Pablo y Simón veĆan la tarde caer en la terraza del hotel familiar, sentados, contemplaban el mar azul mientras las gaviotas surcaban el cielo y a lo lejos se observaba el navegar de grandes embarcaciones. Cada uno sostenĆa bebidas alcohólicas.
āHermanito āhabló Simónā, Āæpor quĆ© tengo dĆas sin ver por aquĆ a Otto? ĀæDónde estĆ” mi padrino? SĆ© que no se ha ido de la isla.
Pablo lo miró, tomó un gran trago de su bebida y volvió a mirar el mar.
āĀæNo me vas a decir, putito?
Pablo torció la boca.
āĀæQuĆ© le hiciste a mi padrino, puto?
āĀæQuĆ© le hice? Ā”Mejor dicho, quĆ© me hizo Ć©l a mĆ!
āĀæQuĆ© ocurre? ĀæTe la metió torcida? Ja, ja, ja.
āNo seas pesado, cabrón āse rió Pablo. DespuĆ©s se quedó mirando a su hermanoā. Otto tuvo una conversación conmigo. Me confesó que preferĆa hacerse un lado y poner fin a nuestra aventura.
āAh, caray. Seguro porque te descubrió follando con David.
āNo. David hizo lo mismo.
āDavid es un pendejo, no me importa.
āĀæNo te das cuenta?
āĀæDe quĆ©?
āDavid y Otto ahora estĆ”n juntos.
āĀæAh? ĀæCómo carajos?
Pablo se encogió de hombros, extrajo su celular y le mostró a su hermano una fotografĆa donde David y Otto se tomaban del hombro, cada uno posaba con una sonrisa, el fondo mostraba que estaban en un bar compartiendo.
āĀ”QuĆ© bĆ”rbaro! ādijo Simón. Devolvió el celular a su hermano y despuĆ©s se rio a carcajadas.
Pablo se cruzó de brazos y despuĆ©s se echó a reĆr tambiĆ©n.
āNo sĆ© quĆ© les pasó a esos dos. Creo que tanto agarrar los genitales de David a Otto le gustó.
āĀæQuĆ© dices?
Pablo se encogió de hombros y se echó a reĆr.
Torturar los testĆculos de David o no, hizo crear una conexión especial que comenzó a crecer dentro de Otto por aquel joven nadador. Por su parte, David creyó que con Otto tendrĆa un buen futuro y una estabilidad mĆ”s sólida no como con el inmaduro de Pablo. La verdad es que ambos una maƱana se reunieron y decidieron hacer las paces. Compartieron un cafĆ©, sonrisas y decidieron alquilar una habitación en cualquier hotel. Finalmente les gustó el momento que tuvieron juntos y pactaron seguir repitiĆ©ndolo. La quĆmica entre ambos comenzó a fluir, tanto que prefirieron iniciar una relación mĆ”s cercana.
Como la que tambiĆ©n ocurrĆa esa misma tarde en la casa que Otto habĆa alquilado. Estaba reunido con David para pactar una lucha erótica. Cada uno estaba usando ajustados calzoncillos. Otto se movĆa con su carnoso trasero y David llenaba muy bien su parte delantera. Ambos se sujetaban de los brazos y medĆan fuerzas.
Otto hizo una mirada de burla justo antes de que su rodilla se levantara contra los desprotegidos testĆculos de David con un fuerte golpe. David gimió soltando a Otto y retrocediendo para proteger sus doloridas papas.
David se quejó, sostenĆa sus testĆculos. Aquella lucha erótica y el contacto con sus bolas hizo que su pene se fuera alargando y engrosando hasta formar una carpa en su ropa interior.
Otto estaba fascinado por el cuerpo de David. Se quedó embelesado mirĆ”ndolo de pies a cabeza y no le dio tiempo de reaccionar cuando David se abalanzó sobre Ć©l y ambos cayeron sobre la cama del seƱor. LlenĆ”ndose de fuerza, Otto pudo dominar a David, envolviĆ©ndolo en sus brazos. El muchacho supo que estaba en posición peligrosa. Mientras los bĆceps de Otto se hinchaban de venas sobre el cuello de David, Ć©l resistió el impulso de entrar en pĆ”nico.
Como una opción de supervivencia, David estiró la mano por la cadera de Otto y su mano se cerró alrededor de sus bolas, apretando sus delicados testĆculos hasta que el dolor inundó las entraƱas de Otto Salinas que gritó abriendo mucho lo ojos. David hizo rodar las gónadas entre sus dedos, maravillado por el fuerte ruido de Otto.
āĀ”Mis bolas no, mis bolas no āsuplicó Otto aflojando el agarre sobre David, el muchacho tambiĆ©n soltó sus doloridas bolas.
Otto se quedó tendido en la cama con la cara arrugada de dolor, mientras David se incorporó, sentĆ”ndose a un lado. Los dos sementales tenĆan grandes erecciones levantando su ajustada ropa interior.
El momentĆ”neo suspiro de alivio de Otto se atascó en su garganta cuando sintió que la palma de David se envolvĆa alrededor de su erección y la apretaba lentamente el pene. El seƱor miró con lujuria el contorno grueso de su propia polla.
A David se le hizo agua la boca, y su pene se crispó de solo tomar el falo de Otto Salinas entre sus manos.
La mente de Otto se nubló al sentir que le frotaban el miembro por encima de la ropa, lanzó un gemido de placer que le duró poco tiempo, cuando David se apoderó de sus huevos y comenzó a apretarlos.
No pasó mucho tiempo antes de que la leche de Otto saliera de su rĆgida polla y salpicara su ropa interior. Ambos fascinados observaron como la ropa se empapaba con los caƱones de semen. Incluso una parte de su crema se atrevió a cruzar la tela. AĆŗn encerrado en el puƱo de David, los testĆculos de Otto dejaron de sentirse calientes y llenos, David los dejó salir de su mano, mientras Otto se encogĆa y murmuraba incoherentemente.
David se apartó, tenĆa el pene muy erecto, parecĆa un mĆ”stil guardado en su ropa interior, Otto estaba boca abajo, con su musculoso trasero al aire. David sintió un renovado deseo sexual. Y asĆ comenzó a deslizar el calzoncillo de Otto por sus piernas y se bajó el suyo propio, se posicionó detrĆ”s de Otto y se preparó para insertar su pene en su agujero.
El señor dio un gemido cuando comenzó a sentir la cabezona verga de David ingresar dentro de él.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario