CONTIENE:
-SEXO HETEROSEXUAL
-BALLBUSTING MUJER/HOMBRE
Simón salĆa del cafetĆn de la clĆnica cuando Pablo saltó sobre Ć©l abrazĆ”ndole fuertemente, el conductor de televisión vestĆa aquella tarde una camisa roja, un ajustado pantalón que mostraba sus grotescos muslos un prominente paquete y sus carnosas nalgas, un lente oscuro cubrĆa sus ojos.
āOh, felicitaciones, felicitaciones ādecĆa Pablo con emoción sin dejar de abrazarlo sostenĆa un ramo de flores en la manoā. Me has vuelto a hacer tĆo y por partida doble, o triple, no sĆ© āle dio un beso en la mejillaā. Quiero verlos, Āæa quĆ© hora nacieron?
āDos y seis de la tarde la nena, dos y diez el varón ārespondió Simón caminando junto con Pablo para mostrarle a sus hijos reciĆ©n nacidos.
āĀæY se carga sus huevotes marca Chacón?
āSĆ, Ā”quĆ© esperabas!
āQuiero que se parezcan a mĆ, como Vicente, aunque ahora deben estar todos feos y arrugados como ratones.
Simón rió y le dio un golpe juguetón a su hermano.
Llegaron a la vitrina que daba vista a cuatro neonatos, en la esquina estaban los dos mellizos, una envuelta en mantas rosadas y su hermanito en un manto azul.
āUfff... que ternura ācomentó Pablo con la mirada risueƱaā. ĀæYa Claudia los conoció?
āSĆ, mĆ”s temprano estuvieron en la habitación.
āUfff, que arrugados y bonitos.
āPapĆ” y mamĆ” estĆ”n con Claudia en el cuarto. QuizĆ”s en un momento los vuelvan a llevar.
āSĆ, porque los quiero tocar. Voy a felicitar a Claudia, te espero por allĆ”, papaĆto.
Simón sonrió, se quitó los oscuros lentes y los colocó sujetadas al cuello de la camisa. Admiró a sus nenes, muy sonrosados y arrugados, con cabellos gruesos y pelirrojos que con el paso de las semanas cambiarĆa a castaƱos al igual que el color de sus ojos de azul bajarĆan su tono a verde como Simón.
āĀæCómo serĆa un hijo nuestro? Seguramente hermoso, ya veo que los haces muy bien ācomentó una voz de mujer a su espalda.
Simón se giró y arrugó el ceño.
āHola ācomentó con una mezcla de Ć”nimos, como cuando se saluda a alguien de quien no se recuerda su existencia.
Ante sus ojos sonreĆa una mujer de estatura alta, tez blanca, cabellera negra y larga, labios rojos y ojos negros. TenĆa un busto seductor que se resaltaba con su vestido ceƱido y mostraba las curvas de su hermoso de su cuerpo. Era su ex esposa Lorena. La guapa modelo estaba en la clĆnica en una cita con el cirujano.
āMuy lindos tus hijos, felicidades. El primero es tan guapo como tĆŗ o mĆ”s. ĀæCómo hubieran sido nuestros hijos?
āSiempre lo intentamos y tĆŗ nunca quisiste tener bebĆ©s.
āJajaja, sĆ. De hecho no creo que tenga hijos, es una responsabilidad muy grande y tendrĆa que separarme de mi carrera que estĆ” muy fĆ©rrea ahora y el mercado laboral peleado, daƱarĆa mi cuerpo que es mi trabajo.
āSi tĆŗ lo consideras asĆ.
āEs que lo es, mira cómo estĆ” tu esposa, parece una vaca gorda, la vi hace dias en una entrevista.
āYa dio a luz y no la veo asĆ, ademĆ”s no hablaremos de Claudia, tampoco te permito que te expreses de esa forma de ella.
Lorena volvió a reĆr.
āĀæSabes lo que me causa risa? Lo que dijiste antes, Simón. Siempre lo intentamos... ārió otra vezā, todavĆa recuerdo las cogidas que nos dabamosā Simón miro a ambos lados presenciando si alguien los oĆa, las mejillas se le colorearonā, esa estupenda manera que tienes de hacer el sexo. Claudia no debe de ser tan buena como yo.
āEs mejor.
āAy, Simón, no seas mentirosillo, no se debe meter tu verga a la boca como yo... serĆ” muy frĆgida... tu larga, gruesa y rica polla, Simón. A veces me hace falta y tus bolas, colgantes y grandes... AhĆ se te observa lo bien dotado que estĆ”s āmiro el paquete grande de Simón en su pantalón, la verdad era que tenĆa una erecciónā. Y tu leche... esa obseción que tienes por verte eyacular y sacar esos chorretes blancos y espesos, ĀætodavĆa eyaculas asĆ? ĀæTe sabe dulce aĆŗn? Me la comĆa toda.
āClaudia, ya cĆ”llate que te pueden oĆr. Vete por tu camino, busca a Manuel, el amante con el que te fuiste, mi amigo.
āManuel fue un grave error, Simón. Estoy arrepentida.
āNo te preocupes.
āMi cama todavĆa te extraƱa, Simón āafirmó ella acercandose a Ć©l, colocó su mano en el robusto pecho del hombreā, mi cuerpo te extraƱa.
āTranquila, Lorena āpidió Simón apartando la mano de la mujerā. Ve por tu camino que ya hice el mio.
āQuiero una Ćŗltima vez āsin mĆ”s preambulo Lorena agarró el erecto pene de Simón, ella sonrió y Ć©l detuvo el aliento, estaba extremadamente tiesaā. AsĆ me gusta, todavĆa la recuerdo. Quiero tu leche, quiero esto contigo una y otra vez mĆ”s.
āYa, Lorena. Te pueden ver āordenó Simón apartando en definitiva la mano.
āEres un pesado... quiero lamer tu pene, extraer toda tu hombrĆa de esas pelotas enormes que tienes āpronunciaba con un tono netamente sexual.
Simón respiró profundo.
āĀæQuieres una despedida?
āSĆ, tu y yo nunca tuvimos una despedida... todo ocurrió muy rĆ”pido.
Simón recapacitó, desde el inicio del embarazo, Claudia se habĆa pueso muy renuente para tener sexo eran pocas las veces y con el parto debĆa esperar mĆ”s tiempo para un contacto sexual, era de mĆ”s decir que sus bolas estaban repletas de semen acumulado.
āSĆgueme, pero no te acerques mucho a mi.
Simón giro su cuerpo y emprendió una huida, Lorena esperó una distancia considerable para seguirlo, tenĆa la vista fija en la amplia espalda del hombre y su pomposo trasero.
Simón revisó habitación por habitación en el pasillo de la clĆnica, las dos primeras estaban ocupadas, en la tercera se guardó, ahĆ fue visitado por Lorena, cerraron bajo seguro y ella lo empezó a besar, con malicia manchaba su cuello y parte de la camisa con el labial, Simón le apretaba los senos y ella le frotaba el agrandado bulto.
āQuiero que me la mames.
āLo harĆ©, quiero tu salada leche, Simón.
Sin contemplación, Lorena le abrió el pantalón y le saco la latente verga, ella tomó entre sus dedos el glande, sintiendo su suavidad, acariciando entre sus dedos la también gruesa cabeza.
La modelo se hincó ante Ć©l y metió el miembro lentamente en su boca, pasando la lengua por el glande, moviendo lenta y rĆtmicamente su prepucio hacia adelante y atrĆ”s, su textura, calor, suavidad se acrecentaba en la felación. Simón comenzó a gemir cerrando los puƱos.
Los testĆculos enormes y colgantes entre las piernas del hombres tambiĆ©n resultaron bendecidos con las caricias de la mujer. A Lorena le fascinaba tanto su forma, que se sacó el pene de la boca durante unos segundos para poder meter los testĆculos en su boca, sintiendo su perfecta forma ovalada entre sus dientes, masajeandolos con la lengua, llenandose la boca con sus huevos.
Después volvió a su tarea con la verga, chupandola con ansias sintiendo su prepucio.
āAaahhhhhhh āemitĆa en Ć©xtasis Simón sintiendo que su verga se tensaba cada vez mĆ”s.
Lorena succionaba con rapidez el falo llenĆ”ndolo de su saliva pero comiendo con peculiar glotonerĆa, en cuestión de segundo la polla de Simón estalló en semen inundando los labios de la modelo, con fuerza descomunal la polla siguió brotando esos caƱones extrapoderosos de lefa, mojĆ”ndole la cara, las mejillas y la nariz de una abundante capa blanca.
Simón siguió llenĆ”ndole la boca de semen, tanto, que comenzó a resbalar por la comisura de los labios de Lorena, pronto ella inició a tragar quedando satisfecha de ese caldo nutritivo que le embargaba la garganta ahora con sabor cĆtrico.
Ella se incorporó y Simón le limpió la boca con una tela que consiguió sobre la mesa de noche.
āEstoy segura que la frĆgida de tu esposa no te lo hace como yo.
Simón sólo apretó los labios, con mujeres como Lorena no valĆa la pena discutir. La beso y sus lenguas se enlazaron, el le quito la franela y luego los zapatos, le dedico fugaces besos en los pies a la modelo. Quito su falda y la ropa intima, se dedico cortos segundos dando caricias a los senos de Lorena.
āQuiero quitarte la ropa āalego ella cuando Ć©l se rehusaba a dejar que lo desnudase, aunque ella logro quitar su camisa.
Simón prefirió colmarla de besos mientras ella revolvĆa su cabello.
āĀæA dónde me llevas? āquiso saber Lorena cuando la hacĆa retroceder.
āA la cama, quiero penetrarte hasta el fondo.
Lorena gimió y con mucha paciencia y tranquilidad Simón la hizo subir al colchón.
ā”¿QuĆ© haces?!
Simón unĆa los brazos de la mujer al borde de la cama con la tela que habĆa encontrado.
āVoy a amarrate para penetrarte como un animal. Voy a destrozarte el coƱo con la cogida que te darĆ© āLorena rióā. Pero no quiero que grites ni gimas multiorgĆ”smica ācubrió su boca con un pedazo de tela. Ahora teniendola ahĆ amarrada, desnuda, blanca y desprotegida, Simón cogió su camisa y rió triunfanteā. ĀæDe veras crees que dejarĆa a mi esposa y mis hijos por un mujer como tĆŗ? Esta era mi despedida y venganza por la infidelidad que me hiciste, Ā”sucia!
Dio media vuelta mientras Lorena gritaba entre su mordaza y daba patadas al colchón con sus torneadas piernas libres. Simón abandonó la habitación.
El conductor de televisión se dirigió al baƱo, al ver su reflejo en el espejo inició a quitarse los restos de labial, seguido se percató de la ropa tenĆa machas del mismo, lanzó una blasfemia pero pronto se le ocurrió una idea, usó el celular para pedir una petición.
āPablo, en el closet de la pared deje mi saco, no digas nada pero es necesario que me lo entregues, estoy en el baƱo del piso tres, baja...
Pablo se quedó sorprendido cuando vio las marcas de labial en la ropa de Simón, intercambiaron algunas palabras y el hermano argumentó cortante:
āLuego te explicarĆ© que paso.
Ambos hermanos volvieron a la pieza donde estaba Claudia acompañada de los señores Chacón y los dos nuevos miembros de la familia.
Simón dio un beso a Claudia y acarició sus cabellos.
āLa televisora anunció que vendrĆ” a entrevistarlos ācomunicó Marcos Chacón.
En aquellos cortos minitos se lo dedicaron a atender a los bebes. Hasta que un llamado en la puerta hizo que Simón se sorprendiera del susto. Al abrir, sus ojos se ensancharon con la presencia de Lorena, tenĆa un mal semblante en el rostro.
āYa vuelvo ādijo saliendo de la habitación sin dejar que la vieranā. ĀæQuĆ© haces aquĆ? āle interrogó cuando la llevaba del brazo a un lugar mĆ”s apartado.
āĀ”QUE QUĆ HAGO AQUĆ! DESPUES DE LO QUE ME HICISTE.
āBaja la voz.
Simón la traslado a un pasillo alejado donde Lorena reaccionó dandole una fuerte bofetada dejando su cara marcada.
āMe consiguió desnuda un doctor, quĆ© clase de humillación es esa.
Simón respondió con una risotada, era lo menos que se merecĆa por haberlo dejado como un cornudo ante la sociedad.
Pero la molestia que sentĆa Lorena le provocaba una ira bruta y ciega, su respuesta fue una patada con fuerza tremenda contra las bolas de Simón. Los ojos del hombre se desenfocaron dejando las pupilas blancas, su boca se abrió sin emitir algĆŗn tipo de ruido.
En rapida sucesión Lorena estampó otra patada contra los huevos vacios de semen haciendo que se levantara en el aire subiendo su carnoso trasero.
Sin soportar esas brutales patadas Simón aulló de dolor, y se dejó caer de rodillas para terminar acurrucandose en el piso temblando sin control.
āImbĆ©cil āfue el Ćŗltimo insulto de Lorena antes de retirarse.
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