Recetas: Trozos de huevos calientes con glaseado de caramelo y dulce de leche - Las Bolas de Pablo

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24 dic 2022

Recetas: Trozos de huevos calientes con glaseado de caramelo y dulce de leche

Esta es la Ćŗltima historia del aƱo 2022, muchas gracias a todos por acompaƱarnos durante este tiempo. El blog regresarĆ” con nuevas historias a partir del 4 de enero.

 


—Hola a todos nuestros seguidores —saludĆ³ Pablo a la cĆ”mara de su smartphone—. ¿CĆ³mo transcurre la maƱana del 24 de diciembre? Deseo que estĆ© de lo mejor —estaba semidesnudo con un gorro de navidad sobre la cabeza, detrĆ”s de Ć©l se mostraba la cocina y su esposo David, igualmente con el torso desnudo y un sombrero de navidad—. Esta transmisiĆ³n serĆ” muy especial, ¿no es asĆ­, David?

 

El apuesto moreno saludĆ³ guiƱando un ojo.

 

Pablo continuĆ³:

 

—Para el dĆ­a de hoy tenemos algo para degustar en estos dĆ­as de fiestas, en particular para un dĆ­a como hoy en el banquete de navidad.

 

Delante de ellos, Caua estaba desnudo, tumbado de espalda sobre la encimera de la cocina, con el cuerpo completamente inmovilizado por unas cuerdas, sin poder mover los brazos ni las piernas, con una manzana metida en la boca que convertĆ­a sus protestas en gemidos ahogados.

 

—PodrĆ”n saber que de todos mis hermanos, el que sentĆ­a mĆ”s inclinaciĆ³n por la cocina fui yo. Sin embargo pudo mĆ”s la pereza de mi ser que el incentivo de cocinar. De todos modos me sĆ© defender muy bien. Entre David y yo, es Ć©l quien cocina en nuestro hogar. Hoy, por ser navidad sacarĆ© la mejor casta de la cocina ChacĆ³n Bosch, vamos a preparar un postre delicioso que no puedes ignorar en la mesa de navidad —con ello le azotĆ³ de un puƱetazo los huevos a Caua, haciĆ©ndolo gemir de dolor—. Vamos a preparar un plato que nos endulzarĆ” nuestra honorable cena familiar: Trozos de huevos calientes con glaseado de caramelo y dulce de leche.

 

—Estaremos durante todo el proceso para guiarte —afirmĆ³ David con una sonrisa apuesta.

 

—Para empezar —dijo Pablo—, vamos a ablandar la comida —cogiĆ³ un ablandador de carne de madera y empezĆ³ a martillear los testĆ­culos de Caua.

 

El brasileƱo hubiera gritado a pleno pulmĆ³n si no hubiera sido por la gran y hermosa manzana roja metida en su boca.

 

Pablo continuĆ³ su faena golpeando los testĆ­culos, pronto duplicaron su tamaƱo, dejĆ”ndolos rojos e hinchados.

 

—Cuando consigamos que nuestros alimentos tengan la floja consistencia deseada podemos seguir —comunicaba David—, pasemos al siguiente paso —mostrĆ³ a la cĆ”mara un exprimidor manual de limones.

 

—Adelante —alentĆ³ Pablo—. ¡Veamos lo que puedes hacer con esa cosa!

 

David sonriĆ³ y manipulĆ³ las gĆ³nadas del brasilero. Caua cerrĆ³ parcialmente los ojos gimiendo horriblemente de dolor.

 

David golpeĆ³ en los huevos a Caua con el exprimidor de limones.

 

El brasileƱo echĆ³ un fuerte gruƱido amordazado por la manzana entre sus labios, David continuĆ³ golpeĆ”ndole las bolas una y otra vez con la herramienta metĆ”lica. Sus testĆ­culos estaban grotescamente hinchados.

 

—¿Te gusta el ponche de navidad, Pablo? —preguntĆ³ David.

 

El rubio sonriĆ³ y afirmĆ³ con la cabeza.

 

—Sabes que sĆ­, negrito. Pero… me gusta mĆ”s si es el preparado por ti —le guiĆ±Ć³ un ojo.

 

Ambos rieron. David colocĆ³ el testĆ­culo izquierdo de Caua en el centro del exprimidor de limones y lo apretĆ³, apretando los dientes mientras aplicaba toda la presiĆ³n que podĆ­a.

 

Una sacudida recorriĆ³ el cuerpo de Caua que mordiĆ³ bastante la manzana en su boca, su cara estaba deforme con una mueca de dolor.

 

David soltĆ³ una carcajada y retirĆ³ el exprimidor.

 

—Mira esto, negrito —afirmĆ³ Pablo.

 

—Parece que Caua nos quiere dar la leche de navidad —sonriĆ³ David.

 

La polla del brasilero habƭa comenzado a reaccionar poniƩndose dura y erecta.

 

Pablo se sonĆ³ la garganta. —Ahora, queridos seguidores pasaremos al glaseado. Es una autĆ©ntica delicia en la cocina de mi madre y sĆ© que a ustedes les encantarĆ” en la cena navideƱa de esta noche —comenzĆ³ a calentar la mantequilla y la azĆŗcar hasta que se derritieron y crearon un caramelo burbujeante y pegajoso. Pronto, la cocina se llenĆ³ del delicioso aroma del dulce caramelo—. Ahora vayamos al glaseado, mi padre siempre se volvĆ­a loco con el toque de caramelo preparado por mamĆ”, espero llegar al toque de mi madre —sonriĆ³ y agregĆ³ la masa de azĆŗcar hirviendo, vaporosa y pegajosa sobre los testĆ­culos de Caua.

 

El brasileƱo echĆ³ un gritĆ³ ahogado con todas sus fuerzas. Hizo un intento desesperado de soltarse ante la cruel tortura navideƱa de los esposos.

 

David sacudiĆ³ la polla de Caua un par de veces, y milagrosamente un chorro de semen saliĆ³ disparado, aterrizando como una mancha de crema blanca en el humeante escroto, recubierto de caramelo.

 

Pablo se rio y se volviĆ³ hacia la cĆ”mara, mientras David pasaba su brazo por encima de su hombro. —Espero que hayan disfrutado de nuestra pequeƱa y humilde cocina.

 

—Yo creo que el prĆ³ximo aƱo pudiĆ©ramos tener mĆ”s recetas como estas, ¿no, mi amor? —preguntĆ³ David.

 

Pablo sonriĆ³ traviesamente y le dio una palmada en las bolas a su esposo. David se atragantĆ³ y retrocediĆ³ sosteniĆ©ndose los huevos.

 

—PodrĆ­amos tener nuestro set de cocina solo si nuestros seguidores lo piden, negrito.

 

Pablo se echĆ³ a reĆ­r.

 

—¡Feliz navidad a todos, el prĆ³ximo aƱo volveremos con mĆ”s!

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