-SEXO HOMOSEXUAL
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
Felipe caminaba por los pasillos interiores del Nautilus sabĆa a dĆ³nde se dirigĆa y era a tener un encuentro privado con Kevin, uno de los administradores del prostĆbulo. No sabĆa el por quĆ© pero desde sus inicios se convirtiĆ³ en su cliente exclusivo. Felipe era heterosexual y estaba allĆ porque necesitaba el dinero por su parte Kevin tambiĆ©n tenĆa un matrimonio y prĆ”cticamente Felipe era su amante.
El musculoso joven abriĆ³ la puerta de la habitaciĆ³n y encontrĆ³ sentado al borde de la cama al guapo seƱor.
—Llegaste —saludĆ³ Kevin—. Ven aquĆ que mi pito quiere que lo calmen, estĆ” vuelto loco.
Felipe cerrĆ³ la habitaciĆ³n con seguro como de costumbre debĆa ser un secreto los encuentros de ellos ahĆ y en todos esos meses habĆan logrado verse a escondidas aunque habĆan sus excepciones.
Felipe se inclinĆ³ ante Kevin y le bajĆ³ la cremallera. SacĆ³ su polla erecta y se la metiĆ³ en la boca. EmpezĆ³ a mover la cabeza de adelante a atrĆ”s. Nunca antes lo habĆa hecho con otro hombre asĆ que Kevin fue su primera experiencia homosexual en su vida. La saliva resbalaba por su cara.
A pesar de eso el miembro de Felipe empezĆ³ a endurecerse en su ropa interior blanca.
En pocos minutos Kevin lanzĆ³ un gemido mientras descargaba todo el semen en la boca de Felipe obligĆ”ndole a tragarse el espeso lĆquido de salado y fuerte sabor.
El final del encuentro entre ellos dos acabĆ³ con varias palmadas a los huevos de Felipe que lo dejĆ³ doblado de dolor.
Cuando saliĆ³ muy tarde de la habitaciĆ³n se dirigiĆ³ al salĆ³n donde el resto de trabajadores se vestĆan despuĆ©s de culminar la jornada laboral. Hizo su equipaje, se vistiĆ³ y escuchĆ³ los comentarios de sus compaƱeros sobre las experiencias de la noche, fue el primero en despedirse de todos a excepciĆ³n de Luis que habĆan tenido un altercado en anterioridad.
Felipe saliĆ³ del bar y cogiĆ³ un taxi, llegĆ³ al departamento cerca de la 1:15 am. AbriĆ³ el whatsapp y leyĆ³ unos mensajes de su novia enviados mĆ”s temprano, alegĆ³ estar llegando del trabajo y que la visitarĆa muy temprano en la maƱana. TomĆ³ una ducha y se echĆ³ a dormir.
Cuando el sol saliĆ³ en la maƱana el atractivo hombre desayunĆ³ y cogiĆ³ un taxi en direcciĆ³n a casa de su novia le resultĆ³ extraƱo que la chica dejaba sus conversaciones de whatsapp en visto y sin embargo prefiriĆ³ llegar a su residencia donde la encontrĆ³.
—He intentado comunicarme contigo y no me ha respondido, amor, ¿ocurre algo?
La muchacha que tenĆa una centella de odio en la mirada reaccionĆ³ con una fuerte bofetada que lo hizo tambalear.
—Pero, ¿quĆ© te pasa? ¿Por quĆ© me golpeas?
—¡PORQUE ME ENGAĆASTE!
—¿De quĆ© hablas?
—TODO ESTE TIEMPO ME HAS TENIDO ENGAĆADA. QUIERO QUE TE VAYAS.
—¿Pero por quĆ©? No entiendo.
—¡NO TRABAJAS COMO VIGILANTE!
A Felipe aquellas palabras le dieron un vuelco al corazĆ³n, intentando mantenerse firme y quiso seguir con su testimonio.
—Amor, por supuesto que sĆ. Trabajo como vigilante de una construcciĆ³n.
—ESO ES MENTIRA, ME DAS ASCO.
La muchacha intentĆ³ lanzar varios golpes a Felipe y Ć©l pudo calmarla.
—No entiendo a quĆ© quieres llegar.
—¡A ESTO, IDIOTA, A ESTO! ¡MARICA!
La mujer tendiĆ³ su celular a Felipe donde se mostraban unos archivos enviados por whatsapp. Felipe obviĆ³ el nĆŗmero telefĆ³nico y se concentrĆ³ en los archivos recibidos. El primero era un vĆdeo que al reproducir se mostraba a Ć©l bailando la noche anterior a un grupo de hombres y mujeres, su cuerpo estaba casi desnudo brillando en sudor. Felipe se puso pĆ”lido mientras detallaba la reproducciĆ³n. El segundo vĆdeo era peor y en el se veĆa el momento justo en que encerrado en la habitaciĆ³n le hacĆa sexo oral a Kevin hasta tragarse su lefa.
—Amor, yo puedo explicarte esto.
—¡NO ME INTERESA ESCUCHARTE!
—Pero mi vida…
Felipe dirigiĆ³ la vista al desconocido nĆŗmero telefĆ³nico y lo reconociĆ³ al instante.
—Es un hijo de puta —susurrĆ³. El nĆŗmero pertenecĆa a Luis—, Raquel puedo explicarte esto.
—¡NO ME IMPORTA! QUIERO QUE TE LARGUES Y NO ME TOQUES MĆS, MARICA!
Felipe intentĆ³ hablar con ella pero sĆ³lo recibiĆ³ insultos y golpes. PrefiriĆ³ dejarla sola y centrarse en buscar a Luis para darle una lecciĆ³n. Ya se lo habĆa jurado y sabĆa dĆ³nde encontrarlo.
Pacientemente esperĆ³ hasta el mediodia en los alrededores del gimnasio donde Luis trabajaba como entrenador. Cuando lo viĆ³ salir lo siguiĆ³ por seis calles hasta alcanzarlo cercanamente en un callejĆ³n.
—SerĆ” mejor que te esperes —ordenĆ³ sujetĆ”ndolo del antebrazo.
—¿QuĆ© quieres, idiota? —sonriĆ³ Luis.
Felipe lo hizo adentrarse al callejĆ³n.
—Te extralimitaste con mi novia —indicĆ³ Felipe.
—Ah, tu novia —siguiĆ³ Luis emitiendo una risa socarrona.
No tuvo tiempo de reaccionar en el momento en el que Felipe le habĆa golpeado en la cabeza, seguido de un golpe directo a su pĆ³mulo y otro a su ojo.
—¡Hijo de perra, dĆ©jame!
Luis intentĆ³ fallidamente quitar a Felipe de encima de Ć©l, golpeando su rostro sin piedad. A pesar de estar en forma ostensiblemente mejor que su atacante, Luis estaba dominado por completo.
—Te dije que iba a tomar represalias por pegarme aquella noche —indicĆ³ Luis.
Pero Felipe seguĆa furioso atacĆ”ndolo.
—¡Ooooooh!
Luis sintiĆ³ una presiĆ³n terrible en sus pelotas. Felipe habĆa agarrado con sus dedos cuales pinzas sus testĆculos a travĆ©s del pantalon.
Los ojos del bailarĆn se cruzaron y su boca formĆ³ una "O" silenciosa entre tanto sus rodillas se unieron intentando caer al suelo pero detenido por Felipe que lentamente estaba aplastando sus bolas. El tiempo transcurriĆ³ lento para Luis que sĆ³lo sentĆa un intenso dolor que salĆa de sus pelotas.
En el agarre Luis sentĆa que su testĆculo izquierdo se estaba hinchado. Se aferrĆ³ inĆŗtilmente a las carnosas manos en una desesperada tentativa de aliviar la aplastante presiĆ³n.
Luis levantĆ³ su rodilla en un intento frenĆ©tico para liberarse y sintiĆ³ como se hundĆa en un montĆculo enorme entre las piernas de Felipe que jadeĆ³ y soltĆ³ su agarre retrocediendo.
Pero dominado por la furia Felipe recuperĆ³ la compostura y volvĆa a cargar contra Luis. SĆ³lo que esta vez Luis estaba listo para el ataque.
Luis levantĆ³ la pierna justo cuando Felipe se lanzaba contra Ć©l e hizo una mueca cuando sintiĆ³ que el zapato se hundĆa en sus bolas, chocĆ”ndolas contra la pelvis.
El atormentado Felipe se quejĆ³ agarrando sus pelotas, sin mucho esfuerzo y casi cĆ³micamente Luis lo empujĆ³ y Felipe cayĆ³ derribado al suelo.
Luis se situĆ³ sobre Felipe y se colocĆ³ encima de su pecho.
En un intento de protecciĆ³n Felipe trasladĆ³ las manos al cuello de Luis y comenzĆ³ a apretar con fuerza.
Luis empezĆ³ a hacer muecas a medida que el aire faltaba en sus pulmones. SintiĆ³ que iba a desmayarse o peor aĆŗn a morir en las garras de Felipe.
Felipe estaba dispuesto a todo ahorcando a Luis que ya se sentĆa derrotado.
Luis tenĆa los ojos como platos… ¡el aire faltaba en su cerebro! Oxigenar, oxigenar, debĆa oxigenar.
En un Ćŗltimo intento por liberaciĆ³n, Luis recordĆ³ las vulnerables huevas de Felipe que estaban expuestas bajo Ć©l, asĆ que decidiĆ³ arriesgarse y regalarle un puƱetazo en las bolas. Felipe gritĆ³ cuando sintiĆ³ que el golpe rebotĆ³ en su entrepierna, dio un sobresalto y tambiĆ©n soltĆ³ la garganta de Luis.
Luis comenzĆ³ a toser mientras agarraba su garganta. Felipe lo echo a un lado y se incorporo, asĆ que su guapo enemigo lo pensĆ³ rĆ”pido para contraatacar. Se echĆ³ sobre Ć©l y se aferrĆ³ a sus huevos.
Felipe aullĆ³ de terror cuando la presiĆ³n aumentĆ³ rĆ”pidamente.
Luis apretaba la mano con fuerza y para Felipe la sensaciĆ³n era agria.
—¡Oooh!
Felipe sollozĆ³ mientras sus grandes y colgantes huevas estaban atrapadas en la palma de la mano del agresor.
—¡ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHH H!
Fue el Ćŗltimo grito de Felipe antes de quedar inerte en el suelo. Luis soltĆ³ los cojones ahora hinchados y dio varias bofetadas a la cara del bailarĆn.
—Nada, eres un debilucho —decĆa Luis—. CaĆste desmayado.
Luis se enderezĆ³ todavĆa contemplando el cuerpo sin movimiento de Felipe.
—Haberte desmayado es suerte para ti. Pero cuando te despiertes tendrĆ”s un fuerte dolor.
Luis levantĆ³ el pie y aplastĆ³ la entrepierna de Felipe en tres ocasiones seguidas apoyando todo el peso de su cuerpo en Ć©l hasta que inexplicablemente escuchĆ³ un raro sonido proveniente del pantalĆ³n.
PLOP
Luis se agachĆ³ y tocĆ³ la protuberancia de Felipe, se puso pĆ”lido cuando solo sintiĆ³ un testĆculo.
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