Esta es la Ćŗltima historia del blog por este aƱo, como respuesta a la encuesta publicada a principio de este mes en 2022 el protagonista de las historias ballbusting serĆ” Pablo ChacĆ³n Bosch, por esta razĆ³n he decidido recuperar el personaje en esta Ćŗltima publicaciĆ³n del aƱo.
Me tomarĆ© unas vacaciones por estas fechas que me urgen bastante, les deseo feliz navidad y prĆ³spero 2022. Nos estamos leyendo prĆ³ximamente.
David Aceituno el fuerte dueƱo de varios gimnasios extendiĆ³ los brazos cuando en pleno aeropuerto sus ojos se encontraron con el rubio Pablo ChacĆ³n que llegaba de un largo viaje.
—¡Mi amor! —David abrazĆ³ muy fuerte al reciĆ©n llegado, que ademĆ”s era su esposo desde hace cuatro aƱos atrĆ”s—. PensĆ© que no ibas a volver nunca.
—Pero ya estoy aquĆ para no volverme a ir —afirmĆ³ Pablo entregando un beso en los labios al moreno hombre.
—Te extraƱƩ mucho —dijo David, sus ojos afirmaban tal sentimiento.
—No seas tonto, negrito —Pablo sonriĆ³ tiernamente, acariciando con el dedo pulgar la barbilla de su esposo—, siempre estuvimos en contacto y me visitaste hace dos meses atrĆ”s. Te gustĆ³ el hotel y la playa.
—SĆ, pero no te permitirĆ© otro viaje tan largo de negocios.
—La convenciĆ³n internacional de wrestling me sirviĆ³ de mucho. Tengo grandes ideas a implementar con Guerreros de la arena.
—Lo sĆ©. Me lo has comentado. Ya vamos a tener suficiente tiempo para hablarlo, porque no te dejarĆ© ni un segundo.
Los esposos se volvieron a abrazar fuertemente.
—Oye, David —dijo Pablo al oĆdo de su esposo—, siento algo duro entre tus piernas, ¿quĆ© es?
—AsĆ me pones —confesĆ³ David, dando paso a la coqueterĆa de su esposo—. TĆŗ no te quedas atrĆ”s con el pollĆ³n que tanto me gusta. Hasta aquĆ lo siento, por poco me atraviesa.
—Ja, ja, ja. Tenemos una pequeƱa guerra de espadas —dijo Pablo afirmando la potente erecciĆ³n que tenĆa.
—Vamos —dijo David tomando distancia—, porque nos van a sacar del aeropuerto por pervertidos, estamos muy erectos.
David y Pablo comenzaron a caminar, el moreno David clavaba la vista al suelo, usaba pantalĆ³n deportivo y la erecciĆ³n que tenĆa se hacĆa muy notoria, el bulto de Pablo era muy grande en su jeans, pero pasĆ³ desapercibido cubriĆ©ndose con una bolsa que sostenĆa en su mano.
Se dirigieron al vehĆculo de David que el moreno comenzĆ³ a conducir.
—Ayer estuve en casa de SimĆ³n —afirmĆ³ David—, estuvimos decorando de navidad, ¿podrĆ”s creer que teniendo hijos pequeƱos decoren su casa para estas fecha? Supieras que ahĆ estĆ”n todos tus hermanos esperĆ”ndote. Pero no creas que iremos directamente hacia allĆ”, primero te secuestrarĆ©.
—Secuestrame todo lo que quieras.
—Tu hermano Israel sigue siendo el mismo mujeriego de siempre, pobre de su esposa que decidiĆ³ darle una nueva oportunidad.
—Mi pobre hermano mayor —sonriĆ³ Pablo.
—Ni el nuevo bebĆ© que tuvieron logrĆ³ frenar el deseo sexual de Israel.
—¿QuĆ© sucede y por quĆ© no me lo habĆas contado?
—Porque si te lo decĆa por videollamada no iba que tener que decirte cuando estuviĆ©semos asĆ uno al lado del otro. ¿Recuerdas que la semana pasada fui a consulta odontolĆ³gica con tu hermano? Pues cuando luego de la consulta paso a su oficina habĆa una rubia en su silla, y se veĆan muy cercanos, cuando estuve ahĆ Ć©l me dijo que era una paciente. Y pensar que estaba antes de que yo llegara, pues resulta que me fui y ella quedĆ³ allĆ. Es una mujer rubia hermosa y despampanante.
Pablo sonriĆ³.
—Hasta que a Israel su esposa no le arranque los huevos, Ć©l no dejarĆ” de ser asĆ.
—Los huevos ChacĆ³n que tanto me gustan —afirmĆ³ David.
—¿Los huevos ChacĆ³n que tanto te gustan? —interrogĆ³ Pablo con una mirada pĆcara—, suenas como si hubieras comido varios.
—No —negĆ³ David mirĆ”ndolo con una sonrisa. ExtendiĆ³ el brazo, poniendo su mano en la abultada entrepierna de Pablo (seguĆa con el pene tieso), y acariciĆ³ con sus dedos la forma ovalada de sus grandes testĆculos—, en realidad me he comido uno y son estos —su dedo Ćndice y medio recorrieron ambas gĆ³nadas dando movimientos circulares—, estoy satisfecho con estos huevos, harto. No quiero otros.
Pablo sonriĆ³, sin embargo dio un brinco cuando David lo golpeĆ³ dos veces consecutivas en los cocos con la palma de su mano.
—Ay —Pablo sonriĆ³ cerrando un ojo inclinĆ”ndose de lado pasando una mano en sus bolas.
David Aceituno continuĆ³ manejando.
—Yo tambiĆ©n extraƱƩ algo —confesĆ³ Pablo—, y aunque la tuve conmigo hace dos meses que me visitĆ³ en mi viaje, todos los dĆas la extraƱaba conmigo.
—¿SĆ? —David interrogĆ³ sintiendo orgullo y emociĆ³n—. ¿QuĆ© serĆ”?
Pablo se echĆ³ a reĆr y se inclinĆ³ colocando la cabeza a la altura de la entrepierna de David.
—¡Pablo! ¡Estoy conduciendo! ¡Voy a chocar!
—¡Pues pon atenciĆ³n, porque extraƱo tu verga! AdemĆ”s, la tienes dura desde hace rato. Ella pide a gritos bajar esa dureza.
Pablo empezĆ³ a deslizar el pantalĆ³n deportivo de David, el hombre incluso se moviĆ³ para que lograra sacar su miembro. Era dueƱo de un pene no muy grande, pero moreno y hermoso. Pablo comenzĆ³ a lamer como si lo hiciera con una paleta.
—¡Uuuuuf, que rico! —dijo David—. Vas a hacer que choque y la culpa serĆ” tuya.
Pablo comentĆ³ algo que no se pudo entender mientras continuaba saboreando de arriba abajo la polla de David. Su cabeza se apretaba contra sus labios, la sentĆa en su campanilla, mientras David gemĆa, intentando conducir el automĆ³vil de buena manera, respiraba cada vez mĆ”s rĆ”pido, movĆa la cadera mandando su pene hasta el fondo de la boca de Pablo.
Pablo ChacĆ³n comenzĆ³ a subir y a bajar con movimientos muy rĆ”pidos e intensos, mientras David gemĆa cada vez mĆ”s fuerte.
—Pablo, amor, detente… detente —jadeaba David con la respiraciĆ³n entrecortada—, no puedo… no puedo… siento que voy a chocar.
—¿SĆ? —interrogĆ³ Pablo mirando con sus hermosos ojos a David de forma inocente mientras pasaba la palma de la mano por la cabeza del pene, sacĆ”ndole mĆŗltiples cosquillas.
La verga de David estaba latiendo sola, sin embargo por peticiĆ³n de su propio dueƱo tuvo que ser guardada cuando estuvo a punto de impactarse con otro vehĆculo.
—Lo siento, por poco choco. Lo haces tan bien, amor, que no recordaba lo mucho que me hacĆa falta.
Pablo se echĆ³ a reĆr y se incorporĆ³ besando la mejilla de David. Llegaron al departamento donde ambos convivĆan.
—Usted ha sido secuestrado antes de ir con su familia —anunciĆ³ David al cerrar la puerta. AbrazĆ³ fuertemente a Pablo y lo besĆ³.
Se empezaron a desvestir mostrando una hermosa vista con el tono de su piel, Pablo rubio y David moreno. El miembro de Pablo grande y grueso, pareciendo la mezcla perfecta de como era los genitales de sus otros hermanos. El pene de David mƔs pequeƱo que el de Pablo y con dos bolas carnosas llenas de leche.
—DespuĆ©s de tanto tiempo te tengo para mĆ —anunciĆ³ David.
—Dos meses.
—Fue un aƱo —David desvĆo la mirada a los testĆculos de Pablo—, y estas bolotas —estrellĆ³ la palma de la mano en las gĆ³nadas de Pablo.
El sonido del impacto fue espectacular.
PLAAAAF
Los ojos de Pablo se abrieron. Mientras el reconocible y excitante dolor se expandĆa por su cuerpo.
—Ay, mis bolas —Pablo se echĆ³ a reĆr. David lo acompaĆ±Ć³.
—Hoy no le quiero hacer daƱo a esas toronjas, las quiero tratar muy bien.
Con eso David se puso de rodillas y comenzĆ³ a chupar el miembro de Pablo, primero la punta para despuĆ©s metĆ©rsela entera, Pablo lo agarrĆ³ de la cabeza y comenzĆ³ a follarle la boca, profundo hasta la garganta. Sus embestidas fueron cada vez eran mĆ”s rĆ”pidas y profundas haciĆ©ndole tener arcadas. En una de esas tantas, el pene de Pablo se mostraba empapado de baba.
David acariciĆ³ los muslos de Pablo y antes de chuparle los testĆculos les dio a ambas gĆ³nadas un excitante piropo.
Le comĆa los huevos mientras el grueso falo de Pablo estaba sobre su nariz y ojos.
—Mi polla, negrito. Esa que tanto te gusta.
David sonriĆ³ y volviĆ³ a dedicar esfuerzos en mamarle de nuevo la polla, Pablo volviĆ³ a follarle la boca de nuevo sin piedad, sus embestidas eran mas fuertes y profundas tanto que los grandes huevos le chocaban en la barbilla; en una de esas embestidas Pablo descargĆ³ una descomunal cantidad de leche en la boca de David, fueron 4 chorros bastante espesos.
David comenzĆ³ a resbalar semen por su boca, Pablo se inclinĆ³ y tambiĆ©n lo absorbiĆ³. Mirando a su esposo David se tragĆ³ el contenido, David se mordiĆ³ el labio inferior sintiendo una gran excitaciĆ³n.
—Esto apenas comienza —afirmĆ³ David.
—Apenas comienza —confirmĆ³ Pablo.
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