Andrés caminaba junto a su amigo Alan por los pasillos de la empresa Peleas Gema, un importante sitio dentro del mundo de la lucha. Él vestía con una gorra y franela de color negra, además de un pantalón al estilo militar de tono verde oliva.
Su amigo Alan quien lo había ayudado a conseguir el empleo le hablaba:
—Sólo espero que como lograste aprobar el período de prueba puedas superar la etapa de golpes reales que es la más importante y con la que te van a pagar —usaba una camiseta amarilla y un pantalón de malla color negro. Era alto y con mechones rubios sobre el cabello negro. Caminaron hasta detenerse en una puerta que tenía el logo con una piedra preciosa—. Ahora sí, Andrés, bienvenido al Club Rubí.
Alan abrió tras presentar en el sensor una tarjeta con el logo de un Rubi, la puerta permitio el paso a una oficina donde estaban un grupo de hombres. Dieron los respectivos saludos y Alan lo hizo sentar ante un escritorio.
—Me siento intimidado —bromeó Andrés.
—Verdaderamente lo estarás —aseguró con una sonrisa Alan, ocupo un lugar en la pared donde se cruzo de brazos.
Mirando a través de una ventana estaba un hombre de estatura alta y tez morena, usaba una camisa blanca, corbata y pantalón negro. Su nombre era Adalberto y desde ya Andrés sabía que se trataba del director o jefe del club Rubí. El hombre que le había apretado la mano ocupó su gran asiento frente a él.
—Bienvenido seas al Club Rubí —le dijo—. ¿Supongo que ya conoces todo lo relacionado a la industria?
—Algunas cosas, señor.
—Puedes decirme Adalberto. Terminaré de despejar tus dudas porque así lo pedí. Peleas Gema es una empresa deportiva y de entretenimiento, en ella habitan diferentes clubs ubicados en distintas categorías conforme al número de victorias que acumulen. Entre más victorias mayor será el respeto. Existen los Club: Esmeralda, Aguamarina, Topacio y a todos los eliminamos en semanas anteriores. Estamos en la categoría más alta que es la numero 5. Nuestros actuales rivales son los del Club Zafiro que nos han dado una batalla dura para eliminarlos.
—¿Cómo es el sistema de eliminación?
—Los encuentros son en distintas fechas para las categorías. De todas las batallas que se nos asignen tenemos que ganar por lo menos 3 y asi asegurarnos el Cinturon de Honor de la empresa y continuar en la categoría 5. Si perdemos 3 de las 5 oportunidades que nos dan seremos automáticamente eliminados de la categoría a un nivel inferior, al 1 y nuestro puesto lo ocupará otro club.
—Cada club está conformado por cinco luchadores —especificó Asad, un muchacho de facciones árabes con poblada barba, cabellos negros. Utilizaba una camisa a cuadros y un saco azul que le brindaba un aspecto pulcro—, claro los luchadores podemos ser vendidos, despedidos o volver a ser contratados por el club. El contrato vence cada año.
—Así es —confirmó Adalberto— Durante los 6 encuentros la empresa ofrece un evento especial hay varias modalidades como "La Lucha Millonaria" el ganador recibe una sustanciosa suma de dinero tanto para el club como sus miembros.
—Entiendo.
—Jefe, expliquele lo del pago —dijo Sergio, un joven de tez blanca con una corta barba, usaba una franela negra, se desempeñaba como Dj en sus ratos libres y había entrenado a Alan.
—El pago es muy bueno y el principal fuerte de la empresa. Antes de cada batalla Gema ofrece apuestas a sus fans, la primera es una consulta sobre a qué club apuesta el publico como ganador en los encuentros previos. Y hoy, yo, treinta minutos antes de iniciar la pelea debo presentar al luchador que defenderá el honor del club, igual harán en Zafiro. Entonces la empresa mostrará en su pagina web una nueva apuesta en base al luchador que creen que ganará el encuentro. Si eres el guerrero que ganó la pelea y resultó beneficiado en la apuesta obtendra un porcentaje nada despreciable de la misma. Gema tambien premia a los tres luchadores con más victorias por cada Club con un pago extra cuando un club elimina al otro.
—Y por ganar los encuentros también recibes un pago regular —aclaró Asad—, por derrotas obtienes nada sólo la humillación y destierro de la categoría. A parte hay un top de puntos con los luchares mas fuertes que se actualiza con frecuencia.
—Como veras nuestro Club es Rubí y nos representa el color rojo —explicaba Adalberto—. La empresa en el último piso tiene un gimnasio donde debes entrenar y prepararte, tienes que establecer tus horarios y costear tu entrenador, hay varios. Los muchachos pueden presentarlos. ¿Sergio, cómo van las apuestas?
Sergio que sujetaba una tablet consultó la página web de la empresa.
—Las apuestas se inclinan por nuestro club y el dinero es soberbio.
—Falta poco tiempo para que des a conocer al luchador de esta noche —habló Nick, un hombre de estatura alta y de cuerpo musculoso.
—¿Ya conoces a Nick? —preguntó Adalberto—. Es mi mejor hombre y responsable de muchas victorias en el Club. Ademas es el Capitan del Club Rubi, es como el jefe de los luchadores y quien custodia el desenvolvimiento de cada pelea —Nick sonrió e inclinó la cabeza—. En minutos daré a conocer quien de ustedes luchará para que las apuestas se rebosen y ver la cara del Cristobal contraerse de la rabia. Este año tenemos que seguír invictos.
—¿Cómo será la transmisión de esta noche? —quiso saber Alan.
—Será en sala Cristal grabado para televisión —indicó Adalberto—, dejame explicarte, Andrés, en Gema a los luchadores ganadores se les entrega el Cinturón de Honor y en la empresa hay varias salas de pelea y distintos modos de transmisión. Existe Sala Cristal que es una habitación cerrada sólo estarán las camaras que transmiten y los miembros del club que se enfrentan. Existe Sala Caverna, un sitio oscuro y entra un numero reducido de personas, un poco VIP. Tenemos Sala de Estrellas que es un sitio apto para todo el público y con un cuadrilatero y, para la batalla más cruel se construyo La Sala del Infierno un lugar con un cuadrilatero están los medios de transmisión, el público que viene, nosotros, pero el combate se da encerrado en una jaula y es un encuentro casi mortal que involucra mucho dolor, sangre y fulminar al rival. Es un combate poco usado pero costoso. La empresa transmite por internet, venta de DVD, grabado o en vivo televisión o en especial de Pay Per View.
—Adalberto —habló Sergio dejando su celular a un lado—, nos están avisando que ya quedan 5 minutos para anunciar quien será el luchador de esta noche.
—¿Una vez anunciado no se puede cambiar?
—No, Andrés.
—¿Quien luchará hoy, Adalberto?
—Andrés, ¿estás preparado para defender a tu club?
—¿Yo?… eh… sí.
—Levantate —ordenó Adalberto.
Andrés obedeció y el director del equipo también lo hizo, se acercó a él y se plantó en su frente.
—¿Defenderás el honor de tu club?
—Sí —afirmó Andrés parándose firme e inflando el pecho.
Adalberto mostró una sonrisa socarrona e hizo algo que nadie se esperaba:
Con una mano se apoderó de los testículos de Andrés y los apretó con suma fuerza, clavó en el muchacho sus profundos ojos negros y apretó los labios.
—¡Aaaaaaaaaaaahh! —gritó Andres sin poder soportar el dolor empezando a llorar tras sentir como el nauseabundo dolor explotaba desde sus grandes y pesados cojones.
Adalberto se los apretaba haciéndolo sentir como si se estuvieran desgarrándo de su cuerpo.
Varios de los muchachos taparon sus testículos con las manos.
El pulso de Adalberto temblo pero estiró las gónadas hacia abajo.
—Aaarrrrrgh —gruñía Andrés con los dientes apretados.
Cuando Adalberto lo soltó de los huevos Andrés cayó en el asiento con la cabeza enterrada en sus rodillas y ambas manos en sus pelotas.
—Parece que no eres digno de estar en el club Rubí —comentó Adalberto volviendo a su asiento—, espero equivocarme.
—¿Será él quien defienda? —preguntó Alan.
Adalberto comenzó a utilizar su computadora. Echó una mirada a sus 5 luchadores, tenía que seleccionar a uno que hiciera el mejor debut del club en la temporada 2017.
CONTINUARA...
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