Momentos Ballbusting en dias de verano (1/2) - Las Bolas de Pablo

Lo mƔs nuevo

17 oct 2017

demo-image

Momentos Ballbusting en dias de verano (1/2)

ORIGINAL DE: ZATN

Contiene 
-Ballbusting MUJER/HOMBRE
-HOMBRE/HOMBRE.

   Oh, es verano!, Tanto el romance, cĆ³mo el deseo sexual, se perciben en el aireā€¦Y se perciben sobre todo entre adolescentesā€¦
ā€¦A continuaciĆ³n veremos en historias Ultra-cortas, 3 momentos de verano donde se evidencia a esa edad, Amor, Deseoā€¦y Ballbusting.

MOMENTO DE VERANO 1.  UPPPSSS, SE ME RESBALƓ!

   Eusebio estĆ” en el parque con su amigo Pedro, con la mirada casi desorbitada observa a todas las chicas que estĆ”n a su alrededorā€¦ El verano tiene la ventaja de que es el momento perfecto para que las chicas salgan al aire libre a realizar ejercicios, y sin mencionar que usan ceƱidas prendas deportivasā€¦ aumentado la tentaciĆ³n masculina ante tanta joven y apretada carne.

   Casi con la lengua a fuera Eusebio observa pasar a AngĆ©lica, una compaƱera de la escuela, que va con un pantalĆ³n de lycra, color azul fuerte, que casi se hunde entre sus nalguitas
image1

   La joven se pasea por el parque, trotando en una larga secciĆ³n de ejercicios.

   ā€œComo me gustarĆ­a agarrar ese pedazo de carne!ā€.

   ā€œNo hables asĆ­, sabes que AngĆ©lica es mi vecina y amigaā€.

   ā€œY no entiendo porque no te le has lanzado todavĆ­a, Pedritoā€.

   ā€œYo tengo a MarĆ­a, y estoy encaprichado con ella, no le podrĆ­a ser infielā€. 

   ā€œEres un santurrĆ³n, Pedro, pero mejor para mi pues estĆ” disponible, pero no me harĆ” caso, nunca le he caĆ­do bienā€.

   ā€œCon razĆ³n porque eres un pervertidoā€.

   Eusebio con una leve erecciĆ³n, la ve detenerse en un bebedero pĆŗblico, y se saborea al ver cĆ³mo al inclinarse para tomar el agua, empina un poco su trasero.

   ā€œTe juro que un dĆ­a de estos le agarrarĆ© esa cola, asĆ­ me gane un mal ratoā€.

   ā€œPues te ganarĆ”s una cachetadaā€.

   AngĆ©lica se aleja del agua y reinicia su trote, darĆ” una vuelta mĆ”s al parque.

   ā€œCuando pase de regreso, lo harĆ©!, SerĆ” hoy!ā€.

   ā€œQue harĆ”s?ā€.

   ā€œLe tocare la cola, y serĆ” impunementeā€.

   ā€œNo hagas locuras, parece que el verano te sobrecalienta el cerebro, mejor date un baƱo de agua frĆ­a, o mĆ©tete a la lagunaā€.

   ā€œNada de esoā€¦ AdemĆ”s serĆ” sin consecuencias, lo hare parecer un accidenteā€.

   ā€œCĆ³mo lo harĆ”s?ā€.

   ā€œEs fĆ”cil, me acercarĆ© a ella por su retaguardia... y fingirĆ© un tropezĆ³, y se la tocoā€.

   ā€œNo se va a comer el cuento de que fue un accidente, sobre todo que la vas a apretar la nalgaā€¦Sin duda te va a reclamarā€.

   ā€œSi lo hace le dirĆ©: Uuppsā€¦ se me resbalĆ³ la manoā€¦Al meterle algo de humor se calmarĆ”ā€.

   ā€œTe crees el muy genio no?ā€¦Te recomiendo que no lo hagasā€.

   Pedro que no querĆ­a ser testigo del asunto se despide de Eusebio, pero si quiere evitar que su amiga AngĆ©lica sea manoseada por el calenturiento de su amigo, AsĆ­ que decide prevenir a AngĆ©lica.

   Fuera de la vista del pervertido, corre y logra interceptar a la joven mucho antes de que vuelva a pasar por el lugar donde Eusebio tiene planeada su emboscada.
image2

   Pedro le cuenta a AngĆ©lica sobre la inmadura conversaciĆ³n que tuvo con Eusebioā€¦ Le advierte de la jugarreta que le puede hacerā€¦
ā€¦La adolescente responde ofendida:

   ā€œPues ya verĆ” el muy chistosito!... AsĆ­ que se le va a resbalar la mano?, Entonces mĆ”s le vale que prepare su entrepierna, porque a mĆ­ se me va a resbalar la rodillaā€.

   En ese instante, la chica lanzo al aire un fuerte rodillazo, A su lado y con una mano, Pedro se cubrĆ­a por reflejo la ingle.

   ā€œVaya, la va a pasar mal Eusebioā€.

   ā€œAsĆ­ serĆ”, y se lo va a merecer! ā€¦Y gracias Pedro por la advertenciaā€.

   Pasaron unos minutos, y AngĆ©lica se acercĆ³ al lugar donde Eusebio se hallaba; CĆ³mo este planeĆ³, se colocĆ³ tras ella cĆ³mo queriendo seguirle el paso en el ejercicio.

   AngĆ©lica le dio una mirada y sonriĆ³, cĆ³mo si no supiese nada de sus planes, la aparente aceptaciĆ³n de la bella chica para que su escolta masculino la siguiese en el trote, generĆ³ felicidad en Eusebio que sĆ³lo calculaba el momento justo para realizar su maniobra manualā€¦
ā€¦Un lugar sin testigos (Aunque Pedro a distancia y oculto entre los arboles seguĆ­a al detalle el ā€œincidenteā€) fue lo perfecto.

   Y se dio!, Eusebio acelerĆ³ y se lanzĆ³ contra la retaguardia de AngĆ©lica, la mano izquierda del atrevido, palpaba y apretaba con desvergĆ¼enza la cola de la chica, quien se alarmĆ³, y detuvo su marcha.

   AngĆ©lica volteĆ³ con cara de enojo, y se enfrentĆ³ a un preparadoā€¦ā€œOh perdĆ³n!, me tropecĆ©!ā€ā€¦ Del hipĆ³crita de Eusebio; La frase generĆ³ molestia, pero a la vez una sensaciĆ³n de gusto en la chicaā€¦Pues ahora podĆ­a desquitarse con creces.
   ā€œEres un atrevido!ā€.

   Viendo que la chica no se comiĆ³ el cuento del toque accidental, Eusebio procediĆ³ a expresar su humorĆ­stica excusa:

   ā€œUuppss perdĆ³name, se me resbalĆ³ la manoā€¦ā€.

   Si no funcionaba, se disculparĆ­a una y otra vez, pero su mano ya habĆ­a profanado el culito de AngĆ©lica, y bien valdrĆ­an mil excusas.
image3

   En ese momento la chica, que parecĆ­a sonreĆ­r, al parecer aceptando con humor el tema, se acercĆ³ a Eusebio. Fue entonces cuando AngĆ©lica levantĆ³ la rodilla, y la enterrĆ³ con fuerza en la entrepierna de Eusebio.

   La joven sintiĆ³ como su rĆ³tula comprimiĆ³ las bolas del chico que le faltĆ³ al respeto.

   Con el sorpresivo impacto en sus Ć”reas sensibles, Eusebio soltĆ³ un ā€œAAAHHH!!ā€, y quedĆ³ doblado a la mitad, para de inmediato con las manos cubrir sus lastimadas huevas.

   ā€œUuppss, perdĆ³n!, se me resbalĆ³ la rodillaā€.

   Una sonrisa en AngĆ©lica expresaba el gusto de darle su merecido al pervertido, quien caĆ­a de rodillas, tomĆ”ndose con toda dedicaciĆ³n su Ć”rea viril.

   ā€œEso te pasa por vulgar y pervertido!ā€.

   ā€œLo siento, Auch!... pero no debiste pegarme ahĆ­ā€¦ā€.

   ā€œYa aguĆ”ntate, ademĆ”s te repito, se me resbalĆ³ā€¦ā€. Se burlĆ³ la joven.

   ā€œAyyyyyy!...Y porque se te resbalĆ³ ahĆ­, y no en otra parte de mi cuerpoā€.
image4

   ā€œPues porque para los patanes como tĆŗ, es el lugar perfectoā€¦ Y cĆ³mo estas reaccionando ahora, lo da a entender perfectamente!... Es muy eficaz pegarles ahĆ­ā€¦Y ademĆ”s, que culpa tengo de que las tengas colgando justo enfrente de mi rodillaā€¦ una chica sĆ³lo levanta la pierna y es lo primero que se encuentraā€¦ si queremos los podemos dejar sin herederosā€.

   ā€œAyyy, Ayyy, no bromees con esoā€¦ā€.

   El joven no pudo seguir la conversaciĆ³n, pues bajĆ³ la cara contra el suelo, mientras sus manos masajeaban lo mĆ”s rĆ”pido posible sus golpeadas gĆ³nadas.

   AngĆ©lica se quedĆ³ viĆ©ndole sufrir, hasta que un nuevo y agudo quejido de Eusebio, le generĆ³ una risotada; La adolescente se vanagloriĆ³ de dejar al chico sin aliento, ni fuerzas.

   ā€œLa prĆ³xima vez mira a quien molestas!ā€¦ AdiĆ³s, y que tengas un buen resto de veranoā€.

   La chica se alejĆ³ del joven, mientras retomaba su trote como si nada. SĆ³lo tras 20 minutos el muchacho pudo pararse, Y durante todo ese tiempo, Pedro a una prudente distancia le observĆ³ complacido de que le dieran un buen castigo.

   Para Eusebio el tocarle la cola a AngĆ©lica, le saliĆ³ muy caro. RecibiĆ³ una lecciĆ³n de respeto hacia la mujer, una lecciĆ³n que no olvidĆ³ en mucho tiempo.

   MOMENTO DE VERANO 2. LA CHINITA BALLBUSTEADORA.

   Gustavo y Saeko son adolescentes, y su amistad es muy peculiar, pues siempre ha estado presente el tema Ballbusting, aunque no consentidoā€¦
ā€¦Hoy se ven en casa de Saeko, quien tiene una propuesta que tomarĆ” por sorpresa a Gustavo.

   Lo que piensa al principio GUSTAVO: 
image5

   Saeko siempre ha sido la chica que me mueve el piso, es de padres orientales, y son de JapĆ³n, aunque yo le digo la ā€œChinaā€, pues para mĆ­ todos los orientales me parecen chinos; Ella posee facciones delicadas y aniƱadas, y eso me vuelve loco.

   Pero mis intentos de ser pareja con ella han terminado en fracasos, y es que ella es de personalidad muy agresiva, nada acorde a su pequeƱo tamaƱo y pesoā€¦
ā€¦Claro que su apariencia dĆ©bil nunca me ha engaƱadoā€¦ siempre se las arregla para ganarme en pleitos que tenemos a cada rato y por cualquier razĆ³n.

   Y su forma favorita de dejarme sin aire en los pulmones, es un rĆ”pido y sorpresivo golpe bajo.

   Y es que esa chinita es una ballbusteadora, asĆ­ se le debe decir a quien da golpes bajos y en mi opiniĆ³n le gusta hacerloā€¦
ā€¦Aunque admito que nunca lo hace con enfado real, sino que usa cualquier excusa para darme con la rodilla o hasta con el puƱo.

   No se cohĆ­be para nada de sacudirme un puƱetazo en las pelotasā€¦y todo con tal de verme doblado del dolor, Y siempre ella muerta de la risa.

   Para su bien soy un caballero y nunca he buscado venganzaā€¦ella lo sabe y es a mĆ­, que me conoce desde siempre, al Ćŗnico hombre al que le impacta en sus gĆ³nadas

   Pero hoy me sorprendo al recibir un beso de su parte, me alegra escuchar que siempre le he gustado; Y parece que las cosas irĆ”n mĆ”s allĆ” de un beso, pues aprovechando que estamos solos en su casa, me llevĆ³ de la mano a una sala mĆ”s al fondo lejos de las ventanasā€¦ Parece que aĆŗn no quiere nada en su habitaciĆ³n, pero siempre que sea intimidad no importarĆ” el lugar.

   Es verano y el calor hace mella en mi cabeza, no puedo negar que siempre he querido tener relaciones con esa pequeƱa chinita, es un sueƱo hecho realidadā€¦la quiero!...peroā€¦
ā€¦Mi entrepierna tambiĆ©n me advierte, que han sido incontables veces en las que me la ha lastimado.

   No dejo de mirar sus rodillas, pies y manosā€¦en cualquier momento puede soltarme un golpe a mis huevos.

   Debo ser crĆ©duloā€¦estarĆ” buscando la forma de que bajase la guardia para dejarme en el suelo otra vez?.

   CĆ³mo quisiera confiar en ella, el poder tocar con libertad su pequeƱo y suave cuerpecito oriental. Saeko se desnuda, y siguiendo su conducta hago lo mismo, su cuerpo delicado y blanco eleva mi pene, lo que ella nota por un buen rato; Me sonrĆ­e y es cuando la veo colocarse contra una mesa, y separa un poco las piernasā€¦ahĆ­ estĆ”!, invitĆ”ndome a penetrarlaā€¦
ā€¦Pero simplemente no doy para acercĆ”rmele.

   Lo que piensa a continuaciĆ³n SAEKO:

   Pero porque no empieza?, porque se queda allĆ­ parado?, ya es vergonzoso el estar asĆ­ agachada, poniĆ©ndole mi coƱo casi en sus narices.

   Es que acaso no piensa hacerme el amor, pero si tiene la verga parada, sĆ© que le gusto, sĆ© que ha soƱado con estar conmigoā€¦lo sĆ©!, Que pasa Gustavo? 

   Ah, ya entiendo!, aĆŗn no se cree que esta pequeƱa chica se dejara coger de Ć©l, Ć©sta chica que siempre anda de mal genio y pegĆ”ndole en losā€¦
ā€¦Es eso!, Gustavo cree que le voy a pegar en los huevos, por eso no se me acerca!

   Entonces le digo que no tema!, no le harĆ© daƱo a tus bolas!, por favor confĆ­a en mĆ­!, quiero que me hagas tuya!, Para recalcar mi disposiciĆ³n, abrĆ­ mĆ”s las piernas, y con los dedos separĆ© mis labios vaginales, mostrĆ”ndole la abertura de mi intimidad.

   Pude ver la punta de su verga palpitar y parĆ”rsele mĆ”s, observe su rostro y vi confianza en Ć©steā€¦ EntendiĆ³ que no me resistirĆ­a de forma alguna.

   Y que feliz soy cuando por fin me toca, su caliente mano se aferra a mis caderitas, y a continuaciĆ³n siento su dura verga en la entrada de mi coƱoā€¦ No es necesario lubricarme, Ya estoy hĆŗmeda desde que me decidĆ­ a pedirle que se uniera a mĆ­.
image6

   Admito que deseĆ© este momento, el ser penetrada por Gustavoā€¦ Ć©l ser su mujer!.

   Y por fin Gustavo dio un fuerte empuje, y de golpe me metiĆ³ la verga, casi grite del dolor y del gusto, la tenĆ­a muy caliente y de inmediato comenzĆ³ a moverse, sacĆ”ndome gemidos.

   Fue un inolvidable rato de placerā€¦ Gustavo comenzĆ³ a gemir, y luego se corriĆ³ en mi interior, me complaciĆ³ el sentir su semen descargar dentro de mi, tanto que sacaba la lengua jadeante como una canina.

   Me la sacĆ³ y se quedĆ³ respirando profundo tras de mĆ­; A penas recobre el aliento, me voltee hacia Ć©l y nos besamos apasionadamente.
image7

   Pero de pronto, algo me dijo que no podĆ­a verme tan vulnerable y sensible ante Ć©l, debĆ­a parecer dura, y era el momento de serloā€¦ AsĆ­ que le alejĆ© con ambos brazos, su mirada de extraƱeza no anticipĆ³ el rodillazo que a continuaciĆ³n le metĆ­ en sus huevos.

   Gustavo gritĆ³ un ā€œAAaahhhh!!ā€. Cuando con la rodilla restregaba la piel de sus huevas, era la primera vez que se las golpeaba sin ropaā€¦ se sintiĆ³ extraƱo.

   Una vez mĆ”s le habĆ­a pegado en los cojonesā€¦ aĆŗn no se el verdadero motivo por el que lo hago, no es por molestarle, creo que es por no parecer dĆ©bil, y mantenerlo siempre dominadoā€¦ DespuĆ©s de todo soy muy pequeƱa y no quiero que Ć©l se imponga ante mi personaā€¦ Pero ahora creo que ya eso no pasarĆ”, Ć©l me quiere y no necesito dominarlo, el harĆ” lo que yo le digaā€¦ y yo harĆ© lo que Ć©l quiera, pues le amo tambiĆ©n.

   Algo arrepentida por pegarle allĆ­ desnudo, me arrodillo y le colmo de besos.

   Gustavo no se ve tan adolorido ahora, y menos cuando juego con sus cabellos y le pido disculpas por faulearlo.

   Amo a Gustavo, y pensĆ”ndolo mejor, quien dice que pegar en los huevos no es algo que le traiga cosas buenas a los chicosā€¦ A partir de ahora cada vez que le pegue en las bolas, le compensarĆ© con un montĆ³n de caricias... tantas que querrĆ” que le pegue mĆ”s seguidoā€¦
ā€¦Querido Gustavo, el amor en el verano te hace hacer cosas extraƱas en verdad.

MOMENTO DE VERANO 3. JUEGOS EN EL LAGO.

   Manuel y Federico, son amigos desde hace un aƱo, estudian en el mismo grado de secundaria, y pronto se graduaran, esperan asistir juntos a la universidad.

   Desde hace poco ambos decidieron ser pareja, su atracciĆ³n era evidente, y por fin admitieron su gusto mutuo y se ennoviaron.

   TenĆ­an una graciosa rutina cuando iban de paseo a un lago cercanoā€¦ y mĆ”s en los calurosos veranos de la ciudad.
image8

   EscogĆ­an un lugar alejado del resto, para tocarse con libertad, sin miradas de pĆŗdicos testigosā€¦
ā€¦los contactos iban exclusivamente a sus respectivos penes, dentro de esos ceƱidos baƱadores que usaban; SimultĆ”neamente se agarraban los miembros y tiraban de ellos, en medio de risas y besos.

   Federico gozaba hacer huir a Manuel, quien salĆ­a del agua a toda prisa, tomĆ”ndose el paquete, intentando mantener una erecciĆ³n fuera de la vista de algĆŗn turista que se acercaba a donde ellos retozabanā€¦ habĆ­a que mantener el control y las apariencias ante los testigos. 

   Pero las cosas cambiaron hace una semana, cuando Manuel conociĆ³ a un chico que le impresionĆ³ y decidiĆ³ tener una cita con este, aun querĆ­a a Federico, pero por un terco deseo accediĆ³ al encuentro con este nuevo joven.

   Hace tres dĆ­as Federico se enterĆ³ de la salida de su pareja, y le reclamĆ³ por la traiciĆ³n, Manuel le explicĆ³ que sĆ³lo fue una salida, no fue algo serio. 

   ā€œNi siquiera hicimos nada, sĆ³lo nos besamos y yaā€.

   ā€œTe parece poco?ā€.

   ā€œNo exageres, sĆ³lo fue un calor de verano, en verdad no pasĆ³ nadaā€.

   ā€œPero te tocĆ³ el pipĆ­ verdad?, admĆ­telo, me lo dijeron!ā€.

   ā€œFue sin importancia, no me lo esperaba, el sĆ³lo quiso tocar, y cuando ya me lo tenĆ­a agarrado, pues que iba a reclamarle yaā€¦ sĆ³lo lo tocĆ³ un momento, no es para tantoā€¦ā€.

   Luego de promesa tras promesa de fidelidad, Federico decide creerleā€¦ Pero la verdad no le perdonarĆ­a tan fĆ”cil.

   Al dĆ­a siguiente era nuevamente dĆ­a de diversiĆ³n en el lago, y Federico vio la oportunidad perfecta de dejar claro una advertencia a Manuel, de que debĆ­a controlar su pipi.

   Se hallaban en el prado justo a la orilla del lago; Manuel usaba un pequeƱo baƱador de color azul, mientras Federico usaba uno dorado, La sonrisa de Manuel al ver acercarse a Federico fue placentera, su pareja le habĆ­a perdonado fĆ”cilmente aquel desliz romĆ”ntico de verano, y todo volvĆ­a a la normalidadā€¦
ā€¦Pero la normalidad no era lo que sucederĆ­a a continuaciĆ³n.

   Federico extendiĆ³ la mano hacia el paquete de Manuel, quien esperaba que le pellizcara el pito, pero en esta ocasiĆ³n la mano de su pareja fue, inesperadamente unos centĆ­metros mĆ”s abajo.
image9

   Los dedos de Federico agarraron como una pinza los testĆ­culos de Manuel, quien totalmente sorprendido abriĆ³ los ojos y exclamĆ³ un ahogado: ā€œUuuggggggggggg!ā€.

   Federico tenĆ­a toda la capacidad de maniobra, al hallarse los dos chicos bastante solitarios del resto de gente, aplicĆ³ mĆ”s presiĆ³n e hizo gritar a Manuel: 

   ā€œAAahhh!ā€.

   ā€œEsto es para que nunca olvides el no dejarte tocar el pipĆ­ por otro que no sea yo!, entiendes!ā€.

   MĆ”s presiĆ³n, ahora centrada en un solo huevo, dedicando a hacer una pinza contra el gran huevo izquierdo de Manuel, quien chillĆ³ como un cerdo.
image10

   El castigo lentamente fue haciendo caer al suelo a Manuel, pero Federico no le soltaba, y descendiĆ³ con Ć©l, acomodĆ”ndose sentado en el prado, para obligar a su cautiva pareja a acostarse en el cĆ©sped, y dominarlo a voluntadā€¦ Pronto reacomodĆ³ su mano, agarrando una vez mĆ”s todo el escroto del chico.

   ā€œAAaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!ā€.

   ā€œNo te escucho Manuel!ā€.

   ā€œTeā€¦te juro que no te volverĆ©ā€¦a traicionarā€¦.pero suĆ©ltameeeā€¦ Por Favorā€.

   Complacido, Federico abriĆ³ la pinza de su mano y los huevos de Manuel descansaronā€¦

   El chico de inmediato quedĆ³ acostado, sobando con ahĆ­nco el bulto en su baƱador azul.

   PasarĆ­a un buen rato para que Manuel recuperara la verticalidad, Mientras que Federico se dedicĆ³ a gozar del lago.

   Y asĆ­ fue como Federico se desquitĆ³.

   Con los minutos, Manuel se aliviĆ³ y hablĆ³ con su pareja, dejando claro que los rencores quedaban saldados.

   Manuel en adelante, tomĆ³ mĆ”s en serio a su pareja, y se preocupĆ³ de verdad en no volver a molestarle.

   El dĆ­a de ayer quedĆ³ atrĆ”s, y hoy todo es normalidadā€¦ Una vez mĆ”s en el lago, y bajo el calor del verano, la feliz pareja ya hablaba de convivir cuando entraran a la universidad.

Fin.


Gracias.

Comentarios a zatniktiel@hotmail.com

Esperen la segunda entrega con 3 historias mĆ”sā€¦

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Pages

undefined