Proyecto Elite (1/?): La acusacion - Las Bolas de Pablo

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22 ago 2017

Proyecto Elite (1/?): La acusacion



CONTIENE:
-HISTORIA SIN BALLBUSTING



   Dos hombres en un despacho discutĆ­an el plan a ejecutar.


   —¿Crees que este proyecto servirĆ”? —preguntó el secretario.


   —Claro que sĆ­ —aseguró el otro hombre—. Me cerciorĆ© que estos sean los elegidos, investiguĆ© muy bien. 12 hombres encerrados en nuestro edificio no perderĆ”n el tiempo conversando, ¡y mĆ”s compitiendo uno con otro haciĆ©ndose ver como el mĆ”s fuerte!


   —Confió en ti...


   Minutos despuĆ©s de revisar archivos tras archivos siguen los hombres en el despacho. El secretario con un lapicero en mano pregunta a su jefe:


   —¿Por quĆ© nuestros mejores atletas? —dijo mirando las fotos de los concursantes en el proyecto Elite.


   —¡SĆ­ que eres bruto, León! Parece que no lo supieras… estos hombres tan musculosos, fuertes y viriles son los que causan mas morbo, sus mĆŗsculos, su torso… su verga… wow León parece que no lo supieras ¿a ti no te gustarĆ­a tener a un hombre asĆ­ en tu cama? ja, ja, ja —el secretario nada respondió solo sonrió y afirmó con la cabeza—. AdemĆ”s de ser atletas de alto rendimiento cumplen con nuestras espectativas y requisitos.


Capitulo 1
Proyecto Elite


   Los 12 deportistas estaban reunidos en el iluminado salón de bienvenida sabĆ­an que participarĆ­an en un juego de supervivencia y eliminarĆ­an a los integrantes que concursaran allĆ­. Mucho se habĆ­a hablado de la construcción de aquel imponente edificio y todo iba alrededor de una escuela de talento deportivo.


   Los concursantes se miraban entre sĆ­. León fue el ultimo en llegar al salón y saludó a cada uno con un estrechón de mano. Esa maƱana vestia de jeans, franela negra que guardaba sus grandes pectorales y oscuros lentes de sol.


   —Bienvenidos al Proyecto Elite, concursantes. Por favor cada quien tome un asiento.


   Todos obedecieron a León y cada hombre ocupo un lugar que estaba dispuesto uno al lado del otro.
Matias


   —¿Cómo es tu nombre? —pregunto MatĆ­as, un muchacho de tez blanca y cabellos castaƱos a un personaje que tenĆ­a al lado.


   —Pedro.


   —Mi nombre es MatĆ­as y soy jugador de Waterpolo.


   —Hace mucho frĆ­o —comentó en voz baja Marco al hombre que tenĆ­a a su lado. Marco era de estatura alta y tez morena, tenĆ­a tatuajes en su hombro y pecho. Su ropa era de camisa azul y jeans. Una pequeƱa barba acentuaba su sonrisa Su deporte eran las artes marciales mixtas.
Marco


   —En efecto —confirmó Carlos de tez blanca y cabellos castaƱos su especialidad era el entrenamiento con pesas y su ropa asĆ­ como el grosor de sus mĆŗsculos lo demostraban. TenĆ­a una camiseta sin mangas color gris y lycra negra
Carlos


   «Un hombre muy fachoso pero atractivo —pensó Carlos mirĆ”ndole— Completamente diferente.»


   El siguiente en hablar iba con una camiseta que mostraba la potencia y grosor de sus biceps y un pantalón negro. David, usaba audifonos era un entrenador de crossfit y preguntó al que tenĆ­a mĆ”s cerca:
David


   —¿Conoces a los organizadores del concurso?


   —Soy nuevo en la región, asĆ­ que conozco a muy pocas personas —indicó Ignacio un hombre moreno y de labios pronunciados que tambiĆ©n se dedicaba a las pesas.
Ignacio


   —No importa, tampoco yo conocĆ­a esta región hasta hace cinco aƱos.


   —Cuando venĆ­a para acĆ” pensĆ© que iba a llover —dijo MatĆ­as.


   — ¡Ah!, si… es muy rico que llueva —habló Pedro.


   —Es cierto.


   Pedro aƱadió:


   —Esperemos que esto no dure mucho tiempo.


   MatĆ­as hizo una pregunta con jocosidad:


   —¿Crees que ganarĆ”s este concurso?¿que me ganarĆ”s?


   —Ja, ja, ja. SĆ­, si lo creo.


   Ignacio examinaba con sus ojos negro al acuerpado y fuerte David.


   «Lindo tipo pero hay en Ć©l algo que desagrada.»


   León en su mutismo pensaba “espero que este proyecto funcione y todos cooperen en las pruebas, que el jefe no se equivocara y le dieran mala información para el chantaje”. Y Habló:


   —El edfificio es muy grande y tiene los suficientes espacios para cubrir sus espectativas, exigencias y mĆ©todos de entrenamiento. Ustedes son 12 participantes que se dividirĆ”n en dos equipos, el equipo rojo denominado Los cardenales y el equipo Verde Los iguanas. Este es el orden del grupo —Y abriendo una carpeta que llevaba indicó—: Equipo Rojo conformado por: Ignacio, Marco, Gerónimo, SebastiĆ”n, Ben y Pedro. El equipo Verde por: MatĆ­as, David, Carlos, Miguel, RenĆ© y Lucas. LeerĆ© las normas de equipo y juego. Los participantes firmaron en contrato donde aceptarĆ­an todas las reglas del juego por lo tanto deberĆ”n aceptar todos los retos. Se les notificara en un tiempo determinado cuando se harĆ” un desafĆ­o y deberĆ”n escoger un representante de equipo para jugar dicho reto. El equipo ganador obtendrĆ” un premio y ademĆ”s podrĆ”n seleccionar un miembro del equipo contrario (el perdedor) que estarĆ” asignado a “amenazado” y abandonarĆ” el juego y el edificio para siempre. Mientras el equipo perdedor por voto secreto tambiĆ©n elegirĆ” a otro amenazado de eliminación quedando seleccionados dos de los cuales serĆ” uno el que abandonarĆ” el juego.


   —¿Disculpa pero como se eliminarĆ”n dichos amenazados? —preguntó MatĆ­as.


   —Mediante voto del pĆŗblico.


   —¿Cómo?


   —Luego se detallarĆ” —indico León.


   —Eso quiere decir —dijo David— que somos aliados en todo el juego excepto al momento de votar para eliminar a uno.


   —SĆ­ —confirmó León.


   —Eso es traición —dijo David.


   —Sean bienvenidos al proyecto Elite. Desde ya pueden conocer el edificio y estar en los respectivos pisos que corresponden a cada equipo. Yo estarĆ© en el Ćŗltimo.


   AsĆ­ con paso apresurado León desapareció mientras los miembros atónitos se miraban unos a otros. DespuĆ©s cada miembro se agrupó en sus diferentes equipos y exploraron el edificio de talento deportivo. El piso que servĆ­a de casas de equipo tenĆ­an una habitación al frente de la otra con letreros que indicaban el equipo seleccionado, cada uno entro en su casa.


   Los departamentos de ambos equipos estaban bien abastecidos de alimentos y productos energeticos.


La acusacion


Ben
   Con el paso de los primeros dĆ­as los participantes comenzaron a conocerse. Cada uno del grupo soportaban la fanfarronerĆ­a de David o el mal semblante de Ignacio. Entre ellos tenĆ­an comportamientos heterosexuales y de vez en cuando florecĆ­a algĆŗn juego gay como quien tenia el pene mĆ”s grande o se tocaban entre masajes sus mĆŗsculos lo que hacĆ­a sobresaltar el bulto en sus calzoncillos (mayormente se notaba en Tom, David, RenĆ© y Marco). Pero siempre en una reunión de personas estĆ” el mĆ”s dĆ©bil y al que le alborota la hormona y fue Ignacio, el moreno y fornido practicante de pesas empezó con Ben, un guapo decatlonista de tez blanca y ojos verdes que durante una maƱana le hizo un juego tocĆ”ndole el prominente bulto en su pantalón y Ć©ste empezó a sentir tal excitación que Ignacio sintió el gran tamaƱo y siguió tocĆ”ndolo a lo que Ben le exigió que se la chupara y cuando el pesista se iba a inclinar para chupar su pene a la habitación ingresó Pedro fulminando todo intento de felación.


   Los dĆ­as en el edificio eran gratificantes todos trataban de simpatizar sabĆ­an que no eran amigos ni aliados solo participantes.


   Cinco dĆ­as despuĆ©s del inicio del proyecto, León citó a los dos grupos en la sala general. AllĆ­ llegaron los miembros de cada pero no habĆ­a rastro de León por ningĆŗn lugar.
Lucas


   —¿Cómo estĆ”n los compaƱeros de juego? —preguntó Lucas, era un tipo de tez blanca que habĆ­a asistido a la sala con un ajustado jeans y el torso exquisitamente desnudo estaba marcado por los mĆŗsculos y muy lleno de tatuajes. Sus cabellos tenĆ­an mechones rubios y su disciplina era la lucha libre.


   —Hemos estado muy bien, nos reunimos en el gimnasio y juntos planificamos tĆ©cnicas de entrenamiento —dijo el miembro del grupo cardenal Marco.


   —Me he fastidiado mucho. Quiero entrar en acción ya —indicó MatĆ­as.


   —Espero que esta reunión sea para un reto—dijo SebastiĆ”n.


   —Estoy seguro que León nos citó para eso —dedujo David.


   Las reducidas conversaciones sobre la sala quedaron en silencio cuando de la nada a travĆ©s de las paredes retumbó una voz gruesa:


   «Equipos iguanas y cardenales. Silencio por favor.»


   Todos se sobresaltaron, observĆ”ndose unos a otros.


   La voz continuó alta y clara:


   «Los acuso de las siguientes aventuras homoeróticas:


   »Ben, te acuso de acostarte y mantener una relación con tu vecino.


   »Marco se te acusa de robarle el novio a tu mejor amiga el diciembre pasado


   »SebastiĆ”n para tu propio provecho te acostaste con el esposo de una atleta durante una competencia donde resultaste ganador.


   »RenĆ© te llevaste a la cama al hermano de tu novia hace 6 aƱos


   »Miguel nadie olvida la relación amorosa que tuviste con tu compaƱero de equipo de beĆ­sbol en la penĆŗltima temporada de juego


   »MatĆ­as hace 7 meses te acostaste con el hijo de una jurado con tal le facilitaran la competición de waterpolo a tu equipo


   »Lucas estĆ”s acusado de pertenecer a la orgĆ­a homosexual mĆ”s caliente de los Ćŗltimos aƱos.


   »Pedro otro que no se quedó atrĆ”s, estuviste en un trĆ­o sexual con dos de tus compaƱeros de natación.


   »Gerónimo y Carlos no se dirigen la palabra porque fueron pareja hace tres aƱos y la relacion quedo en mal tĆ©rmino.


   »Ignacio tus amigos te presentaron a tu actual pareja, Camilo


   »Y David… ¿Por quĆ© no le has hablado a tus compaƱeros de las aventuras amorosas que tienes con tus alumnos de crossfit?


   »Acusados:


   » ¿Tienen ustedes algo que alegar en su defensa?»


   La voz acusadora fue silenciada.


   DespuĆ©s de un instante de silencio absoluto David rompió el silencio.


   —No es nada
Miguel


   —¿QuiĆ©n hablaba? —preguntó Miguel tan pĆ”lido que contrastaba con su tono de piel. Era un robusto y guapo negro reconocido en el mundo del beisbol—. Todo lo que dijo eso es mentira —e histĆ©rico empezó a gritar el nombre de León por todos los pasillos.


   —¿QuĆ© broma de tan mal gusto es Ć©sta? —decĆ­a Lucas con las manos temblorosas.


   —Una muy mala broma —dijo con ira Miguel ingresando a la sala tras no encontrar a León


   —¿Creen ustedes que se trata de una broma? —pregunto Carlos.


   —¿QuĆ© quieres que sea? —preguntó David.


   —Todo eso es mentira —dijo Ignacio.


   —YO NO SOY GAY —gritó con euforia Miguel.


   —Este hombre sabe mucho de nosotros —aceptó finalmente David—. Nos tiene en sus manos.


   —NO… NO SOY GAY


   Hubo un momento de silencio. En todos los rostros se leĆ­a la sorpresa y el rencor por revelar grandes secretos.


   —León sabe muchas verdades nuestras —dijo de nuevo un dĆ©bil David


   Esa observación desató muchas protestas.


   —Todo eso no es mĆ”s que un hatajo de calumnias —exclamó MatĆ­as.


   —¡Es cĆ­nico! —gritaba Miguel.


   —¡Es una mentira, una infame mentira! —exclamaba Marco con voz ronca


   —Pues yo en ocasiones he salido con los alumnos del crossfit no lo negarĆ©.


   —Quisiera decirles... que… si me acostĆ© con el hijo de una juez de natación, lo conocĆ­ y no tenĆ­a mĆ”s oportunidad era… una buena oferta.


   —Mi amiga al final se entero que su novio… estuvo conmigo —confirmó Marco.


   —Y yo… sĆ­… es verdad, participĆ© en una orgia de hombres —habló el rudo Lucas— la disfrute, y mucho.


   Carlos confirmó su relación con Gerónimo.


   —Me iba a casar Carlos… no debĆ­amos seguir y todo iba mal —concluyó Gerónimo.


   —Y yo tambiĆ©n participe en un trio —aceptó Pedro.


   —YO NO SOY GAY… NO —negó Miguel. Cuando se disponĆ­a a salir se volvió sobre sus pasos porque vio a León aproximarse al salón.


   —Me alegra que se hablaran casi todos con la verdad y confirmaran sus experiencias.


   —¿Cómo sabes todo esto León? —quiso saber RenĆ© cruzandose de brazos, era un guapo muchacho de cuerpo atlĆ©tico y fuerte. Sus cabellos castaƱos y cortos de rostro rectĆ”ngular y atractivo. PrĆ”cticaba pancraxio que era una especie de lucha grecoromana sólo que violenta.


   —Tengo mis mĆ©todos, muchachos, me informo y ustedes no pueden hacer nada porque firmaron contrato sólo quiero que sepan que lo que pasa en este proyecto… se queda en el proyecto.


   —¿QuĆ© significa eso?
Rene


   —ja, ja, ja, nada, confĆ­en en mi y dejen que las hormonas fluyan. Todo quedarĆ” entre nosotros.


   —¿No entiendo?


   —El contrato que TODOS firmaron dice: el participante acepta los retos y pruebas de resistencia y fuerza fĆ­sica que el juego requiera. Quiero decirles que maƱana serĆ” el primer reto y quiero los nombres del representante de equipo del primer desafio.

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