Los deseos de mi novia - Las Bolas de Pablo

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16 nov 2017

Los deseos de mi novia


CONTIENE:
-BALLBUSTING HOMBRE/HOMBRE

   —TodavĆ­a no entiendo por quĆ© aceptĆ© esto de esta manera —se quejó RomĆ”n tumbado a un borde de la cama.


   —Amor —indicó su novia—, es la Ćŗnica manera que puedas cumplir mi fantasĆ­a. AdemĆ”s, nunca permitirĆ© que lo hagas con otra mujer que no sea yo.


   Dos muchachos estaban muy cerca del nervioso RomĆ”n que seguĆ­a sentado con las piernas separadas.


   —¿SerĆ” muy duro? —preguntó con curiosidad. Aunque la idea de sentirse dominado por otros muchachos de su edad le provocaban una erección.


   —Simplemente lo disfrutarĆ”s —indicó otro de los jóvenes que lo miraba.


   RomĆ”n era sorprendentemente guapo con el cabello negro y la tez blanca. Estaba en forma pero no demasiado musculoso.


   Uno de los muchachos le dio a RomĆ”n un guiƱo mientras hacĆ­a un gesto a su novia que se tocaba el sexo sentada al borde de la cama.


   RomĆ”n separó las piernas para dejar a merced sus testĆ­culos repletos de semen para una sesión de ballbusting. Sus bolas eran grandes y casi cómicamente redondas, como dos billares rellenos en su escroto colgante. Su novia se emocionó de admirar los genitales que muchas veces mordisqueaba con sus dientes para verlo sufrir.


   —¡OOOOOOOOHHHHHHHHH!


   RomĆ”n gimió cuando uno de los atlĆ©ticos muchachos enterró su talón contra sus testĆ­culos. Seguidamente apartó el pie.


   La novia de RomĆ”n se sintió hĆŗmeda ante la cara de molestia que colocaba su novio acariciĆ”ndose los huevos.


   —¡Aparta tus manos de ahĆ­, puto! —ordenó uno de los muchachos.


   Dócilmente RomĆ”n obedeció.


   RomĆ”n sentĆ­a que con aquel furtivo golpe a pesar de doler, sus bolas comenzaban a palpitar.


   El otro muchacho saltó en el aire y creyĆ©ndose power rangers aplastó los cojones de RomĆ”n con el puƱo cerrado.


   Los ojos de RomĆ”n se abrieron de par en par mientras sentĆ­a sus bolas se aplastadan ante la fuerza de los nudillos. Sus ojos se llenaron de lĆ”grimas e instintivamente buscó apartar el pesado puƱo de sus redondas huevas.


   —¡Oooh! ¡Mis bolas! ¡Oooooohhhhh!


   La novia de RomĆ”n rió introduciendo sus manos en la vagina.


   —¡LEVƁNTATE! —le ordenaron con un potente grito.


   Pese al ardiente dolor RomĆ”n obedeció.


   Fue cuando uno de los muchachos lo sujetó de los brazos mientras el otro se plantó delante de Ć©l y lo agarró de las pelotas.


   —¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!


   RomĆ”n dobló los ojos con temor y dolor lo que para su novia que observaba era una mezcla exquisita.


   RomĆ”n gritó suplicando que lo soltaran porque sus bolas eran aplastadas y se estaban poniendo planas.


   Su novia lanzó una carcajada estrepitosa mientras su novio seguĆ­a y seguĆ­a siendo torturado de las huevas.

1 comentario:

  1. Oh genial. Por favor, mƔs historias donde las chicas se ponen cachondas viendo a los chicos romperle las pelotas a otros.

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