La escala del alcalde (3/4): Futura traicion - Las Bolas de Pablo

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15 abr 2016

La escala del alcalde (3/4): Futura traicion

CONTIENE:

-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   LucĆ­a Ferrer se habĆ­a vuelto insoportable en los Ćŗltimos dĆ­as con motivo a su cercana boda, caminaba de un lado al otro dando Ć³rdenes y gritos, deseaba que su boda fuera la mejor en toda la regiĆ³n y quizĆ”s en todo el paĆ­s. TobĆ­as, el alcalde la miraba a lo lejos y suspiraba, las notas de prensa en su contra habĆ­an desaparecido inclusive la demanda que estaba en tribunales habĆ­a sido retirada. La crĆ­tica y oposiciĆ³n al alcalde alegĆ³ que se trataba de un acuerdo oculto entre las partes, y la verdad no estaban alejados de la realidad. Su celular se moviĆ³ en vibraciĆ³n en el bolsillo de la chaqueta. Enseguida contestĆ³ la llamada entrante.

   —AlĆ³, hola... sĆ­. Si estoy aquĆ­ con ella... no, ¡que no! TodavĆ­a no puedo......... no lo sĆ©......... tranquilizate....... no...... En algĆŗn momento pasarĆ”. SĆ­......... lo sĆ©.

   LucĆ­a se acercĆ³ a Ć©l dando los Ćŗltimos gritos sobre la ornamentaciĆ³n de rosas.

   —¿Quien era? —quiso saber cuando culminĆ³ la llamada.

   —Humberto, tengo una reuniĆ³n con un grupo de constructores.

   —Pero amor hoy estĆ”bamos seguros de que no habrĆ­a ninguna reuniĆ³n que nos estorbara, me ibas a ayudar.

   —Es una reuniĆ³n imprevista y urgente.

   —¡Nooo! ¿Y ahora quĆ© haremos?

   —Linda, como lo estĆ”s haciendo estĆ”s bien. Baja la voz que te hace ver soberbia y grosera, debes mostrar actitud humilde y carismĆ”tica, cercana a los trabajadores. IrĆ© a la reuniĆ³n y nos vemos en la noche en la cena del gobernador, te pasarĆ© buscando, obviamente.

   —Te estarĆ© esperando —afirmĆ³ LucĆ­a mirĆ”ndole a los ojos.

   TobĆ­as confirmĆ³ con la mirada, la besĆ³ dulcemente en la boca y saliĆ³ del espectacular lugar donde se realizarĆ­a la boda. Se acercĆ³ a su vehĆ­culo y asegurĆ³ al chofer que manejarĆ­a a Ć©l,  que se encargara de LucĆ­a. EncendiĆ³ el carro y colocĆ³ direcciĆ³n al puerto de la ciudad.

   En realidad Oliver y Ć©l habĆ­an llegado a un acuerdo, TobĆ­as sabĆ­a como chantajear y lo logrĆ³ con el periodista, aquella vez que tenĆ­a secuestrado y torturado comenzĆ³ a llorar y el periodista se compadeciĆ³ de Ć©l:

   "No sĆ©, no sĆ© a donde quieres llegar con todo esto. Acabar con mi carrera"

   "Quiero que seas sincero con la gente que cree en ti" dijo aquel dĆ­a Oliver todavĆ­a amarrado a la cama con los testĆ­culos hinchados.

   "Me juzgarĆ”n, Oliver. Mi carrera se irĆ” a las pailas"

   "Desde un inicio fue una mentira, TobĆ­as"

   El alcalde sĆ³lo se lanzĆ³ a su pecho y despuĆ©s subiĆ³ a su boca y lo besĆ³. Y Oliver correspondiĆ³ a aquel beso inclusive se excitĆ³, luego TobĆ­as lo soltĆ³ de la cama y continuĆ³ llorando, Oliver lo abrazĆ³ y alegĆ³ que sĆ³lo querĆ­a liberarlo de sus presiones. AsĆ­ se iniciĆ³ un nuevo noviazgo secreto y peligroso, porque aunque TobĆ­as sabĆ­a como chantajearlo, Oliver tambiĆ©n ejercĆ­a una poderosa presiĆ³n en Ć©l para que abandonara a LucĆ­a y todo plan de boda.

   TobĆ­as estacionĆ³ su carro en el puerto de la ciudad, allĆ” estaba su yate y en la entrada Oliver lo esperaba, tenĆ­a puesto un flojo jeans y una franela gris.

   —Tienes las llaves, por quĆ© no entraste.

   —¿Ese es tu saludo, TobĆ­as? Ademas no hay nadie. Estamos solos.

   TobĆ­as pasĆ³ de largo y abriĆ³ la puerta, Oliver entrĆ³ con una amplia sonrisa, TobĆ­as penetrĆ³ con la cara cuadrada del disgusto.

   —¿QuĆ© estabas haciendo? —quiso saber Oliver.

   TobĆ­as cerrĆ³ bajo seguro y se dirigiĆ³ a una ventana para bajar la cortina.

   —Estaba con LucĆ­a... en los preparativos...

   —¿En los preparativos? AĆŗn sigues jugando al heterosexual.

   —No quiero que volvamos a empezar a la discusiĆ³n de nunca acabar.

   —La discusiĆ³n de nunca acabar. Y yo te digo que no quiero volver a ser tu amante mientras tĆŗ estĆ”s con LucĆ­a, como me hacias antes. ¿Recuerdas las tantas veces que saliamos juntos y tenĆ­a que verte besar con ella.

   —Silencio —pedĆ­a TobĆ­as con voz cansada.

   —Nunca olvidarĆ© aquel dĆ­a que le coquetiĆ© a ese tipo que tĆŗ te molestaste y te fuiste dejĆ”ndonos a LucĆ­a y a mi en aquel lugar, ella lloraba porque creĆ­a que tĆŗ tenĆ­as otra... jajaja, no era otra sino otro.

   —Ya, ya, no vuelvas a atormentarme —pidiĆ³ TobĆ­as acercĆ”ndose a Ć©l.

   Hubo varios intercambios de besos, apasionados y calientes, Oliver gimiĆ³ y se arrodillĆ³ ante TobĆ­as, le acariciĆ³ el Ć”rea genital y abriĆ³ el pantalĆ³n sacando el erecto pene, el periodista abriĆ³ la boca. Suavemente, TobĆ­as empujĆ³ la cabeza de su pene entre los labios de Oliver, cerrando los ojos y gimiendo de placer mientras la boca calentaba su polla.

   Oliver estaba chupando el pene con toda la experiencia que habĆ­a adquirido en sus aƱos de sexualidad, su pene tambiĆ©n estaba que reventaba el pantalĆ³n de la erecciĆ³n que tenĆ­a.

   Oliver se incorporĆ³ y ayudĆ³ a quitar la chaqueta a TobĆ­as, los besos no culminaban y asĆ­ saliĆ³ la franela del alcalde, de a poco Oliver le besĆ³ el pecho y los abdominales mientras desabrochĆ³ el cinturĆ³n y bajo el pantalĆ³n.


   TobĆ­as quitĆ³ los zapatos y calcetines de su pareja por momentos le restregaba la erecciĆ³n al trasero recordĆ”ndole lo mucho que estaba excitado, al desnudar por completo al periodista comenzĆ³ a penetrarlo. ComenzĆ³ empujando su polla tiesa como un animal en celo, Oliver gimiĆ³ al sentirse penetrado por aquella verga, presenciando esa extraƱa mezcla de placer y dolor.

   TobĆ­as jadeaba por los movimientos que realizaba, sostenĆ­a con firmeza la cadera del periodista.

   Los dos estaban gimiendo, Oliver colocaba cara de sufrir mientras TobĆ­as sacaba y enterraba el pene en el trasero del periodista.

   DespuĆ©s de lo que pareciĆ³ una eternidad, TobĆ­as y Oliver estaban sin aliento, jadeando y respirando con dificultad. MoviĆ©ndose rĆ”pidamente como si tuviera un espĆ­ritu frenĆ©tico TobĆ­as gruƱo segundos antes de que su pene entrara en erupciĆ³n con una explosiĆ³n cremosa de semen llenando por completo el culo de Oliver, como si se tratara de un galĆ³n de leche.


   Se tumbaron desnudos y abrazados sobre una cama uno sonreĆ­a al otro.

nnn—Todo lo que tuvo que pasar para volvernos a ver —comentĆ³ Oliver acariciando el pezĆ³n de TobĆ­as—, tratarnos como enemigos para volver a captar nuestra atenciĆ³n. Te odiaba por estar con LucĆ­a.

   TobĆ­as sĆ³lo deseaba que se callara, lo tomĆ³ del mentĆ³n y besĆ³ su boca, se le quedĆ³ mirando y bajĆ³ la mano, acariciĆ³ con un dedo la manzana de AdĆ”n del periodista, sĆ³lo tenĆ­a que agarrar su garganta y apretarla... no pasarĆ­a mĆ”s, serĆ­a el final a todos los chantajes y se casarĆ­a con LucĆ­a sin nadie que le atormentara.

   Oliver se quedĆ³ mirando fijamente a TobĆ­as, sabĆ­a que algo oscuro pensaba, sin embargo prefiriĆ³ darle un beso, seguido abandonĆ³ la cama y se colocĆ³ el jeans sin ropa interior.

   —¿QuĆ© haces, a dĆ³nde vas?

   —Estoy felĆ­z —dijo Oliver saliendo del yate sin colocarse la franela.

   —Hey, ven, ven, entra aquĆ­ —ordenĆ³ TobĆ­as colocandose una toalla y asomando la cabeza en la puerta—. Ven devuelvete aquĆ­. ¡Ven!

   —Estoy felĆ­z aquĆ­ contigo —respondiĆ³ Oliver—. Huyamos de todo esto. Enciende eso y vamos a dejar todo atrĆ”s.

   —¡Regresa!

   Oliver obedeciĆ³ y entrĆ³ sin decir mĆ”s, TobĆ­as cerrĆ³ con un portazo.

   —¡¿ESTƁS LOCO, QUƉ PRETENDIAS?! TE PODƍAN VER.

   —Tranquilo, allĆ­ no hay nadie —negĆ³ Oliver acercandose a Ć©l y soltando la toalla de su cintura, se sentia felĆ­z, sabĆ­a que afuera estaba un fotografo que captarĆ­a todos esos movimientos—. ¿No quieres irte conmigo?

   —No dejarĆ© mi mandato de lado. Y despues de todo me casarĆ© con LucĆ­a, eso debes entenderlo.

   Oliver no apartĆ³ la vista de sus ojos, sus labios estaban tensos, cerrĆ³ la palma de la mano sobre las bolas de TobĆ­as. El alcalde gritĆ³ sin poder resistir al fuerte jalĆ³n que le dio el periodista.

   —Te hundirĆ©...

   —N... no si yo... si yo... ¡ARRRGGGG! —Oliver le estiraba las bolas dejandolo mudo.

   Oliver lo soltĆ³ y TobĆ­as cayĆ³ al piso.

   —Nunca cambiarĆ”s —dijo Oliver antes de retirarse por completo del yate.

   TobĆ­as se acurrucĆ³ en el piso amasando sus testĆ­culos, emplearĆ­a la peor manera para hacer callar a Oliver.

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