ESCRITA POR: ZATN
CONTIENE BALLBUSTING F/M y SEXO HETEROSEXUAL.
ESTE RELATO ES CONTINUACIĆN DE PILLADA POR EL PATRĆN.
En la primera parte, Ana MarĆa, una criada que labora en la casa de los MartĆnez, es sorprendida tocĆ”ndose Ćntimamente, Mientras chatea con un hombre vĆa redes sociales; Su patrón Don Miguel va a despedirla, cuando la mujer por accidente le propina un puƱetazo en los testĆculosā¦
ā¦Para su fortuna, Don Miguel termina demostrando un escondido gusto por recibir golpes bajos, y acordando una mejora económica, La criada golpea los testĆculos, al tiempo que realiza una felación a su Patrón.
DespuĆ©s de lo acontecido en la habitación de Ana MarĆa, la criada se pasó toda la noche pensativa, A su patrón Don Miguel le gustaba que le pegaran en las bolas.
Recordó la reacción de su patrón al darle ese rodillazo, del que por un instante creyó que le dejarĆa sin poder tener herederos.
TendrĆa algo que ver ese gusto de su jefe con el divorcio de su esposa hace mĆ”s de un aƱo?...pero tenĆa entendido que la mujer le fue infiel, o tal vez la mujer quiso buscarse a un hombre de gustos mĆ”s ānormalitosāā¦En fin no podrĆa saber eso esta noche, para maƱana obtendrĆa mĆ”s información⦠se fijó ese objetivo.
SimultĆ”neamente se dedicó a recordar el pene de su jefe en la boca Y su mano acariciando esas adoloridas bolas, misma mano con la que ahora se tocaba el clĆtoris, jadeando sin parar, mĆ”s de un orgasmo sintió Ana MarĆa ese resto de noche.
Amaneció y la empleada se levantó temprano, pues ni siquiera tomó sueƱo, despuĆ©s de 7 am, DoƱa Gertrudis la nana, llevó a los niƱos a sus diferentes escuelas en el auto. Ahora estaban ella y el patrón solos en casa, ya que la nana se pasarĆa el resto del dĆa en asuntos personales, no regresando hasta recoger a los niƱos al salir de la escuela.
Pero cuando la criada tocó en la puerta del estudio de su jefe, Don Miguel le impidió ingresar.
āNo entres estoy ocupadoā. Don Miguel trabajaba esa maƱana en casa, como sucedĆa en ocasiones y cuando pasaba no permitĆa ninguna interrupción.
Solo unas 3 horas después la criada tuvo permiso del patrón para ingresar.
āSi Ana MarĆa, que deseas?ā.
āQuisiera que hablĆ”ramos de lo de anocheā.
āAnoche?...a que te refieres?, a la cena?ā. La actitud del patrón incomodó a la criada que fue directa al punto.
āMe refiero a lo que pasó en mi habitaciónā.
Don Miguel puso cara seria, se levantó del asiento del despacho y avanzó hacia la mujer. Ana MarĆa sonrĆo⦠ahora sĆ tendrĆa respuestas de su patrón.
āA que te refieres?, que pasó en tu habitación, no entiendoā.
Ana MarĆa frunció el ceƱo⦠que acaso este cuarentón se estaba haciendo el tonto?, o es que ya le habĆa alcanzado el Alzheimer a los 40 aƱos. Le causo escozor el pensar que era tan tacaƱo que fingĆa no recordar para no pagarle el bono prometido.
āAsĆ?... no se acuerda de estoooooo!ā. La criada cerró el puƱo derecho, y con Ć”nimo, lo lanzó en forma de recto descendente contra la entrepierna de su Patrón, hundiĆ©ndose en el bulto de sus gónadas.
āUUUFFFFFF!!!ā. Exclamó Don Miguel quien se dobló un poco, al tiempo que colocaba una mano en la entrepierna, y la otra en el muslo, buscando mantener el equilibrio.
āOOh siiii!!!!, claro que lo recuerdoā.
āSe estaba haciendo el tonto!ā.
āPues la verdad, SĆ!ā¦querĆa que te enojaras un poco y me refrescaras la memoria a las malasā.
āPero que pervertido es usted jefe!ā¦Pero entonces si me cumplirĆ”, usted me prometió algoā.
āNo te preocupes que si cumplirĆ©, de hecho ya te hice un cheque, pero dame un instante para tomar algo de aire dulzuraā.
La criada entendió y decidió cambiar el tema⦠bueno, mÔs bien profundizar el tema y saber las respuestas a aquellos interrogantes que llevaba en la cabeza desde la noche anterior.
āPatrón⦠Por favor cuĆ©nteme desde cuando le gusta esa prĆ”ctica⦠que es bastante fuerte!ā.
āHace unos 5 aƱos, un amigo me invitó a una fiesta, mi esposa estaba de viaje, y yo estaba urgido de mujer, Ćl sabĆa eso y contrató mujeres de compaƱĆa; AhĆ me preguntó si conocĆa eso de pegarse ahĆ, yo nunca lo habĆa hecho, pero me convenció de intentarloā¦
ā¦Acepte asĆ que instruyó a la mujer de compaƱĆa para que me diera una muestra, Ć©l ya desde hace tiempo lo practicaba con ellas, y asĆ empezó el asuntoā.
āLa mujerzuela le pegó, y le gustóā.
āAl principio era terrible, pero esa mujeres saben cómo tramarlo a uno, y me quedó gustandoā.
āY usted lo hacĆa con su seƱora?ā.
āSi⦠a ella al principio le pareció muy enfermo, pero un dĆa de aniversario, cómo regalo me complació, y se acostumbróā.
Ana MarĆa se contuvo de preguntar si esos gustos terminaron molestando a la seƱora, a tal punto de divorciarse, o la separación no tuvo nada que ver⦠la criada consideró mejor no tocar ese punto, y continuó:
āSabe algo Don Miguel, no me ha disgustado el dejarle mĆ”s indefenso que un niƱo chiquito, asĆ queā¦puedo hacerlo de nuevo si usted lo deseaā.
Ana MarĆa recalcó bajo quĆ© condiciones participarĆa en lo pervertidos juegos de su patrón.
āDon Miguel, ya ayer se lo dije, estoy urgida de dineroā¦y estoy dispuesta repetir esa experiencia ya mismoā¦pero usted ya sabe lo que debe darme en reciprocidadā.
Una gran sonrisa en la cara del patrón contagió a Ana MarĆa, que espera desde ahora una constante fuente de ingresos extras.
āPues bendita urgencia que tienes de dinero, porque me conviene y bastanteā.
Don Miguel fue a su escritorio y sacó de debajo de un libro un papel, entregÔndoselo a la criada.
Los ojos de Ana MarĆa se abrieron de par en par al ver que era un cheque con una buena suma de dinero⦠sin hacer buenos cĆ”lculos, era un 20% de su sueldo mensual, y dado por lo acontecido en su cuarto la noche anterior.
āUyyyy, Gracias Don Miguel!ā. Expresó la criada, mientras besaba las mejillas de su patrón.
āYa, ya, cĆ”lmate, te tengo otro bono si vienes a mi cuarto maƱana en la nocheā.
āMaƱana?, no hoy?ā. Ana MarĆa tenĆa muchas ansias de ver mĆ”s cheques en su mano.
āMaƱana, pues esta noche llegarĆ© tarde por un asunto del trabajo, pero maƱana estarĆ© libre desde la 6 pmā¦claro que nos veremos despuĆ©s que todos se hayan ido a dormirā.
āCuente conmigo Don Miguel!⦠le voy a dejar los huevos de corbata!ā.
El patrón veĆa alejar a la criada, que brincaba de entusiasmo como una colegiala.
Todo el dĆa transcurrió para Ana MarĆa rĆ”pidamente, quien no veĆa llegase ya la noche de maƱana para ganar mĆ”s dinero, pero al analizar mejor el asunto, no pudo dejar de pensar en que volverĆa a ver el grueso pene de su patrón⦠Seguro le pedirĆa chupĆ”rselo una vez mĆ”s, y si pedĆa algo mĆ”s?... pues lo complacerĆa, despuĆ©s de todo, hacĆa tanto no tenĆa un verga en su coƱo⦠ya extraƱaba sentir una.
Y llegó la noche deseada; Ana MarĆa habĆa planeado bien la jornada, y ante las indicaciones previas de su jefe, apareció pasada las 11, pm ante la puerta de la habitación del patrón; Por los fuertes sonidos que de seguro saldrĆan de la habitación de Don Miguel no habĆa problema, pues esta se hallaba bastante alejada de los cuartos de sus hijos y de la nana.
La criada vestĆa un body negro de tirantes, con un blue jean ceƱido, el patrón se morĆa de ansias por verla desprenderse del jean. El jefe estĆ” complacido con lo que ve y lo que vendrĆ”, viste unos bóxeres oscuros, denotando de inmediato una erección incipiente.
Una vez dentro la mujer, Don Miguel observa la vista trasera de su empleada. Sin poder evitar darle una nalgada sobre ese llamativo blue jean, Ana MarĆa sonrĆe complacida, serĆ” una noche de fuertes emociones.
āDon Miguel, veo que quiere acción por todos lados, con su gustito pervertido, y en la cama conmigo, pero esperarĆ” a que me quite el pantalón?ā.
āNo creo aguantar tanto cariƱoā.
āEntonces es mi deber frenarlo un poco⦠quietito travieso!ā.
Y sin su patrón verlo venir, la mujer le da un rÔpido manotazo en la entrepierna, que hace retroceder al cuarentón.
Ana MarĆa se quitó el blue jean mostrando lo perfecto que le quedaba el body en su región pĆ©lvica.
El patrón queda boquiabierto con la muchacha, aguantando sus ganas de tomarla por las caderas y hacerle mil cosas sexuales.
āEntonces Don Miguel, estĆ” listo para esta noche?... No se le olvide que me deberĆ” un nuevo bono extra de sueldo⦠Y espero sea mĆ”s generoso si llegamos a intimarā.
āPues espero eso, y tendrĆ”s un bono extra sobre el bono extra prometido⦠y te lo habrĆ”s bien ganado querida muchachaā¦ā.
El hombre se queda estĆ”tico, mientras la criada le baja la ropa interior, con sus prendas en los tobillos, el hombre levanta un pie para deshacerse por completo del estorbo, pero es sorprendido por un nuevo manotazo a las ahora desnudas gónadasā¦
ā¦El latigazo hace trastabillar al varón, quien cae al piso sentado con los genitales expuestos.
Ana MarĆa puede ver plenamente los desprotegidos testĆculos⦠estĆ”n mĆ”s que listo para ser pateados.
āNo⦠no quiero ser llamada traicionera, arriba, dame el frente para caparte condenado pervertidoā.
El lenguaje rudo tambiĆ©n hacia su parte, y el jadeante Don Miguel obedeció ansioso; Viendo reaccionar un poco su pene⦠mĆ”s adelante le llegarĆa el turno de que tuviera acción, por lo pronto el patrón intenta controlar su erección⦠Cuando estĆ© satisfecho de golpes bajos, le harĆ” el amor a la criada⦠serĆ” una noche perfecta para Ć©l⦠y sabe que para ella tambiĆ©n, pues desde esa noche cuando la pillo, es mĆ”s que obvio que la empleada desea una verga en su interior.
Con esfuerzo Don Miguel se incorporó, y apenas sintió la mano izquierda de la criada tocar su hombro, colocó a toda prisa sus manos atrĆ”s, en el preciso momento en que la rodilla de Ana MarĆa entraba en contacto Ćntimo con sus huevas.
āAAAhhhhhh!!!ā. Gritaba el patrón ante tan firme fauleada, la empleada no tuvo la menor consideración al oĆrle gritar, la vez anterior habĆa tenido algo de temor por la fuerza usada, pero ahora impactaba con mĆ”s naturalidad, aunque no a plena potencia⦠No querĆa dejarle estĆ©ril, y ademĆ”s mesurando su fuerza, podrĆa dar mĆ”s golpes bajos, aumentando la perversión en su degenerado patrón.
āAAArrrrgggg!!ā. Expresaba Don Miguel, cuando una vez mĆ”s la rótula femenina aplanaba sus cojones, dejĆ”ndole una vez mĆ”s tirado.
Ana MarĆa hizo un pausa dejando asĆ recuperar a su patrón, la mujer jadeaba de la excitación⦠ver a su jefe tan adolorido causaba un efecto pervertido en ella, estaba ansiosa de golpearle los huevos una vez mĆ”s⦠acaso se estaba metiendo en estos temas pervertidos?.
āArriba Don Miguel⦠sea hombre y demuestre su fuerza⦠usted puede soportar mĆ”sā. Expresó la joven quien se retiraba el suave calzado que llevaba... ahora serĆan sus pies los agresores.
āVeo que te estĆ” gustando esto dulzuraā. Expresó el adolorido patrón cuyo pene brincaba de la excitación.
Era una clara verdad⦠Ana MarĆa se estaba tramada en esto de dar golpes bajos⦠y seguirĆa haciĆ©ndolo.
Don Miguel logra ponerse en pie, y ganar tono muscular, plantÔndole al frente, con los brazos a ambos lados; Sin cubrir mÔs la lastimada zona⦠una leve abertura en sus muslos, es la señal de que estÔ listo para mÔs⦠RecibirÔ los pies de la criada!
Ana MarĆa lanza su patada!, certeramente conecta las huevas del patrón, las esferas viriles del hombre son zarandeadas con violencia, mientras el semi erecto pene se bate de arriba abajo golpeando Ć©ste tambiĆ©n con su revote las sensibles gónadas.
āAAAAAHHHHHH!!!ā. Grita Don Miguel ante el fuerte impacto, con el pie la criada desencadenó una mayor fuerza de choque lastimando considerablemente su hombrĆa.
A pesar del intenso dolor el pene del patrón seguĆa en crecimiento, mientras el sujeto ampliaba su base de sustentación para evitar colapsar al suelo por tercera vez... Pero la criada no le iba a dar tregua, y ya preparaba una nueva patada.
āUUUHHHHHHHGGGG!ā. Se quejó el hombre con el continuado impacto, con un leve brinco asimiló el golpe, aun conservĆ”ndose en pie.
Y faltaba mĆ”s!, Ana MarĆa reunĆa mĆ”s fuerzas⦠sentĆa excitación al patear, y una leve decepción al no haber tumbado a su jefe con ese segundo impacto del pieā¦vendrĆa la mĆ”s potente patada que pudiera dar.
Don Miguel la vio venir, y apretó los músculos logrando erguirse plenamente:
āVen! Dala con todo!ā.
PLAMP!, el pie Ana MarĆa se estrellaba de pleno en el escroto de su patrón, quien abrĆa la boca al mĆ”ximo gritando un āAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!ā.
Las comprimidas huevas del varón le causaron un corrientazo desde su ingle al estómago, haciĆ©ndole toser espesa saliva, mientras sus piernas de aspecto gelatinoso, no soportaban su propio peso, y el hombre caĆa sentado en el piso.
Don Miguel se agarró los huevos, y se retorcĆa con violencia⦠Ana MarĆa se asusta un instante, pero la sonrisa en los labios de su patrón y la erección en la entrepierna la calmanā¦
La mujer piensa:
- Vaya que debe estar acostumbrado a ser golpeado allĆ, soporta ya bastante castigo, si fuera un hombre normal, segura ya lo hubiera dejado de hospital, y sin herederos!
Luego de la intensa patada Ana MarĆa decide que ya ha tenido suficiente de esta peculiar y extraƱa conducta sexual...y ya es hora del clĆ”sico sexo, aprovecharĆ” el erecto pene de su patrónā¦despuĆ©s de todo, ella estĆ” ya bastante hĆŗmeda en el coƱo, y ya quiere desahogarse.
La mujer ayuda a incorporar al hombre, quien parece que estĆ” de acuerdo con la pausa; Pronto esta recostado en la cama, con la mujer a su lado, quien con habilidad manual, no dejarĆ” que esa gruesa verga desciendaā¦la mantiene potente, mientras Don Miguel retoma un poco mĆ”s de energĆas para lo que viene.
Pero tambiĆ©n hay tiempo para las enrojecidas huevas de su patrón, eso sĆ, con suma delicadeza las masajea, ganĆ”ndose muchos āGraciasā por parte de Don Miguel, quien a pesar de sentir como le arden por dentro, no deja de gozarā¦.
AdemĆ”s esos masajes revitalizan al hombre⦠su instinto viril ahora estĆ” mĆ”s que elevadoā¦
ā¦Es lo que ella quiere!, quiere a un patrón en toda su potencia, que le haga el amor con pasión y fuerza, desde hace tanto no tiene una verga adentro, y quiere que se la meta hasta el fondo.
Los abundantes lĆquidos que emergen de la uretra masculina le dice a la mujer que estĆ” listo para la acción; Mientras ella con rapidez se despide del body negro, mostrĆ”ndole al patrón su maravillosa desnudez. Don Miguel se centra en el empapado coƱo de su empleada, quien inicia el contacto Ćntimo con pasionales besos con su jefe.
El milagrosamente recuperado patrón se coloca sobre la criada, quien ya tiene las piernas abiertas, con un leve movimiento de pelvis, el grueso miembro del varón invade la cueva femeninaā¦
āAahhhhhhā. Ana MarĆa se quejaā¦la cabeza del pene de su jefe es muy gorda, y se le ha quedado atrancada. Tras unas maniobras por parte del hombre, el glande ingresa por completo⦠y luego con un firme empuje⦠le sigue el resto del tronco peneano.
La empleada parece pletórica al tener esa gorda verga en su húmedo coño, el choque de los huevos contra la entrada femenina la arranca un aullido a Don Miguel, quien sin embargo, embate las Ôreas intimas de la mujer con potencia.
Se entabla un ritmo sexual concadenado, donde el varón empuja cada vez mĆ”s, mientras la dama recibe todo el placer, y empapa con sus jugos la verga y las huevas de su patrón. La empleada tuvo su primer orgasmo⦠extraƱaba esa sensación!, desde hacĆa tiempo no tenĆa un hombre que la hiciese sentir mujerā¦y hoy se desahogaba.
Pronto cambian de posición sexual, Ana MarĆa con los muslos flexionados sobre el tronco, y un Don Miguel de medio lado metiendo su verga sin pausa, la criada aporta tambiĆ©n con sus contracciones vaginales, y sus hĆ”biles manos, que acarician las huevas de su patrón.
Por largo tiempo Don Miguel perfora su coƱo sin piedad, Ʃl tambiƩn deja notar que extraƱaba una buena mujer, una con quien desbocarse y mostrar todo su instinto animal.
Ambos sudorosos no paran de jadear y probar todas las posiciones sexualesā¦Las patas de la cama sufren ante tanta y vigorosa actividad.
El momento de Ʃxtasis estƔ cerca, y en medio de su goce, la empleada le tiene una sorpresa a su jefe.
āMe vengo⦠me vengoā. Expresó Don Miguel, y esa era la seƱal para que actuase la criada, quien dejó de acariciar los huevos de su patrón, para con su mano izquierda tomar todo el saco escrotal desde su base debajo del pene, y apretar con todas sus fuerzas.
āAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!!ā. Gritó Don Miguel sintiendo su hombrĆa ser comprimida en el momento justo de la eyaculación⦠Con una potencia inusitada, el esperma salió disparado contra el fondo vaginal de la joven, quien jadeo al sentir tremendo chorro caliente en su interior.
Don Miguel tronó los dientes, conteniendo un nuevo grito, mientras mĆ”s y mĆ”s semen se le escapaba a presión de las huevasā¦. El rudo apretón de Ana MarĆa continuaba, queriendo hacerle sacar la Ćŗltima gota de esperma⦠Solo tras un montón de disparos blancos, la mujer le soltó las gónadas.
De inmediato el patrón se salió de su interior, y quedó de medio lado en la cama sobando sus estrujadas huevas.
Ana MarĆa gozó como nunca un polvo, se hallaba jadeante y casi sin respiración, mordiĆ©ndose los labios por el nuevo orgasmo que ese chorro de esperma le hizo experimentar.
Viendo a su adolorido pero sonriente patrón, la mujer le preguntó:
āLe gusto la sorpresita Don Miguel?ā.
āUUyyyy⦠me encantoooo!, un ataque traicionero siempre es maravillosoā.
Pasaron unos minutos y Don Miguel tomó sÔbanas.
Me disculparÔs pero quedé exhausto⦠tengo ganas de un sueñito.
Ana MarĆa tambiĆ©n estaba algo cansada y le habĆa cogido gusto a las sĆ”banas, pero hizo ademan de levantarse de la cama para dejar dormir a su jefe.
āPero no te vayas cariƱo, duerme un rato conmigo, que quiero sentir una mujer a mi ladoā.
āLe agradezco la invitación⦠tambiĆ©n quedĆ© cansada⦠fue muy rico lo que me hizo sentirā.
Por la mente de Ana MarĆa no pasaba ya el tema económico, era un hecho que el patrón le cumplirĆa con el dinero, cómo lo habĆa hecho hasta entonces⦠A la criada le importaba ahora el descansar⦠las sensaciones de esta noche la habĆan excitado en realidad, y bastante!⦠recordaba cada momento, cada golpe bajo que el dio, y cada penetrada a su coƱo⦠Ana MarĆa en realidad habĆa disfrutado de la perversión e intimidad con Don Miguel.
La pareja durmió plĆ”cidamente. Ya cerca de las 4 am, Ana MarĆa abrió los ojos, no estaba obligada a iniciar sus labores del servicio domĆ©stico tan temprano el dĆa de hoy, no despuĆ©s de la extenuante noche con Don Miguel, pero era su costumbre corporal levantarse tan temprano.
Decidió regresar a su habitación, por un instante se quedó viendo a Don Miguel, se le acercó y le dio un tierno beso en los labios; Sinceramente habĆa disfrutado de su pene⦠y estaba segura que su cuerpo no se contentarĆa con lo sucedido anoche⦠NO!, de ahora en adelante se acostarĆa con Ć©l cada vez que pudiera⦠No reprimirĆa mĆ”s a la mujer deseosa de sexo que habitaba en su interiorā¦
ā¦Y cómo hacerlo si tenĆa a un macho deseoso y pervertido a su entera disposición, un macho que la buscarĆa a cada rato para satisfacer su pervertido deseo por golpes bajos, e intimidad desenfrenada⦠Ahora eran dos asuntos relacionados⦠cada vez que se citaran, le devastarĆa las huevas a puntapiĆ©s, para despuĆ©s cabalgar su gorda pollaā¦
ā¦Ana MarĆa y Don Miguel serĆan amantes de ahora en adelante. Ya se marchaba la empleada, cuando el hombre despertó debido al beso.
āYa te vas?, que, quĆ© hora es?ā.
āPronto va a amanecer, siga durmiendo patrónā. La mujer se acercó y acarició el cabello del varón para relajarlo y devolverle al mundo de los sueƱos.
āSabes bien que esto de anoche va a pasar mĆ”s y mĆ”s, verdad?ā.
āClaro patrón, y usted sabe que cada vez como anoche, me ganarĆ© ese bono que usted me ha prometidoā.
Ana MarĆa no querĆa parecer demasiado deseosa por placer carnal, y siempre tendrĆa la excusa de hacerlo por dinero⦠Un motivo inicial, que ahora era la pantalla para aceptar tener esas pervertida pero deliciosas jornadas con su jefe.
Retomando el sueƱo, Don Miguel balbuceó: āClaro que te cumpliré⦠siempre te cumpliré⦠eres maravillosa y lo que te dĆ©, siempre te habrĆ”s ganado con mĆ©ritosā.
El patrón cerró los ojos y la criada abandonó la habitación.
Los sucesos de esta historia de dos partes, solo serĆan el inicio de una pervertida relación, entre empleada y jefe⦠Una relación que mezclaba dolor y placer, y que llevarĆa a ambos a goces sin fin.
Fin.
Gracias
Comentarios a zatniktiel@hotmail.com
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