Ballbusting entre maduros (2/5): Cambio de planes - Las Bolas de Pablo

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23 nov 2015

Ballbusting entre maduros (2/5): Cambio de planes


CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   ā€”Pero, Āæpor quĆ© yo? ā€”preguntaba Pablo a Marcos ChacĆ³n mientras estaban encerrados en la oficina.


   Su padre se rascĆ³ la cabeza en seƱal de molestia y dijo:



   ā€”Pablo, no me interesa si ustedes tienen dos dĆ­as, una semana o un mes molestos, no es mi problema. Debes ser profesional, su Ć”rea de trabajo debe ir a hacer la exposiciĆ³n de nuestros trabajos en promociĆ³n para las ventas del aƱo venidero, tĆŗ debes ir de apoyo como Ć”rea financiera.



   Pablo resoplo dijo algunas palabras en seƱal de rendimiento y saliĆ³ de la oficina. UsĆ³ el ascensor y se dirigiĆ³ al Ć”rea comercial de la empresa entrando a la gerencia donde Alfredo contabilizaba los trĆ­pticos para la preventa 2016. TenĆ­an dĆ­as sin dirigirse la palabra.



   ā€”Hola... ā€”saludĆ³ Pablo.



   ā€”ĀæQuĆ© hay? ā€”preguntĆ³ Alfredo sin denotar interĆ©s.



   ā€”ĀæCĆ³mo estĆ”s?



   ā€”ĀæYo o mis huevas?



   Pablo suspirĆ³ sin embargo recalcĆ³.



   ā€”TĆŗ y Jorge. ĀæCĆ³mo estĆ”n?



   Alfredo suspirĆ³ y cambiĆ³ directamente de tema.



   ā€”ĀæQuĆ© te trae por aquĆ­?



   ā€”Mi padre me informĆ³ que debo hacer el acompaƱamiento para el evento. ĀæA quĆ© hora saldrĆ”n?



   ā€”Ɖsta tarde a las 3.



   ā€”EstarĆ© preparado.



   ā€”Quiero aclarar algo ā€”Pablo le mirĆ³ con atenciĆ³nā€”. Quiero hacer mi trabajo muy bien y pese a todo el problema que hemos tenido tĆŗ y yo soy profesional y no deseo que el stand de la empresa salga mal.



   ā€”Nada va a salir mal ā€”asegurĆ³ Pablo. TragĆ³ saliva y preguntĆ³ā€”. ĀæTĆŗ y yo ahora que somos?



   ā€”CompaƱeros de trabajo.



   ā€”CompaƱeros de trabajo ā€”repitiĆ³ lentamente Pabloā€”. Me gusta tu respuesta. Ahora bien, me marcho y no pienso molestar. Nos vemos ahora, adiĆ³s.



   ā€”Quiero ordenar mis ideas ā€”comentĆ³ Alfredo cuando ya Pablo estaba prĆ³ximo a salirā€”. TodavĆ­a te quiero pero necesito que nos alejemos un rato y recapacitar.



   ā€”Ā”Recapacita tĆŗ! Yo estoy muy seguro en saber a quien quiero y tĆŗ sabes que me refiero a ti. Pero si quieres alejarte, adelante. Hazlo.



   ā€”No quiero pasar la navidad otra vez lejos de ti. Detesto los altibajos de nuestra relaciĆ³n.



   ā€”Yo tambiĆ©n quiero estar a tu lado.



   La conversaciĆ³n se vio interrumpida por la entrada de una empleada que portaba diferentes hojas impresas llenas de fotografĆ­as sobre edificaciones y casas.



   ā€”Recapacita tu tiempo, Alfredo ā€”fue lo Ćŗltimo que Pablo dijo antes de salir y dejar a Alfredo sumido en el trabajo.



   Pablo usĆ³ el celular para comunicarse con su padre.



   ā€”A las tres de la tarde serĆ” el evento, pĆ”.



   ā€”EstĆ” bien ā€”asegurĆ³ el seƱor Marcosā€”. Les deseo Ć©xitos.




   Marcos ChacĆ³n colgĆ³ el telĆ©fono y se dedicĆ³ al trabajo hasta que tocaron a la puerta.



   El ingeniero Francisco entrĆ³ con unas carpetas.



   ā€”ĀæY ahora?



   ā€”Oh, no ā€”negĆ³ Francisco ocupando un asientoā€”. Esto es un proyecto que me acaban de entregar. Vengo a confirmar tu asistencia para la reuniĆ³n con el grupo esta tarde.



   ā€”Uuuuyyyy ā€”suspirĆ³ Marcos reclinĆ”ndose en el asiento sobando su abultada y obscena ingleā€”... sĆ­, ya Lisandro me habĆ­a invitado. ĀæPero quĆ© tienen planificado hacer? Grupo de dinosaurios que se creen veinteaƱeros.



   ā€”No sĆ©. Me parece que la esposa y el hijo de Lisandro estĆ”n de viaje para eso nos invitĆ³ a su departamento.



   ā€”Ā”QuĆ© tendrĆ” planeado hacer!



   ā€”Yo los acompaƱarĆ© un rato. QuedĆ© con mi novia en salir a cenar, despuĆ©s irĆ© a su casa y allĆ” si haremos la celebraciĆ³n intima.



   ā€”Ā”Puerco!



   ā€”Tenemos como un mes sin estar juntos. Ya sabrĆ”s como estoy de... ansioso.



   ā€”ĀæY tĆŗ en ese mes nada de nada?



   ā€”No... Marcos, tambiĆ©n venĆ­a por otra cuestiĆ³n. Este aƱo culmina tu perĆ­odo como presidente de la empresa y soy candidato contra Otto para el nuevo perĆ­odo.



   ā€”Lo sĆ©. Ambos son buenos, quien gane lo harĆ” muy bien, a su modo.



   ā€”Yo lo harĆ­a mejor ā€”dijo Francisco con sonrisa pĆ­caraā€”. Marcos quiero asegurarte que de ganar yo quiero que seas tĆŗ quien me ayude con el perĆ­odo, quiero que seas tĆŗ el vicepresidente, tienes experiencia y lo harĆ­as a la perfecciĆ³n.



   ā€”No, hermano. Ya estoy cansado de todo esto, demasiada responsabilidad junta. Por eso no volvĆ­ a postularme. Tengo pensado seguir aquĆ­ un corto tiempo en un puesto mĆ”s pequeƱo.



   ā€”Piensalo, hermano. Lo harĆ­as muy bien.



   ā€”En definitiva que no. Dile a Lisandro.



   ā€”Ya le comentĆ©. NegĆ³ tambiĆ©n prefiere quedarse en su puesto, tampoco le interesa la gerencia. Hermano, piensalo.



   ā€”No ā€”negĆ³ Marcos con fastidio. Francisco lo mirĆ³ derrotado y se despidiĆ³ asegurando que le verĆ­a mĆ”s tarde en la reuniĆ³n.



   Marcos se dedicĆ³ de lleno a lo que le restaba de trabajo, seguido se dirigiĆ³ a casa para almorzar, allĆ” le indicĆ³ a su esposa que llegarĆ­a tarde porque irĆ­a a reunirse con sus compaƱeros del trabajo. De vuelta a la empresa pasĆ³ la tarde en las diferentes oficinas.



   ā€”Disculpen la tardanza ā€”dijo Marcos cuando finalmente llegaba al cĆ³modo departamento donde residĆ­a Lisandroā€”. Estaba poniĆ©ndome al dĆ­a con la del departamento de Cobranzas.



 
 ā€”Y ella que le gusta charlar horas y horas ā€”alegĆ³ Marcel.



   ā€”ĀæA poco Francisco no ha llegado?



   ā€”No, jefe. AvisĆ³ que irĆ­a a su casa y despuĆ©s vendrĆ­a.



   ā€”Bueno, Ć©sta maƱana hablĆ³ conmigo y me dijo que se marcharĆ­a temprano porque tenĆ­a planes nocturnos con su novia.



   ā€”Planes nocturno ā€”dijo Marcel torciendo la bocaā€”, se la follarĆ” por montĆ³n.




   ā€”Marcos, por llegar tarde ā€”hablĆ³ Lisandro torciendo las piernas en el sillonā€”, tienes que buscar nuestra ronda de cerveza.



   ā€”Vale, ustedes ganan... ĀæDĆ³nde busco?



   ā€”En el congelador, por allĆ” en la cocina.



   Marcos afirmĆ³ y saliĆ³ de la sala de estar. Lisandro y Marcel se miraron sonriendo.



   El departamento del arquitecto Lisandro era un lugar grande y cĆ³modo de paredes en torno marfil y sillones color crema por todos lados se sentĆ­a un aroma a orden y limpieza. Marcos sacĆ³ tres cervezas del congelador y las abriĆ³, entregĆ³ una a Lisandro y la otra a Marcel que jugaba con el celular, pero el objeto escapĆ³ de sus manos y cayĆ³ al piso donde se abriĆ³ y repartiĆ³ por todos lados la baterĆ­a, sim card, SD y la tapa.



   ā€”Ā”La puta! ā€”dijo Marcel.



   ā€”Te ayudo ā€”asegurĆ³ Marcos.



   DepositĆ³ la cerveza en la mesa e inclinĆ³ un poco las rodillas para agarrar la baterĆ­a, Marcel buscaba la tapa. Lisandro se acercaba a Marcos con una sonrisa burlona y con la palma de la mano abierta.



   La mano de Lisandro se situĆ³ entre las piernas abiertas de Marcos que ya sujetaba la baterĆ­a. RĆ”pidamente Lisandro subiĆ³ la palma de la mano contra las carnosas pelotas de Marcos que tanto resaltaban en sus pantalones.



   PAFFF



   Marcos salto y aullĆ³ de dolor cuando sus testĆ­culos rebotaron brutalmente contra la palma de la mano de Lisandro.



   Marcos enseguida cayĆ³ de rodillas lamentĆ”ndose con una vocecita mientras Marcel y Lisandro se carcajeaban de risa y chocaban la mano.



   ā€”Ā”Son unos putos! Ā”Ay, mis bolas!



   ā€”Se sienten como tomates pesados ā€”alegaba Lisandro tomando cerveza y moviendo la mano con la que cometiĆ³ la acciĆ³n.



   ā€”Unos tomates italianos seguramente ā€”corroborĆ³ Marcel riendo de simpatĆ­a.



   ā€”Me duelen, cualquier golpecito me duele ā€”hablaba Marcos parĆ”ndose encorvado cogiendo su botella de cerveza para sentarse lentamente acariciando sus marcadas gĆ³nadas.



   ā€”ĀæTe pesan esos bobos cojones?



   ā€”SĆ­.




   ā€”Debes fabricar leche como una vaca de campo, eh.



   ā€”Debo decir que sĆ­, Marcel ā€”reĆ­a Marcos acariciando las huevas con las yemas de los dedos.



   ā€”Por eso tuvo cuatro hijos ā€”reĆ­a Lisandroā€”, sin contar los que se irĆ­an por la tuberĆ­a del baƱo ā€”rĆ­o a pleno con el grupoā€”. Yo con mis bolitas sĆ³lo tengo uno. ĀæY tĆŗ, Marcel?



   ā€”Tengo una tambiĆ©n.



   ā€”De todos nosotros quien falta por hijos es Francisco ā€”opinaba Marcel mirando el rostro de pesar de Marcosā€”, y no es por falta de pelotas ja,ja,ja, se le marcan tanto o menos que a Marcos, pero siempre marca ese condenado.



   ā€”Si hoy saldrĆ” con su novia ā€”comentĆ³ Marcosā€”, seguro en la noche fabricaran a su bebĆ©.



   ā€”O quizĆ”s no puedan.



   ā€”ĀæPor quĆ© dices eso, Lisandro?



   ā€”Marcos, pues nosotros haremos... ā€”Lisandro se callĆ³ de sĆŗbito escuchando el potente sonido de una moto surcando el pavimentoā€”. Estoy seguro de que es Ć©l quien estĆ” llegando, bueno, nosotros lo que podemos hacer es...




   Y mientras los amigos charlaban la ruidosa motocicleta se estacionaba en el estacionamiento, Francisco prefiriĆ³ usar aquella tarde-noche su moto porque su novia era amante de la velocidad y le gustaba sentir el aire contra su cara. Francisco puso un pie en el suelo y usĆ³ el celular para efectuar una llamada.



   ā€”Hola, mi vida, estoy llegando al departamento de mis amigos......... no, no te preocupes no beberĆ© mucho. Unas tres o cuatro cervezas y te irĆ© a buscar. ĀæDĆ³nde estĆ”s ahora?......... ah, llegando a casa... sĆ­, me avisas al tiro y te busco........., oh..., oh sĆ­, me encantarĆ­a ducharme contigo, oh... bueno preciosa rasĆŗrate todĆ­ta jajaja... para mi, te amo... si...... si, amor. AdiĆ³s.



   Francisco mirĆ³ al balcĆ³n donde estaban Marcos y Marcel saludĆ”ndolo, a seƱal de Lisandro penetrĆ³ al edificio.



   ā€”ĀæQuĆ© hacĆ­as? ā€”preguntĆ³ Marcos cuando llegĆ³ al departamento y saludabaā€”. ĀæTe reportabas con la coronela?



   ā€”Por el contrario. Le decĆ­a que estarĆ­a aquĆ­ un rato y saldrĆ­a a buscarla.



   ā€”Si eres aguafiestas ā€”dijo Lisandro sentĆ”ndose a un lado en el sofĆ”.



   ā€”AcĆ” estĆ”n las cervezas, uy se estĆ”n congelando, muchachos ā€”indicĆ³ Marcel entregando las bebidas a sus amigos para posteriori sentarse a la izquierda de Lisandro.



   ā€”Debo irme ā€”se excusaba Francisco bebiendo la congelada cervezaā€”, tenemos tiempo sin salir. A parte hoy serĆ” especial.



   ā€”ĀæEspecial salir con una vieja?



   ā€”SĆ­, tĆŗ porque te estĆ”s divorciando. Pero yo hoy la llevarĆ© a cenar, aprovecharĆ© para entregarle el anillo y mĆ”s noche... la matarĆ©... pero de placer.



   ā€”Ā”JA,JA,JA,JA!



   ā€”Tenemos tiempo sin estar asĆ­, ustedes ya comprenderĆ”n ā€”Francisco sacĆ³ de su chaqueta el estuche que contenĆ­a un anillo con un lindo diamanteā€”. Hoy serĆ” especial.



   ā€”Ā”Especial con el aliento a borracho!



   -Ā”JAJAJA!



   ā€”No, hermano, comprĆ© caramelos de menta.



   ā€”Eso es lo que hace un hombre inteligente ā€”corroborĆ³ Lisandro chocando su cerveza con la de Francisco.



   ā€”ĀæCuando crees que se casaran?



   ā€”Me gustarĆ­a en el primer trimestre del otro aƱo, cuando sea el presidente de la empresa junto a Marcos como vicepresidente.



   ā€”No, hombre ya te he dicho que no quiero mĆ”s responsabilidades.



   ā€”Por eso rechacĆ© tu oferta ā€”aclarĆ³ Lisandroā€”. Prefiero seguir sin mucho atado en mi sala de proyectos, sin tener que rendir cuentas, quedarme hasta altas horas de la noche, Ā”no! Llamenme conformista.



   ā€”Ā”Conformista! Ja,ja,ja.



   ā€”Una boda para marzo serĆ­a bueno ā€”volviĆ³ Marcel al tema.



   ā€”Y despuĆ©s a pedir hijos ā€”sonriĆ³ Marcos llegando con otras cervezas para destaparā€”, porque te estĆ”s haciendo viejo.



   ā€”ĀæViejo? Soy el menos ruco de ustedes.



   ā€”Ja,ja,ja.



   ā€”Rucos pero potentes ā€”sonriĆ³ Lisandro.



   ā€”Marcos ya es un abuelo ā€”decĆ­a Francisco sin percatarse como Marcel dejaba su cerveza en el suelo y se acomodaba en el muebleā€”, Lisandro dentro de poco lo serĆ”, y Marcel ya su hija crecerĆ”, eres el mĆ”s viejo de todos y tu niƱa apenas sale del cascaron.



   ā€”Me casĆ© tarde.



   ā€”Y se divorcio temprano ā€”rompiĆ³ a reĆ­r Marcosā€”. Yo fui el mĆ”s precoz de todos.



   ā€”Mi hijo apenas se estĆ” graduando de la universidad, le falta mucho para tener esas responsabilidades ā€”rechazaba Lisandro depositando su cerveza en el suelo.



   ā€”ĀæA donde llevaras a tu novia hoy?



    ā€”Hice una reservaciĆ³n en el restaurante Plazas, hablĆ© con el encargado y serĆ” todo un show al momento de entregarle el anillo.



   ā€”No, tonto ā€”negĆ³ Lisandroā€”. ĀæIrĆ”n a un hotel?



   ā€”No, preparĆ© algo pasado de lindo en mi departamento. Arregle desde la entrada hasta el cuarto un camino con pĆ©talos de rosas.



   ā€”Cursi.



   ā€”Tonto.



   ā€”Cretino ā€”sonreĆ­a Marcelā€”. ĀæY quĆ© pasarĆ­a si no follan hoy?



   ā€”Ā”JAFFF! ā€”exclamĆ³ Francisco tomando cervezaā€”. Estoy seguro que me estallarĆ­an las bolas, tanto tiempo sin drenar me estallarĆ­an. Quiero que esta noche sea especial para los dos. AdemĆ”s, ella tambiĆ©n quiere sexo, me lo ha recordado todos estos dĆ­as.



   ā€”ĀæSabĆ­as que si bebes mucho alcohol el pito no se te puede parar?



   ā€”Le cumplirĆ©.



   ā€”Si le quedas mal esa mujer se pondrĆ” furiosa.



   ā€”ĀæHacemos que le falle, muchachos?



   ā€”Por supuesto, Lisandro ā€”aceptĆ³ Marcel sujetĆ³ con fuerza un brazo de Francisco, enseguida Lisandro sujeto el otroā€”. Procede, Marcos, procede.



   Marcos riendo abandonĆ³ el asiento.



   ā€”ĀæQuĆ© pretenden, ah? ā€”preguntaba asustado Francisco pateando con las piernas.



   ā€”Sujeten sus muslos.



   Lisandro y Marcel intentaron agarrar las musculosas piernas de Francisco que se movĆ­a nervioso inmovilizado ya de brazos y piernas.



   ā€”Imagina que hoy sientas un grave dolor de cojones y no puedas tirar.



   ā€”No, Marcos, por favor no. Ā”Muchachos!



   ā€”Unos golpecitos de amigos y ya. Como el golpe de buena suerte de nuestra parte.



   Francisco temblaba de miedo mirando hacia su entrepierna mientras Marcos se acercaba.



   ā€”Supongo que allĆ­ tienes galones de esperma almacenados en esas bolas quĆ©... mirando eso, parecen una imitaciĆ³n mĆ”s pequeƱas de las mĆ­as.



   ā€”Por dios, Marcos, empieza ya ā€”pidiĆ³ Lisandro.



   Marcos ChacĆ³n hizo crujir sus nudillos ya frente a Francisco.



   ā€”Como ya hemos asegurado antes, esto es sĆ³lo un juego ā€”aclarĆ³ Marcos ChacĆ³n y tomĆ³ con sus dos manos las bolas de Francisco provocando que respirara bruscamente.



   La compresiĆ³n a sus dos enormes testĆ­culos era mĆ”s dura de lo que se podĆ­a soportar. Era absurdo que Marcos ChacĆ³n teniendo huevos grandes fuera inconsciente al provocar aquel dolor en otro hombre huevudo, pero el jefe apretĆ³ y apretĆ³, sacando un gemido de aquel robusto ingeniero agarrado de los cocos.



   Marcos se mantuvo apretando.



   Francisco soltĆ³ un aullido ensordecedor cuando los dedos delgados de Marcos se hundĆ­an en sus testes de forma tan profunda como podĆ­a. Con una sonrisa de satisfacciĆ³n, Marcos retorciĆ³ las bolas de Francisco, apretando con fuerza mientras la muƱeca le temblaba.



   ā€”DesnĆŗdalo ā€”pidiĆ³ Marcel al observar el contorno de la polla en el pantalĆ³n.



   ā€”ĀæQuĆ©?



   ā€”DesnĆŗdalo, hombre. AsĆ­ el contacto serĆ” mĆ”s directo.



   Marcos soltĆ³ las pelotas pero enseguida bajĆ³ con firmeza la cremallera del pantalĆ³n, acto seguido bajo cerca de los muslos el pantalon, procediĆ³ a quitar la ropa interior, uno de los tres amigos abriĆ³ la boca sorprendido.



   La larga polla de Francisco temblaba como reacciĆ³n a la tortura de aquel par de inmensos pomelos que estaban entre sus piernas. A Marcel le brillaron los ojos al ver una concentraciĆ³n de lĆ­quido preseminal acumulado en la circuncisa verga.



   ā€”Si toco sus bolas con las manos eso seria muy gay.



   ā€”Ā”No lo hagas, Marcos, por favor! Tu sabes como esto duele.



   ā€”Nada que ver, amigo ā€”negĆ³ Lisandroā€”, todos aquĆ­ sabemos lo que somos. Queremos jugarle una broma a Fran para que no se coja hoy a su novia.



   ā€”No lo hagan, chicos ā€”casi sollozaba Francisco sintiendo sus testĆ­culos latir.



   ā€”Bueno, ahĆ­ va, conste.



   Marcos agarrĆ³ el cuello del escroto con la mano derecha, trasladando las frĆ”giles huevas hasta el fondo de la bolsa. Luego cerrĆ³ el puƱo izquierdo que usĆ³ para moler el par de joyas de Francisco.



   Paff



Paff



Paff



   Los gritos de Francisco se hicieron fuertes y mĆ”s fuertes a medida que el puƱo de Marcos fauleaba los huevos -ya casi- revueltos del ingeniero.



   
   Francisco gemĆ­a y gritaba, con los ojos y la boca abierta, mostrando los dientes mientras Marcos golpeaba sus pesadas bolas.



   Marcos tenĆ­a la mirada fija en sus objetivos y ya se pasaba del lĆ­mite.



   ā€”Mis gĆ¼maros, Marcos... piensa en mi novia... en... Ā”AAARRGGG! Mi...



   ā€”Ja, ja, ja, prosigue, Marcos.



   Marcos continuĆ³ golpeando las bolas hinchadas de Francisco tan duro como podia, aplanando los cojones con sus nudillos.



   Francisco gruƱƭa con la boca abierta y los ojos cruzados.



   Marcos golpeĆ³ los testĆ­culos otra vez con la fuerza de su puƱo.



   El pene de Francisco se ponĆ­a duro y tenso, lleno de venas y de piel morena.



   Marcos echĆ³ el brazo hacia atrĆ”s y asĆ­ conectĆ³ otro golpe fatal al par de Ć³rganos fue como un enorme chorro de lefa saliĆ³ con potencia disparado a travĆ©s del aire chocando en el mentĆ³n de Francisco.



   ā€”Ja, ja, ja ā€”se rieron los miembros del grupo.



   SimultĆ”neamente un segundo chorro de semen saliĆ³ surcando el aire y se mezclo con la cerveza de Marcos.



   Marcos agarrĆ³ las bolas de Francisco para apretarlas con rudeza.



   A Marcel los ojos le brillaron cuando la polla de Francisco vomitĆ³ varias rĆ”fagas espesas de leche, estaba tan cremosa que resbalĆ³ al pantalĆ³n de Lisandro.



   ā€”Asco ā€”se quejĆ³ Ć©l forcejeando con el adolorido profesional.



   Pero Marcos continuĆ³ apretando las bolas ya hinchadas del pobre Francisco, el arquitecto deseaba como el resto de sus compaƱeros que no quedara nada en las reservas sexuales del hombre. Y la polla se mantenĆ­a expulsando fajo tras fajo del pegajoso semen blanco parecĆ­a que mojarĆ­a por completo el suelo y el mueble.



   Para terminar aquel apretĆ³n de cojones la verga aminorĆ³ la eyaculaciĆ³n con hilos casi blancuzcos.



   Aunque parecĆ­a que la tortura no culminarĆ­a, Marcos colocĆ³ ambas manos en las pelotas de Fran para apretar tan fuerte como pudo una por una, tratando a toda costa de vaciar los cojones tan a fondo como fuera posible.



   Francisco soltĆ³ un largo gemido gutural sintiendo los dedos del arquitecto apretar sus huevos ya medios vacĆ­os de su nutritiva lefa.



    ā€”Aaahhh, ah... ah... por fa...



   Marcos esbozĆ³ una mueca al retorcer el escroto como un paƱuelo, provocando que Francisco perdiera la mirada mientras su boca se abrĆ­a en "O" incapaz de gritar o respirar.



   ā€”Deben estar todos vacĆ­os ya ā€”dijo Marcel.



   Francisco soltĆ³ un lloriqueo doblando los ojos que continuaban en blanco, Marcos lo soltĆ³ de las pelotas y Lisandro y Marcel le soltaron de brazos y piernas. Francisco gimiendo se agarrĆ³ las bolas y se acurrucĆ³ encogiĆ©ndose en el mueble, al momento de subir las piernas el pantalĆ³n se llenĆ³ mas de su leche.



   ā€”TendrĆ© que limpiar el mueble y el suelo ā€”opinĆ³ Lisandro parado a un lado de Marcos observando los rastros de jugo humano en el lugarā€”, y ustedes me ayudarĆ”n cabrones ā€”mirĆ³ la fila sobre su jeansā€”. Y lavar a como dĆ© lugar este pantalĆ³n.



   ā€”Quedan suficientes cervezas para ayudarte a limpiar ā€”asegurĆ³ Marcos riendo y tomando sin mirar la fila blanca que flotaba en la suyaā€”. TambiĆ©n quiero irme a lavar las manos.



   ā€”Yo creo que alguien no podrĆ” tener sexo hoy ā€”catalogĆ³ Marcel al otro lado de Marco, viendo la hinchazĆ³n en los cojones del amigo.



   Y era cierto, aquella noche Francisco irĆ­a a cenar con su novia, mostrarĆ­a el anillo de compromiso y ella se alegrarĆ­a con su prĆ³xima boda, lo cierto es que durante la reuniĆ³n Ć©l alegarĆ­a que tenĆ­a un fuerte dolor de cabeza ocultando el pesado y latente dolor de cojones que estaba sufriendo. Luego de la cena la dejarĆ­a en su casa y Ć©l se marcharĆ­a para guardarse en su habitaciĆ³n con una bolsa de hielo en las bolas.



   ā€”BuscarĆ© mĆ”s cervezas ā€”alegĆ³ Marcos dejando de mirar al convaleciente ingeniero y dejando su botella completamente vacia en la mesa.



   ā€”Espera ā€”pidiĆ³ Marcel.



   Marcos lo mirĆ³ y enseguida Marcel chocĆ³ sus cuatro nudillos contra su entrepierna. Fue un golpe rĆ”pido pero efectivo. Marcos abriĆ³ los ojos y escapĆ³ un gritito retrocediendo con las manos en las gĆ³nadas. CayĆ³ al suelo de rodillas doblĆ”ndose del dolor.



   ā€”Ay, ay, ay...



   ā€”Ā”Como te atreves a pegarle al jefe en los huevos! ā€”se asombrĆ³ Lisandro.



   ā€”ĀæQuĆ©? Ā”TĆŗ lo hiciste, me tocaba a mi!



   ā€”Pero yo soy arquitecto ā€”dijo Lisandro etiquetando sus conocimientoā€”, tĆŗ... tĆŗ... a ti te puede despedir.



   Marcel mirĆ³ con terror al encorvado Marcos en el suelo, pese a la mĆ”scara de dolor en su cara, aĆŗn sonreĆ­a.



   ā€”Ā”BAHH! ā€”se relajĆ³ Marcel moviendo la mano despreocupadoā€”. El jefe sabe que todo esto es broma y nada es serio.

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