Dos hombres se rodeaban fuera de un bar de mala muerte a punto de iniciar una pelea. El portero estaba en la recepciĆ³n viendo como iban a enfrentarse, sin importarle si el final del combate era mortal.
—Bueno, coƱo, ¿quieres arreglar esto o vas a correr? —rugiĆ³ el hombre de aspecto mĆ”s cruel, su nombre Gustavo.
Su contrincante, un hombre mĆ”s joven llamado Rafael, le hizo frente y le metiĆ³ un puƱetazo en las costillas.
Gustavo gruĆ±Ć³. GolpeĆ³ la cabeza contra la nariz de Rafael y luego siguiĆ³ con un gancho a su mandĆbula.
Rafael se tambaleĆ³ hacia atrĆ”s. En seguida reaccionĆ³ entregando un puƱetazo en la mandĆbula, y luego una patada en la entrepierna.
Gustavo gimiĆ³ y gruĆ±Ć³ llevĆ”ndose las manos a las bolas. Rafael lo empujĆ³ de espalda contra un coche, dejando una abolladura. ContinuĆ³ con puƱo tras puƱo en el abdomen.
Gustavo se quedĆ³ doblado completamente aturdido. Rafael agarrĆ³ una de las tapas de los cubos de basura y golpeĆ³ a Gustavo en la cabeza. Seguido la arrojĆ³ a un lado y lo agarrĆ³ del cabello, golpeando su cabeza contra la pared.
Aturdido y fuera de sĆ, Gustavo quiso lanzar una patada hacia atrĆ”s con la esperanza de detener la golpiza, pero su precisiĆ³n fallĆ³. Rafael se echo a reĆr, metiĆ³ la mano entre sus piernas y le apretĆ³ los huevos.
Gustavo gimiĆ³ y doblĆ³ las rodillas. EmpujĆ³ su codo con fuerza contra la cara de Rafael, el hombre gruĆ±Ć³, soltĆ”ndole los huevos de inmediato, sin embargo tuvo una respuesta rĆ”pida, no podĆa darle tiempo a su rival de recuperarse. EstrellĆ³ su puƱo en la cara de Gustavo y metiĆ³ su cabeza entre los muslos para estrellar su rostro contra el suelo en un piledrive.
—¡¡¡UHHHHHHH! —chillĆ³ Gustavo, se quedĆ³ en el suelo, se moviĆ³ un par de veces y luego se quedĆ³ quieto.
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