Dulces pesadillas (4/7): Fantasías de un macho. - Las Bolas de Pablo

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19 mar 2015

Dulces pesadillas (4/7): Fantasías de un macho.

CONTIENE:
-BALLBUSTING HETEROSEXUAL
   
Israel se movía sudoroso sobre la cama, mientras su fatigado cerebro recreaba fantásticas y eróticas imágenes de una pesadilla disfrazada de sueño.
   Elisa y Diana tenían los cuerpos desnudos e iluminados, sus suaves figuras y curvas lo deleitaban y enloquecían excitándolo. Estaban en un cuarto de lo que debía ser un hotel, porque no era su habitación en casa de Marcos Chacón ni la pieza de las mujeres.
   -¿cómo llegaron acá? -Quiso el odontólogo saber
   -Eso no importa -dijo Elisa pasando la mano por los senos de Diana.
   -Wow -se sorprendió Israel admirando como Diana daba un gemido cerrando los ojos.
   -Ja, ja, ja -rió por último Diana y, con una risa diabólica acercó sus labios a los de Elisa besándola apasionadamente uniendo las lenguas, la perversa protagonista de telenovelas masajeaba el clítoris de la nadadora arrancándole un orgasmo
   -madre mía! -Susurró Israel cuyos ojos brillaban mientras miraba como los dedos de Diana penetraban a Elisa.
   -¡ahhhhhhhhh!
   La vara larga, carnosa y cabezona de Israel estaba erecta apuntando al techo, erguida y arrogante, bajo ellas 2 pares de obscenos de cojones estaban repletos de semen.
   -Mi amiguito también quiere jugar -comentó el hombre tras una dulce mirada
   -Es que tu amigo también jugará... adelante Elisa.
   La bella morena, mojada y excitada se inclinó entre las piernas de Israel, abrió la boca con una "o" e introdujo en su cavidad bucal el pene del hijo de Marcos Chacón.
   Israel jadeó, cerrado los ojos. Sus labios carnosos se comprimieron mientras en la habitación solo se escuchaban la boca de Elisa lamiendo la verga. Y la lengua de Diana que lamia la vagina de Elisa.
   -¡ay santa madre, si... así... ay!
   -...
   -...
   Diana se incorporó pasando la lengua por sus labios, se acercó a la espalda de Elisa que seguía masturbando con la boca a Israel, entonces la actriz masajeó los senos de la nadadora que gimió oprimiendo de manera divina la verga de Israel entre la lengua y el paladar... pero...
   La actriz dejó de acariciar los senos para agarrar las pelotas del mayor de los hermanos Chacón. Comenzó a estirarlas mientras las torturaba con las manos.
   Israel gimió mientras Elisa se apartaba con una risita de su verga para empujarlo de espalda a la cama y Diana seguía doblegandolo sujetado de sus joyas masculinas.
   -A ver semental ¿creías que nunca nos enteraríamos que te revolcabas con las dos? -Preguntó con ira Diana
   Elisa escapó otra risa.
   -Responde, pelmazo ¿creíste que nunca nos enteraríamos? -Levantaba la voz Diana mientras cerraba el puño alrededor del escroto del odontólogo con un agarre firme.
   Israel arqueaba la espalda de dolor y sorpresa, pero Elisa abrió la mano y abofeteó duro al hombre, lanzó una exclamación complacida.
   Los labios carnosos de Israel se juntaron apretados. Mientras sus huevos le dolían con el candado opresor de la mano de Diana, Elisa volvió a abofetearlo. El mayor de los hijos de Marcos Chacón intentó agarrar el puño de su atacante, pero no sirvió de nada. Diana sabía como gobernar a aquellos tipos de machos cojonudos.
   -¿no contestaras, pelmazo?... veamos si así te dignas en responder -la actriz torció el pesado escroto de Israel que derramó unas gruesas lágrimas.
   -¡contesta, mierda! -Grito Elisa volviendo a abofetear su rostro dejando su mano marcada en la cara 
   Diana frunció el ceño y apretó mas duro los huevos, sus dedos temblaban. Pero con la otra mano empezó a frotar la larga vara de carne de Israel, grande, de cabeza rosada, lo quería llenar de placer masturbándolo.
   -¡Ah! ..... Ohhhh......... Aaaaaaaaahhhhh! -gritaba en tono exquisito Israel.
   Elisa sintió excitación y se frotó la vagina, se penetraría con los dedos, le encantaba el poder sexual que aquel macho ejercía sobre ella.
   -¡aaaaahhhhgggg...! -Isarel miraba su polla erecta furiosa, grande, prepotente y llena de venas a más no poder. Gimió al sentir la sensación en sus bolas. De vez en cuando Elisa pasaba la lengua por su hermosa cabeza de hongo rosada.
   Diana le dirigió una sonrisa con mezclas de ángel y demonio. Acarició el duro pene. Mientras la mano en los cojones seguía apretando con fuerza.
   -¡AAAAAAAAHHHHH! -Gritó Elisa completamente enloquecida de calentura, se estaba introduciendo un dildo en la vagina.
   Israel sacudió la cabeza con fuerza, tenia el pecho agitado y su polla palpitaba a punto ya de estallar.
   Diana tomó los grandes cojones de Israel con la punta de los dedos y los retorció desagradablemente.
   -¡AAAAAAHHHHGGGGGRRRR!!
   La polla de Israel se estremeció y liberó el primer chorro de leche espesa y blanca que brotó con rapidez de la punta de su verga atravesando el aire estrellándose en la sabana quedando como un inmenso pegote. Israel gimió  sintiendo que de su polla pronto emergería otro gran flujo de semen.
   Y así fue como otro enorme cañonazo de leche salió disparado por el aire después que  Diana hundiera un puñetazo en las bolas.
   Israel aulló de dolor mientras Elisa golpeaba con el dildo sus enclenques gónadas sacando más y más semen de sus huevos. Ambas se turnaban para deshuevar, una tras otra, una con el puño, otra con el objeto duro.
   Una tras otra...
   Golpe tras golpe laceraba las pelotas ya amoratadas, malformadas, magulladas y expulsando grandes porciones de néctar masculino que provenían de ese dios de hombre formando charcos en su abdomen, ¡gran reserva de leche! Debía ser un océano contenido en sus bolas.
   Elisa lanzó un gemido de placer luego de surcar con la lengua el abdomen del hombre y saborearle el semen. Le dio un beso en los labios a Diana y ambas se tocaron explotando en orgasmos puros. Finalmente la fiera Diana lanzó con furia el dildo cercenando un testículo al odontólogo. Mientras su pene escupía un  último pegote de leche de sus ya drenadas bolas.
   Elisa juntó sus dedos con aquel río de semen. Y ambas mujeres lamieron con exquisitez la fina mano llena del pegajoso y viscoso néctar.
   El bello rostro de Israel estaba pálido y arrugado, estaba adornado de sudor que bajaba por su frente. Sintiendo el cuerpo adolorido y con ansias de vomitar.
   Las dos mujeres se miraron, se besaron en la boca. Observaron al convaleciente Israel. Bajaron la mirada a sus cojones. Elisa le secreteó algo a Diana, y ella afirmó con la cabeza, ambas apretaron el puño y lo chocaron con fuerza, a la misma vez, contra las pelotas de Israel... pulverizando en definitiva su hombría.
   Israel se despertó de aquel mal sueño con un sobresalto. Estaba empapado de sudor. Se llevó las manos a las bolas para comprobarlas

   -¡carajo! 
   Había tenido una polución y tenia su bóxers empapados de semen. Decidió quitarse el  trapo y dormir desnudo. Dio media vuelta y cerró los ojos.
   El bóxer en el piso expedía un fuerte olor... su olor de macho.

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