CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Pablo Chacón se encontraba aquella maƱana tomando una taza de cafĆ© en la nueva oficina de su padre quien ahora fungĆa como vicepresidente en la empresa de construcción.
āY maƱana se incorpora el nuevo gerente que se encargarĆ” del Ć”rea de Otto āexplicaba el seƱor Marcos reclinado en el asientoā. Es un buen amigo de Francisco y tiene experiencia.
āNo entiendo por quĆ© contratar a alguien de afuera habiendo aquĆ gente tan buena y con esa experiencia que hablas.
āSon las reglas de juego de Francisco, el mueve las piezas como quiere. Yo tambiĆ©n lo asesoro. El nuevo gerente ha tenido buena trayectoria en EspaƱa y Argentina, lo leĆ en su hoja de vida.
āEntonces que lo haga bien ātorció Pablo la bocaā, y no sea como Otto que como nunca se dio su capricho de presidencia huyó.
āSĆ, pobre Otto. Ahora abrirĆ” su propia empresa, irĆ” de menos a mĆ”s.
Pablo consultó su reloj, faltaban escasos 10 minutos para que terminara su hora laboral.
āPĆ”, ĀæquĆ© harĆ”s hoy?
āAl salir de aquĆ me acompaƱarĆ”s a comprar algunas verduras, ya en la noche invitĆ© a cenar a tu mamĆ” al restaurante de Simón.
Pablo meditó.
āNo puedo acompaƱarte āabandonó su asiento y su pantalón dejó de remarcar sus bolas sino para resaltar la silueta de la pollaā. Hoy ya tengo compromisos.
āĀæDe quĆ©?
āY sĆ, ya es tarde ācomentó Pablo obviando una respuestaā, cogerĆ© un taxi y llegarĆ© a tomar una ducha, es probable que cuando llegues ya yo no estĆ©.
āĀæTampoco irĆ”s conmigo al supermercado?
āNo, padre ānegó Pablo tomando ventaja, se acercó al seƱor Marcos y le dio un beso en la mejillaā. Hoy estarĆ© a contratiempo.
āĀæPero quĆ© tienes que hacer?
āUn evento.
āPor lo menos cuidate y que te vaya bien.
Pablo salió a toda prisa de la oficina, se dirigió a la suya y terminó de apagar los equipos electrónicos, solicitó un taxi y puso marcha a su casa. Esa noche tenĆa una lucha contra otro hombre, por culpa de Otto Salinas Ć©l debĆa cumplir con un absurdo contrato de lucha erótica, del que ya deseaba culminar. Al llegar a casa se ducho lo mĆ”s rĆ”pido posible y se preparó para la pelea. Tuvo contacto con Alfredo y Ć©l detalló que no lo podrĆa acompaƱar porque tenĆa una reunión importante con sus vecinos. Pablo usó su automóvil para ir a la sede de Guerreros de la arena.
Al estar en su camerino procedió a cambiarse la ropa hasta quedar con un pequeño bóxer. Cuando abrió la puerta para dirigirse a la arena vio arregostado contra la pared a Esteban, el dueño de aquella empresa.
āEsteban āsaludó en tono frĆo Pablo.
āQuiero hablar contigo āargumentó Ć©lā. Para que por fin abras los ojos.
āNo tengo tiempo, es momento de cumplir mi contrato e ir a la lucha.
āLa lucha puede esperar, debes saber algo.
āĀæQuĆ©? ĀæTerminaras mi contrato?
Esteban suspiró y pasó a un lado de Pablo penetrando a la habitación, el muchacho lo siguió cerrando la puerta.
āĀæYa te he dicho que me gustas como te ves con poca ropa? āpreguntó Esteban sonriendo, mirando a Pablo de pies a cabeza. Pablo cruzó los ojos y antes de que lo procediera a correr del cuarto, Esteban volvió a hablarā. Espera, a lo que vengo... De veras nunca creĆ que ese ser que se hace llamar tu pareja fuera tan cara de palo.
āĀæDe quĆ© hablas, a quĆ© te refieres?
āQue es todo un descarado. La Ćŗltima batalla que tuvimos entre nosotros cuatro, fue premeditada, yo lo quise hacer asĆ para ver su reacción. TambiĆ©n me querĆa vengar por ti.
Pablo lo miró con el rostro fruncido.
āNo sĆ© de quĆ© hablas, tampoco creo que me interese mucho.
āĆl sigue saliendo con Jorge.
āĀæQuĆ©?
āDesde que se conocieron aquĆ en la empresa siguen viĆ©ndose āaseguró Esteban, sacó su celular del bolsilloā. EstĆ”s fotos Jorge me las ha mostrado burlĆ”ndose de ti, aquel dĆa de nuestra batalla creĆ que Alfredo dirĆa algo, pero prefirió callar.
Pablo comenzó a ver a travĆ©s de la pantalla del celular algunas fotos de Alfredo y Jorge, en algunas posaban normalmente, otras parecĆan fotos tomadas de manera improvisada, ya fuera Alfredo usando el celular, comiendo o simplemente durmiendo con el torso desnudo.
āĀæY quĆ© te parece? āquiso saber Esteban.
RÔpidamente Pablo tomó el brazo izquierdo de Esteban y lo dobló tras su espalda, el hombre comenzó a quejarse y el muchacho dominÔndolo lo hizo caminar hacia la puerta del camerino, al abrirla lo sacó al pasillo.
āMe parece que me dejes en paz ācasi gritó Pablo antes de cerrar la puerta, luego buscó entre sus cosas y marcó el nĆŗmero telefónico de Alfredo, sabĆa que ese dĆa era el cumpleaƱos de Jorge y luego de varios segundos Alfredo contestó, y efectivamente se escuchaba un ruido de fiestaā. QuerĆa saber como estabas.
āBien āalegó la voz de Alfredoā, un poco bien.
āĀæPor quĆ© un poco bien?
āA veces... se pone... un poco aburrido.
āMmmm, estĆ” bien... llegarĆ© allĆ” en lo que salga.
āĀæSĆ? ĀæY no estĆ”s cansado? Es mejor que descanses.
---No, llegare alla.
---No, llegare alla.
ā........... Bueno, estĆ” bien. Avisame cuando vengas. Ćxito.
Pablo culminó la llamada, se quedó un rato pensativo mirando su imagen frente al espejo, lanzó un suspiro y salió de aquella sala rumbo a la batalla.
Al llegar retrasado por algunos minutos se encontró con su rival, un fornido hombre rubio de fuerte contextura, para Pablo tenĆa cara de cachondo. Luego de la presentación de contrincantes se dio por iniciada la lucha.
La batalla dio inicio con una fugaz patada en la abultada entrepierna de Pablo de parte del contrincante de nombre NicolƔs. Sus dedos desnudos se clavaron en el paquete y destriparon sus pelotas contra la pelvis.
Pablo gritó. Dobló las rodillas y cayó al suelo, agarrÔndose a las huevas con las manos mostrando verdadera cara de dolor.
NicolÔs rÔpidamente siguió con otra patada en el pecho de Pablo obligÔndole a caer al piso de espalda.
Pablo gimió y cayó arrastrĆ”ndose en el piso, se habĆa golpeado la cabeza y quedó con los muslos ligeramente separados.
NicolƔs estaba erguido cruzado de brazos mirando con sonrisa maliciosa al muchacho.
Pablo gemĆa moviĆ©ndose de costado en el suelo, agarrando su cabeza con una mano y los testĆculos con la otra.
āAsĆ que vos eras el favorito de Esteban āhabló NicolĆ”s con un ligero acento del sur de Latinoamericaā. El famoso cojonudo, lastima, pensĆ© que vos eras mĆ”s fuerte. Tanto que oĆr hablar de vos sólo resultaron pavadas.
Pablo se mordió el labio inferior.
āTe patearĆ© el orto ādijo con amargura.
Se puso de pie respirando con dificultad mientras hacĆa mueca de dolor con el rostro y masajeaba sus huevos.
NicolÔs miró a su entrepierna.
āVos tenĆ©s los cojones de bobo.
Pablo lo miró fijamente.
āĀæY tĆŗ? Parece que tienes vagina en lugar de pene.
NicolĆ”s lanzó una carcajada, luego se agarró el paquete y lo estrujó, ciertamente parecĆa que tenĆa mucha carne y que las palabras de Pablo sólo fue un mal chiste.
NicolÔs corrió sobre Pablo lo agarró de la cintura y le bajó la ropa interior haciéndole mostrar la semidura polla y sus colgantes pelotas. Pablo le clavaba robustos puñetazos en la espalda al rubio, pero NicolÔs lo debilitó al tomarlo de los huevos.
Pablo hizo una mueca.
āCuelgan como las pelotas de mi abuelo āsonrió NicolĆ”s apretando con fuerzaā, pero vos sos mĆ”s pibe y mas tonto.
Pablo gimió.
NicolĆ”s aplastó los testĆculos en su mano.
Pablo gimió torciendo los ojos, hubo de agarrar las muñecas de NicolÔs .
NicolÔs sonrió.
āSoltĆ”, pibe. O me verĆ© obligado a hacer papilla de huevos esta noche.
Pablo lanzó un terrible grito.
āSoltĆ” mis manos o te los arranco.
āĀ”AAAAAAAAAHHHHH! āgritaba Pablo sin apartar las manos de la muƱeca de NicolĆ”s, que en ese momento empezaba retorcer sus hermosas gónadas.
Los ojos de Pablo sobresalĆan y dejó escapar un gruƱido. NicolĆ”s dobló las pelotas como si se tratara de un trapo sucio hasta soltarle las huevas, Pablo agarró sus bolas y se desplomó en el suelo en posición fetal, gimiendo de dolor y acariciando sus gónadas adoloridas.
NicolĆ”s se acercó a Pablo y brutalmente lo hizo poner de pie sujetĆ”ndolo del cuello, el pobre muchacho lo miró con ojos vidriosos sin dejar de soltar sus vulnerables testĆculos. Enseguida el hombre lo hizo caminar de espaldas hasta situar su pie tras el talón y hacerlo caer de espaldas, Pablo cayó al suelo mirando fijamente a NicolĆ”s con miedo en los ojos.
NicolÔs se sentó sobre el torso de Pablo, haciéndole sentir sus bolas cerca del pecho y el trasero grande frente a la cara. NicolÔs estaba de frente a los genitales desnudos del hijo de Marcos Chacón, el hombre suspiró levantando el puño haciendo que Pablo se agitara antes de sentir el profundo golpe. El brazo de NicolÔs bajó chocando con fuerza contra su objetivo.
Pablo gritó embargado de dolor.
NicolÔs sonrió y agarró el pene de Pablo, se mostraba tieso e hinchado, el hombre comenzó a frotarlo entre sus dedos y en pocos segundos escuchó el jadeo de Pablo al masturbarlo.
Luego de ocho minutos de una lenta manipulacion a la polla de Pablo, el muchacho no resistió mÔs y perdió la batalla al entrar en eyaculación, su leche mojó la mano y brazo de NicolÔs saliendo el primer disparo caliente, viscoso y muy blanco.
NicolĆ”s se rió ante el espectacular maremoto, nunca habĆa visto a un hombre eyacular asĆ. AdemĆ”s fue muy bonito como las pelotas ascendieron en el escroto.
Pablo gimió.
Mirando aquel charco blanco sobre el pubis de Pablo, NicolĆ”s se inclinó para cometer una acción que no estaba prevista en aquella pelea. Abrió la boca y empezó a chupar los pegotes de semen consiguiendo que tenĆa un agradable sabor. Al enderezarse y limpiar su boca NicolĆ”s le guiñó el ojo a Pablo, se levantó de Ć©l pero traicioneramente le clavó el talón en las bolas, Pablo lanzó un grito y se empezó a mover de lado a lado sobando sus gónadas, mientras NicolĆ”s era proclamado el ganador ante aplausos efervescentes.
Minutos mĆ”s tarde Pablo regresó cojeando a su camerino, allĆ se vistió habĆa perdido la batalla porque sabĆa que sus pensamientos estaban enfocados en la noticia que tenĆa de Alfredo. Cuando salió de aquella empresa pasó con su vehĆculo por la calle donde su pareja habitaba y no encontró casa alguna donde se celebrara alguna fiesta, Pablo dando un suspiro prefirió apagar el celular.
...
A la mañana siguiente Pablo estaba de muy malhumor, se levantó tarde y tuvo una discusión con su padre por el retraso tanto asà que el señor Marcos se marchó solo al trabajo.
Cuando Pablo llegó a la oficina prefirió enfocarse en el trabajo hasta recibir una llamada del presidente de la empresa.
āPasarĆ© por tu oficina, Pablo ādecĆa la voz de Franciscoā. Estoy presentando la empresa al nuevo gerente del Ć”rea donde labora Lisandro.
āEstĆ” bien. AquĆ los espero.
Al concluir la llamada prefirió obviar los mensajes de saludos de Alfredo, ya investigarĆa si en realidad tenĆa una relación con Jorge y de ser cierto, le darĆa una lección.
Tocaron a la puerta y Pablo permitió la entrada, se quedó perplejo y estÔtico.
āĀæCómo estĆ”s, Pablo? āsaludaba Franciscoā. QuerĆa presentarte a mi amigo NicolĆ”s Lombardini, lo conozco de toda la vida y sĆ© que harĆ” un trabajo estupendo con nosotros.
El pulcro NicolĆ”s que estaba allĆ, vestido formalmente contrastaba mucho con el semidesnudo de la noche anterior. NicolĆ”s miró fijo a Pablo y con una diminuta sonrisa finalmente tendió la mano y saludó con cortesĆa. Pablo tambiĆ©n sonrió y se presentó como si por primera vez viera a ese sujeto.
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