ORIGINAL DE: ZATN
CONTIENE:
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
HISTORIAS DE
PATRICIA.
Este
relato consta de dos partes, cada una con tres
cortas historias, concatenadas en tiempo, las cuales tienen lugar cuando la protagonista Patricia
se encontraba en su primer aƱo de universidad, e incluyen momentos donde jĆ³venes
de su misma edad, son lastimados en la parte mƔs delicada de sus cuerpos.
Parte 2 de
2.LEER ANTES LA PARTE 1,PARA UBICARSE EN LA
TRAMA.
PRIMERA HISTORIA: RECLAMOS Y JUEGOS
PERVERSOS.
Patricia era la chica mƔs deseada de
la Universidad, se encontraba cursando primer semestre de administraciĆ³n de
empresas; Es la novia
de Pablo desde hace unos dĆas, y
disfruta a diario explotar al caliente joven en todo momento.
Siendo
mujer de muchos gustos, no duda un segundo en acudir a la billetera de su novio
para pasarla bien, despuĆ©s de todo, su otro jugueteā¦ el entrenador Marcos, ya
es un viejo, no puede presumirlo en pĆŗblico y si bien de Ć©l obtiene dinero,
tampoco es un millonarioā¦simplemente es
entrenador deportivo de orden universitario.
El dĆa de
hoy una mujer de unos 40 aƱos,
aborda a Patricia en pleno pasillo de la universidad, se trata de Francisca,
quien es madre de SimĆ³n.
Francisca
madre de SimĆ³n.
Tras presentarse
Francisca, le hace ver que estĆ” enterada de su reciente y repentina ruptura con
SimĆ³n.
Patricia,
quien nunca conociĆ³ a la madre de SimĆ³n durante su corto noviazgo solo atinĆ³ a
decir: āā¦y como estĆ” SimĆ³n?ā.
La mujer
se muestra de inmediato agresiva y Patricia reacciona extraƱada por su
comentario.
Patricia: āpor mi culpa? Yo que le
hice?ā. AllĆ Patricia recuerda lo sucedido ese dĆa y solo se le ocurre: āle
pasĆ³ algo en los huevos?, Pablo fue quien lo lastimĆ³ā.
Francisca: āno es eso grandĆsima
estĆŗpida!, lo mandaste al diablo como un trapo y mi querido hijo estĆ” deprimido
desde entonces!, ha tenido que ir al PsicĆ³logo!ā.
Patricia entiende a quƩ se refiere, pero
si SimĆ³n no supo aceptar como ella le terminĆ³, era asunto de Ć©l: āseƱora, mire,
yo no tengo nada que ver si a su hijo le doliĆ³ mucho que lo dejara, asĆ son las
cosasā.
Francisca: āpues asĆ no son!, porque
SimĆ³n tiene a una madre que no deja que nadie se lo lastimeā.
Patricia despectivamente sonrĆe:
āentonces vaya a buscar a Pablo, porque yo no tengo nada mĆ”s que decirleā.
Francisca le recrimina por no tener
vergĆ¼enza, su cara de ira y determinaciĆ³n asombran a Patricia quien exclama: āseƱora
en realidad parece que en su casa es usted quien tiene las pelotas y no SimĆ³nā.
La exaltada madre venĆa con un
objetivoā¦hacerle pagar a la mujer que lastimĆ³ los sentimientos de su hijo.
Patricia: āmire seƱora ya me voy, asĆ
queā¦ā¦ā¦ā¦Aayyyyyyy!!.
Francisca toma por el cabello a Patricia
en frente de todos y la zarandea, la joven universitaria grita por la sorpresa
y trata de liberarse.
Francisca toma del
cabello a Patricia en pĆŗblico.
Los testigos intervienen y rescatan a la
joven a la vez que llaman a la calma a la madura agresora.
Retiran a Patricia, quien grita insultos
contra la madre de SimĆ³n: āVIEJA PERRA!, VĆYASE AL PUTO INFIERNO, LOCA MALDITA!ā.
Por
la noche Patricia no olvida el incidente, se encuentra en la intimidad con su reciente
novio Pablo, el cual se degusta, mientras su novia estĆ” distraĆda en la cama,
simplemente se deja fornicar.
Lo
ocurrido mĆ”s temprano la dejĆ³ con ganas de desquiteā¦ ella no es una chica
agresiva pero observando a Pablo desnudo quien viene por la segunda ronda de sexo,
decide probar algo nuevo.
DesquitarĆ”
con Pablo ese sentimiento de derrotaā¦a su vez derrotando a alguien mĆ”s, o algo
parecido; ademƔs por su pleito de hoy tiene mƔs que fresco ese incidente entre
SimĆ³n y Pablo.
Pablo
la besa y ella le sigue la corriente, en cierto momento da una palmada a los
testĆculos de su novio, quien sorprendido a mĆ”s no poder emite un leve grito:
āAAyyyy!ā.
Patricia
analiza su reacciĆ³n y el tema de la debilidad masculina le vuelve; molestarĆa a
Pablo y a la vez satisface su curiosidad sobre esa zona masculina.
Pablo
se quejĆ³, y la maliciosa le responde: āsĆ³lo es en broma!ā.
Pablo:
āOoouuughhhhhhhhhhā. Otra palmada contra su escroto.
Dolores de un hombre siendo golpeado bajo.
Patricia:
ādeja de quejarte asĆ!, y cuando se dan de palmadas justo allĆ entre ustedes?,
lo hacen en el Colegio y todavĆa ahora en la U, ahĆ no te quejas verdad?, jajajajaā
Pablo
reclama: āya deja de pegarme, no seas mala!ā.
Otra
palmada y otro comentario de la divertida mujer: āque dĆ©biles son los hombres,
tanto que hablan de fuerza y mĆrateā¦ ya te ganĆ© asĆ de fĆ”cilā.
Pablo
trata de esconder sus atributos, pero Patricia le acosa y palmotea de nuevo.
Patricia:
āya te dije que es en bromaā¦y solo un ratito y ya!ā.
Pablo:
āpor favor Patricia te conozco, eres una chica que cuando se le mete algo en la
cabeza no lo deja fĆ”cilmente, no me des mĆ”s en las bolas!ā.
Patricia:
āpues en eso sĆ que atinaste y apenas nos
conocemos!jajaja, ademĆ”s son solo unas palmaditasā¦que culpa tengo que ese par
resulte ser tan delicado jijijijijā.
Un
alarmado Pablo busca excusas: āTĆŗ fuiste la que dijiste que no estaba bien
pegarle aun hombre en las bolasā.
Patricia:
ātontito, eso es entre hombres, una mujer si puede hacerlo!, o cĆ³mo crees que
una chica va a defenderse de un chico, que siempre es mƔs fuerte, eh?.
Pablo:
āpero no te tienes que defender de mĆ!, nunca te lastimarĆa!ā.
Patricia
se divertĆa de lo lindo al ver a Pablo, un hombre frente a ella casi llorando
suplicĆ”ndole que no le lastimara las bolasā¦ y ella lo hacĆa con golpes suaves.
PensĆ³:
-es divertido ver a un hombre como Pablo en esta situaciĆ³nā¦ se cree el muy
fuerte, y ahora?Jajaja. No es mƔs que un gatito indefenso-.
Le gustĆ³ hacerle eso a Pablo, era como darle
una lecciĆ³n por golpear bajo en la pelea con SimĆ³n.
RecalcĆ³: ātoma otra cucharada de tu
propia medicina!Jajajaja!ā.
La juguetona se las rebuscaba para
escapar del intento de bloqueo de Pablo y dirigir su pequeƱa mano por cualquier
abertura que le permitiera acceder a los cojones de su novio.
Plap, Plap, otras palmadas y quejidos
de Pablo
Pablo:
āPatricia, ya!ā.
La
abusiva novia pacta: āOk, pero sĆ³lo si me ruegas de rodillasā.
Al
instante Pablo inca las rodilla sobre la cama y le suplica deje de joderle las
bolas, Patricia se asombra de lo rĆ”pido que se arrodillĆ³:- el orgullo no le
estorbĆ³, tanto asĆ le duelen las bolas a un chico?, vaya!-
Pablo
le da el frente y un manotazo le devasta las gĆ³nadas
Pablo: āAaahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!.ā.
El
novio se retuerce en la cama; Patricia se disculpa divertida: ālo siento, lo
siento, no pude resistirme a uno mĆ”sā¦es el Ćŗltimo te lo juro!ā.
Pablo
se trata de levantar pero el dolor es incapacitante, queda boca abajo, casi
lagrimeandoā¦necesita tiempo para poder incorporarseā¦sus bolas le incapacitan
unos momentos.
Patricia consuela a su
incapacitado novio.
Patricia ya estĆ” satisfecha por hoy de molestarle, y la
frustraciĆ³n con el incidente mĆ”s temprano estĆ” superada, ahora trata de
consolar a su adolorida pareja.
Pasan varios minutos antes de que Pablo le dƩ el frente,
ella no para de disculparse y reĆrā¦y mĆ”s cuando Pablo prevenido se muestra ante
ella con una mano cubriendo su hombrĆa. Ella suelta una carcajada, pero Pablo
se mantiene en su estrategia de protecciĆ³n.
Pablose cubre temeroso ante Patricia.
El
hombre le recrimina por las locuras que hizo y ella se vuelve a disculpar: āOk,
perdĆ³name, no querĆa lastimarte en serio, no lo harĆ© mĆ”sā¦y ahora si lo digo en
serioā.
El
resto de la noche la novia apenada le consintiĆ³ con besos y caricias, pero no
logrĆ³ que Pablo le diera acceso a sus testĆculos, aun a pesar de ofertas de
sexo oral.
En
verdad la perversa Patricia no le iba a volver a golpear, esta vez si era
sincera, pero imposible para Pablo creerle esa noche.
AsĆ
las cosas Pablo durmiĆ³ con una mano cubriendo sus dolidas bolasā¦y amaneciĆ³ en
igual posiciĆ³n.
Pablo duerme sin descuidar sus debilidades.
Al
final de la semana la actitud de Patricia para con Pablo cambiĆ³, razĆ³n sencilla:
tras una semana de sacarle dinero (comprando ropa y divirtiƩndose
en el cine y en centros
comerciales) Patricia se cansĆ³ de su novio y
terminĆ³ con Ć©l.
DespuƩs
de todo, nunca pudo sacarse una espinita en su cerebroā¦ el ver a Pablo siempre le
recordaba que este la habĆa āganadoā sin demostrar su superioridad fĆsica
frente a SimĆ³n, superioridad que era esencial para ella y siempre le gustaba
ver.
SEGUNDA HISTORIA: NUEVA PELEA POR EL
PREMIO MAYOR.
A los
pocos dĆas de terminar con Pablo, un nuevo interĆ©s se posĆ³ en los ojos de
Patricia.
Israel, un
joven Universitario de otra instituciĆ³n, estaba en las instalaciones por
actividad culturales interuniversitarias.
Era
bastante atractivo y de fĆsico fuerte, Patricia disfrutĆ³ verlo ese dĆa en el
patio de la facultad.
Sin demora
modelĆ³ frente a Ć©l, atrayendo lĆ³gicamente sus miradas, disfrutaba como Israel
fingĆa no mirarla cuando ella se alejaba.
Finalmente
se le acercĆ³ y plantaron conversaciĆ³n.
A lo lejos
el entrenador Marcos, veĆa sin queja el nuevo capricho de su linda Patricia:
-es lo mismo, siempre con novio nuevo, pero no deja de buscarmeā¦para mi estĆ”
bien-
La charla
con el atractivo joven se alargĆ³ casi toda la jornada, Patricia ya daba por
sentado que al final del dĆa serĆan novios; habĆa evitado la pregunta de si
Israel tenĆa pareja, no querĆa hacerlo sentir mal consigo mismo por tener novia
a la que estarĆa traicionando al aceptar sus coqueteosā¦ pero eventualmente la
maliciosa mujer le convencerĆa de abandonar a esa otra mujer.
En un
momento se lamentĆ³ de no haberlo visto antes en los torneos de fĆŗtbol entre Universidades
(de haberlo visto le hubiera seducido mucho antes), pero Israel le aclarĆ³ que
no practicaba fĆŗtbol, su pasiĆ³n era otra disciplina. La cual eraā¦ā¦
En ese
momento apareciĆ³ Pablo, el cual se mostraba molesto de rostro; sin duda por ver
a su chica (aun la consideraba asĆ) con otro hombre, que obviamente era candidato
a reemplazarle como novioā¦ y esto sucederĆa pronto dado lo feliz que se veĆa
Patricia.
Patricia
pidiĆ³ un rato a Israel para despedir a Pablo; Desde el mismo instante en que
terminĆ³ con Ć©l a diario venĆa a pedirleā¦ mĆ”s bien a suplicarle que volvieran.
Ya estaba
cansada de mandarle al diablo de forma suave, no querĆa lastimar mĆ”s sus
sentimientos... pero hoy era diferente, estaba harta!, Ć©l se lo buscĆ³!.
CaminĆ³
hacia Pablo, pero por un momento mirĆ³ atrĆ”s hacia Israel, ahĆ pensĆ³ en algo
perversoā¦ProvocarĆa a Pablo contra Israel!.
Patricia:
āmira Pablo ya tengo nuevo novio, asĆ que entre nosotros no pasarĆ” nada mĆ”s,
resĆgnate, no eres mĆ”s hombre que Ć©l, debes admitirloā¦es mĆ”s lindoā.
Pablo
estaba iracundo con ella, pero aun querĆa regresar con Patricia y reaccionĆ³
como sĆ³lo sabĆa hacerloā¦era lo que esperaba la mujer.
Pablo:
āoye tu idiota!, alĆ©jate de mi chica!ā.
Israel
respondiĆ³ a la provocaciĆ³n extraƱado, ante la explicaciĆ³n de Patricia sobre
quien era Pablo, el joven tratĆ³ de evitar una pelea sin sentido.
Ese joven
ya no era novio de Patricia y dependĆa de ella rechazarlo o aceptarlo, Israel
solo pedirĆa respeto por la bella chica y que se marchara el Ex.
Tras una
nueva ofensa de Pablo, Israel estaba listo a plantarle cara fĆsicamente.
Patricia
disfrutaba lo que habĆa desencadenado.
AvivĆ³ aĆŗn
mĆ”s la hoguera, murmurĆ”ndole al oĆdo a Pablo de que si le ganaba a ese chico,
le darĆa una oportunidad.
Por
supuesto ella esperaba que Israel ganara, pero de vencer Pablo no estaba segura
de cumplir la tibia promesa.
Patricia: -Oh
bueno!, si le gana volverĆ© con Ć©l, pero eso sĆ, una semana y lo mando a volar
otra vez-.
Los
contrincantes se cuadraron el pleno espacio abierto, estaba sin pĆŗblico, asĆ
era mejor en opiniĆ³n de Patricia.
Justo
antes de darse en las narices, Patricia se acercĆ³ a Israel y le dijo al oĆdo:
āten cuidado con Ć©l, es tramposo!, ataca los huevos, protĆ©getelos querido!ā.
Israel:
āno te preocupes, jamĆ”s bajo la guardia en una pelea, estarĆ© bienā.
Patricia
hasta dio la seƱal para el inicio del combate. Era el premio del vencedor y a
la vez el pĆŗblico.
Pablo se abalanzĆ³ sobre Israel, quien le evitĆ³
fƔcilmente, nuevo abordaje del Ex, y nueva falla, Israel se denotaba bueno para
la pelea.
Patricia
comienza a animar a Israel, Pablo se sintiĆ³ menospreciado, pero ganarĆa
nuevamente a esa chica como fuera.
Pablo
lanzĆ³ una patada contra una pierna de su contrincante, quien en una veloz maniobra,
la retira y contraataca con una patada al abdomen.
Fue un
poderoso golpe que moviĆ³ todos los intestinos del pobre Pablo.
Patada al abdomen.
Israel continĆŗa su ataque y planta un
fuerte puƱo contra el rostro de su atontado oponente.
PuƱetazo al rostro de Pablo.
Pablo pierde el equilibrio y termina
sentado sobre el suelo, han sido dos golpes bien colocados y le han lastimado
en verdad.
Israel, se mantiene en guardia frente a
su derribado oponente, es un peleador con principios, pues practica Karate; la
disciplina que practicaba en lugar del fĆŗtbol era esa.
EsperarĆ” a que su rival vuelva a
recobrar la verticalidad.
Pablo sacude su cabeza reponiƩndose un
poco, sabe que estĆ” acabado, el chico interesado en Patricia era alguien a
quien no veĆa como vencer, simplemente era muy superior a Ć©l en peleas.
Al mismo tiempo Patricia estĆ” sĆŗper
emocionada. Israel no paraba de ser increĆble, serĆa un novio para presumir
mucho, lindo y fuertĆsimoā¦.era todo un hombre!.
De pronto Pablo nota sangre saliendo de
su narizā¦esta ofensa le impulsĆ³ a no rendirseā¦aĆŗn quedaba algo por hacerā¦Observa
la entrepierna de Israel, es su Ćŗnica oportunidad, no era rival para ese
sujetoā¦debĆa practicar artes marciales o algo asĆ, pero una patada en los huevos
lo dejarĆa de su nivel.
Tirado en el suelo con las pelotas en la
gargantaā¦ahĆ no valdrĆa ningĆŗn Karate o Taekwondo.
DebĆa atacarlo por sorpresa y
velozmente.
El principal objetivo de
Pablo, la entrepierna de Israel.
Pablo
sabĆa que la sorpresa y la velocidad eran cruciales, como pudo se incorporĆ³,
fingiĆ³ estar mĆ”s tambaleante de lo que se sentĆa.
Israel
estaba atento a cierta distancia, y vio venir el traicionero golpe.
Un
fuerte puntapiĆ© apuntĆ³ hacia sus partes mĆ”s sensibles; pero lo esperaba, jamĆ”s
bajaba la guardia en un combate, asĆ estuviera el oponente en el suelo o
vencidoā¦ sus reflejos estaban siempre atentos.
El
insidioso pie ascendiĆ³ buscando impactar los testĆculos de Israel, quien evitĆ³
la patada, bloqueĆ”ndole con una mano, a la vez que ponĆa sus huevos fuera del
alcance del traicionero rival.
Patada frontal a la entrepierna
de Israel, perfectamente bloqueada.
Patricia se asustĆ³ cuando vio la patada:
āAhii No!, CUIDADO!ā. Su expresiĆ³n llegĆ³ tarde dado la velocidad de los golpes
entre los enfrentados.
De inmediato Israel le rechazĆ³ la pierna
e hizo retroceder a Pablo, ahora era el turno de acabarle.
Patricia expresĆ³ para su Ex, pero por la
distancia no llegĆ³ a sus oĆdos: ātraicionero como siempre Pablo!, pelea
limpio!ā.
PensĆ³:- Ahora te enfrentas a un hombre
que si demuestra su superioridad ante los otros y no tiene que recurrir a
golpes deshonestos!-.
Pablo estaba acabadoā¦ intentĆ³
desesperadamente embestir a su rival. Quien lo recibiĆ³ con una potente patada
frontal a la cara. Hasta ahĆ llegĆ³ la pelea.
Golpe final.
Pablo se derrumbĆ³ de espaldas contra el
piso, con la mirada perdida y sangrando del labio inferiorā¦estaba en otro
planeta.
Patricia saltĆ³ de alegrĆa y emociĆ³n,
Israel era increĆble, barriĆ³ el piso con Pablo; mientras tanto el ganador
revisaba algo preocupado al semiinconsciente Pablo.
Israel se cerciora que su rival estĆ”
sĆ³lo atontado: -se repondrĆ” en unos minutos-.
Patricia corre hacia el victorioso y le
abraza como loca, besĆ”ndole: āeres fabuloso!, que fueron esos golpes?, sabes
pelear, pero en serio!ā.
Israel: āpractico Karate, no es para tantoā.
Patricia:
āgenial! eres Karateka!ā.
Israel tras
alejarse unos metros, se prestĆ³ a sentarse, estaba a una considerable distancia
pero pendiente de la condiciĆ³n de Pablo.
Patricia
querĆa irse ya con Ć©l, pero ante la resistencia de Israel le preguntĆ³ porque se
quedaba.
Israel:
āno me irĆ© hasta que estĆ© mejor ese chico, le golpee muy feoā.
Patricia:āpues
Ć©l se lo buscĆ³!ā.
Patricia
se cohibiĆ³ un poco al ver la expresiĆ³n de seriedad en Israel, extraƱada tratĆ³ de
entender su actitud y finalmente lo dedujo:-Ah ya veo, deben ser cosas de Karatekas
preocuparse por su rival; DespuĆ©s de todo, Pablo no es ningĆŗn criminal, sĆ³lo es
una pelea de chicos-.
Enseguida
pensĆ³: -que tonterĆa!-.
Tras un
tiempo Pablo se sentĆ³ en el piso y se veĆa que estaba mejor; Ante esto Israel se
dispuso a marcharse, pero fue ahora Patricia la que puso un pero.
Patricia
fue junto a Pablo, pidiĆ©ndole a Israel se adelantara, enseguida irĆa tras Ć©l.
Apenas
llegar junto a Pablo, Patricia se burlĆ³ de su Ex: ājaja mi novio restregĆ³ el
piso contigo!, jaja, Ć©l si es fuerte!, demuestra su fuerza de hombre, no como tĆŗ
que tiene que pegar en las bolas para ganarle a otro, eres una decepciĆ³n y no
quiero volverte a ver!ā.
Pablo
adoptĆ³ el rol de vencido totalmente, solo que quedĆ³ en silencio y no le dio el
gusto de verse derrotado, solo desviĆ³ la mirada.
SabĆa que
era el fin, Patricia no volverĆa con el nunca mĆ”s, siempre supo que era una
perra, pero la deseaba como locoā¦ la deseaba!, en pasado!, porque estas Ćŗltimas
palabras de Patricia, le curaron de ese deseo enfermo, simplemente ella era una
miserable persona y alguien asĆ no
merecĆa nada de Ć©l, no le rogarĆa mĆ”s.
Tras la victoria de Israel, la joven le seduce, se
besuquean y excitada le pregunta:
āentoncesā¦tienes novia?ā.
Un No sale rƔpidamente de la boca de Israel, la mujer
complacida dicta: āentonces desde ahora eres mi novio, Ok!ā.
Israel confirma y la pervertida le deja loco con estas
palabras: āentonces que te parece si esta noche nos tomamos algo y luegoā¦bueno
ya sabes lo que un novio y una novia hacen juntitosā.
La noche llegĆ³ rĆ”pido y los nuevos
novios ingresan a un Motel.
Escuchan
unos gritos de hombre desde una lejana habitaciĆ³n, son gritos de dolorā¦ pero el
Administrador les tranquiliza informƔndoles (falsamente) que se filma una
pelĆcula de bajo presupuesto allĆ y los gritos son parte de una escena de
terror.(leer Historias de Pedro AlfeƱique parte 2) Pedro AlfeƱique 2
Una vez en la habitaciĆ³n, la bella Patricia se desnuda en
un santiamĆ©n, generando una punzante erecciĆ³n en su pareja, ahora la mujer pasa
a desvestirle, degustando poco a poco la desnudez y atributos de Israel.
Patricia: āOh, que buen atractivo tiene aquĆ en medioā. La
pervertida toma su erecta y caliente verga.
El novio no puede mƔs que lanzarse encima y penetrarla
sin demora.
Israel la penetra sin
demora.
Tras la primera y pasional fornicada, la pareja se toma
las cosas con algo mƔs de calma, despuƩs de todo tienen toda la noche para
gozar.
Durante las caricias, Patricia acaricia los huevos de
Israel: āese traicionero!, pudo lastimĆ”rtelosā¦si te hubiera golpeado no podrĆas
cumplir esta noche con tus deberes de
novio!ā.
Israel goza: āsiempre te cumplirĆ©ā.
Patricia: āquĆ© bueno que te avisĆ© para que te los
protegierasā.
Israel: āno era necesario, nunca descuido mi guardiaā.
Patricia: āOh cierto!, eres un Karatekaā¦ me encanta
esoā¦.eres un hombre muy fuerteā.
La pervertida mujer acerca su rostro a los testĆculos de
su amante.
Patricia: āclaro que los Karatekas tambiĆ©n son muy
sensibles aquĆā.
Israel: ācomo todo hombre, un golpe ahĆ nos deja malā.
Patricia: ājijiji, es cierto, pero aparte de sensibles al
dolorā¦tambiĆ©n son sensibles de otra formaā.
La seductora procediĆ³ a lamer los huevos a Israel, con
una delicadeza y manejo de lengua que el joven no pudo mƔs que gemir hacia el techo.
Tras la lamida, el caliente y afortunado hombre continuĆ³
disfrutando del ardiente cuerpo de Patricia.
El sexo continĆŗa.
La
noche de pasiĆ³n termina en la madrugada con simultĆ”neos orgasmos y la pareja
exhausta sobre la cama.
La
satisfecha y vanagloriada Patricia duerme con una gran sonrisaā¦desconoce la terrible maƱana que le espera.
TERCERA
HISTORIA: LA MAĆANA INFERNAL.
La noche del incidente entre Francisca y
Patricia, SimĆ³n se entera por boca de un amigo del espectĆ”culo dado por su madre
en la Universidad.
Pronto la reclama por entrometerse en su
vida.
SimĆ³n: āes
mi vida, mamĆ”!, no te metas en mis problemas!ā.
Francisca:
ādices que no me meta, pero debo atenderte por tu depresiĆ³n, esa mujer te tratĆ³
muy malā¦ y di lo que quieras! pero me preocupo por ti, jamĆ”s dejarĆ© que mi hijo sea tratado asĆ, no
si estoy vivaā.
SimĆ³n: āte
agradezco todo mamĆ”, pero el PsicĆ³logo dice que debo superar esto por mĆ mismoā¦
cuando estƩ listo regresarƩ a la Universidad y tendrƩ que ver a Patricia de
nuevo sin sentirme triste ni nadaā¦ esto es por etapas, poco a pocoā.
Francisca:
āpero hijo, mira cĆ³mo te dejĆ³ esa mujer, y ahora que la conocĆ me di cuenta de que
es una odiosa, que bueno que ya no estas con semejante caspa de mujer, ni te le
acerques cuando vuelvas!ā¦es el consejo que te da tu madreā.
SimĆ³n:
āahora debes disculparte con ella mamĆ”ā.
Francisca:
āQUE!!!, primero muerta!ā.
SimĆ³n: ālo
hable por telĆ©fono con el PsicĆ³logo, y dice que debes disculparte con ella y
recalcar que lo que hiciste fue por tu cuenta, no tuve nada que verā¦eso ayudarĆ”
con mi autoestima, nadie debe pensar que no puedo actuar por mĆ mismoā.
La madre acepta
a regaƱadientes.
Francisca: ābueno, lo harĆ©!, despuĆ©s de
todo lo dice el PsicĆ³logo, Ć©l sabe lo que hace no?...por cierto cuando lo voy a
conocer?, sƩ que es algo muy privado lo que le dices pero igual quiero charlar
con Ć©lā.
SimĆ³n: āya
veremos mamĆ”, ya veremosā¦ā.
Y regresamos
a la maƱana actual, mientras Patricia e Israel estƔn por despertar en la cama
de motel, una vez mĆ”s suceden cosas en la casa de SimĆ³n.
SimĆ³n:
āmamĆ” ya me voy a casa de mi tĆo, no te vayas a preocupar por la hora de
llegadaā¦te recuerdo de nuevo que mi cita con el PsicĆ³logo es hasta las 6 de la
tarde, Ah!, y que no se te olvide que hoy tienes una cosa por hacer...ā.
Francisca:
āsi, si! me tienes acosada con eso de la disculpa a esa tonta, te prometo que
hoy si cumplirĆ©!ā.
SimĆ³n: āpues
llevas posponiĆ©ndolo mĆ”s de una semanaā.
Francisca:
āy tĆŗ haces lo mismo con lo del PsicĆ³logoā¦cuando me dejaras acompaƱarte a
conocerlo?ā.
SimĆ³n: āya
veremosā¦ya veremosā¦ cumplirĆ”s hoy?ā.
Francisca:
ātĆŗ y tu ya veremosā¦y nada!ā ante la
mirada de insistencia de su hijo: āDe acuerdo!, esta vez sĆ me voy a disculpar!
Palabra de madre!ā.
Amanece en
el motel y la pareja de moda despierta. El hombre y la mujer abren los ojos y
sonrĆen, tienen sus piernas entrelazadas.
Entrelazados.
Que rico
despertar para Israel abrazado en la cama con una mamacita; pero lo que vendrĆ”
ahora no serĆ” divertido y menos para Patricia.
Israel de
inmediato se comienza a vestir, la sensual Patricia observa cĆ³mo se calza los
blancos calzoncillos Dolce & Gabbana; Ć©l se vio observado y se sentĆ³ en una
pequeƱa mesita a un paso de la cama.
Israel sentado en
calzoncillos.
Patricia
degusta observar ese dotado paquete ahora guardado perfectamente en la fina
ropa interior: āquerido, hoy quiero que me lleves al centro comercialā¦ y luego
iremos a comer un helado a las afueras de la U... Que buen plan no?...despuƩs
de todo deseo que la gente vea que eres mi nueva pareja.
Israel se
tornĆ³ serio:āNo irĆ© a ningĆŗn lado contigo, no soy un pendejo a quien le vas a
sacar el dineroā.
Patricia
se vio extraƱada: āde quĆ© hablas?ā.
Israel:
āestarĆ”s acostumbrada a lucir novio a cada rato y sacarle el mayor dinero
posibleā¦pero conmigo no serĆ”!ā
Patricia:
āComo puedes decir esas cosas!ā.
Israel: āPero
si son ciertas, de que te sorprendesā¦te comĆ anoche y ya!, era todo lo que
buscaba de ti, por ciertoā¦ estas muy buena!ā.
Patricia
se levantĆ³ desnuda de la cama y le quiso plantar una bofetada por semejante
ofensa, pero Israel se levantĆ³ igual y sin esfuerzo se la detuvo.
Patricia:
āsuĆ©ltame canalla!ā.
Israel obedeciĆ³
y al hacerlo la empujĆ³ levemente, haciĆ©ndola caer en la cama.
Patricia
parecĆa una niƱa berrinchuda: ācomo puedes jugar conmigo!!, eres un
miserable!ā.
Israel:
āno seas hipĆ³crita, que ya sabĆa todo de ti!, te gusta jugar con los
hombresā¦pues dime que se siente que jueguen contigo?ā.
Patricia
sentĆa una ira como nunca habĆa experimentadoā¦Israel, habĆa jugado con ella, la habĆa tratada como a una niƱita ingenuaā¦Y
ella habĆa caĆdo completamente en su juegoā¦.ya era tarde para hacer algo.
Anoche se
la gozĆ³ completa, degusto su seductor cuerpo, saciando su hambre de placer
masculino y ahora se iba y ya!ā¦era un miserable, querĆa castigarloā¦querĆa que
Israel sufriera como ningĆŗn hombre en el mundo.
La
manipuladora mujer no se daba cuenta que le hacĆan lo mismo que ella hacĆa,
pero su mente orgullosa y narcisista solo se preocupaba por ella y ahora al
verse usada, se sentĆa indignada, como si fuera la mujer mĆ”s inocente del mundo
y ese hombre malvado se aprovechara de esa inocenciaā¦claro! Que inocencia!.
Israel:
ālo Ćŗnico que lamento es que tuve que pelearme con ese tipo Pablo, ese idiota es
un busca pleitos y no me dejĆ³ opciĆ³n, pero hubiera preferido no haber tenido
que pelear por ti, porque eso es lo que te gusta no?, que los hombres se peleen
por tu bellezaā¦no lo niegues!ā.
Patricia se
sentĆa expuesta en todo, Israel hablaba con la verdad, su ira aumentĆ³ mĆ”s, pero
al hablar de Pablo, de inmediato el tema del mayor dolor de los hombres se
plantĆ³ en su cerebroā¦harĆa eso!...le patearĆa las bolas a Israelā¦le harĆa sufrir!.
A pesar de
su rabia, sentĆa algo de prevenciĆ³n en intentar algo contra Ć©l, acababa de
rechazarle la bofetada y la dejĆ³ en la cama tan fĆ”cilmente, ademĆ”s era Karateka
y muy fuerte, como lo habĆa demostrado ayer con Pablo; pero recordar eso dejĆ³
claro a Patricia que intentarĆa lastimar sus huevos. Se arriesgarĆa contra los
cojones de Israel, se vengarĆa a como diera lugar!.
Y asĆ
centrĆ³ sus bellos ojos en una obvia mirada a la entrepierna de Israel,
analizaba donde golpearĆa. Le darĆa una patadaā¦la patada mĆ”s fuerte de su
vidaā¦querĆa que ese chico se retorciera de sufrimientoā¦.su mirada estaba fija
en esas orbes.
Patricia mira fijamente la
entrepierna de Israel.
La malĆ©vola mujer detallaba su objetivoā¦
dentro de esos interiores, se marcaba
ese pene que la disfrutĆ³ y mĆ”s abajo el bulto de esas bolas, esas que
vaciaron todo su contenido en ella.
ā¦estaba
enfurecida: -me rellenĆ³ como a un pavo navideƱo!.. Por molestarme pagarĆ”n tus
huevos maldito!-.
El paquete de Israel en
detalle.
La
vengativa chica se levantĆ³ velozmente, decidida a maltratar la hombrĆa de
Israel.
TomĆ³
impulso y lanza una poderosa patada justo entre las piernas del hombreā¦ Una buena
punterĆa aseguraba dar en el objetivo.
Peroā¦ā¦ā¦
ā¦ā¦ā¦pero
Israel la vio venirā¦la ingenua cometiĆ³ el error de anunciar su golpe, no
necesitaba ser Karateka para esperar un ataque a sus genitalesā¦ despuĆ©s de todo
Patricia era una novata en pleitos y no dejĆ³ de mirar los calzoncillos de
Israel. Era mĆ”s que obvio que planeaba golpearle los testĆculos.
AsĆ cuando
Patricia lanzĆ³ su patada, Israel con tiempo se hizo a un lado; con sus pelotas
totalmente a salvo, presenciĆ³ algunas leyes de la fĆsica.
Patricia
al fallar la fuerte patada, elevĆ³ su atacante pierna muy alto, lĆ³gico! no habĆa
testĆculos que detuvieran la patada, asĆ
que cuando esta se elevĆ³, la pierna de apoyo perdiĆ³ equilibrio y la mujer tras
tambalearse terminĆ³ sentada contra el suelo, llevĆ”ndose un duro golpe en su
linda retaguardia.
Patricia
se quejĆ³ del golpe en sus nalgas, quiso incorporarse, pero vio como Israel se
le acercaba de improviso por un ladoā¦ la mujer quedĆ³ paralizada de terror!...
ā¦creyĆ³ que
la venĆa a golpear, como no esperarlo si acababa de intentar golpearle las
pelotas, aquella parte de su cuerpo que mƔs aprecia un hombre.
PensĆ³ fugazmente
en medio del miedo: -Oh no!, estĆ” molestoā¦me viene a pegarā¦me va a pegar!!-, un
sudor frio recorriĆ³ su blanca piel.
Patricia sabĆa
que estaba perdida, bajĆ³ la cabeza y asustada suplicĆ³: āporā¦por favorā¦no me
peguesā¦ā.
DesconocĆa
que Israel era un caballero.
Israel: āEres
una traicionera!ā¦queriendo patearme las bolas?, eres una perra!, pero eres
ingenua si crees que me voy a dejar tan fĆ”cil zorra!ā.
Israel bajĆ³
su ropa interior, se agarrĆ³ los huevosy mostrĆ”ndoselos a Patricia, expresĆ³: āa
estos nunca les pondrĆ”s una mano encima!ā.
Ya
descartada una agresiĆ³n por parte de Israel, el enfado regresĆ³ a Patricia: āMaldito, como te hubiera dado, te acabo!, Maldita sea!ā.Hizo un berrinche en el suelo
Israel: āFallaste!,
era tu Ćŗnica oportunidad de jodermeā¦resĆgnate y ya!, no puedes hacer nada
mĆ”sā¦resĆgnate linduraā.
Patricia
esta por estallar como un volcĆ”nā¦pero de un momento a otro bajĆ³ los hombros y la mirada, no tenĆa opciĆ³n,se
resignĆ³ā¦ Analiza: -EstĆ” alejadoā¦ es hombre!y Karateka!, es muy fuerte para mĆ!,ā¦y
fallĆ© en patearle los cojones!, era lo Ćŗnico por hacer, ahora esta prevenido!,si
insisto y me levanto, me mandarĆa de nuevo al piso, y ā¦ y no quiero enfadarlo, no
vaya a ser que me lastime-.
Israel se viste rƔpidamente con una
amplia sonrisa en la cara, mientras Patricia queda como niƱa castigada sentada
en el suelo.
Cuando se presta a irse: āAh! Y por
cierto, ahora estoy sin novia!, pero prefiero estarlo a tenerte a ti!; todas
las que he tenido son mejores que tĆŗ!, SĆā¦ tĆŗ eres mĆ”s hermosa, pero ellas te
superan como persona y en mil cosas mĆ”s!ā¦las prefiero a ellas 10 vecesā.
De
inmediato Patricia grita: āMALDITOOOOO!ā.
El joven
abandona la habitaciĆ³n mientras Patricia hace un nuevo berrinche, una y otra
vez golpea con su puƱo el suelo, maldiciendo a Israel y a su suerte.
Patricia
estĆ” iracundaā¦no sabe cĆ³mo calmar su ira, la han burlado, como se atrevĆa Israel
a burlarse de ellaā¦ quien se creĆa.
Su orgullo de mujer irresistible ha sido
duramente mancillado.
Al llegar a la Universidad mƔs tarde, la
expresiĆ³n de enfado en su rostro genera en todos los que la conocen, la pregunta de si se encuentra bien.
Patricia reacciona con insultos contra
quien le dirige la palabra; Vaya que estĆ” molesta!, jamĆ”s la habĆan visto asĆ.
Llega el entrenador Marcos, (en su ropa
de entrenamiento) quien la ve extraƱa. La aborda manteniendo su distancia
profesional, pues estĆ”n en pĆŗblico.
Ante un insulto inicial por parte de
Patricia, esta rectifica.
Marcos: āque te pasas bebĆ©?, cuĆ©ntame que
te ocurre?ā.
Patricia: ānada! Solo olvĆdalo, estoy de
mal genio hoyā.
Al rato, la chica decide que ya estuvo
bien de quejas, toma y arrastra a Marcos de la mano, le llevarĆ” a un sitio
privado donde serĆ” consentida por su juguete personal.
En eso llega Francisca que busca a
Patricia para una forzada disculpa.
Patricia estĆ” de malas pulgas y al ver a
Francisca le advierte: āseƱora, no estoy para sus cosas, mejor dĆ©jeme en pazā.
Pero Francisca vino a conciliar y le
hace ver que se disculparĆ” con ella, ante esto Patricia acepta, por lo menos
esta maƱana traĆa algo bueno:-Dios!, ya era hora de un descanso!-.
AsĆ entonces Marcos se hace a un lado y
a la distancia esperarĆ” a su amada, quien junto a la madura mujer toman
direcciĆ³n al Ć”rea de refresquerĆa del campus.
Se sientan en una mesa al aire libre, junto
a una pequeƱa fuente de agua; Francisca le aclara que su enfado fue en
preocupaciĆ³n por su hijo.
Francisca: āestuvo mal
agredirteā¦perdĆ³nameā.
Patricia acepta su disculpa, mientras la
madura mujer prosiguiĆ³.
Francisca: ādebo dejar claro que todo
fue idea mĆa, mi hijo no sabĆa nada de mi reclamo a tu personaā.
Patricia: āeso aclara todo, sabĆa
que SimĆ³n era algo corto, pero enviar
a su madre en su lugar?...era el colmoā.
Una ceja de Francisca se elevĆ³.
Francisca: āa que te refieres con corto?...hablas de su pene? No te permito que te burles de mi hijo!ā. La actitud de la madre cambio en
un segundo.
Cambio de actitud en
Francisca.
Patricia vio la exaltaciĆ³n de la mujer y
se apresurĆ³ a aclarar su malinterpretaciĆ³n: āno!, no hablo de su cosa!ā¦la tiene normal...eh, eh, es
incomoda hablar de eso con su madreā¦en fin!, me refiero a que es corto de carĆ”cter, entiende?ā.
Francisca: āentonces mi hijo es cortoā¦ corto de carĆ”cterā¦bueno entoncesā¦Ā”Ćyeme bien MALDITA ESTĆPIDA!ā.
EN
ESE MOMENTO ARDIĆ TROYA.
La mujer hecha una furia se levantĆ³ de
la silla y tomĆ³ a Patricia de los brazos, agitĆ”ndola con una fuerza descomunal.
Francisca: āNADIE SE BURLA DE MI HIJO Y MENOS UNA CULAQUIERA COMO TĆ!ā.
Tal era su fuerza que la confundida
Patricia, tomada por sorpresa no podĆa hacer nada, era agitada como si
estuviera en una licuadora.
Algo hizo que liberara a la mareada
Patricia.
Marcos llegĆ³ de inmediato, apenas
observĆ³ como zarandeaban a su amante corriĆ³ a aprestarle ayuda.
El anciano tomĆ³ por la espalda a la
iracunda mujer y la alejĆ³ de su āvictimaā. Como un caballero se limitarĆa a
separar a las damas, bueno la mujer madura no parecĆa actuar como corresponderĆa a una dama, y menos con
lo que harĆa a continuaciĆ³n.
Francisca se vio tomada por detrƔs,
volteĆ³ su cara y observo al anciano que hace poco estaba al lado de Patricia,
sujetĆ”ndola entre sus brazos y tratando de calmarla: ātranquilĆzate mujer,
calma!ā.
Francisca tomada por detrƔs.
La enfurecida no escuchĆ³, su mente
estaba centrada en darle una lecciĆ³n a esa odiosa chicaā¦ y nadie se lo
evitarĆa.
Ese anciano era un obstƔculo y lo
quitarĆa del camino; dirigiĆ³ una mano hacia atrĆ”s, a su entrepierna.
PalpĆ³ su pene largo y flĆ”cido dentro de
una holgada y vieja ropa interior, enseguida fue mĆ”s abajo, allĆ estabanā¦sus
testĆculos!
La mujer apretĆ³ con fuerza los viejos
huevos de Marcos haciƩndole gritar.
Marcos:
āAAAAARRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGG!!ā.
Francisca
exclamĆ³ enfurecida: āTU NO TE METAS, VIEJO HUEVON!ā.Mientras pronunciaba
āHuevon!ā, aplicĆ³ mĆ”s fuerza
Francisca aprieta los ancianos huevos del Entrenador
Marcos.
Marcos: āAAAHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!...ā.
El viejo estaba siendo torturadoā¦ Francisca
se los apretarĆa hasta que la soltase; Marcos continuĆ³ gritando y arrugĆ³ aĆŗn mĆ”s
su vieja cara (como probando un limĆ³n),
Francisca girĆ³ su mano y se los retorciĆ³!, el anciano no soportĆ³ mĆ”s castigo y la liberĆ³, desplomĆ”ndose tras
ella en el acto.
El pobre viejo quedĆ³ tan lastimado que
parecĆa un lisiado de la guerra.
Marcos adolorido en el suelo.
Patricia y todo el pĆŗblico quedaron estupefactos antes
tremendo acto de salvajĆa; pero el asunto no acababa allĆ y la madre se
precipitĆ³ contra su objetivo una vez mĆ”s.
La pelea continuĆ³ entre las fĆ©minas, quienes terminaron sobre
la fuente de agua, ambas empapadas y combativas; Francisca llevaba ventaja, pero
Patricia tambiƩn puso lo suyo.
La madre se encarnizĆ³ contra el traje de la joven,
haciĆ©ndolo tirones; Centradas en destrozar sus prendasā¦ ambas terminaron en
ropa interior.
BATALLA DE MUJERES TERMINA EN STRIPTEASE.
Finalmente la batalla se planteĆ³ entre
mujeres con blusas reventadas y brasieres al aire; UƱas arriba y cachetadas dadas
por doquier, ocasionalmente una mano mordida y un tirĆ³n de cabellosā¦Oh si! toda
una pelea de gatas!.
Gatas en ropa interior.
Las
miradas de los espectadores se centraban mayoritariamente en la bellĆsima Patricia,
todo hombre degustaba verla tan expuesta.
Aunque Francisca en sus cuarentas, no
resultĆ³ nada mal a la vista.TenĆa unos buenos senos y curvas fatales, su
brasier negro por sĆ sĆ³lo despertaba miradas obscenas en varios profesores que
se habĆan convertido en testigos de los hechosā¦. no estaba mal esa mujer y
ademƔs en sus rangos de edad.
Se preguntarĆ”n porque nadie intervinĆ³ en la pelea, pues simple!: en cuanto al alumnado todos querĆan ver el
espectĆ”culo... con respecto a los maestros, guardianes del orden Universitario!ā¦ pues
los varones quedaron curados de entrometerse despuƩs de semejante castigo
testicular a su colega Marcosā¦ las docentes femeninas, inmunes a amenazas
testicularesā¦ ellas querĆan ver que las dos mujeres arreglaran sus asuntosā¦ serian
problemas de faldas?, mĆ”s de una pensĆ³ eso; intervendrĆan si las cosas se
salieran aĆŗn MĆ”s de control.
La
pelea continuĆ³ y un ataque desesperado de Patricia fue contestado por Francisca
con una bofetada que casi le voltea el rostro, la madre tomĆ³ a la jovencita y
como tirando un bote de basura la lanzĆ³ de cabeza a la fuente.
AllĆ
acabĆ³ la peleaā¦ un enfrentamiento sin graves daƱos fĆsicos, excepto una que
otra uƱa rota y unos cabellos faltantes. Fue algo mĆ”s bien emocional... Ā”la
derrota pĆŗblica!.
Y
con respecto a estoā¦Una Ćŗltima acciĆ³n por parte de la victoriosa Francisca.
La
ganadora se acercĆ³ a Patricia y le despojĆ³ de su sostĆ©n, retirĆ”ndose con
esteā¦su trofeo de la victoria.
Apenas
se marchaba la ganadora (nadie se atreviĆ³ a reclamar nada), cuando le gente
se abalanzĆ³ a auxiliar a la vencida Patricia, la cual se levantĆ³ por sus propios
medios.
Ante
la mirada de todos, se vio en Topless y avergonzada hasta el lĆmite de su
humanidad, se cubriĆ³ y exclamĆ³: āHe sido Humillada!...TrĆ”game Tierra!ā.
Patricia y Marcos son llevados a la
enfermerĆa central del campus donde una enfermera valora a ambos.
La alumna estĆ” bien, se puede marchar de
inmediato, pero se queda pendiente de Marcos.
La enfermera dictamina que sus testĆculos
estĆ”n bienā¦solo necesita analgĆ©sicos y bastante hielo.
Enfermera: ātĆ³mese esta pĆldoraā¦espĆ©reme
aquĆ que voy por hieloā.
Ya a solas Patricia regaƱa a Marcos: āPorque no me ayudaste?ā.
Marcos:
ālo intentĆ©, bebĆ©ā¦ pero me agarrĆ³ lo huevos la condenada!ā.
Patricia:
āHombres dĆ©biles!!!!!ā.
Marcos:
āque puedo decir Patyā¦es nuestra debilidad, si a uno lo cogen de ahĆā¦ā.
Patricia:
ā y porque dejaste que te los cogiera, tonto!ā.
Marcos:
āentiende Patyā¦me sorprendiĆ³, nunca lo esperĆ©ā.
Patricia:
ābah!, no tienes remedio!ā en ese instante Marcos se incorpora con dificultad de
la cama: āA dĆ³nde vas? la enfermera dijo que evitaras esfuerzos por unas horas,
quĆ©date en la camaā.
Marcos se levanta con dificultad.
Marcos
no responde y ante la insistencia de su amante cede.
Marcos:
āvoy al baƱoā¦.uyyy, con ese apretĆ³n de huevos me dieron ganas de cagar uyyy, uyyyā.
Patricia
voltea asqueada: āOh que ascoā¦no tenĆas que decirme eso!ā.
Cuando
su amante estĆ” por entrar al baƱo le dice: ābueno, pero esta noche ya estarĆ”s
bien!ā¦me desquitarĆ© todo lo malo de esta maƱana,contigo!, esta noche
amorcitoā¦ la pasaremos en la camaā¦muy rico!ā. Una sensual sonrisa adornĆ³ el
rostro de la seductora Universitaria.
Marcos:āOh
lo siento!, no creo que pueda cumplirte esta noche Bebita, esa maldita me apretĆ³
duro los huevosā¦me los retorciĆ³!, con este dolor no se me pararĆ”, ni con
pĆldoras azules(Viagra)ā.
Patricia se enrojeciĆ³ de ira ante sus planes arruinados: āMALDITA
SEA!, QUE ESTA MAĆANA INFERNAL NO VA A TERMINAR NUNCA!ā.
ĀæComo quedaron las cosas al final para este par?
Marcos
recibiĆ³ al dĆa siguiente una carta anĆ³nima, haciĆ©ndole saber que su relaciĆ³n con Patricia
era de conocimiento de este desconocido(a) y le daba como ultimĆ”tum 3 dĆas
para terminar su relaciĆ³n con la joven. De lo contrario las directivas de la
Universidad se enterarĆan.
El
viejo entrenador lo lamentĆ³ mucho, pero su empleo y reputaciĆ³n eran primero que
su arraigado capricho por la bella Patricia y debiĆ³ dejarla.
Patricia
continuĆ³ siendo esa chica seductora y con mĆŗltiples noviazgos sin sentido,
despuĆ©s de todo era la chica mĆ”s deseada de la Universidadā¦
...Pero
por lo menos menguĆ³ y bastante!, esa actitud de usar sin escrĆŗpulos a los
hombres, aquĆ se aplicĆ³ el dicho: no hagas a otros lo que no
te gusta que te hagan a ti.
Fin.
Gracias.
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