ dando paso al viejo zorro que penetrĆ³ al departamento, estaba oscuro y no se podĆ­a divisar nada.

   "Y este como que no estĆ” aquĆ­" fue lo Ćŗltimo que pensĆ³ aquel viejo antes de recibir un puƱetazo en la cabeza que lo hizo caer atormentado al suelo.

   ...

   Cuando el viejo volviĆ³ en sĆ­ se descubriĆ³ atado a una silla, ante Ć©l estaba TobĆ­as con mal semblante, ahora que ya sabĆ­a la verdad y, Oliver, con el rostro hinchado tras un puƱetazo que recibiĆ³ horas antes por parte del alcalde.

   TobĆ­as estirĆ³ la mano y apretĆ³ las bolas de Boris, el viejo zorro de la polĆ­tica que se estremeciĆ³. TobĆ­as hablĆ³ con odio en su voz:

   —AsĆ­ que tenĆ­as un plan para traicionarme... un burdo plan que sĆ³lo se hacĆ­a en tu Ć©poca de traidores... Te duele, ¿eh?

   Boris escapĆ³ un gemido de dolor.

   El pene de Oliver se contrajo por la excitaciĆ³n.

   —Oliver no pudo con la culpa y lo contĆ³ todo. No podĆ­a traicionarme. Menos si todo obedece a una estrategia polĆ­tica de tu parte.

   Boris cerrĆ³ los ojos y apretĆ³ los labios ante el abrazante apretĆ³n de pelotas que sentĆ­a.

   —QuerĆ­as usar a Oliver para que ventilara nuestra relaciĆ³n, pero si de ventilar se trata —apretĆ³ el puƱo lo mĆ”s fuerte que pudo arrancando un grito de Boris. MenguĆ³ el ataque—, si de ventilar se trata, yo puedo sacar a la luz todo el dinero que te robaste de la alcaldĆ­a, hasta incluir en el expediente las sillas y mesas que sacaste de ahi para llevarlas a tu oficina. ¿Quieres que lo haga? ¿Quien pierde mĆ”s?

   El puƱo de TobĆ­as se cerro por completo en el par de bolas, aplastando como pelotas de goma provocando que Boris chillara de dolor.

   —Dime... ¿Quieres que todos sepan el ladrĆ³n que eres?

   —¡Nooo! —gritĆ³ febrilmente Boris con una mueca de dolor insoportable.

   TobĆ­as siguiĆ³ apretando, los huevos de Boris comenzaron a crujir y el pobre viejo sintiĆ³ nĆ”useas.

   TobĆ­as no lo soltaba, continuaba apretando los testĆ­culos mientras Boris respiraba con dificultad, un hilo de baba salĆ­a de su boca.

    CCRRRRRRR CCCRRAAACCCCCKK.

   —¡Detente! —pidiĆ³ Oliver, apartĆ³ a TobĆ­as de un solo empuje.

   Boris empezĆ³ a vomitar, un sudor frĆ­o le mojaba la cara, Oliver inspeccionĆ³ sus cojones, seguido miro a TobĆ­as con el rostro pĆ”lido y la boca temblando.

   —PerdiĆ³ un testĆ­culo —dijo temblando.

   TobĆ­as tragĆ³ saliva pero no se amainĆ³. Obtuvo fuerzas y agarrĆ³ a Boris de los cabellos subiendole la cara para mirarlo a los ojos.

   —EscĆŗchame, basura —le dijo a Boris con rencor—. Si quieres en algĆŗn momento hundir mi carrera primero te hundo yo a ti. Tengo las suficientes pruebas para demostrar el sucio ladrĆ³n que eres, la gente te odiarĆ” y no te darĆ” el respaldo que tuviste. AsĆ­ que aprovecha el poco prestigio que te queda asĆ­ como ese testĆ­culo.

   No sabĆ­a si lo estaba escuchando o no, pero le dio una fuerte bofetada que igualmente quedĆ³ aturdido.

   —Basura —dijo TobĆ­as.

   LanzĆ³ una Ćŗltima mirada despectiva a Oliver y fue hasta la puerta para marcharse, en el pasillo Oliver lo detuvo.

   —Espera, ¿quĆ© se supone que harĆ© con ese ser?

   —No me importa —negĆ³ TobĆ­as—, ustedes dos se entienden, concluye tĆŗ. Pero Ć©l a mi no me va a joder primero lo hago yo. Y tĆŗ tampoco.

   —No... yo... fui fiel a ti despues de todo...

   —PĆŗdrete.

   —¿TĆŗ y yo no somos nada?

   —Un pasado que quedĆ³ atrĆ”s.

   —... Y... y, ¿LucĆ­a y tĆŗ?

   —LucĆ­a y yo nos casaremos, seremos felices.

   —SerĆ”s cobarde.

   TobĆ­as lanzĆ³ una mirada fulminante a Oliver y se dio la vuelta, marchandose de su vida para siempre. Oliver dio un suspiro, ya conocerĆ­a a alguien que lo valorara, lo que importaba ahora era curar a Boris y tambien correrlo de su vida

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