Legión de Protección (1/?): Separados por ideologias - Las Bolas de Pablo

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10 oct 2017

Legión de Protección (1/?): Separados por ideologias


Todavia no tengo muy claro como desarrollar la serie. Espero sus votos y comentarios para saber si desarrollar la trama o no...

CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   El problema ambiental mundial se aceleró de forma drástica en el siglo XXI nadie creyó que la separación de un importante país de una organización ambiental traería parcialmente la anarquía en materia de contaminación planetaria y degradación de fértiles suelos.

   El derretimiento de los polos, la desertificación, la falta de agua acarreó severos problemas para la humanidad, la tecnología siguió avanzando y el mundo continuó abusando de los recursos del planeta para su consumo e implementación.

   Pero todo problema social originó además un grave conflicto y la humanidad se dividió: por un lado apareció un grupo de personas ecologistas radicales que aseguraban que para un limpieza total del ambiente tenía que hacerse desde cero y esto debía efectuarse con la eliminación parcial de los seres humanos dejando al planeta Tierra sólo en manos de personas ecológicamente conscientes del cuidado del mismo este grupo de extremistas usó el nombre de Grupo Altamira, los terroristas de la nueva era.

   Quienes se oponían a este grupo era La Legión de Protección un grupo de fuerza elite formada por especialistas como profesores, científicos, ambientalistas y técnicos quienes aseguraban que el total recuperamiento y saneamiento del planeta tenía que hacerse con la completa ayuda de todos los seres humanos aplicando un efectivo sistema de formación ecologista.

   Y ese sistema de formación lo conocía a la perfección el atractivo profesor Harvey que impartía la materia de Geografía Mundial en la destacada institución de Legión donde se enseñaban clases en asignaturas ligadas a la naturaleza. Harvey era de estatura alta, tez blanca y de cabellos rubios. En ese momento de la noche usaba un ajustado traje gris de malla que se aferraba a cada exquisita fibra musculosa de su piel. Era considerado un superhéroe pero él se definía como un defensor de la humanidad y de la naturaleza. Harvey al usar aquel gris y ajustado traje se hacía denominar Thrax. Y su armamento era un trueno cargado de electricidad pura que brotaba de un dispositivo sujeto a su muñeca que sostenía entre su mano y un escudo de protección a base de electricidad que enviaba ondas que podían aturdir a sus enemigos del grupo Altamira.

   Thrax tenía información que se había filtrado en su cuartel de inteligencia de un sabotaje eléctrico que sufriría la ciudad de Nueva York en manos de algún vándalo miembro Altamira.

   Thrax caminaba en silencio y con mucho sigilo en la evacuada sede de la empresa eléctrica, debía impedir que dejaran sin servicio eléctrico a la ciudad y no ocurriera como la vez anterior que todo quedó en penumbras por once semanas.

   Thrax se mantenía atento usando su traje de defensor que no dejaba nada a la imaginación, centímetros de su amplio pecho se pegaba a su ropa así como un prominente bulto se resaltaba en la vestimenta. La silueta de su bello trasero había acaparado decenas de veces las noticias de páginas web dedicadas a la farándula.

   Encontrándose en el centro de un salón a oídos de Thrax llegó el ruido de un rápido correr por un ala lateral. Thrax se detuvo en medio de la húmeda oscuridad, atento y con su escudo en alza, otra vez el individuo que corría cruzó un pasillo. No había duda aquel intruso estaba dando vueltas en círculos. Thrax situó la mirada en el siguiente camino abierto más cercano a la pared por donde el corredor atravesaría. Esperó el momento preciso y disparó una fuerte onda con su escudo. La misma fue expansiva y embistió de lleno al rival que salió volando y cayó muy lejos quejándose de dolor.

   —No hay nada que hacer —advirtió Thrax con voz poderosa y de autoridad—. No pongas resistencia. Estás detenido por la Legión de Protección.

   Puso dirección con cuidado al derribado enemigo con su escudo protegiendo su cuerpo y el rayo dispuesto a atacar, su mirada divisaba una masa en el suelo envuelta en capas, ¿de quien se trataba de Altamira?

   Pero cuando iba a solventar sus dudas recibió de improviso un golpe en la cabeza de un nuevo enemigo emergido de las sombras que atacándolo por la espalda logró hacerlo caer inerte al suelo.


   Cuando Thrax volvió en sí y pestañeo varias veces para adaptar sus ojos a la tenue luz supo que todavía estaba en la planta eléctrica pero en esa ocasión en las garras del enemigo juzgando la vulnerable posición que ocupaba. Su cuerpo estaba atado de brazos y con las piernas separadas, el dispositivo que iba en sus muñecas desapareció así que no podía hacer aparecer sus armas de defensa y tenía que esperar por el futuro que el terrorista quisiera darle.

   —¡Den la cara, estúpidos, no tengo miedo! —proclamó.

   Rugió varias veces queriendo zafarse de sus ataduras.

   Se quedó quieto cuando oyó una serie de pasos en dirección a él.

   —Frank —susurraron los labios de Thrax al encontrarse con su enemigo.

   Miró fijamente a un macho grande, alto y musculoso, que se detenía ante el, miembro elemental del Grupo Altamira, un hombre casi de su misma edad. El hombre vestía un ajustado traje azul similar al de Thrax. Calzaba pesadas botas negras.

   —Sabes muy bien que cuando uso este traje soy Diode —determinó Frank con voz seca. Sus ojos vagaron hacia los grandes genitales marcados de Thrax. Cuando vio la polla gorda haciendo un gran relieve, sus ojos se llenaron de brillo. Levantó la vista.

   —¿Estás decidido ya a matarme? —quiso saber Thrax mirándole al rostro.

   Diode se acercó a él y posó su mano abierta en el fornido pectoral de Thrax.

   —Tú sabes que lo nuestro va más allá de una ideología que nos separa y una eterna rivalidad entre corporaciones —le dijo.

   En plan de seducción Diode comenzó a frotar con la mano el gran péctoral de Thrax que no pudo ocultar sus instintos y gimió a tiempo que su polla empezaba a retorcerse y crecer haciendo su bulto más notable.

   Diode le dirigió una mirada pícara y Tharx se resistió.

   —¿Ya no planeas atacar la central eléctrica?

   —Por supuesto que sí —afirmó Diode acariciando con el dedo índice el cicelado abdominal de su fuerte rehén—. Es sólo que quiero tenerte otra vez para mi, como mi juguete.

   —Juntos tú y yo pudieramos hacer cosas grandes y buenas.

   —Ya está decidido que tú y yo no podemos hacer mucho. Pensamos distinto.

   —No trates de confundirme con tu labia barata. Además lo sé bien que al estar en bandos distinto hace nuestros juegos más entretenidos. Nunca tendrás el valor de apresarme y yo nunca podré eliminarte.

   Diode dio un paso atrás. Luego llevó el pie entre los muslos de Thrax, clavando sus testículos contra su pelvis y provocando un aullido desde la boca del apuesto héroe.

   Thrax gruñó guturalmente con los ojos desenfocados.

   —Son mis nuevas botas de acero —indicó Diode con una sonrisa—. ¿Te gustan?

   Thrax gimió, haciendo muecas de dolor.

   —Con  una limpieza de la humanidad podríamos salvar lo que queda de planeta, nunca lo quisite creer.

   —Si utilizamos la educación ambiental como en el instituto…

   Fue interrumpido por una dura y mala patada en los huevos que lo levantó en el aire. Thrax tosió y gimió retorciéndose de dolor.

   Diose le observó, distraídamente, tocaba su enorme erección a través de la tela de su traje.

   —Si la educación ambiental falló a inicios del siglo XXI menos servirá ahora que estamos a nada de perderlo todo.

   Thrax lo miró fijamente, su cara se contorsionaba de dolor.

   Diode se detuvo al frente de Thrax y acercó sus labios a los de él, sus labios únicamente se frotaron, cuando tuvieron distancia Diode cerró el puño.

   Agarró la magnífica protuberancia de Thrax con una mano y lo cogió de sus grandes bolas.

   Golpeó fuertemente el puño en los huevos de Thrax, aplastando las gónadas contra su mano.

   Thrax soltó un gruñido angustiado, apretando los ojos.

   Diode continuó hundiendo sus nudillos en las suaves bolas de Thrax haciendo que gritara entre sus dientes apretados.

   Diode dejó descansar los testículos de Thrax que dolían a sobremanera. Seguido  sujetó la cara del hombre con delicadeza y mirandose a los ojos sus labios se acercaron a los de él con un beso cómplice.

   Entre tanto el apasionado beso seguía y la polla de Thrax reaccionaba con una nueva, dura y dolorosa erección. Diode sin una consulta estrelló la rodilla contra la entrepierna de Thrax, golpeando sus dos cojones hinchados en su cuerpo.

   Thrax abrió los ojos. Soltó un gemido profundo y gutural, con los ojos llenos de lágrimas. Antes de que pudiera procesar el traidor ataque Diode estampó la rodilla de nuevo contra su ingle con toda la fuerza que pudo reunir.

   Thrax separó sus labios de Diode gruñendo y gimiendo de agonía.

   Diode cogió distancia de él y le observó por un momento. Thrax se debatía en sus ataduras chillando y chillando de dolor, lloraba uniendo las rodillas, el pene de Diode estaba duro como la roca, presionando contra su pantalón.

   —Con ese beso nos volveremos a distanciar —aseguraba Diode—, así como la última vez. Tú seguirás con tu ideología de impartir educación ambiental para crear consciencia a un mundo más sano con la humanidad y yo pensando en la eliminación de los factores contaminantes para un mundo más limpio. Dañaré el sistema de la planta eléctrica serán muchos dias sin servicio de luz habrá desesperación en las calles. Hoy he ganado yo, Thrax.

   Diode dio media vuelta para alejarse.

   —¡Frank! —llamaron los labios de Thrax al ingeniero eléctrico pero este no lo escuchó—. ¡Frank, espera!

   Diode no escuchó sus palabras y se retiró a su misión de sabotaje eléctrico.

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