-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
El rostro de Marcial estaba pƔlido. El guapo actor estaba desnudo, con las manos atadas a una silla y los genitales expuestos en una ajustada ropa interior azul.
Ante Ć©l estaban AarĆ³n y Rafael con cara de pocos amigos procesando una propuesta que a ellos no les gustaba pero que al atractivo actor le encantaba.
Los hombres se acercaron a Marcial, que se habĆa puesto tenso de sĆ³lo tenerlos cerca a pesar de querer compartir su eterno amor con ellos. AarĆ³n que era el mĆ”s decepcionado tensĆ³ la erecciĆ³n de su ropa interior al ver el cuerpo de Marcial mojado en sudor.
—¿CĆ³mo te atreves a pedirnos que hagamos borrĆ³n y cuenta nueva? —decĆa AarĆ³n—. Que olvidemos todo lo que ha pasado entre los tres, todos los problemas, para que a partir de ahora estemos los tres juntos.
—Que descarado, tipo —se quejĆ³ Rafael—. Y te atreves a engaƱarme con Ć©l en esa fiesta a la que no asistĆ.
Rafael crujiĆ³ los huevos de Marcial con un puntapie preciso.
Marcial abriĆ³ los ojos haciendo una mueca.
Rafael se apartĆ³ y fue el turno del moreno Aaron:
—Tus alegatos son ridĆculos, nos quieres por igual a los dos y deseas que vivamos los tres juntos, compartiendo como el gran macho alfa.
Dio un paso adelante, levantĆ³ la pierna y sus pies tocaron las gĆ³nadas de Marcial.
Aaron se mordiĆ³ el labio inferior y aplastĆ³ las huevas de Marcial bajo su pie.
Marcial soltĆ³ un gemido y apretĆ³ los ojos.
Marcial se estaba mordiendo los dientes, gimiendo y gimiendo mientras sus pelotas crujĆan debajo del pie de AarĆ³n, todavĆa no se arrepentĆa de la propuesta hecha. SintiĆ©ndo que sus testĆculos se volvĆan blandos soltĆ³ un gruƱido angustiado.
Marcial rugiĆ³ como un leĆ³n herido mientras sus grandes e hinchadas pelotas eran mĆ”s aplastadas por el pie de AarĆ³n.
—Se necesita ser muy descarado para pedirle eso a tu ex —dijo AarĆ³n pisoteando fuertemente el testĆculo izquierdo de Marcial, haciendo que gritase de dolor.
Rafael se percatĆ³ que Marcial tenĆa los ojos cerrados y la boca abierta y lĆ”grimas corrĆan por su rostro mientras gritaba en agonĆa. LevantĆ³ el brazo y agarrĆ³ a AarĆ³n.
—Detente —le pidiĆ³.
AarĆ³n obedeciĆ³ y apartĆ³ su pie de la entrepierna de Marcial que enseguida comenzĆ³ a respirar agitadamente.
—Conversemos afuera —pidiĆ³ calmadamente Rafael.
Para su sorpresa AarĆ³n obedeciĆ³ y saliĆ³ junto a Rafael mientras Marcial quedaba envuelto en medio del dolor en la silla.
—Hombre, Marcial no te ha olvidado —reconociĆ³ Rafael—. Pero tambiĆ©n me quiere a mi.
—¿Y quĆ© quieres que haga yo?
—Que tomemos su palabra.
—¿QuĆ©?
—SĆ, seamos parte de un trĆo con Ć©l. IntentĆ©moslo……… un mes…
AarĆ³n se quedĆ³ meditando, finalmente mirĆ³ a los ojos de Rafael y leyĆ³ la franqueza en sus ojos.
—AsĆ ponemos fin a esta tonta guerra entre nosotros por Marcial, que nos quiere a los dos.
—EstĆ” bien —aceptĆ³ AarĆ³n, acto seguido levantĆ³ el brazo y estrechĆ³ la mano de Rafael aceptando el trato.
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