Punto Final: Simón Chacón - Las Bolas de Pablo

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30 ago 2023

Punto Final: Simón Chacón

Era un día ajetreado como cualquier otro en el estudio de televisión. Simón Chacón se preparaba para salir al aire en su programa estelar de las noches, mientras el equipo técnico y de producción corría de un lado a otro ultimando los detalles. 


—Simón, en 5 minutos al aire —le avisó el productor.  


—Está bien, vamos para maquillaje —respondió Simón con su habitual tono enérgico.

 

La maquillista Martha observó llegar al apuesto conductor de televisión, en secreto estaba enamorada de él, su carisma y sonrisa la cautivaba, su espectacular cuerpo le encantaba, el aire varonil que desprendía la incitaba a imaginarlo en situaciones poco decorosas, en especial la formaba en la que llenaba el pantalón tan apretado que el productor del programa siempre le obligaba a ponerse, llenando muy bien adelante y atrás.  


—Buenas noches, Martha, hágame lucir más guapo de lo que ya soy —bromeó Simón.


—Claro... claro… —dijo la nerviosa Martha.


Mientras lo preparaba para el programa, la mujer no pudo evitar confesarle:


—Simón, me pareces un hombre encantador.


Él le dio las gracias amablemente, sin darle mayor importancia. Pero desde ese momento Martha prefirió seguir con su atrevimiento, posiblemente tuviera suerte, y recibir una dosis de sexo con él en su camerino después de concluir el programa. Le comentó algunos mensajes insinuantes acompañados de una mirada lasciva.  


Él se sintió un poco incómodo y le dijo cansado:


—Martha, agradezco tu admiración pero no puedo corresponderte de la forma que deseas. Tengo esposa, Claudia, conductora del noticiero y ambos tenemos tres hijos. Somos una familia muy feliz, no quiero que te confundas, eres una muy buena compañera de trabajo.


Martha se disculpó momentáneamente y Simón partió a la conducción de su programa, una hora más tarde regresó para unos retoques durante el espacio publicitario y la mujer volvió a sus coqueteos obsesivos. Simón comenzó a sentirse incómodo.


Hasta que ella fue demasiado lejos, rozando su abultado pantalón mientras lo maquillaba. Simón explotó furioso: 

 

—¡Basta ya, Martha! ¡Haz tu trabajo de forma  profesional! ¡Si no me veré en la necesidad de subir hasta la oficina de Joaquín y acusar de acoso!


Martha se enderezó de saberse acusada en la oficina del presidente del canal. Se sintió nerviosa y asustada, pero su primera reacción fue apuntar un puñetazo entre los fuertes muslos del conductor de televisión justo en sus carnosa papas, triturándolas con fuerza.


Simón gritó a todo pulmón. Tosió y se dobló en el asiento, sujetándose las bolas. Entrecerró los ojos.


—Yo… —susurró Simón, intentando levantarse—… voy  con Joaquín.


—¡No, no!


Martha lo detuvo dándole un rodillazo en las bolas y golpeándolo en la cara al mismo tiempo.


Simón dejó escapar un fuerte grito.


Martha retrocedió.


Simón se recostó en la silla, haciendo una mueca de dolor, gimiendo, frotándose la barbilla y sus agonizantes testículos.


—Eres un hombre guapo —dijo Martha—, Realmente guapo —le sonrió a Simón.


—Estás loca —respondió él todavía frotándose la entrepierna.


Miartha se rió y le tendió la mano. —No quiero que me acuses con el señor Joaquín. Estoy dispuesta a hacer lo que sea por tu perdón.


Simón miró la mano de Martha, vacilante. Luego la agarró y estrecharon las palmas.


—Espero que me perdones. No supe qué hacer. Este es mi único trabajo y tenerte siempre cerca —parecía que estaba a punto de llorar.


—Yo… —dijo Simón lentamente, frotándose los doloridos testículos—. Me pegaste muy duro en las bolas.


Martha se rió. —Lo siento, siempre están enfocando tu entrepierna, haciendo alarde de tu fuerza de macho qué………


—Martha, pero si te gusto no entiendo por qué me tienes que golpear en las…


La mujer lo interrumpió metiendo su puño contra sus testículos una vez más, aplastando con fuerza las delicadas papas de Simón, clavándolas en su pelvis.


Simón tosió y se dobló. Gimió y se quedó sollozando de dolor y agarrando sus débiles cojones.


La extraña maquillista se quedó mirando con perversión la forma en la que Simón se quejaba y amasaba sus genitales. Se mordía el labio inferior con lujuria.


A la mañana siguiente la mujer fue citada en el departamento de Recursos humanos donde recibiría su cheque de despido, era un atrevimiento agredir a una estrella de la televisión como lo era el gran Simón Chacón adorado por el público y quién llevaba un matrimonio feliz con la conductora del noticiero del canal.


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