CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE
—TodavĆa no entiendo por quĆ© aceptĆ© esto de esta manera —se quejĆ³ RomĆ”n tumbado a un borde de la cama.
—Amor —indicĆ³ su novia—, es la Ćŗnica manera que puedas cumplir mi fantasĆa. AdemĆ”s, nunca permitirĆ© que lo hagas con otra mujer que no sea yo.
Dos muchachos estaban muy cerca del nervioso RomĆ”n que seguĆa sentado con las piernas separadas.
—¿SerĆ” muy duro? —preguntĆ³ con curiosidad. Aunque la idea de sentirse dominado por otros muchachos de su edad le provocaban una erecciĆ³n.
RomƔn era sorprendentemente guapo con el cabello negro y la tez blanca. Estaba en forma pero no demasiado musculoso.
Uno de los muchachos le dio a RomĆ”n un guiƱo mientras hacĆa un gesto a su novia que se tocaba el sexo sentada al borde de la cama.
RomĆ”n separĆ³ las piernas para dejar a merced sus testĆculos repletos de semen para una sesiĆ³n de ballbusting. Sus bolas eran grandes y casi cĆ³micamente redondas, como dos billares rellenos en su escroto colgante. Su novia se emocionĆ³ de admirar los genitales que muchas veces mordisqueaba con sus dientes para verlo sufrir.
—¡OOOOOOOOHHHHHHHHH!
RomĆ”n gimiĆ³ cuando uno de los atlĆ©ticos muchachos enterrĆ³ su talĆ³n contra sus testĆculos. Seguidamente apartĆ³ el pie.
La novia de RomĆ”n se sintiĆ³ hĆŗmeda ante la cara de molestia que colocaba su novio acariciĆ”ndose los huevos.
—¡Aparta tus manos de ahĆ, puto! —ordenĆ³ uno de los muchachos.
DĆ³cilmente RomĆ”n obedeciĆ³.
RomĆ”n sentĆa que con aquel furtivo golpe a pesar de doler, sus bolas comenzaban a palpitar.
El otro muchacho saltĆ³ en el aire y creyĆ©ndose power rangers aplastĆ³ los cojones de RomĆ”n con el puƱo cerrado.
Los ojos de RomĆ”n se abrieron de par en par mientras sentĆa sus bolas se aplastadan ante la fuerza de los nudillos. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas e instintivamente buscĆ³ apartar el pesado puƱo de sus redondas huevas.
—¡Oooh! ¡Mis bolas! ¡Oooooohhhhh!
La novia de RomĆ”n riĆ³ introduciendo sus manos en la vagina.
—¡LEVĆNTATE! —le ordenaron con un potente grito.
Pese al ardiente dolor RomĆ”n obedeciĆ³.
Fue cuando uno de los muchachos lo sujetĆ³ de los brazos mientras el otro se plantĆ³ delante de Ć©l y lo agarrĆ³ de las pelotas.
—¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!
RomĆ”n doblĆ³ los ojos con temor y dolor lo que para su novia que observaba era una mezcla exquisita.
RomĆ”n gritĆ³ suplicando que lo soltaran porque sus bolas eran aplastadas y se estaban poniendo planas.
Su novia lanzĆ³ una carcajada estrepitosa mientras su novio seguĆa y seguĆa siendo torturado de las huevas.
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