Guerreros: Carlos vs Fernando - Las Bolas de Pablo

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16 dic 2022

Guerreros: Carlos vs Fernando



Era una noche especial de lucha en Guerreros ya que algunos nuevos talentos estaban haciendo su debut contra el grupo local de la empresa. El pĆŗblico se habĆ­a entusiasmado con todos los combates anteriores de la noche y era el momento del penĆŗltimo combate antes del evento principal. 


Las luces se atenuaron y las pantallas de vĆ­deo comenzaron a reproducir una mezcla de todos los logros del luchador Fernando con sus fantĆ”sticos movimientos en el cuadrilĆ”tero. Un poco de confeti se disparĆ³ en el aire por la rampa hacia la arena cuando Fernando apareciĆ³ en la entrada, se pavoneĆ³ lleno de confianza hacia el cuadrilĆ”tero, llevando un ajustado calzoncillo blanco que se adherĆ­a a su cuerpo. SaludĆ³ a la fanaticada y subiĆ³ al cuadrilĆ”tero para hacer una rĆ”pida flexiĆ³n de los brazos y mostrar al pĆŗblico su sonrisa de niƱo bonito.

 

La voz del locutor retumbĆ³ en todo el escenario:

 

«¡SeƱoras y SeƱores espero que estĆ©n preparados para un verdadero regalo! Ya que esta noche su oponente es uno como ningĆŗn otro! El pirĆ³mano Carlos Troconis quiere dar la pelea».

 

El retador saliĆ³ a la parte superior de la rampa mientras sonaba su tema musica. Usaba una chaqueta sin mangas con una capucha que le cubrĆ­a la mitad de la cabeza y un ajustado calzoncillo color rojo. ¡El fuego se disparĆ³ a su alrededor hasta que se levantĆ³ y rĆ”pidamente tirĆ³ de la capucha hacia atrĆ”s haciendo que el fuego explotara desde el escenario y los postes del cuadrilĆ”tero. BajĆ³ al ring mientras el pĆŗblico lo aclamaba. SubiĆ³ por las cuerdas y se puso de pie en su esquina sonriendo mientras se quitaba la chaqueta.

 

—Dime, hombre —hablĆ³ Carlos hacia su rival—, ¿has aprendido alguna vez lo que pasa cuando juegas con fuego? —juntĆ³ las manos y empezĆ³ a crujir los nudillos mientras mantenĆ­a los ojos clavados en Ć©l, el Ć”rbitro sonĆ³ la campana.

 

Los dos contendientes se rodearon, Fernando intentĆ³ aplicar un candado de cuello, pero Carlos fue mĆ”s rĆ”pido y lo devolviĆ³ de regreso a su esquina con una patada al pecho, haciendo que Fernando se quedara sorprendido de la destreza del novato que semanas atrĆ”s habĆ­a perdido contra Miguel Salcedo.

 

Carlos se acercĆ³ a Fernando cuando iba a atacar, Fernando lo agarrĆ³ de los brazos y lo hizo girar de espalda al tensor, le sonriĆ³ y le dio un cabezazo para desorientarlo.

 

En respuesta Carlos le devolviĆ³ el cabezazo.

 

Fernando retrocediĆ³ un par de pasos con su mano frotĆ”ndose la frente. Se preguntĆ³ si acaso Carlos tenĆ­a una placa de acero en el crĆ”neo porque eso le doliĆ³ mĆ”s que cualquier otro cabezazo que hubiera recibido en su vida.

 

Carlos sacudiĆ³ la cabeza para despejar los ojos, luego se acercĆ³ rĆ”pidamente a Fernando, con una sonrisa siniestra, se agachĆ³ y se deslizĆ³ por detrĆ”s de Ć©l, metiendo los brazos por debajo de los de Fernando y bloqueĆ”ndolos detrĆ”s de su cuello, ejecutando una llave Nelson.

 

Fernando gruĆ±Ć³ y Carlos logrĆ³ mantener el agarre por unos momentos hasta que lo levantĆ³ y girĆ³ en el aire para estrellar su espalda en la rodilla con un movimiento rompe espalda.

 

Fernando rebotĆ³ y gritĆ³ de dolor rodando hacia las cuerdas con una mano en la parte baja del lomo.

 

Carlos se echĆ³ a reĆ­r viĆ©ndolo claramente dolorido. Lo agarrĆ³ del pie, y lo arrastrĆ³ lejos de las cuerdas. Se sentĆ³ sobre su espalda y levantĆ³ sus brazos por encima de sus rodillas en un camel clutch. JalĆ”ndolo hacia atrĆ”s doblĆ”ndole por la mitad. Fernando gritĆ³ de dolor.

 

—¡Eso es, zorra! Grita! —se burlĆ³ Carlos doblĆ”ndolo mĆ”s hacia atrĆ”s, haciendo todo lo posible por destrozar su espalda.

 

Fernando apretĆ³ los dientes sintiendo que su pene se ponĆ­a duro. MoviĆ³ los brazos intentando deslizarlos fuera de las rodillas de Carlos de forma desesperada.

 

Carlos levanto el puƱo, golpeando a Fernando en la cabeza una y dos veces. Sin darse cuenta de que los brazos de su rival estaban casi libres. El brazo derecho se desprendiĆ³ de la rodilla y la otra mano se deslizĆ³ por la rodilla izquierda de Carlos. Usando ambas manos y agarrando su tobillo derecho, apretĆ”ndolo con fuerza con, retorciĆ©ndolo para empujarlo lejos de Ć©l.

 

Carlos cayĆ³ de espaldas y sobre la lona.

 

—¿Te gusta, maricĆ³n? —rugiĆ³ Fernando levantĆ”ndose y manteniendo a Carlos agarrando del tobillo, ahora doblĆ”ndolo.

 

El pĆŗblico aplaudiĆ³ aprobando la delantera de Fernando.

 

Carlos apretĆ³ los dientes y gruĆ±Ć³ sintiendo el dolor en su tobillo torcido. IntentĆ³ mover el otro pie, pero Fernando lo inmovilizĆ³, sus gruƱidos se volvieron mĆ”s fuertes. DesviĆ³ la mirada a las cuerdas queriendo arrastrarse hacia ellas.

 

Fernando se echĆ³ a reĆ­r viĆ©ndolo sufrir y retorcerse.

 

Carlos pudo arrastrarse lo suficientemente cerca, pero Fernando lo mantuvo agarrado del tobillo hasta que lo soltĆ³ finalmente.

 

Cuando Carlos intentaba ponerse de pie, su rival lo agarrĆ³ del cabello, tiro de su cabeza hacia delante y clavĆ³ su antebrazo en la mandĆ­bula con un feroz European Uppercut.

 

Un aturdido Carlos retrocediĆ³ hasta las cuerdas. Se agarraba la mandĆ­bula comprobando que estuviese bien despuĆ©s del duro golpe recibido. GruĆ±Ć³ mirando a Fernando proyectando toda su ira.

 

Fernando sonriĆ³ como respuesta a la reacciĆ³n de su enemigo. SentĆ­a adrenalina en su interior. Se acercĆ³ a Carlos y lo agarrĆ³ de la muƱeca y le dio un fuerte tirĆ³n para lanzarlo contra las cuerdas del cuadrilĆ”tero que rĆ”pidamente lo empujaron al centro del ring, para recibirlo, Fernando dio un salto para clavarle una patada de dropkick que lo hizo caer sobre la lona.

 

RĆ”pidamente Fernando cayĆ³ sobre Carlos, colocĆ”ndole el paquete en la cara y plantando sus manos en los pectorales mientras el Ć”rbitro caĆ­a a un lado golpeando la lona. El pĆŗblico estallĆ³ en aplausos. Carlos gruĆ±Ć³ rebotando sobre la lona comunicando que todavĆ­a tenĆ­a fuerzas para continuar con el combate.

 

Fernando dio un golpe a la lona con furia. AgarrĆ³ a Carlos del cabello y lo hizo ponerse de pie. Le sonriĆ³ y enganchĆ³ una de sus manos detrĆ”s de su cuello y saltĆ³ y plantando sus rodillas en su pecho, cayendo de espaldas a la lona.

 

Carlos gritĆ³ y tambiĆ©n cayĆ³ a la lona agarrĆ”ndose el pecho. Se movĆ­a de un lado al otro.

 

Fernando sonriĆ³ poniĆ©ndose de pie. Apretando el puƱo se acercĆ³ a Carlos, sin esperar que de su parte iba a recibir una demoledora patada en los testĆ­culos con la planta del pie. Fernando gritĆ³ con los ojos abiertos como platos y rodĆ³ hacia un lado agarrĆ”ndose la entrepierna con la cara retorcida en agonĆ­a.

 

Carlos se levantĆ³ sintiĆ©ndose menos misericordioso. —¡¡¡Ven aquĆ­!!! —gruĆ±Ć³ agarrando a su rival de la cabeza y golpeĆ”ndolo con la rodilla, ¡¡¡Una y otra vez repartiendo en venganza!!!

 

Fernando gimiĆ³, estaba con el cuerpo sudado mientras que su baƱador color blanco se abulta a lo grande.

 

Sabiendo que ya estaba aturdido, Carlos hizo levantar a su oponente, aplicĆ³ un suplex para hacerlo caer de espaldas. Retumbando la lona de pelea. Fernando quedĆ³ con la torcida de dolor, su cuerpo estaba entumecido mientras que sus bolas todavĆ­a palpitaban doloridas.

 

—¿DĆ³nde estĆ” la confianza, cabrĆ³n? —se burlĆ³ Carlos poniĆ©ndose en pie—. Tan engreĆ­do antes —pisĆ³ su tobillo, luego el otro, despuĆ©s se apartĆ³ y pisĆ³ una de sus manos hasta terminar dejando caer una rodilla sobre la cabeza de Fernando.

 

El hombre rodĆ³ a un lado con la mano frotando su frente mientras sacudĆ­a la cabeza de lado a lado. EmpezĆ³ a rodar hacia la esquina.

 

—¿A dĆ³nde vas? —gritĆ³ Carlos. SonriĆ³ siniestramente mientras se acercĆ³ a Ć©l. Lo agarrĆ³ del cabello y de la parte trasera de su baƱador, levantĆ”ndolo hasta dejarlo caer sobre su rodilla clavĆ”ndola en las costillas.

 

Fernando gritĆ³ de dolor y rodĆ³ por la lona agarrĆ”ndose a un lado del cuerpo. Carlos se echĆ³ a reĆ­r viĆ©ndolo retorcerse de dolor. Lo agarrĆ³ del brazo y lo arrastrĆ³ hasta las cuerdas, le dio la vuelta sobre la del medio, y colocĆ³ una pierna sobre su nuca, presionando con fuerza para ahogarlo en las cuerdas.

 

El Ć”rbitro se acercĆ³ para hacer la cuenta inicial. Cuando apenas iba por el nĆŗmero 2, Carlos apartĆ³ la pierna y corriĆ³ al lado opuesto del cuadrilĆ”tero, rebotando contra las cuerdas y regresando a toda prisa contra Fernando estrellando la rodilla en su cara.

 

Fernando cayĆ³ atontado, abierto como un Ć”guila sobre la lona. Carlos subiĆ³ al tensor superior y mirĆ³ hacia abajo, hacia el cuerpo desparramado de su oponente, luego con una respiraciĆ³n profunda, saltĆ³ abierto de brazos y piernas sobre el torso de Fernando, sacĆ”ndole a martillazos el aire de los pulmones.

 

Con sus abdominales tambiĆ©n doloridos, Carlos sujetĆ³ la pierna de Fernando y el Ć”rbitro se acercĆ³ para hacer la cuenta. El pĆŗblico estallĆ³ de emociĆ³n.

 

Fernando gimiendo debajo de Carlos intentĆ³ concentrarse con el mundo entero girando a su alrededor. Carlos puso todo su peso sobre los hombros y tirĆ³ de la pierna hacia arriba hasta donde pudiera llegar.

 

Fernando reuniĆ³ fuerza y dio una patada con la pierna libre en direcciĆ³n a una de las cuerdas que rodeaban el cuadrilĆ”tero. Evitando ser declarado perdedor en la cuenta nĆŗmero 3. El Ć”rbitro le dio un golpecito en el hombro seƱalando el pie.

 

—¡Que asĆ­ sea…! —declarĆ³ Carlos observando la acciĆ³n. AgarrĆ³ a Fernando del brazo y lo llevĆ³ al centro del ring, luego hizo un gator roll envolviendo sus piernas y encerrĆ”ndolo en un candado Lebell, tirando violentamente del brazo y hombro del oponente.

 

Fernando gritĆ³ de dolor. Sus botas golpearon la lona del cuadrilĆ”tero. IntentĆ³ acercarse a las cuerdas del cuadrilĆ”tero siendo difĆ­cil desde su ubicaciĆ³n al centro.

 

Carlos tirĆ³ sin piedad, lastimando brazo y hombro hasta que finalmente lo soltĆ³ y no para dejarlo descansar. Si no para agarrar un puƱado de su cabello y arrastrarlo. Luego rodeĆ³ su cabeza con el brazo y tirĆ³ de sus calzoncillos aplicando una suplex de pie. Con un ruido sordo su cabeza se estrellĆ³ contra la lona, haciendo girar su mundo de nuevo, el pecho de Fernando subĆ­a y bajaba y sus ojos revoloteaban.

 

Carlos lo levantĆ³ de nuevo subiĆ©ndolo a sus hombros en una posiciĆ³n de tortura doblĆ”ndolo sobre sus hombros, lo llevĆ³ a los tensores. SubiĆ³ con cuidado hasta el tensor central con Fernando sobre sus hombros como un trofeo antes de saltar y lanzar un Ragnarok finisher desde lo alto. HaciĆ©ndolo caer sobre su cabeza y cuello.

 

El pĆŗblico estaba conmocionado con el espectĆ”culo. Fernando se quedĆ³ tendido mirando parpadeando con la mirada totalmente perdida.

 

Carlos sonriĆ³ con la visiĆ³n tan patĆ©tica de uno de los luchadores favoritos de la compaƱƭa derrotado. Se acercĆ³ a Ć©l presionando su bulto contra su cara y el Ć”rbitro fue con ellos haciendo la cuenta.

 

El paquete de Carlos presionĆ³ contra la cara de Fernando, su olor de macho llenĆ³ sus pulmones y provocĆ³ que su polla palpitara y se retorciera con fuerza marcĆ”ndose claramente en su calzoncillo.

 

El Ć”rbitro hizo la cuenta. El sudor se acumulaba en el cuerpo de Fernando, que estaba magullado y dolorido. GritĆ³ bajo la piel de Carlos y el Ć”rbitro contĆ³ fĆ”cilmente 3.

 

La campana sonĆ³.

 

Carlos se levantĆ³ colocando un pie en la cara de Fernando. SonriĆ³ y se dio la vuelta para salir del cuadrilĆ”tero caminando por la rampa dejĆ”ndolo atrĆ”s.

 

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